- Nos ubicamos horas después de la anterior conversación entre Richard Nixon y las valkirias. Ahora estamos sobre un estadio completo rodeado de gradas con millones de Dioses y humanos que gritaban con emoción mientras en el centro era una arena de combate.

- En el centro de esta misma arena había un hombre de baja estatura con piel grisácea y cabello corto de color negro. Usa gafas protectoras de soldador, viste con un pantalón corsario negro y un par de zapatos anchos a rayas además de portar una gabardina con capucha, dejando al descubierto su pecho y abdomen. Lo más destacable es su rostro de apariencia metálica, con mandibulas similares a un cepo de caza.

- "He estado esperando tanto tiempo por esto... ¡¡SEAN BIENVENIDOS DIOSES, DIOSAS, HUMANOS Y HUMANAS AL EVENTO QUE DECIDIRÁ EL DESTINO DE LA HUMANIDAD!!!. ¿¡ESTAN TODOS LISTOS!?" -Pregunto con emoción mientras los todos los presentes gritaban de la emoción a más no poder.

- Así el estadio se llenó de gritos de emoción de ambos bandos, mientras las valkirias estaban en lo más alto del lado de la humanidad observando todo con cierto nerviosismo.

- "¡¡LAS REGLAS SON SIMPLES, UNA LUCHA HASTA LA MUERTE, LA VICTORIA SE DECIDIRÁ CON LA COMPLETA ANIQUILACIÓN DEL OPONENTE!!" -Dijo Heimdall mientras se preparaba para lo siguiente.-

- "Ya está por comenzar hermana... "
-Dijo con nervios la pequeño valkiria a la vez que la mayor solo apretaba su puño mientras miraba seriamente.-

- "¡¡AHORA, EL PRIMER REPRESENTANTE DE LOS DIOSES!!"
-Menciono Heimdall mientras al final del pasillo se veía a un hombre peli rojo sentada en un trono.-

- "¡¡ESTE HOMBRE, TODO EL MUNDO CONOCE A ESTE DIOS Y QUIERE VER SU MÁXIMO PODER!!!." -Anunciaba el presentador de los Dioses con emoción.- "¡¡SU MJOLNIR PUEDE PULVERIZAR LOS MARES Y DESTRUIR LA TIERRA!!" .-Mientras hacía la presentación, aquel hombre sentado fue envuelto en una esfera de electricidad para después aparecer repentinamente en la arena ante la vista de todos.

- "¡SI EL NO LUCHA, ¿¡QUIEN LO HARA!?, ¡¡EL DIOS QUE VIVE PARA LA LUCHA Y MORIRA PARA LA LUCHA!!."
-Mientras decía eso el peli rojo se levantaba de su asiento y aquel martillo enorme que pozaba con el fue puesto sobre su hombro.

- "¡¡EL NORDICO MAS FUERTE, EL BERSERKER DEL TRUENO!!!" -Y así aquel hombre se quitó su túnica y dejo ver su apariencia al completo. Un hombre de dos metros, musculoso, con un cabello rojizo largo, y tenía puestas unas tunicas simples junto a unos guantes negros. - "¡¡EL DIOS THOOOOOOR!!"

-Grito con emoción Heimdall a la vez que las ovaciones hacía el no se hicieron esperar. Por otro lado mientras victoreaban su nombre, en el palco de los Dioses un hombre mayor con un parche en un ojo pronunció unas palabras.-

- "Aplastalos y Aniquilaros" -Fue lo único que salió de su boca mientras observaba al Dios que estaba en la arena.

- "¿¡El Señor Thor irá de primeras!?"
-Menciono sorprendida y nerviosa la pequeña valkiria.- "Hermana, ¿Crees que ella o ellos podrán con él...?" -Hizo la pregunta mientras volteaba la mirada algo temerosa de la respuesta.-

- "Confío plenamente en ellos."
-Dijo de forma tranquila el hombre de antes apareciendo de la nada mientras se sentaba en una superficie del suelo que se elevó.-

- "La confianza no nos ayudará de nada" -Menciono Brunhilde cruzándose de brazos mientras lo observaba.-

- "Solo confía en mí señorita"
-Dijo de forma tranquila sin mirarla a la vez que miraba la arena.-

- Geir por otro lado solo se mantuvo en silencio por culpa de la voz de Nixon, le resultaba un tanto incomoda aún pero una vez se puso a pensar un poco se dio cuenta de un detallé.-

- "Un momento, si usted está aquí, eso quiere decir que..."
-La pequeña pelirosa trago duro al recibir un asentimiento por parte de Nixon, su respuesta estaría por llegar en unos momentos.-

- De mientras en la arena, Thor se mantenía en silencio esperando a su oponente, el cual Heimdall estaba apunto de presentar con igual emoción, hasta que de la nada por la puerta de la humanidad se escuchaban fuertes pisadas metálicas que rechinaban a tal punto que todos quedaron callados.

- Así, todos los Dioses observan la puerta de la humanidad, de la cual se siguen escuchando aquellos pasos metálicos con cierta constancia, aparentemente apresurada.-

- "Dime Nixon... ¿Que orden le diste?, nos dijiste que ella es muy peligrosa, sobretodo por lo agresiva que es. Pero que si la lograban dominar, podían darle órdenes, así que... ¿Que le dijiste?" -Explico y cuestiono la mujer alta de brazos cruzados mientras observaba a Nixon.-

- Nixon no respondió y solo se mantuvo con una mano en su barbilla esperando el momento para actuar.-

- Por otra parte, el origen de los sonidos se hizo presente. Era una mujer grecorromana que lleva una gorra, una túnica y una espada. Lo más destacable era que medía 5 metros de alto y estaba basada en Columbia, osea era una estatua.-

- Una vez se dejó ver qué era, los humanos se quedaron en silencio al verla, por obvios motivos pues aquella estatua era eso, una estatua que se humana solo tenía la forma y ya. Pero antes de que los Dioses comiencen a quejarse sobre la presencia del monumento a la libertad, alguno humanos, mayormente los estadounidenses se dieron cuenta de algo.

- "Espera, ¿esa no es Freedom?"

- "¿No es esa la estatua que fue derribada del Capitolio por un ataque terrorista?".

- "¿¡Que hace aqui!?"

- "De tan solo verla siento una punzada en el cuello"

- Esos y más comentarios surgieron de aquel sector del mundo que dejó extrañados tanto a sus alrededores como a los Dioses que lograban escucharlos. Lo más destacable eran cierta minoría que se tocaba su cuello recordando las cosas que esa estatua les había hecho en el gran cañón.

- Sin embargo los Dioses por otro lado empezaron a quejarse, después de todo era un motivo obvio, este era un torneo de Dioses contra humanos.

- "¡Oigan, esa cosa ni es humana!"

- "¡Eso está en contra de las reglas!"

- "¡Los humanos son tan pateticos que no pueden defenderse por si mismos!"

- Esos y más comentarios fueron lanzados una vez los humanos terminaron de hablar, así estuvieron por unos segundos hasta que Heimdall volteó hacia arriba para ver a los Dioses supremos.

- "Lord Zeus, ¿doy la orden para que saquen a ese monumento humano de la arena?" -Pregunto un hombre con smokin y unos símbolos en su rostro, era Hermes quien le hablaba a un hombre mayor de gran barba, muy demacrado y con tunicas.-

- "No Hermes, déjalo, por alguna razón, esa cosa me causa bastante intriga". -Dijo el viejo que resultaba ser Zeus, quien hizo una seña a Heimdall para que continúe.

- El presentador del Ragnarok logro ver esto y solo asintió, sin embargo rápidamente sintió como estaba sobre una de las gradas de los Dioses, dejándolo confundido.-

- "Así ya no corre peligro"
-Dijo Nixon en la misma posición de siempre a la vez que observaba a Freedom.-

- "Respondiendo a tu pregunta, le pedí que acabará con Thor sin importar que." -Dijo de forma tranquila a lo que Brunhilde solo se mantuvo expectante al igual que Geir.-

- "Eh- Bueno... ¡APESAR DE TODO, EL RAGNAROK CONTINUARÁ Y DEJARAN A ESTA CRIATURA PELEAR! "-Dijo a lo que si bien las quejas de los Dioses continuaron, la estatua de la libertad comenzó a moverse de a poco.-

- Esto hizo que todos se queden callados a la vez que Heimdall notó que debia apresurarse a tocar su Gjallarhorn, aquel cuerno que estaba esperando por tanto tiempo tocar, sin embargo ahora no sería el caso.

- "Finalmente, el evento que carga con el destino de este universo está por comenzar" -Menciono una voz fuera del planeta que estaba presenciando el evento sabiendo lo que estaba por pasar a continuación.

- Y así, antes de que Heimdall pueda hacer sonar su cuerno. Freedom una vez vio a Thor, a gran velocidad apesar de su tamaño, se lanzó al ataque. Usando su espada dio un corte descendiente con gran velocidad, sin embargo, Thor a duras penas logro interceptarlo y bloquear el ataque con su Mjolnir.

- Esto tomo desprevenido a todos, Y si bien Heimdall iba a decir algo, prefiero quedarse en silencio y estar expectante al igual que los demás para ver qué sucedía.-

- Por otra parte, Thor miraba asombrado a la más grande, logrando hacer contacto visual y notando como aquella estatua tenía unos ojos que eran bastante humanos, claramente está cosa no era para nada normal.

- Por otro lado Nixon soltó un leve suspiro a la vez que observaba la batalla y sin más, se preparaba para todo lo que estaba apunto de pasar.

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Continuará......