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Tres








Dios, llevame ahora.

Llevo unos segundos viendo a la puerta del baño, mis mejillas siguen rojas y no se que hacer. Mi cerebro esta en pausa.

Acabo de besar a mi mejor amigo. Bueno técnicamente el me besó a mi, ¡Pero yo correspondí!.

Y lo que es peor, esa molestia en mi zona baja no se ha ido.

Él lucía tan normal, como si esto no fuera extraño, claro, besar así de caliente a tu mejor amiga es lo más normal del mundo.

Me va a dar algo, lo juro.

—¿Sunnie? —di un salto en mi lugar al escuchar la voz de Taehyung a mi espalda, entonces me giré, con una mano en mi pecho.

— Dios, casi me da un infarto.

— ¿Que haces? —tenia el cabello revuelto y los ojos entrecerrados, señal que acaba de despertar.

— B-bueno y-yo no hacia n-nada —me odio, soy un asco al mentir.

—¿Estás bien? Tu cara está muy roja. ¿Tienes fiebre? —quiso acercar su mano a mi frente pero me alejé.

—Si, yo... Iba a mi habitación, es que no me siento muy bien —eso sonó más a pregunta.

Él asintió — Oh, esta bien. Ve y descansa arriba no hay problema. —Me sonrió, es que un amor. — Yo iré al baño.

—¡No! —dió un salto del susto. Cuando lo tome con fuerza de la muñeca.

—¿Que? —me veía como si estuviera loca. Es que, vamos, no voy a dejar que pase lo mismo que yo. Aunque la posibilidad de que Jungkook lo bese es nula.

O no sé, ya no se que puede andar haciendo este hombre.

—Kook... Digo Jungkook... Digo Kook está mastur... Digo está ahí dentro. —Me mordí el labio nerviosa y solté su mano.

— Ahm... Ok, creo que será mejor que vayas a dormir —dijo haciendo una mueca de "Estás loca". Yo sólo asentí y subí lo más rápido posible a mi habitación.

Ya dentro me lancé sobre la cama, boca arriba viendo el techo.

Será una noche, muy, muy larga.

Es que es increíble el que aun sienta el roce de nuestros cuerpos, el toqueteo de sus grandes manos en mis muslos, su labios sobre los mios y su lengua jugando con la mía. ¿Es malo querer sentirlo de nuevo?.

Que digo. Esta mal el sólo pensarlo.

Pero, jamás creí que me gustara tanto esa extraña sensación. Mi zona baja aun tiene molestia y no creo poder dormir en un rato.

Incluso me invadió la duda de
¿Que más hubiera hecho conmigo?

¿Jungkook sentía atracción sexual por mi?

¿Jackson besará igual que Kook?

¿Por que me gustó tanto aquel violento apretón?

Vi mi reloj en la pequeña mesita de noche.

2:30 am.

Al menos debería ponerme a contar ovejas.

Hija, los chicos están por irse.escuché las voz de mi padre tras la puerta.


Después de estar 2 horas despierta, pensando en lo que pasó anoche, había logrado consiliar mi hermoso sueño. Pero éste fue interrumpido por mi amoroso padre.

El tema para debatir ahora es;
¿COMO RAYOS  VERÉ A JUNGKOOK LA CARA?

Me da vergüenza el solo pensar en que tengo que verlo o hablarle, es más creo que haré la ley del hielo para no tener que acercarme o charlar. Es un buen plan, al menos hasta que sepa que hacer

Me levante de la cama con pereza y musité un pequeño "Voy", aun con más pereza, me duché, me vestí y deje mi cabello húmedo suelto. Luego baje a la cocina donde estaban todos desayunando y mi cara tomó de nuevo un color rojizo al ver que tenía que sentarme junto a Jungkook.

—Buen día a todos... —hablé bajito mientras me sentaba junto al chico que me robó algunos jadeos anoche.

—Buen día —contestaron mis progenitores y mi amigo castaño.

— Buen día SunSun —respondió el pelinegro con un toque de diversión en su voz, mientras colocaba una de sus manos en mi rodilla.

Me quedé muda. Sigue con sus atrevimientos. Estuve a punto de acusarlo, pero la conversación que tenían mis padres con el pelinegro, me frenó.

—Gracias Jungkook, sé que Sunnie se divertirá contigo.

Esperen ¿qué?

— De nada, después de todo somos mejores amigos —sonrió dulcemente a mis padres y luego se giró a mi con esa sonrisa que hace que sus dientitos sobresalgan.

Maldita rata sexy.

— Vaya, yo quisiera una de esas —mencionó Tae, y ellos rieron.

—Disculpen —hice una mueca— Creo que no estoy al tanto de lo que hablan.

Jungkook dió un suave apretón a mi rodilla. Lo fulminé con la mirada y el sonrió más. ¿Sonreirá así todo el día?.

— Cariño, ¿recuerdas el viaje de negocios que tenemos tu padre y yo la próxima semana? —asentí— Bueno, no pudimos conseguir que vinieras con nosotros —hice un puchero— Ow linda, no te preocupes, te quedarás en casa de Jungkook todo lo que dure el viaje, además los padres de Jungkook también viajaran y será bueno que no estén solos.

¿Alguien podría enterrarme viva? ¿Alguien?.

—Torpe suertudota —me recriminó el castaño y mis padres rieron— ¿Sabes cuantas veces he querido quedarme ahí, y la rata se ha negado? —ennarque una ceja— ¡Cientos, amiga! ¡Cientos!

—¿No podría quedarme en casa de Tae?—casi supliqué.

—Lo siento SunSun. Esta semana regresa el primo de Tae— me respondió Jungkook.

—Es cierto —confirmó el castaño con un puchero.

—Yah, y por que me lo dice hasta hoy si se van el lunes. —me crucé de brazos, Kook retiro su mano.

¡Gracias al cielo!

—Pues... Jungkook quería darte una sorpresa —aclaró mi padre.

—Lindo... —dije con sarcasmo.

—Lo soy. Pero no lo digas frente a tu padre. —susurró echando su cabeza hacia atrás y paso una mano por su cabello.

¡Ay Dios!

— Deja de ser un coqueto y come —lo regañé.

***

Odio los lunes, en especial éste. ¿Por que? Porque pasaré dos semanas en casa de los Jeon. Si me hubieran preguntado hace una semana si quería venir hubiera dicho que si, pero desde el encuentro en el baño de mi casa, no me siento para nada cómoda en la casa de Kook.

Mis padres se despidieron de mi en casa y luego, unos minutos después el señor Jeon pasó a recogerme en su auto. Solamente preparé dos maletas ya que solo serían dos semanas. Luego de dejar las maletas en su casa, me llevó al instituto. Gracias al cielo no me topé con Jungkook.

—Apuesto a que ni siquiera intentaron llevarte —menciona mi pelinegra amiga en el almuerzo. Estaba sentada frente a mi.

—Es lo más probable —rodé los ojos.

—Oye y tu amigo Junsook ¿esta bueno? —me vio con su cara pervertida.

Sí. Digo, normal.

—Es Jungkook —corregí con una mueca aburrida— Pero está mejor Jackson —me encogí de hombros.

— ¡Ay por favor! ¡Olvidate de ese chico! —Tae me dio un pequeño zape y Jisoo explotó en risas.

—¡Idiota, eso duele! —me quejé y luego le lancé una uva de mi bandeja del almuerzo a la pelinegra. — Y no es tan fácil olvidarlo, me ha gustado por tres años, ¿lo olvidan?

— Yah, mejor cuentanos como te sientes en casa de ese tal Jungkook —musita Jisoo.

—De seguro en el paraíso, osea ¡¡Tiene piscina!! —otra vez el dramatismo.

— La verdad sólo fui a dejar mis maletas y el señor Jeon me trajo al instituto. —dije con simplesa.

Y así el día se fue en conversaciones tontas, sin sentido, dramáticas y conspirativas, digamos que hablamos de todo. Es lo que me gusta de mis amigos, nos gustan muchas cosas y sabemos de todo un poco, eso hace más interesante el conversar.

A la salida del instituto, el señor Jeon pasó por mi para dejarme en su casa, no paraba de repetir que estaba emocionado de que me fuera a quedar con ellos dos semanas. Según me dijo y confirmó lo que yo y sabia, la compañía en la que trabajaban también los enviaría en un viaje de trabajo, pero dentro del país, probablemente a Busán.

Genial, lo que faltaba.

Cuando llegamos, subí a mi habitación asignada, me di una ducha y me puse unos shorts cortos y una camiseta. Bajé a la sala y vi a los señores Jeon arreglados y con maletas.

Oh no.

Ya se van.

¿Tan rápido?

Eso quiere decir....

—¡Sunnie! ¡Hermosa! —la señora Jeon me abrazó como si no me hubiese visto en años.

— ¡Señora Jeon! —musité con dificultad, me asfixiaba al igual que Tae. Pero luego de unos segundos me soltó.

— Linda, lamentamos no quedarnos a comer con ustedes pero tenemos que irnos, tenia que ser mañana pero surgió algo de improvisto, espero no te molestes —me aclaró el señor Jeon.

—Oh no, para nada, es su trabajo.

—Jungkook se ofreció a hacer la cena, así que no cenaras tan mal, JungHyung le ha enseñado muy bien —sonrió la amable mujer —Bueno, por lo menos hoy cenaras bien —río— de seguro en las siguientes dos semanas llamará al domicilio.

—Gracias por arruinar la sorpresa madre. —escuché esa voz, no tan ronca como la escuché hace unos días pero estaba segura de a quien pertenecía.










Nota: que cringe que daba y sigo dando jsjsjsjsj

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