3. regresando de la muerte
Había estado lloviendo todo el día. Jimin caminaba a través de los altos e imponentes árboles del bosque, deleitándose con el olor a tierra mojada y pasando sobre las hojas caídas que crujían bajo sus zapatos. Sus oídos lo captaban todo al mismo tiempo; pájaros cantar, pequeñas gotas de lluvia que se deslizaban en la copa de los árboles, y el cuidadoso paso que mantenían ciertas tres brujas que habían estado persiguiéndolo desde que entró al bosque.
— ¿Era necesario venir hasta el medio de la nada para poder tener una puta conversación? — Jimin se volteó finalmente, suspirando aburrido. Se las encontró de frente. Elisa estaba en el medio, arqueaba una ceja y se cruzaba de brazos. A sus lados, dos brujas de cabellos largos y dorados.
— Este no es el medio de la nada. — dijo ella en una voz firme —. Este bosque está lleno de los restos de antepasados brujos. Aquí soy más poderosa, porque es mi territorio. Decidí que hablaremos aquí sólo por si acaso. Como ya te dije, no confío en ti. Sólo en tu hermano.
— No pienso hacerle daño a nadie. — sonrió falsamente, mostrando sus dientes deslumbrantes —. Y menos a las amigas de mi hermano.
— Antes de decirte dónde puedes encontrar al rey vampiro Jeon, quisiera saber si tienes otras intenciones además de sacarle información sobre la bruja que buscas, pues lo presentí cuando hablamos la otra vez y una bruja como yo no se equivoca cuando ve cosas. — lo miró fijamente, examinándolo. Jimin rodó los ojos.
— Sí, sí. Además de hacer que me diga dónde puedo encontrar a la bruja inútil que piensa que puede matarme, también pienso matarlo. Ya sabes, lo usual. Creí haberlo hecho antes, de hecho. Pero ahora que sigue vivo, no me molesta terminar lo que empecé.
— ¿Por qué querrías matarlo? Hemos escuchado que ustedes dos tienen historia. Todo el mundo sobrenatural lo sabe. — Elisa lo fulminó con la mirada.
— Él decidió robar todo lo que mi familia construyó y hacerlo suyo. — Jimin se tensó —. No pienso dejar que se quede con esta ciudad.
El ambiente se volvió pesado, y las brujas guardaron silencio. Jimin empezaba a perder la paciencia y nada salía bien cuando eso pasaba, sin problemas podría hipnotizarlas para que hablaran, pero esas brujas no le habían hecho nada y debía ser un caballero con ellas. Además, eran amigas de Taehyung. Tensó la mandíbula. Pero Taehyung había estado escondiendo cosas importantes que él debería saber. No pasaba nada si él hacía que las brujas... Toda idea maliciosa se fue de su mente cuando sus sentidos de vampiro se activaron y percibieron un ruido más allá del canto de los pájaros. Un intruso. Alguien había estado siguiendo a las brujas todo ese tiempo.
El desconocido vampiro se acercaba, informando todo lo que veía a la persona con la que estaba haciendo una llamada.
— Sí, estas tres brujas desaparecieron detrás de aquel vampiro. Todavía no identificado, no es de los nuestros. Tal vez es nuevo en la ciudad.
Nuevo, pensó Jimin ladeando una burlona sonrisa.
— Investigalo. No necesitamos más obstáculos, y una criatura nueva sólo significa más problemas. Tal vez lo haya llamado alguien del grupo de los rebeldes para que se una a la guerra. Si es un enemigo, elimínalo. Y también elimina a esas brujas si están involucradas con los rebeldes. No podemos dejar que esta guerra pase, hay que adelantarnos. — respondieron al otro lado de la línea.
Y aunque parecía ser más fuerte, profunda y oscura que la última vez, Jimin reconoció la voz de Jeon Jungkook al otro lado del teléfono. Quién los seguía era uno de sus hombres.
— ¿Park? — Elisa palideció por su nuevo comportamiento, confundida al verlo paralizado en su lugar.
— Alguien las siguió, tontas. — respondió, intentando contener su rabia —. Un segundo, yo me encargaré de esto.
Antes de que ellas dijeran algo, se marchó de manera veloz, desapareciendo ante los ojos de las tres brujas como lo haría un fantasma. Y en un segundo, ya estaba parado detrás de las espaldas del intruso.
Colgando la llamada finalmente, el vampiro que había sido convertido hacía tan sólo unos cinco años, frunció el ceño cuando escuchó a las hojas caídas moverse detrás suyo. Giró en dirección al sonido.
El rostro de Jimin, con los ojos brillando en malicia y la burla dibujada en su ladina sonrisa, fue lo último que vio ese día.
Un segundo después, Jimin ya estaba volviendo con las brujas. Dejó caer el corazón del vampiro intruso a los píes de las tres chicas, sonriendo con las manos bañadas en sangre.
— Siempre me toca hacer el trabajo sucio, porque nadie además de mí es suficiente para ese puesto. — dejó escapar una pequeña risa.
— Oh, por Satán. Eso fue intenso. — la bruja a la izquierda de Elisa sonrió. Tenía profundos ojos verdes y una bonita voz —. Ahora sabemos que se puede confiar en ti. Gracias por cuidar nuestra espalda, soy Brooke.
— Brujas satánicas. — coqueto, le devolvió la sonrisa a la chica de los ojos verdes. Ella lo examinó con su intensa mirada, y él a ella —. Pensé que por estos lados sólo se practicaba la magia ancestral.
— Los rebeldes somos un grupo grande. Brujas con diferentes creencias, diferentes tipos de magia, lobos y vampiros. Tu hermano es nuestro líder. Y buscamos una cosa, y no es la guerra. — la otra rubia, de ojos tan azules como el mar, también sonrió —. Es venganza.
— Hacer pagar a Jeon Jungkook por todas las brujas que han sido asesinadas injustamente. — indignada de sólo recordar toda la crueldad de Jungkook, Elisa apretó los dientes —. Por creer que somos débiles, la pasará muy mal. Lo haremos arrepentirse.
— Larga vida al rey. — Brooke ladeó una sonrisa.
— Larga vida al rey. — repitió Jimin, sonriendo sombríamente.
(...)
— Ayer por la noche Namjoon se quitó la jodida vida frente a mí, Hoseok. — Jungkook caminaba apresuradamente por las calles, gritándole a su teléfono como si Hoseok no pudiese escucharlo bien del otro lado de la línea. Era un dolor de cabeza cuando estaba de mal humor —. Entré a la casa por algo de tomar, y cuando volví su cuerpo ya no estaba. Así que espero que la siguiente vez que me llames ya sepas dónde está su cuerpo y quién se lo llevó, porque voy a matarlo. Mi amigo merece descansar en paz. — gruñendo, finalizó la llamada.
Giró en la esquina, metiendo el móvil bruscamente en su bolsillo.
— ¿Amigos? — escuchó aquella voz conocida a sus espaldas, y fuertes pisadas también. Quedó helado en su lugar. Pero en cuanto logró reaccionar, lentamente, giró en dirección a esos pasos. Era él.
— Tú y yo no somos amigos. — le dijo Namjoon. Una oscura sonrisa se pintaba en su rostro —. Te hice la última prueba, Jeon. Y no la pasaste. Estabas decidido a convertirme en un nocturno otra vez, y eso no lo haría un verdadero amigo. Ya estoy cansado de siempre vivir a tu sobra. Estoy cansado de ti.
— ¿Pero cómo...?
— Antes de que creas que un hechizo de protección fue lo que me salvó de morir cuando me clavé esa daga, te aviso que sí morí. Sólo que volví a la vida unos minutos después, cuando estabas ocupado hundiéndote en el alcohol por mi muerte. Yo sólo necesitaba que te sintieras culpable por un tiempo, no sabes cómo lo disfruté. — rió, y sus ojos brillaron cuando se tornaron de un intenso color rojo —. Le entregué mi alma a una bruja. Viajé con ella al lugar donde la señora Park, aquella poderosa bruja que es madre de los vampiros originales, realizó el hechizo de magia negra que convirtió a cada uno de sus hijos en vampiros. Mi bruja replicó el hechizo, pero añadiendo unos nuevos ingredientes. Y esta poción que ella hizo corre por mi cuerpo desde hace mucho, sólo hacía falta morir para activarla. Ahora que completé el último paso... No soy un simple original, no. Soy algo superior. Una nueva especie que es única, un vampiro que puede acabar con todos. Hasta con un original. Pero ya debes saber de lo que te estoy hablando, porque tú eres de mi especie. Un vampiro creado para eliminar originales, en tu naturaleza está querer matarlos cuando están cerca, ¿no es así? Por eso hiciste que Jimin abandonara la ciudad. No querías que le pasara nada, él dormía en la misma cama que su peor enemigo.
— Nahyun. — susurró Jeon, apretando los dientes al recordar a la poderosa bruja que lo había convertido en lo que era, en contra de su voluntad.
— Me uniré a los rebeldes. Fingiré que les soy fiel, que soy un vampiro común. Voy a pelear junto a ellos. Pero tú y yo sabemos que sólo te puede matar alguien de tu especie, y ese vendría siendo yo. Y cuando estés muerto, eliminaré a los originales y yo seré el único rey. Y si intentas dañarme aunque sea una vez y no me dejas seguir con mi plan, voy a mandar a la mierda todos estos años en los que te la has pasado cuidando a Park Jimin. Porque lo voy a matar yo. Pero si no te metes en mi camino, prometo cuidar de ese precioso chico muy bien. Tú decides.
— Jimin no está aquí, y nunca volverá. — le gruñó. Sus ojos se encendieron en un brillante rojo, las venas se marcaron en su rostro y mostró sus colmillos —. Sólo eres un cobarte, me pides que me deje matar por ti porque sabes que no tienes oportunidad contra mí. Y si me preguntas, tampoco tienes oportunidad contra Jimin. Nunca tendrás que cuidarlo, él se ha cuidado solo por mucho más tiempo del que has vivido. Y si intentas hacernos algo, haremos que la pases muy mal.
— Ay, pobre tonto. ¿No te llegaron las noticias? Tu gatito volvió a la ciudad. — se burló. Jungkook se lanzó hacia él, listo para atacarlo, pero ya había desaparecido como si nunca hubiese estado ahí.
Cuando eres un rey tienes que saber muy bien quiénes son tus amigos, y quiénes sólo son tus aliados. Kim Namjoon nunca fue su amigo.
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