Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La fiesta de aquella noche

Dedicado a turaniangirl_

La mañana había sido tranquila en la empresa. Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, las clases se habían vuelto mucho más fáciles y despreocupadas, simplemente pasando el rato hablando con los compañeros, con los mismos profesores o viendo películas. Pero ese no era el caso de aquel chico de pelo negro y largo, atado en un moño para facilitarle el trabajo en la biblioteca. A él le gustaba estar rodeado de libros, mapas y otras cosas como esas, puesto que no se le daban nada bien los deportes ni tenía demasiados amigos, pero él era feliz así.


Aunque si que había alguien que podía sacarlo de aquel paraíso ese día, y ese era su profesor de gimnasia. Cheng siempre tenía que quedarse tras las clases para recoger los materiales y hacer ejercicios extras, según el profesor para compensar el pobre desempeño en las clases. La asignatura de gimnasia era la única que se mantenían tan duras y exigentes como el primer año, y aunque a ninguno de los estudiantes les gustaba, era imposible oponerse a la bestia de dientes afilados, pelo largo y negro, brazos fornidos y espaldas anchas que era su profesor Lu Bu. Ese hombre parecía que directamente te podía arrancar la cabeza de un mordisco si no tenías cuidado o si directamente le daba hambre.

Cheng Gong salió del gimnasio con dolores por todos lados, dispuesto a dormir toda la tarde hasta el día siguiente. Fue en ese momento que una voz a su lado lo hizo girarse.

- ¡HEY CHENG!- Un chico alegre de pelo rubio y gafas cuadradas llegó corriendo a su lado.

- ¡Hey! ¿Qué hay de nuevo, Forsetti?- Preguntó Cheng al chico que ahora caminaba junto a él.

- No demasiado ¿El profesor Housen te ha vuelto a dejar muerto?- Dijo su amigo con una sonrisa.

- ¡En serio, creo que cada célula de mi cuerpo está gritando de forma independiente que quiere morirse! ¡ME DUELE TODO!-

- Tranquilo, en unos días ya no tendrás que soportarlo.-

- Sí. Por fín se acaba el curso ¿Qué harás este verano?-

Forsetti pensó durante unos segundos antes de responder. De repente su cara se iluminó al recordar la noticia que había ido a decirle.

- Pues para empezar, hay una fiesta este fin de semana. Es una especie de fiesta de despedida del curso y todos los de la clase van a estar allí.- Dijo Forsetti.

- No sé. Sabes que ese tipo de cosas, con un montón de gente y tanto ruido no son lo mío.- Cheng dijo desanimado.

- ¡Vamos! Es la fiesta de fin de curso, al menos a esta tienes que ir. Siempre tengo que ir solo.- Se quejó su amigo.

- Vale, vale. Si te pones así no hay más remedio ¿Dónde es la fiesta?- Preguntó Cheng rindiéndose a las súplicas.

- En casa de Shiva. Si alguien sabe como hacer fiestas, ese es el dios del baile.- Forsetti habló emocionado.

Cheng sonrió pensando en como iba a ser esa fiesta. Se despidió de Forsetti y se dirigió a la puerta de su casa. En cuanto giró el pomo, le llegó el olor de la comida, haciéndose en la cocina. Su tío Liu Bei realmente sabía como abrirle el apetito a cualquiera, aunque rápidamente le llegó otro olor.

- ¡Hombre, chico! ¿Cómo te ha ido?- Preguntó un hombre gordo y con gran barba que apestaba a alcohol.

- Hola, tío Zhang Fei. El profesor Lu Bu ha vuelto a hacerme dar 30 vueltas a la pista.- Dijo Cheng con voz agotada.

- Venga, vamos a comer, que se enfría. Y tu, Zhang Fei, deja ya de beber- Dijo un hombre delgado y con bigote fino que salía de la cocina con una cazuela humeante.

Los tres se sentaron a comer y contar las historias de aquel día. El tiempo que no usaba en las clases para ver películas, lo usaba para ordenar y leer libros en la biblioteca. Le encantaban los de hazañas militares y grandes generales, con sus estrategias que parecían de locos pero que siempre salían bien.

- Por cierto. Esta noche seguramente o vuelva tarde o no vuelva. Voy a ir a una fiesta.- Dijo Cheng.

- ¡Hombre, esto sí que es una noticia! La primera fiesta a la que vas a ir desde que tengo memoria. A ver si te echas novia de una vez, que apenas hablas con gente.- DIjo Zhang Fei aún con la boca medio llena.

- ¡Oye, que ha habido chicas que me han gustado!- Dijo Cheng molesto.

- Me refiero a una novia estable, no una chica con la que hablas una vez en clase y de la que te quedas prendado, para luego no hacer nada por miedo y ver como ella consigue pareja.- Dijo Liu Bei apoyando la cabeza en una de sus manos.

- Gracias por vuestra increíble confianza en mí, realmente me conmueve.-

- A las pruebas me remito.-

Cheng se terminó la comida con mala cara y se fue a su habitación a prepararse para la fiesta. Se puso una camiseta blanca de manga corta un dibujo de letras chinas en negro y rojo, un pantalón corto azul y se recogió el pelo en una coleta. Tras eso se echó en la cama y se puso a pensar sobre lo que habían dicho sus tíos, y aunque odiara admitirlo, tenían razón. Nunca conseguía declararse cuando una chica le gustaba, pero tal vez en esta ocasión si pudiera hablar con gente y divertirse.

Pocas horas después, sonó el timbre de la casa. Liu Bei abrió la puerta y encontró a Forsetti esperando.

- Hola ¿Vienes por mi sobrino?-

- Así es ¡Esta va a ser la mejor fiesta del año!- Exclamó el chico con gafas.

- Ya. Oye, hazme un favor.- Dijo Liu Bei acercándose para susurrar a Forsetti.

Cheng bajó rápidamente, listo para acompañar a su amigo.

- Bueno, os dejo que os vayáis. No os volváis demasiado locos, ni queméis, rompáis o explotéis nada.- Dijo Liu Bei con sorna.

Cheng le dirigió una sonrisa molesta y se marchó con su amigo a la casa del dios de las fiestas.

~0~

Alcohol, música a todo volumen, gente, tabaco y una piscina. Cheng nunca había visto tantas de estas cosas juntas en tanta cantidad. La mansión estaba atestada de gente de su curso, algunos bailando, otros bebiendo, otros bailando y bebiendo, y otros haciendo lo que quiera que hicieran en el baño. Cheng había entrado con su amigo, pero apenas unas dos horas después lo había perdido de vista, y ahora se encontraba solo, en medio de un montón de gente, con un vaso de alcohol como toda compañía. Caminó por la casa, esquivando a gente corriendo y parejas jugueteando hasta llegar al balcón. Miró abajo y vio como en la piscina, Forsetti se había unido a un grupo de otros borrachos para librar peleas sobre hombros. Cheng los miró con cara de hastío y bebió un poco más de su bebida.

- Esto tampoco es lo tuyo ¿Eh?- Dijo una voz a su espalda.

Cheng se giró y vio a una chica en la puerta del balcón. Tenía el pelo largo y rojo suelto por la espalda e iba vestida con unos shorts negros y ajustados que apenas le llegaban a los muslos y una camisa blanca sin manga y con encajes. Su rostro era amable y tranquilo, con unos grandes ojos azules y una sonrisa cálida y tierna. Realmente era hermosa. Se apoyó en la barandilla junto a él con aspecto agotado.

- ¿Tu no te lo estas pasando bien?- Preguntó Cheng un poco nervioso.

- No. Una amiga mía me dijo que sería divertido, pero no me gustan los sitios con tanta gente.- Respondió la chica con tono desanimado

- ¡Je! Es lo mismo que me dijo mi amigo. "Es la fiesta de fin de curso" "Será la mejor fiesta del año"- Dijo Cheng imitando a su amigo torpemente, haciendo que la chica se riera.

- Soy Randgriz.-

- Cheng Gong-

- Oye, apenas me queda bebida ¿Vienes a rellenarla conmigo?-

- Claro.-

Ambos  caminaron de vuelta al bar mientras charlaban.


~0~


La luz de la mañana se coló por la ventana, golpeando el rostro del chico. La cabeza parecía que le iba a explotar y todo el cuerpo le dolía por culpa de las agujetas. La confusión y la resaca dejaron paso a los recuerdos tras unos segundos. Había ido con Randgriz a reponer las bebidas y se habían puesto a hablar mientras tomaban una copa tras otra. Tras un rato, decidió acompañarla a casa para que descansara.

Fue en ese momento que alzó la vista y notó que aquella no era su habitación. La decoración era muy distinta y no había visto aquellos muebles en su vida. Notó entonces dos cosas que le hicieron helar la sangre.

1. La visión de ropa desperdigada por la habitación, incluida la suya.

2. El movimiento de otra persona a su lado.

Se giró con cuidado solo para ver a Randgriz desnuda y apoyada en su costado. El shock lo dejó paralizado por unos segundos antes de que su mente empezara a correr a mil por hora. Lo primero que hizo fue pellizcarse para comprobar que no estaba soñando, y luego miró en la papelera. Soltó un suspiro de alivio al ver un condón usado en ella. Sin embargo, el pánico no se redujo. Se levantó con extremo cuidado de no despertar a la chica y se vistió todo lo deprisa que pudo, para luego bajar en silencio y salir por la puerta. Sobre la mesilla había dejado una nota con un pequeño mensaje:

"He tenido que irme. Siento no despedirme."

  "Cheng"


~0~

- ¡Venga ya, tio! ¡Dime como se sintió!- Insistió Forsetti por enésima vez.

Cheng siguió sin responder mientras practicaban el lanzamiento a canasta. Era lunes, el último lunes del curso, y ahí estaban a última hora con el sol encima practicando baloncesto.

- Por cierto ¿No crees que el profesor Housen te mira peor que de costumbre?- Susurró Forsetti mientras miraba disimuladamente al imponente profesor de gimnasia.

Cheng miró con cuidado, solo para recibir una mirada asesina de aquella bestia de músculos. Un escalofrío le recorrió la espalda pensando en que podría haber hecho para que lo mirara así. La clase continuó hasta que sonó el timbre de salida, pero justo cuando los dos amigos se iban a marchar, una voz profunda y ominosa los llamó.

- ¡Vosotros dos! Venid a mi despacho.- Dijo el profesor Housen.

Ambos amigos lo siguieron hasta su despacho al lado del gimnasio, donde les indicó que se sentaran frente a su escritorio, mientras el permanecía de píe como una torre amenazante.

- Em, profesor. No hemos hecho nada malo en la clase y si es para ponernos a hacer más ejercicios . . .- Cheng trató de hablar.

- No, no os voy a poner a dar vueltas, pero tampoco vamos a fingir que no pasa nada aquí.- Dijo el profesor con tono enfadado.

- ¿Qué pasa aquí?- Preguntó Forsetti.

- ¡Esto es lo que pasa, mendrugo!- Espetó el profesor a la vez que giraba un marco de foto que había en su escritorio.

Cheng miró la foto y reconoció al profesor, a una mujer que sería su esposa y . . .

Y . . .

-. . . no ¡No! ¡NO! ¡NO ME LO PUEDO CREER, QUE CAPULLO! ¡JAJAJAJAJA!- Forsetti se echó a reír ante la mirada del profesor.

Cheng seguía con la boca abierta mirando la foto.

- ¡NO ME LO PUEDO CREER! ¡TE HAS TIRADO A LA HIJA DEL PROFESOR HOUSEN! ¡JAJAJAJAJA! ¡Y ENCIMA TE LARGASTE DEJANDO SOLO UNA NOTAJAJAJA! ¡NO LA HABRÍAS JODIDO MÁS NI QUERIENDO! ¡MANDA COJONES! ¡ME PARTO EL CULO! ¡YO- no, no tiene gracia.- Forsetti cortó al ver como el profesor quebraba un lápiz solo presionándolo contra la mesa con el pulgar.

- Siéndole sincero. Siento mucho haber hecho lo que hice, de verdad- Dijo Cheng con un hilo de voz.

- ¿En serio? Pues ahora mi pequeña esta estresada a más no poder porque no sabe si te largaste porque tenías prisa o porque realmente solo la veías como una forma de pasar el rato.- Gruño Housen.

- Espere ¿Está molesto porque me fui sin despedirme y no porque me acosté con su hija?- Preguntó Cheng perplejo.

- Pues claro que no estoy enfadado por el hecho de que te acostaras con ella. Me pareces un chico amable, aunque algo endeblucho para mi gusto, así que ya la estas llamando para aclarar las cosas ¡Ahora fuera!- Dijo el profesor sacando los dientes.

Cheng y Forsetti salieron fuera. Cheng sacó su móvil y vio que en sus contactos estaba el nombre de Randgriz. Debieron de cambiarse números en la fiesta. Marcó y esperó.

- ¿Hola?- Preguntó Randgriz.

- ¡Randgriz! Soy Cheng, el de la fiesta.-

- ¡Oh! Hola ¿Qué quieres?- Preguntó Randgriz algo preocupada.

- Oye, siento mucho haberme ido así sin avisar. Eso era algo que nunca me había pasado y entré en pánico. Sinceramente, no esperaba que te importara un chico como yo.-

- ¿Por qué no? No eres tan malo como crees.-

- De verdad lo siento. Si puedo hacer algo para compensarte.-

Randgriz guardó silencio por unos segundos.

- Podríamos quedar estas vacaciones. Ir a dar una vuelta y eso.-

- Claro, eso suena genial.-

- Ok yo te aviso.- Randgriz dijo con voz alegre y colgó.

Cheng soltó un suspiro de alivio. No había querido causarle problemas a esa chica. Pero ahora tenía la oportunidad de enmendarlo.

- Vaya, parece que por fin tienes una novia ¿Eh?- Dijo Forsetti con tono burlón.

Cheng simplemente sonrió y caminó hasta la salida.


~~0~~


Aquí está el siguiente one shot. Espero que os guste.

Dedicado a turaniangirl_

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro