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XXII. Contigo quiero estar

La brújula dentro de mi ahora... Está gritando como loca. Pero cada momento en que veo tu sonrisa, todo vuelve a estar bien —Day6

Un matrimonio, saber con certeza que Taehyung estuvo casado y que el hombre que él ha estado viendo en el bar es quien lo ha hecho llorar y sufrir, aun no sabía que tanto, pero le enojaba de solo pensar que alguien pudo ser capaz de descuidar a alguien tan maravilloso como Taehyung, de traicionarlo de la peor manera posible.

Desde que supo la razón de su divorcio, comprendió mucho más a Taehyung, no es algo de lo que se podría olvidar de la noche a la mañana, el necesitaba tiempo para desacostumbrarse a la vida que tenía, aunque no haya tenido el matrimonio más feliz, vivió en un uno por muchos años y ahora todo lo que creyó haber tenido con ese hombre ya no estaba.

Entendía la posición en la estaba, entendía porque se había tardado en contarle, que primero tuvo que entrar en su nueva realidad y percibir las cosas como estaban sucediendo a su alrededor antes de poder hablarlo con alguien que apenas empezaba a conocer.

Ser engañado por quien era su esposo, tener que hacerse la idea de que todo lo que alguna vez tuvo con él fue, de alguna manera, como un espejismo, debió ser difícil entrar en razón y empezar de cero.

Ahora que lo sabía, Jungkook entendía mucho mejor sus razones y estaba aún más dispuesto a que el estuviera listo para realmente entrar en otra relación, dejaría que las cosas se movieran a su ritmo, porque el más que nadie entendía lo difícil que era deshacerse de esos sentimientos por completo.

Aun así no se amaran, estuvieron juntos por muchos años y es más difícil dejarlo, no fue solo un amor adolescente, sino un matrimonio que debieron haber tenido fuera del país para que pudiera ser, quizás planes que tuvieron juntos de los que Jungkook desconocía; el que fuera divorciado de alguna manera lo hacía aún más difícil el poder impresionarlo, porque él ya ha estado varios pasos más adelante de la vida.

Taehyung es un hombre que conoce la vida en otros colores y matices que él nunca ha visto antes, probablemente tenía que ver con la diferencia de edad, aunque no era mucha, él lo hacía parecer como si lo fuera, por su manera de hablar y por los logros que ha tenido siendo parcialmente joven.

—Será mejor que empecemos nuestro recorrido —sugirió Taehyung mientras se ponía de pie, ayudando a Jungkook a levantarse.

—¿Recorrido? —cuestionó el pelinegro siguiendo los pasos del otro.

—Sí, dijiste que quieres conocerme. Te contaré sobre el Taehyung del pasado antes de conocer a Juwon —expresó sonriéndole.

Jungkook solo asintió y lo siguió por todo el campus, nunca había estado en aquella universidad y le pareció interesante los puntos que Taehyung le mostró. La biblioteca en la que estudiaba con su amigo Hoseok, a quien Jungkook recordaba como el chico de la sonrisa radiante que vestía igual de formal que su compañero.

Le gustó que le mostrara parte de su juventud y que no todo siempre giró en torno a su exesposo. Lo llevó a esos lugares donde fue cuando aún no cocina a nadie, la cafetería en la que trabajó medio tiempo, hasta que terminaron en medio del campus cerca de los edificios donde estudió sus últimas clases.

Se encontraban sentados en uno los tantos bancos, cuando de repente aparecieron un montón de estudiantes que apresuraban su paso para cruzar el campus, y ver aquello le recordó a sí mismo su tiempo de estudios en la facultad de Artes escénicas, en ese momento deseó poder haber disfrutado su tiempo en la universidad tanto como aparentemente Taehyung lo hizo.

Una pareja de amigos de acercó a ellos entregando panfletos que inmediatamente llamó la atención de Jungkook al ver los dibujos de instrumentos que conformaban la información sobre un festival universitario que se hará más o menos en un mes, donde se admitirán bandas de la universidad y también de grupos en edad universitaria (25-30) que quieran presentarse. No había pago o algún premio, pero aquella era otra alternativa para darse a conocer.

Lo primero que Taehyung propuso en cuanto vio el panfleto fue que Blue Notes se presentara, él ya sabía cómo eran este tipo de festivales así que no dudó en contarle a Jungkook sobre su experiencia en uno de ellos.

El aumento de la temperatura en el exterior fue lo que hizo que terminaran en la cafetería que Taehyung frecuentaba cuando salía de clases, especialmente en esos días de verano como aquel. El local no era muy grande pero tampoco era un lugar al que iban muchas personas, lo que le pareció extraño a Jungkook considerando que era bastante acogedora y estaba muy bien decorada.

Sillones rojos de cuero, paredes amarillas y mesas redondas. Jungkook se rio al escuchar las maldiciones de Taehyung por el calor que hacía aquella tarde y no puedo dejar de reír al ver como este fruncía su ceño.

—¿Qué demonios?, ¿se está cayendo el cielo? —preguntó moviendo su mano frente a su cara luego de haber dejado el té helado que habían pedido—. Puta madre.

La risa de Jungkook se volvió escandalosa al ver como Taehyung fruncía el ceño, mismo que se fue al ver la sonrisa de oreja a oreja de Jungkook, era la primera vez que lo veía reír tanto y con todo su cuerpo. Su voz era más aguda cuando se reía y se formaban pequeñas arrugas alrededor de sus ojos.

—¿Que te causa tanta risa? —preguntó Taehyung empujándolo levemente del hombro, tratando de parecer enojado.

—Te ves muy lindo enojado con el clima, hyung —dijo Jungkook antes de darle un sorbo a su bebida.

—Y tú te ves hermoso riendo —expresó Taehyung acercándose más al cuerpo de Jungkook.

Le gustaba su cercanía, aún con todo el calor que aún sentía a pesar de que estaban bajo aire acondicionado y en un ambiente tranquilo donde la música estaba en volumen prudente y solo eran ellos en el lugar.

El resto de la tarde se la pasaron hablando de cualquier cosa, pero Taehyung disfrutó aún más la risa de Jungkook cuando le contó de sus desgracias en la facultad. Se quedaron allí hasta que empezó a anochecer, el sol ya se había ocultado cuando salieron aun riéndose de las cosas que habían contado al otro.

—¿A dónde quieres ir ahora? —preguntó Taehyung tomando la guitarra que Jungkook volvió a tener sobre su hombro.

—Me gustaría cenar en un lugar donde podamos tomar cerveza, hace mucho que no lo hago —replicó dejando ir el estuche de su guitarra, viendo como Taehyung lo cargaba por él.

—Tengo el lugar perfecto.

En el instante que llegaron junto al Cadillac, Jungkook sintió que estaba frente a un auto nuevo, probablemente era su percepción porque hace mucho que no veía a Taehyung en su auto clásico, pero allí estaba sentándose detrás del volante fino, luciendo tan ostentoso.

Taehyung le permitió a Jungkook tocar sus cintas y elegir la música que quisiera elegir, y no se equivocó al pensar que pondría a Elvis, sabía que de las cintas que tenía era su favorito y también le recordaba a su primera "cita" en el parque frente al río Han.

En el instante que Burning Love empezó a sonar solo escuchó la voz de Jungkook tararear la canción. Taehyung dejó reposar la mano derecha sobre su pierna y segundos después se sorprendió cuando sintió la mano del pelinegro tomar la suya y entrelazar sus dedos en el proceso.

Lo miró de reojo y notó su sonrisa tímida mientras apretaba sus manos, luego sintió sus labios besar el dorso de su mano, una acción que hizo sonreír a Taehyung por la ternera que le causaba aquel beso.

—Hueles riquísimo —susurró sin dejar ir su mano.

—¿Te gusta? —cuestionó Taehyung conduciendo con una mano incamente para no dejar ir la mano de Jungkook—. Es un nuevo perfume, lo compré para ti.

—Imagino lo bien que debe oler en tu piel desnuda —susurró.

Jungkook rápidamente se llevó la única mano libre a la boca, engrandeciendo sus ojos mientras observaba el perfil del hombre que solo se rio por su comentario que fue totalmente involuntario. Las palabras salieron de su boca antes de siquiera poder considerarlas; pensó en voz alta y se avergonzaba de ello.

—Bueno, bueno —masculló Taehyung riendo—. Por eso estamos cariñosos —señaló levantando sus manos entrelazadas.

—Dios, vas a pensar que soy un pervertido —dijo tratando de apartar su mano, pero Taehyung lo detuvo.

—Jungkook, no somos unos niños —dijo esta vez besando el dorso de la mano del pelinegro, misma que terminó dejando ir para estacionarse mejor frente al restaurante de parrillada al que entraba un gran grupo de personas.

—Somos adultos y sé que tú has pensando en mi de esa manera, yo también lo he hecho —admitió incorporándose en su lugar para poder encararlo—. Es decir, ¿has visto el cuerpo que tienes y lo hermoso que eres? En mi mente te he hecho un montón de cosas que no voy a detallar ahora.

—Te miro el culo —dijo Jungkook de repente.

Esta vez quien estalló en risas fue Taehyung, misma que retumbó en el interior del auto. Sus venas se marcaron en su cuello mientras reía de la repentina confesión de Jungkook.

Dejó de reírse cuando le faltaba el aire, notó las mejillas sonrojadas del contrario y como sus ojos grandes brillaban tanto a pesar de la poca luz del interior del coche. Estaba casi haciendo pucheros cuando le puso atención a su expresión.

—Ya lo sé, honey —comentó Taehyung tratando de recuperar al aliento—. No me puedo quejar de mis atributos.

Jungkook sonrió por su respuesta y Taehyung notó en esa sonrisa como desaparecía la timidez, esta vez fue él quien se puso nervioso por la manera en la que él lo miraba, así que lo primero que se le ocurrió fue salir del auto, pero en cuanto hizo ademán de abrir la puerta fue detenido por el agarre de Jungkook alrededor de su muñeca.

Tan solo bastó que cerrara la puerta que llegó a abrir un poco y que se diera la vuelta hacia Jungkook para que este plantara un beso sorbe sus labios. Se sorprendió, pero le correspondió llevando su mano alrededor de su cuello, atrayéndolo tanto como pudo. Jungkook tomó el rostro de Taehyung en sus manos e intensificó el beso aprovechando que el asiento del auto era corrido y podía tenerlo muy cerca de su cuerpo.

La mano de Jungkook se deslizó por la espalda de Taehyung hasta llegar a sus caderas y bajar lentamente hasta sentir donde empiezan sus pantalones, tuvo el atrevimiento de seguir cuando el contrario abrió más su boca, permitiendo que sus lenguas se encontraran. Taehyung sujetó el brazo de Jungkook que no dejaba de bajar cada vez más hasta que sintió su mano.

Con su mano sobre la de Jungkook terminó de llevarla a donde realmente quería llevarlas, fue en ese momento que sintió el ligero apretón en su trasero mientras aun compartían aquel beso húmedo.

—Joder, aquí... —dijo Jungkook con la respiración agitada y su corazón acelerado por la adrenalina—. Aquí no.

—Tú fuiste quien me besó.

—Y tú me provocaste —señaló Jungkook peinando su cabello que fue desarreglado por los dedos de Taehyung—. Me provocas con tu belleza, debería denunciarte, estoy considerando seriamente que seas ilegal.

Tuvieron que quedarse por algunos minutos dentro del auto hasta que sus respiraciones se calmaran, de repente todo se volvió tan intenso que no podían solo salir de esa manera al restaurante sin que nadie sospechara o los viera raro.

La carne a la parrilla, la cerveza y la conversación que tuvieron después de ese beso subido de tono fue todo lo que necesitaron para terminar la noche como es debido. Taehyung no dejó de sonreír al ver que incluso tomando cerveza Jungkook se veía tierno. Supo que realmente tenía ganas de tomar aquella bebida alcohólica cuando relajó sus hombros después del primer trago y dejó salir un suspiro que le siguió una sonrisa de satisfacción que fue admirada por los ojos enamorados del hombre que no podía apartar su mirada de su rostro ni siquiera para comer.

Estuvo frente a él únicamente para admirar cada detalle de Jungkook, quien estaba mucho más hablador y como le encantaba escucharlo hablar de cualquier cosa que llegara a su mente. Ahora que las cosas estaban claras entre ellos, se sentía mucho más relajado el ambiente y por supuesto que se sintió mucho más liberado.

De un momento a otro dejó de escuchar todo lo que estaba a su alrededor y solo tuvo en su cabeza la voz de Jungkook contándole sobre como aprendió a tocar la guitarra. Su atención estaba únicamente en la melodía de su voz que hacía eco en su mente en cada palabra que salía de sus finos labios. Su mirada viajó a sus ojos brillantes cuando hablaba de lo que le apasiona.

Por esos segundos fue como verlo en cámara lenta y ojalá pudiera tener un control con el que pudiera detener el tiempo y solo admirar su sonrisa hasta el cansancio. Él no se dio cuenta la manera en la que estaba embelesado mirándolo con ojos de enamorado. No fue hasta que Taehyung sacó el móvil de su pantalón y tomó algunas fotografías de Jungkook mientras se llevaba un trozo de carne a la boca, seguido de una secuencia de fotografías de él sonriendo y en cada una sonreía más que la anterior.

Era hermoso, se veía tan cómodo estando con él, tan feliz que solo pudo pensar que finalmente empezaba a sentir lo que leía en sus libros de romance. Ese nervosismo, esa sensación escalofriante que estremecida su cuerpo, el acelere de su corazón cuando lo atrapaba mirándolo o cuando lo tomaba de la mano y besaba.

Empezaba a tener fuertes sentimientos por el chico que se reía tímido de sus propios chistes y ver esa sonrisa que solo le dedicaba a él esa noche, se sintió como renacer de entre la penumbra en la que estuvo por años.

Estar con Jungkook, sentir el millar de sentimientos que solo él le hacía sentir fue como renacer.

A la mañana siguiente Jungkook se había levantado más temprano de lo usual pese a que no se había dormido tan temprano y sabiendo que era muy probable que, en aquella agitación que le produjo el despertar, no volvería a conciliar el sueño. Después de darse un breve aseo se colocó su ropa deportiva y salió a correr.

En medio de aquella penumbra de las cinco de la mañana, podía ver como algunas personas se desplazaban a sus lugares de trabajo o simplemente algunos que pasaban trotando paralelo a él. Una vez que el sol fue emergiendo y la claridad se fue intensificando aquel frescor por fin lo hizo sentirse más despierto. Usualmente, cuando corría no pensaba en nada, pero en aquel momento junto al sol naciente vinieron a su mente las palabras de Taehyung sobre alternativas para que Blue Notes se diera a conocer.

De súbito Jungkook pensó seriamente en qué clase de líder era. Los últimos meses todos los esfuerzos se habían concentrado en dar lo mejor de lo mejor en Tazzys, lo que no estaba mal, pero al recordar aquel momento en que Jimin, Cyrus, Hyun-jin y él decidieron ser una banda, lo hicieron apuntando a lo más alto de la cúspide.

Estar en Tazzys era una oportunidad de conseguir ingresos y de disfrutar de lo que hacían, pero ¿en qué momento iban a escribir canciones? ¿en qué ocasión iban a inventar melodías? ¿En qué lugar grabarían finalmente un sencillo?

Era razonable y más que válido que el cuello se les cansara de mirar a ese punto elevado, pero sin duda alguna estaban en un momento decisivo para abrirse camino y se suponía que él más que nadie debía mantener vivo el entusiasmo de sus compañeros de banda.

Entre aquel remolino de cavilaciones, volvió a quedar en frente de aquella parroquia, esa de marcos con vitrales donde alguna vez lloró. Su corazón se agitó y se dio la vuelta sin dejar que sus pensamientos se dirigieran a otra parte, y sin darse cuenta estaba de nuevo en la puerta de su casa con las gotas de sudor humedeciendo todo su cuerpo.

Luego de haber dejado la repostería de su hermana y su cuñado se dirigió a la casa de Cyrus para la reunión. Últimamente intercalaban las casas de los miembros ya que se habían propuesto ahorrar la mayor cantidad de dinero posible dejando a un lado lo de rentar un estudio de ensayos, antes podía asistir a ese lugar abandonado, pero fue puesto en remodelación y técnicamente no tenían un lugar en específico para ensayar. Debían tener un fondo para cuando realmente lo necesitaran como para grabar al menos una canción.

—¿Por qué tanta seriedad hoy? —preguntó Jimin mientras ayudaba a conectar los cables de la guitarra y el bajo a los amplificadores.

—Me preguntaba lo mismo —apuntó Cyrus mientras dejaba algunos bocadillos en la mesita de la sala de estar donde se encontraban.

—Qué suerte que tus padres cenan fuera hoy—agregó Jungkook con una sonrisa para aligerar un poco el ambiente—. Bueno, lo que realmente quería comentarles es que... me avergüenza un poco que me tengan como líder de la banda, es decir, agradezco que me hagan sentir como alguien de valor para ustedes, pero siento que puedo ser mejor líder.

—¿Pero a qué viene todo esto? — replicó Hyun-jin impaciente.

—Creo que no he estado muy pendiente de nuestro progreso y mí timidez no es más que una limitante, pero quiero proponer que intentemos tocar en la calle, hacer busking, sé que me opuse la primera vez que lo propusieron, pero estoy casi seguro de que ustedes aún quieren hacerlo.

—¡Por supuesto! —exclamó Cyrus con ojos brillantes de aventurero—. He estado esperando este memento, incluso se dónde podríamos hacerlo.

—Eso es genial —concordó Jimin con la mirada puesta en Cyrus—, pero tú —señaló con su dedo índice a Jungkook.

—Espero que no te vuelvas a culpar de todo, somos un grupo y entiendo que como líder sientes la presión tal vez de encaminarnos aun cuando no sabes cómo, pero somos un equipo y si nos acomodamos a Tazzys o no insistimos en escribir canciones, en invertir nuestro tiempo en otras cosas es también nuestra responsabilidad, estamos juntos en esto —aseguró con aquella mirada cargada de dulzura y total comprensión, mientras que los demás solo asintieron en concordancia a sus palabras.

Jungkook sentía como todo volvía a recobrar su color original, se sintió reconfortado y tonto a la vez por olvidar que no estaba solo, que todos eran adultos y que sobre todo, cada uno de ellos perseguía el mismo objetivo, el mismo sueño.

—Ya que estamos confesándonos, yo quisiera proponer algo —dijo Hyun-jin. A pesar de ser muy amigable como maknae al fin no solía dar muchas opiniones—. Me gustaría que todos cantáramos en algún momento como en el principio.

Todos se quedaron sorprendidos ante aquella declaración, en el principio de la banda todos cantaban hasta que al final se decidieron que Jimin fuera el vocalista principal y el único que llevara la carga vocal del grupo.

—No lo digo por menospreciar a Jimin hyung, reconozco que ha trabajado demasiado duro, y honestamente a veces me apena que tenga que forzar tanto su voz cuando podríamos apoyarlo de alguna manera, no dejaría de ser el vocalista principal pero no estaría de más que aparte de apoyarlo en algunos coros alguien tomara algunas líneas y para esta presentación en la calle sería genial también que pudieras volver a tocar el bajo —señaló refiriéndose a Jimin.

El silencio siguió reinando como si aparte de que estuvieran sorprendidos de que quien lo dijera fuera Hyun-jin, la de opiniones que estaba sacando era sorprendente para el grupo. Jungkook incluso llegó a considerar relegar su función a Hyun-jin por su mente brillante. Si bien todo lo que acababa de decir era sumamente desafiante, le parecía demasiado emocionante como para no intentarlo. En ese momento una confianza de inexplicable procedencia le hizo disipar todos sus miedos.

Pasado el estupor, todos elogiaron al maknae, expresaron sus inquietudes y sus pensamientos coincidieron con los de Jungkook, todos estaban contagiados de esta nueva ola de confianza.

—Entonces, de ser así debemos comenzar por el setlist, planear la distribución y de mañana en adelante marcaremos la cuenta regresiva —explicó Cyrus notablemente emocionado por el nuevo rumbo que empezaba a tomar la banda.

—No nos olvidemos de los instrumentos, deberíamos buscar los equipos que nos faltan iniciando mañana —consideró Jimin—. Mi bajo se lo cargó Inah y apenas tengo mi micrófono y amplificador —dijo algo avergonzado.

—Lo conseguiremos —aseguró Jungkook con su sonrisa y ojos brillantes, igual de emocionado que sus compañeros.

Los días transcurrieron en un ajetreo que hacía mucho el grupo no tenía, se sentían como aprendices de una empresa de idols, todos estaban experimentando lo que muchos temían al adentrarse al mundo de la música. Jungkook en particular lo sentía más que nunca, solo iba a casa a dormir unas pocas horas, iba a Tazzys, a la repostería de su hermana todos los días, a los ensayos de Blue Notes, a duras penas podía seguir con su rutina de correr todas las mañanas. Aprovechaba un poco más el sueño e iba directamente corriendo a la repostería y se daba una ducha en casa de su hermana.

Aquella mañana Cyrus lo había llamado temprano con buenas noticias, aunque lo que tenían planificado hacer no sería directamente en la calle, el rubio solicitó mediante un formulario el recinto del Coex Mall en Gangnam, donde se les brindaba el espacio a artistas callejeros para hacer pequeñas presentaciones e incluso les proporcionaban equipos que ya tenían destinados para el lugar y eso era una preocupación menos por el momento, solo debían conseguir un bajo prestado y ya Jimin le había asegurado que podría conseguirlo para la fecha.

—¿Estas nervioso? —preguntó Taehyung al ver lo pensativo que estaba Jungkook después de almorzar juntos en un lugar cerca de la repostería.

—Sí, mucho —dijo mientras apoyaba todo su peso del Cadillac estacionado frente al parque—. Es la primera vez que hacemos algo así, es decir, es casi como un concierto, experimentaremos cosas nuevas y no creo estar listo para hablar mucho en público, pero tengo que salir de mi caparazón si quiero llevar a esta banda a algún sitio, ¿no?

—Solo tienes que confiar más en ti mismo —susurró Taehyung tomando la mano de Jungkook—. Lo harán bien, es una gran oportunidad para darse a conocer, es lo que querías, es el momento de hacerlo.

—¿Estarás ahí? —cuestionó Jungkook entrelazando sus dedos con los de Taehyung.

—Soy el fan número uno de Blue Notes —dijo dejando ir la mano del pelinegro, colocándose frente a él, lo suficientemente cerca como para que sus rostros solo estuvieran a escasos centímetros, aunque sus narices no llegaban a rozarse estaban a una distancia de solo un ligero empujón para que sus labios se tocaran.

Las manos de Jungkook sostuvieron la cintura del hombre que ahora fingía acomodar su camiseta, vio como este se mordía el labio inferior y le dedicaba esa mirada que pedía a gritos que lo besara.

—Estaré en primera fila —susurró pasando sus manos por el pecho de Jungkook hasta llegar a su cuello y jugar con su cabello—. Grabando a mi guitarrista favorito.

—No te perderé de vista, lindo

Jungkook lo acercó más a su cuerpo tomándolo con más fuerza de la cintura, lo que provocó que sus labios casi se tocaran, pero este mantuvo la distancia necesaria para que no llegara a suceder.

—Más te vale que no lo hagas, my dear.

Taehyung fue quien acortó la distancia entre ellos y unió sus labios en un beso corto pero suficiente para sentirse satisfecho. Sintió como el guitarrista sonrió en medio del rápido beso y lo mejor fue ver aquella sonrisa cuando abrió los ojos al separarse de sus labios.

Esa misma noche, Taehyung le permitió a Jungkook anunciar aquella presentación en Tazzys. Aunque el equipo que dirigía las presentaciones del centro comercial hacen publicidad de los artistas o bandas que se presentarán, quisieron asegurarse de que al menos algunas personas que los escucharon antes de iniciar estuvieran presentes, eso haría que los demás se sintieran atraídos y el ambiente fuera más agradable para todos.

Para Jungkook, el haber logrado dormir toda la noche fue toda una sorpresa y lo agradeció demasiado porque ese día más que nunca necesitaba la energía suficiente para superar lo que se acercaba. Pensó que los nervios lo mantendrían en estado de alerta, pero es probable que por el cansancio del repaso de la noche anterior y la coordinación de los detalles que estuvieron ensayando en la semana le permitió dormir.

Ese día es finalmente uno de los días más importantes para Jungkook y toda la banda. Se presentarán en el Busking Coex y gracias a la comprensión de su gruñona hermana, pudo salir a correr por la ruta que siempre marcaba antes y tener la primera parte del día para enfocase; por su mente pasaron todos los momentos en los que estuvieron esforzándose para presentar 9 canciones, distribuir los versos que antes solo estaban a cargo de Jimin, esa noche demostraran su valía y arduo trabajo.

Aquella tarde montaron todo en una camioneta rentada y salieron todos juntos al Coex mall, con Namjoon al volante y Jimin de copiloto, Cyrus, Hyun-jin y Jungkook iba en la parte trasera en total silencio, un silencio para nada incómodo, sabían que no era en momento para molestarse entre ellos.

Por primera vez en su vida, Jungkook sentía que los acordes, las letras en coreano o en inglés, los turnos para cantar, las estrofas y los coros de las canciones podían salirse de su cabeza si hablaba, saber que no todo dependía de hacer todo eso bien en 9 canciones era escalofriante, la interacción con el público era sumamente importante y justamente de eso dependía la banda si querían que al menos 5 o 10 personas se interesaran en lo que estaban haciendo; realmente no sabían del todo quien los estaría mirando.

Al entrar al mall se sintió aún más intenso, se notaba que estaban en Gangnam era un centro comercial bastante ostentoso.

—Es por aquí Jungkook—señaló Namjoon poniendo una mano en el hombro del pelinegro que miraba a su alrededor.

—Perdón, nunca había venido aquí —se excusó acomodando el bolso de su guitarra eléctrica.

—Descuida hyung, deben ser los nervios —consideró Namjoon—. De igual forma, para eso estoy aquí, seré el manager de Blue Notes por el día de hoy —aseguró con ese aire desenfadado e imperturbable que lo caracteriza.

Jungkook le agradecía bastante poder apoyarse en alguien tan confiable como él, que de hecho, ya se había encargado de hacerles las redes sociales sin que ninguno de ellos se lo pidiera, así que en cierto modo estaba actuando realmente como un manager.

Al llegar al Busking Coex, los técnicos instalaban los altavoces y el cableado en general por lo que inmediatamente ubicaron los instrumentos en la pequeña tarima, del tamaño justo para que pudieran estar cómodos. No había asientos porque la gente se iría atiborrando más cerca de ellos de lo que pensaban, solo una banda cercando la circunferencia donde estaban los separaría de la gente si es que alguien iba a verlos.

Jungkook tenía ese miedo pegado al pecho más que nada y no podía deshacerse de él.

Después de haber enchufado todo y hacer una breve prueba de sonido, el grupo de chicos se fueron a cambiar de ropa a los baños. En menos de 15 minutos estarían dando un paso adelante a su destino.

Al volver a la tarima Jungkook notó como la gente se iba aglomerando alrededor, veía rostros que ya había visto en Tazzys y en primera fila estaba tan elegante como siempre, Kim Taehyung, el hombre que le hacía suspirar tan solo con verlo.

Después de encontrarse con sus ojos y sus dientes que rara vez dejaba ver al sonreír no pudo pensar en nada. Sentir el peso de su guitarra agarrada a su hombro, sentir las cuerdas y la vibración que se producía, mirar a sus amigos le hizo sentir que el miedo era una emoción que podía abrazar hasta este preciso momento que lo soltó al halar el pedestal donde estaba su micrófono para tenerlo cerca.

—Hola a todos, nosotros somos... —exclamó haciendo una breve pausa para mirar a sus compañeros.

—¡Blue Notes! —respondieron los demás al unísono.

—Estaremos presentando algunas canciones para ustedes esta noche, espero que todos disfrutemos al máximo —terminó Jimin y en ese preciso momento Cyrus marcó con la caja de percusión el ritmo de Hymn for the weekend de Coldplay, la primera canción que escogieron para esa noche.

Setlist

1. Hymn for the weekend - Coldplay

2. Days gone by - Day6

3. Sorry- The Rose

4. Best song -Young K

5. Drag me down- 1D

6. I like you- Day6

7.Wolf -Colde

8. Circle - Post Malone (Cover de Niall)

9.Zombie pop -DPR ian

═══🎸🍸 °* Taehyung 🍸』━🎸═══

Saber que Jungkook y a los demás miembros estaban por dar un paso tan importante me hacía sentir orgulloso y me alegré de que hubiera tomado en cuenta aquel comentario que le hice ese día. Muchos de los clientes de Tazzys ya empezaban a llegar y entre saludos y risas por fin lo vi salir. Tenía un aspecto realmente tierno y un poco inesperado.

Pensé que usaría una ropa más imponente, pero llevaba vaqueros azules, una camiseta blanca y una chaqueta denim a juego con los pantalones y ahora que lo meditaba mejor en aquel ambiente restringido no era recomendable que mostrara sus tatuajes.

Al presentar a la banda sus ojos brillaban y su cuerpo emanaba confianza.

Escucharlos en una esfera más acústica que la que se daba en Tazzys era una experiencia bastante nueva y refrescante para mí, hasta el momento lo que había tocado era variado y curiosamente la gente estaba familiarizada con aquella música, desde Coldplay hasta The Rose y Day6. Sin embargo, fue más sorprendente para mi escuchar por primera vez a todos cantar al menos una línea. La voz de Jungkook tenía esa característica un poco rasposa que suelen tener algunos cantantes de rock más marcado hacia el final de las palabras.

Después de terminar una canción de One Direction que me recordó bastante a mi país natal, hicieron una pausa. La atmósfera era realmente buena y como siempre Jimin tomaba el control con su carisma y personalidad extrovertida, lo que por supuesto hizo reír al público que ahora estaba mucho más concurrido.

Estaba grabando con mi cámara cada una de las presentaciones como le dije a Jungkook que lo haría. Tenía a mi lado a Hoseok y Yoongi actuando como una pareja de fanáticos, lo que me sorprendía aún más es que Yoongi estaba igual de emocionado cantando las canciones que se sabía con mucha energía. Recuerdo que en cuanto los invité actuaron emocionados, y supe entonces que realmente les gustaba la banda.

En el momento que la voz de Jimin dejó de escucharse y en su lugar estuvo la suave voz de Jungkook, toda su atención se centró en él.

—La canción que viene a continuación creo que muchos han de conocerla... honestamente agradezco a Day6 por escribir canciones tan memorables, que nos inspiran y nos hacen soñar en noches como esta. Ojalá y todos pudiéramos tener al lado a quien dedicar esta canción, yo también estaré pensando de esa manera —concluyó mirándome de soslayo mientras los gritos de las chicas resonaban por todo el lugar.

Así fue como sonaron los primeros acordes de I like you de Day6, la mirada que Jungkook me dedicó mientras presentó la canción no pasó desapercibida por sus amigos y cuando mi mirada se encontró con la del guitarrista, dejé la cámara en manos de Hoseok porque sabía que no podría seguir grabando, quería tener todo mi cuerpo y mente atentó a cada detalle de la canción que me era dedicada.

—Parece que te la dedica —susurró Namjoon a mi izquierda.

—¿Sabías de esto?

—No, Jungkook sabe cómo hacer sus cosas sin que nadie sepa.

No supe que más dijeron Namjoon o Hoseok, todos mis sentidos estuvieron concentrados en la voz de Jungkook que empezó a escucharse a través del micrófono, por encima del sonido de la guitarra.

No era la primera vez que lo escuchaba cantar, pero había algo diferente en su voz cuando cantaba a través de un micrófono, sentía que podía escuchar cada uno de sus matices, pero entonces le presté atención a la letra y quise cruzar la cinta que los dividía del público y abrazarlo.

Cuando todo pase, no estoy seguro de si podremos, otra vez, regresar al tiempo en el que no íbamos en serio. Otra vez, volver a lo que éramos, no lo sé, pero de todas formas, tengo que decirte...

Tú a mí, me gustas, intenté contenerlo, pero no puedo seguir más así, ahora, puedo decirte esto... Quiero amarte.

Cada palabra pronunciada en aquel momento me estaba atravesando el corazón. No me importaba si rozaba en lo obvio lo mucho que este guitarrista y yo nos gustamos, pero, el que haya dicho que también él se incluía en ese deseo de que ojalá todos pudieran estar al lado de a quién quieren expresar sus sentimientos me confirmaba que con su mirada hacía mí estaba vaciando su corazón de la única y más hermosa forma en que podía hacerlo.

Su voz diciendo "Tu a mí me gustas" y "quiero amarte" delante de tantas personas con corazones guardando historias apasionadas como la nuestra, era sencillamente hermoso en todo el esplendor de la palabra.

Me sorprendí cuando sus notas fueron subiendo, nunca lo había escuchado cantar así, tan confiado y lleno de pasión mientras tocaba la guitarra, por la expresión de sus compañeros sospeché que también era la primera vez para ellos. Tenía una voz ligeramente aguda y lo suficientemente grave en algunas notas que contestaban muy bien con el sonido de los instrumentos musicales.

Voltee a ver el rostro de las demás personas para ver si ellos estaban igual de impresionados que yo y noté que no solo eso, sino que se veían conmovidos por la presentación de Jungkook y solo sonríe de saber que él el resto del mundo se daría cuenta de algo que solo él ponía en duda: es una estrella.

En cuanto terminó la canción, nuestras miradas se encontraron y toda la ovación de gritos y aplausos que recibió solo fue parte del encuentro entre nuestras miradas, como si gritáramos a través de ella lo mucho que queríamos besarnos en ese momento. Vi como sus mejillas se sonrojaron al notar como todo el que estaba presente gritaba, y en ese momento no tuve miedo de levantar mi mano y mostrar dos corazones de dedos que le dedicaba solo a él, al guitarrista que hacía latir mi corazón rápido con cada mirada, que me hacía sentir especialmente suyo con cada canción que me dedicaba.

La última canción que constaron todos juntos fue la bastante animada, no quería irme de allí, no quería salir de esa burbuja en la que solo estábamos él y yo mientras tocaba su guitarra como si fuera la última vez.

Se notaba lo feliz que estaba, la emoción sobresalía de su cuerpo en forma de sonrisas. Se despidieron formalmente con Jimin promocionado sus redes sociales e invitado a quienes estuvieron en el presente que lo siguieran, que en un futuro no muy lejano subirían sus propias canciones.

El centro del Mall se fue vaciando poco a poco mientras ellos celebraran el éxito de la probablemente ha sido su presentación más larga y con mucho más público. Me giré hacia Hoseok para tomar la cámara que olvidé por completo, pero no encontré a ninguno de mis dos amigos a mi lado, giré sobre mis talones búscanoslos con la mirada aun sonriente y emocionado por la presentación, ansioso por ir a donde se encontraba Jungkook.

Al volver mi atención al chico que me hacía señas con las manos para que me acercara a ellos, le sonreí cuando vi su sonrisa de oreja a oreja, pero la mía fue desapareciendo cuando noté aquella silueta acercarse a mí a pasos lentos, con esa expresión que ya me era despreciable.

Me di la vuelta con la única intención de salir rápido de allí, a los lejos vi a Namjoon hablar con mis amigos, volví a mirar a los chicos que seguían sobre el escenario recogiendo sus cosas, dejando todo tal y como lo encontraron.

Todo lo que quería era huir, alejarme de Juwon. Ya estaba despejado de personas, pero sentía que me asfixiaba, ¿Cómo supo que estaría aquí? Quizás fue al bar y ver el letrero de que la banda estaría tocando aquí y podía ser algo peor, ¿acaso me estaba siguiendo?

—Sunshine —sentí su mano tomar mi muñeca y detener mis movimientos. Ya no me gustaba escuchar ese apodo viniendo de él.

No quise darme la vuelta, pero lo enfrenté como lo he hecho desde que le pedí el divorcio, le demostré que no estaba atemorizado de lo que podía ser capaz si seguía apareciendo así en mi vida.

—¿Qué quieres? —cuestioné con despreció apartando su agarre de mi mano.

Sunshine, por favor, te lo suplico —dijo dando un paso adelante que me hizo retroceder—. Por favor, perdóname, vuelve a casa, está tan vacía sin ti.

—¿Te das cuentas las cosas que mes estas pidiendo? —cuestioné indignado—. Me dieron el divorcio, no eres mi esposo y esa no es mi casa, te suplico yo a ti que desaparezcas de mi vida, que aparezca en cada lugar que estoy me está asustando, solo... por favor, si alguna vez me amaste tan siquiera un poco, haz tu vida como la querías tener, no le hagas daño al bebé que esperas por capricho.

Ya no sabía de qué manera le diría que se alejara, ya no encontraba las palabras y eso me estaba consumiendo cualquier atisbo de felicidad.

—Te amo, y-yo no sé cómo vivir sin ti —susurró con una expresión afligida que no me conmovió como el pretendía lograr—. Perdóname, asumiré mi responsabilidad, pero por favor vuelve.

—¡No! —grité cuando este intentó volver a tocarme.

—¿Qué está pasando? —escuché la voz de Hoseok que se acercaba a nosotros, pero ni siquiera fui capaz de dar una respuesta cuando el hombre frente a mi volvió a hablar.

—Taehyung, deja de fingir que eres un adolescente participando en estas cosas, tu lugar está en casa con la persona que juraste amar hasta la muerte.

—¡No te amo Juwon y tú tampoco a mí!, ¡entiéndelo! —vociferé.

Estaba desesperado, ya no sabía que más hacer o decir.

—¡Solo estás enojado por lo que hice! —gritó devuelta—. No volverá a pasar, te lo prometo.

De reojo vi como Jungkook se quitaba la guitarra con suma rapidez y en ese momento que mi atención estuvo en el otra vez, sentí la fuerte mano de Juwon sujetar mi muñeca, forcejé hasta volver a deshacerme de su agarre.

—Ese guitarrista no podrá nunca darte lo que yo, Taehyung, estás perdiendo el tiempo con un niño —declaró con cólera—. ¿Vas a abandonar tu sueño por esto?

—Tú me quitaste tanto que hasta la esperanza de ser llamado papá —declaré sintiendo las lágrimas en las esquinas de mis ojos.

—Vuelve a casa, Sunshine...

—Deja de llamarme así.

—Todo está intacto, la habitación del bebé está como la dejaste, no he tocado nada...

—No te atrevas a tocar ese tema, no aquí, ni nunca —determiné señalándolo con mi dedo índice.

Mi vista ya era nublosa cuando sentí la presencia de Jungkook mucho más cerca pero aun a algunos pasos lejos de nosotros, sabía que él estaba escuchando todo como los demás, que hasta el momento se han mantenido al margen porque al fin al cabo era un asunto entre nosotros en el que difícilmente alguno se metería si no era necesario.

—Es tu sueño, siempre lo ha sido.

—¡¿Qué sueño?! No quiero tener nada que ver contigo, esa habitación es solo un mal recuerdo para mí.

—¡Ser padre! —vociferó con sus ojos engrandecidos tomándome de repente de mis hombros con algo de brusquedad, pero dejándome ir al instante—. ¡Siempre has querido ser padre y dudo que este niño quiera darte eso, porque estas desesperado por tener un hijo!

—Cállate —murmuré con mi mirada en aquella mirada que estaba llena de desesperación.

—¡La habitación tu hijo está en casa! —vociferó

No soportaba seguir escuchando la crueldad de sus palabras, solo él conocía mi verdadera debilidad, solo sabía cómo hacerme tanto daño con solo un par de palabras y realmente pensaba que de esa manera me podría volver a tener.

—No hay un hijo, Juwon —declaré con las lágrimas deslizándose por mis mejillas si parar—. Tú me engañaste con una mujer mientras yo buscaba emocionado que tuviéramos una familia, eres tan cruel al mencionarlo sabiendo lo mucho que me duele ese tema —dije empujándolo con rabia.

—¡Me viste dormir en ese cuarto por un año!, ¡me viste llorar allí!, ¡¿y tú que hiciste?! ¡Revolcarte con esa zorra cuando mi corazón estaba siendo destrozado! —vociferé con voz ronca—. ¡Le diste a otra persona lo que se supone que debiste darme a mí y te odio, te odio con todo mi corazón!

Mis manos se levantaron para empujarlo una vez más, pero el agarre de Juwon fue mucho más fuerte y este me sujetó de los hombros tambaleándome mientras decían un montón de cosas que ni siquiera llegué a escuchar mis lágrimas no dejaban de bajar por mis mejillas, le pedí que me soltará, ya no tenía fuerzas siquiera para alejarlo de mi cuerpo.

—¡Quítale las manos de encima! —la voz grave de Jungkook me despertó de aquella penumbra a la que volví en cuanto grité frente a todo el mundo cuanto odiaba a mi exesposo.

Solo vi la espalda de Jungkook dándome la cara, mi mirada llena de lágrimas se detuvo en sus puños cerrados y como mantuvo su cuerpo erguido. Todo lo demás fue aún más desastroso y sucedió lo que tanto temía, que Jungkook tuviera que involucrarse de esta manera, que tuviera que pasar por momentos como este por estar conmigo.

Solo lo vi para frente a mi exesposo con el resto de nuestros amigos alrededor de nosotros, atentos a cada movimiento y listos para intervenir en lo que sea que estaba a punto de suceder. Jungkook se quedó firme de frente a Juwon, mirándolo con todo el desprecio y el mismo enojo que este tenía en su mirada.

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