Pedido de Victor_Blue_Calixto

Hades

"¡Hey, estoy embarazada!"

El repentino comentario hizo que Hades detuviese la taza que estaba a punto de llevarse a los labios. Tomando una humeante taza de café, el dios volteó su mirada a su lado, donde la chica estaba de pie, esperando su reacción. En vez de beber, dejó la taza en su sitio con una pequeña sonrisa tranquila y se levantó después, pasando sus manos por las solapas inferiores para alisarlas tras haber estado sentado.

- Eso es, sin ninguna duda, una brillante noticia, querida. ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo lo has notado?

Antes de dejarle responder, tomó sus manos tirando de ella suavemente para sentarla a su lado en el sillón, colocándose a su lado.

- Bueno... Me sentí un poco mal estos días y... Bueno, hice una prueba que... Si, dio positivo. Así que sí, estoy de tres semanas.

- ¿Te sientes mal ahora?

- No, en absoluto... Es algo... Puntual.

Aunque la tranquilidad de Hades frente a la situación parecía incluso ensayada, ella sí que se encontraba nerviosa.

- Ya me lo has dicho... ¿Sigues nerviosa?

- Bueno... Si, ya sé que te lo he dicho... Y has reaccionado tal y como yo quería, así que... No se por qué...

- ¿Es porque es tu primer embarazo y te incomoda no saber bien que hacer? La gran mayoría de las mujeres y de las hembras en general sabe qué hacer en un embarazo. Tú vas a tener mi ayuda y la de mi familia.

- Tal vez sea eso lo que me ponga nerviosa... - ella miró a otro lado - Tu hermano Zeus...

- ¿Qué pasa con él? - él tomó un sorbo de café y no le ofreció a ella por la cafeína.

- Pues... Tengo la ligera sospecha de que él antes de nada nos preguntará... Que cómo concebimos...

Hades sonrió un poco mirándola de reojo. Sabía que muchas veces su hermano Zeus era un poco... Así... Pero no tenía ninguna maldad, solo quería avergonzarla un poco.

- ¿Y qué le responderás?

- ¡Hades! - ella infló las mejillas un poco con un pequeño sonrojo.

- Es broma... Yo también quería avergonzarte, no es justo que sólo lo haga Zeus. Tú sonrojo es mío, ¿Recuerdas? Así que yo lo debo ver con más frecuencia que otros.

Ella permitió que él terminase su bebida antes de apartarla en la mesa un poco, limpiándose con una servilleta.

- Estaré contigo cuando decidas comunicarlo a mis hermanos.

- ¿No podías hacerlo tú...? - preguntó sin muchas esperanzas.

- Podría hacerlo, claro, pero la embarazada eres tú y quién debe comunicarlo. A no ser que te de muuucha vergüenza...

Su tono de voz hacía referencia a que si se sonrojaba demasiado sería un problema. Hades no lo permitiría. Esa faceta era suya. Con su silencio suspiró y se levantó, tomándola de la mano.

- Está bien, lo haré yo... Vamos, querida, sé dónde se encuentran esos tres...

Poseidón

"¡Hey, estoy embarazada!"

La noticia realmente no causó ningún impacto sobre el rubio, que seguía sentado en el sofá con la cabeza torcida y un puño en la mejilla, meciendo suavemente el pie que tenía elevado sobre sus rodillas. La verdad es que ese silencio y esa pasividad estaba creando un ambiente muy tenso en la sala, y la chica no podía más que bajar la cabeza a la vez que retorcía entre sus manos el borde de su falda.

- ¿No me... Vas a decir nada? - se atrevió a decir mirándolo un poco - Es tuyo...

El silencio volvía a ser incómodo, y la mirada ausente del rubio concentrado en un punto al azar no ayudaba en absoluto. Tras unos segundos, el dios de encogió de hombros sin darle mucha importancia.

- Vale.

Que brillante respuesta, gracias, era justo lo que lo necesitaba oír nuestra chica. Apretó los dientes y los puños, casi sintiendo odio y un gran rencor interno, dándose la vuelta y abandonando la sala.

*

- Qué típico de mi hermano. No creas que se hará cargo, ya tiene otros por ahí que ni los mira.

- Adamas, por favor, no le hables así. Ella está afectada y sensible.

- Pues como todas las embarazadas, ¿No?

Tal vez no haya sido la mejor de las ideas haberle confesado a Adamas lo que pasaba, pero no había mucha escapatoria cuando el dios griego del caos la encontró intentando aguantar el llanto y acudió con ella a su hermano mayor Hades. Él siempre tenía la solución a todo... O casi todo.

Adamas no era el hermano con más tacto, desde luego... La indiferencia de Poseidón con él le había hecho más semejante a él de lo que quería creer. Y Zeus... Bueno, ese no estaba por ahí.

- ¿Entonces qué hacemos con ella? - preguntó Adamas mirando a su hermano mayor - Aunque bien pensado no es de nuestra incumbencia. Arréglatelas sola.

- Si hubieses querido eso desde un principio, no la habrías traído del pasillo hasta aquí a buscar una solución, deja de intentar ser rudo cuando en el fondo eres amable con tus menores - Hades pasó la página de un libro que estaba viendo en una estantería.

- ¿Y tú no quieres abortar?

Ella negó con fuerza, casi queriendo llorar otra vez.

- Vale vale vale, pero no sigas llorando...

- Escucha, esto es lo que ocurrirá - Hades volvió a acercarse - Deja dos o tres a Poseidón en paz y sin hablarle. Ya verás como es él entonces el que te busca a ti.

- No creo que lo haga... - murmuró ella.

- Claro que lo hará. Tienes algo que en parte le pertenece - Hades sonrió.

- ¿M-Mi corazón...? - preguntó dubitativa.

- El feto - contestó rápido Adamas, recibiendo un golpe en la nuca de Hades - ¿Qué? Ella es demasiado cursi.

La pequeña risa de la chica les llamó la atención a ambos, que la miraron desde arriba mientras ella se sentaba mirando sus rodillas. Luego de miraron entre ellos encogiéndose de hombros, y Adamas le dio unas palmaditas en la cabeza sentándose en el reposabrazos a su lado.

- Apártate.

La voz provino desde la entrada de aquel salón. Hades sonrió al ver llegar a su hermano Poseidón antes de lo que hubiera imaginado.

- ¿¡Eh?! - Adamas le miró alzando una ceja - ¿Pero tú quien te...?

- Apártate - Poseidón lo dijo una segunda vez, dando un paso hacia delante.

Previsible a todos los movimientos de sus hermanos, Hades agarró a Adamas y tiró de el hasta apartarlo del sillón donde estaba la chica, casi a tiempo de que el dios del mar apareciese ahí a su lado gracias a su gran velocidad. Dejando a un Adamas un tanto quejica con su hermano mayor, Poseidón agarró de la muñeca a la chica levantándola del sofá y tirando de ella a la salida, sin mucho que se pudiese hacer en su contra o poder objetar. Al salir, mientras ella miraba atrás, no podía evitar morderse el labio.

- Ir a por mis hermanos en busca de consuelo es caer bajo.

- ¡Oye! ¡Yo no fui a...! ¡Adamas me encontró!

- Aceptar la ayuda de Adamas es aún peor.

- En cinco minutos ha ayudado más a mi estabilidad emocional que tú desde esta mañana.

Poseidón le soltó la muñeca deteniéndose delante, dándole la espalda. El momento volvería a ser tenso en busca de la siguiente reacción.

- Vete a tu cuarto a descansar.

- Pero... ¿Y tú...?

- Te veré luego.

Con la misma indiferencia de siempre, siguió caminando hasta marcharse. Ella suspiró, frotando su nuca despacio con la palma de la mano. Bueno, ya a partir de aquí, solo queda esperar, al menos, lo aceptó.

Nikola Tesla

"¡Hey, estoy embarazada!"

Literalmente hubo que gritar esa frase para poder sacarle de sus pensamientos, tan concentrado mirando su pizarra hasta que sus oídos pudieron funcionar para algo más que para sus murmuros y el sonido de la tiza frotada contra la pizarra.

La tiza con la que escribía en la pizarra se partió por la mitad al terminar la frase, haciendo volar a la paloma que tenía posada en su hombro con un sobresalto. Tras unos tensos y larguísimos segundos de silencio, se incorporó bajando de su escalera autómata, que le permitía llegar a las pizarras más altas de su sala de espera, convertida en un auténtico laboratorio de físicos. Yendo con paso decidido y con el ceño levemente fruncido hacia ella, no se detuvo siquiera cuando llegó enfrente suya, sujetando con los dedos el borde de su vestido y levantándolo hacia arriba, como si fuera un total pervertido.

- ¡O-Oye...! ¡Pero qué...!

- Hum, esto no se ve nada diferente, pero debería medirlo para asegurarme.

Se había agachado hasta quedar en cuclillas delante de ella, con la falda encima de su cabeza observando ahora el vientre desnudo de la chica, tocando despacio con un dedo.

- ¿Puedes pasarme un metro? - pidió sacando una mano para recibir un objeto que no iba a llegar.

- ¡No! Escucha, eso no va así... no se abulta tan fácilmente... ¿Y cuándo me has medido el vientre antes? No me he enterado.

Ella recogió su vestido, haciendo que él sacase la cabeza de ahí y se levantara. La observó detenidamente con curiosidad, frotando su mentón, pensativo.

- Realmente era el resultado más esperado después de lo sucedido hace unos días, no era difícil prever que ocurriría.

Antes de que ella pudiera decir algo, él interrumpió.

- ¿Te has hecho un test de embarazo? Hay que asegurarse y acercarse a la verdad.

- Sí, claro que lo hice...

Ella buscó en el bolsillo de su chaqueta, tendiendo el test usado al científico, que lo tomó observando el positivo de la pantalla. Tras eso, sacó una libreta de uno de sus amplios bolsillos buscando una de sus páginas.

- Aquí está... la teoría de la probabilidad de fallo de un test de embarazo en regulación a la hormona hCG.

- ¿Qué qué? - ella parpadeó, asomándose a ver la libreta - Espera... ¿Has formulado una teoría sobre... eso?

- Por supuesto, desde que se me pasó por la cabeza la probabilidad de tu embarazo en función de tus días fértiles, el nivel de PH de tu flujo uterino y mi capacidad de expulsión de espermatozoides, supe que debía hacer la probabilidad de tu embarazo con las cantidades de esas variables y además, otra con la probabilidad de fallo de varios test de embarazo dependiendo su calidad.

- No me lo puedo creer... - ella se llevó la mano a la frente - Aunque a decir verdad no me sorprende mucho, conociéndote...

- Con la primera nos daba una tasa de probabilidad de 85% de probabilidad de embarazo, ya que estabas en tus días fértiles tras la menstruación y...

- ¿También me controlas la menstruación? - preguntó algo avergonzada.

- No me interrumpas... Sí, en tus días fértiles, una buena salud de ambos y un nivel de PH en el moco uterino dentro de lo normal, el embarazo era bastante fiable. Ahora veamos la calidad de este test de embarazo en función de sus componentes y de tu nivel de hormonas hCG.

- Mi nivel de esa hormona está bien, Nikola...

- No se puede saber sólo porque lo digas, necesito un test de orina. A ver si encuentro un vasito donde...

- ¡No voy a hacer eso! - ella le detuvo agarrándole del brazo - ¡Por favor, confía en mi instinto por una vez! ¡Y si no, en el mejor test de embarazo del mercado!

- Bueno, es verdad que es el mejor que tenía puesto en la lista... - él volvió a meter la nariz en sus apuntes - Y bueno... si quitamos la variable del nivel de la hormona hCG, este test de embarazo tiene una probabilidad de acierto del 99,8%... Ahí sigue habiendo un margen de error de 0,2, lo cuál es demasiado... ¿Podrías hacerte otros dos test para intentar reducirlo?

- Claro, ahora mismo - ella giró los ojos con un toque irónico.

- Gracias, estaré esperand...

- Era ironía, no los voy a hacer. Confía esta vez en mi instinto femenino, por favor...

La mirada suplicante de la chica le hizo abrir la boca sin soltar palabra, observándola fijamente. No era un argumento que le convenciera en absoluto, pero sus ojitos de cachorrito tenían más poder que eso. Tras eso dejó caer sus hombros, soltando la libreta a un lado y echando su pelo hacia atrás, algo incómodo por dejarse algo sin analizar detenidamente.

- Está bien... Estás embarazada y lo acepto sin más análisis. Todo irá bien...

- ¡Gracias, gracias!

Ella dio unos saltos de felicidad y se acabó abrazando a su cuello, a lo que él respondió con unas palmaditas en la cabeza.

- Estoy feliz de que confíes por una vez en mi antes que en alguna fórmula...

- Es incómodo para mí... Pero intentaré saciar mi curiosidad haciendo una teoría con variables sobre tu probabilidad de aborto debido a tu salud, comida, ejercicio, genética...

Ella le dio un golpe en la cabeza, haciéndole quejarse.

- Está bien, está bien... Mejor una sobre sus posibles enfermedades genéticas en el futuro debido a nuestros ADN... ¡Ay!

Ella le dio otro golpe y se separó, con los brazos en jarras.

- Mejor haz una sobre el nivel de felicidad que tendremos en el futuro.

- ¿Eso se puede hacer? Las variables son muy inestables y...

- Hazlo - ella sonrió confiada - ¿Tú puedes, no? Eres Nikola Tesla.

Ella sonrió, dejándolo ahí y saliendo felizmente de la habitación, aunque volvió para recoger el test que le había dado antes.

- Por si se te ocurre extraer orina del test.

- Maldita sea, te diste cuenta... - después de todo, acabó sonriendo.

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Si hubiese hecho a Poseidón 100% canon:

Rayis: ¡Hey, estoy embarazada!

Poseidón: Vale, cuando nazca ponlo allí en el rincón con los otros.

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La rayis intentando convencer a Tesla de que confíe en ella y en su instinto femenino:

Also Tesla: