XVI (Pt2). Por nosotros, por lo nuestro
Canciones del capítulo
Blanck and white de Niall Horan
Marry You de Bruno Mars
Tú, mi cielo y mis alas, tú, el color más lindo de mi atardecer, tú, mi sonrisa al despertar, tú, mi razón, mi impulso, mis ganas, mi paz, tu, mi palabra precisa, tu, mi fe, mi esperanza, tú, mi todo y mi eterno infinito —Danns Vegas
Cuando llegaron al aeropuerto de Incheon, al salir de la terminal, fueron recibidos por una multitud de personas y reporteros. Pero esta vez, a diferencia de la última ocasión que regresaron juntos desde Londres, decidieron no esconderse. Sabían que ya no había razón para hacerlo. Su relación era de conocimiento público, y no había motivos para ser discretos.
Antes de salir de las puertas de desembarque, Jungkook pudo sentir la tensión en Taehyung y sin decir una palabra, entrelazó sus dedos con los de él, dándole un apretón reconfortante.
Al acercarse a las puertas automáticas, se encontraron con un mar de reporteros, cámaras y fans. Aunque se sorprendieron por la cantidad de personas, ninguno esperaba que se supiera que ellos estarían llegando ese día.
Taehyung apretó la mano de Jungkook con fuerza mientras avanzaban a través de la multitud. Los flashes de las cámaras los cegaban y las preguntas de los periodistas llovían sobre ellos, pero ninguno de los dos se detuvo, estaban concentrados en llegar al auto donde Namjoon los esperaba.
A medida que avanzaban, Jungkook mantuvo su rostro sereno e incluso aleteó su mano para saludar a las fans, hizo algunas reverencias, pero se mantuvo todo el tiempo cerca de su novio.
Una vez dentro del coche, Taehyung soltó un suspiro de alivio, aún sosteniendo la mano del azabache. Namjoon arrancó el vehículo, alejándose del bullicio del aeropuerto.
—Gracias por venir, Nam —dijo Jungkook, mirando a Namjoon, quien estaba sentado detrás del volante.
Namjoon les lanzó una mirada comprensiva por el retrovisor mientras conducía.
—Lo siento por la multitud —dijo con una sonrisa de disculpa—. Se filtró que estarían llegando al país, y ya saben cómo es todo esto.
Namjoon puso su mirada en Taehyung por un momento, su expresión se suavizó al notar el agotamiento en el rostro del castaño.
—Mis condolencias, Taehyung. Lamento mucho lo de tu abuela.
Taehyung le agradeció con una leve inclinación de cabeza, sintiendo una punzada en el pecho al recordar los últimos días.
Al llegar a su apartamento, Jungkook fue el primero en entrar y solo esperó el chillido de Taehyung en cuanto viera el desastre que era su hogar.
—Pero... ¿Qué pasó aquí? —preguntó Taehyung algo alarmado por el desorden en la sala de estar y la cocina, fue hasta la habitación para dejar sus maletas allí y se encontró con más cosas totalmente desorganizadas—. Ni siquiera parece que estuviste quedándote aquí mientras no estuve.
Jungkook se rascó la nuca notando que realmente dejó mucho más desastre del que imaginaba, en su defensa sólo temía que Taehyung no iba a volver a casa con él.
—Bueno, estaba ocupado, te extrañaba mucho, luego me llamaste llorando y salí corriendo para ir a verte —señaló mientras recogía algunas prendas de ropa que dejó tiradas en el piso—. Perdón por eso.
—¿Y mis plantas? —preguntó abriendo la puerta del balcón, dejando a Jungkook en el interior de la recámara.
—¡Tus plantas están perfectas, las cuidé bien! —gritó para que pudiera escucharlo.
—¿Las regaste como te dije que lo hicieras?
—¡Si! —chilló llevando el cesto de ropa sucia al área de lavado—. Lo intenté.
—Honey, hay mucho que limpiar y organizar, ¿que son estas cosas? —preguntó tomando en sus manos cajas desarmadas y vacías.
—Recibí un paquete un día antes de irme a Londres, son cosas para el saxofón —explicó Jungkook ahora desde la cocina, mientras guardaba los platos en su lugar.
—A ver, yo sigo con este desorden y tú puedes desempacar las maletas ya que echaste ropa a lavar —indicó Taehyung entrando a la cocina.
—Perdón.
—No pasa nada, honey —declaró—. Vamos a comer juntos más tarde, tengo ganas de salir hoy.
—¿A dónde quieres ir? —preguntó desde el umbral de la recámara.
No pudo evitar sonreír ante la petición de Taehyung, considerando la tristeza en la estuvo sumergido en Londres, que él quisiera salir a comer era simplemente maravilloso.
—Al lugar donde me llevaste en nuestra primera cita, quiero comer mucha carne —declaró—. Y quisiera volver a subir al alto.
—Entonces, tendremos que ir en la moto.
—Eso no será un problema, ¿o si? —cuestionó Taehyung.
—No, espero que no —indicó Jungkook.
Desde que volvieron a casa, estuvieron más tiempo fuera de esta de lo esperado. Aunque ninguno lo decía en voz alta, ambos querían agilizar su proceso de mudanza lo más que se pudieran.
Había mucho que hacer y el tiempo parecía ir cada vez más rápido. Taehyung estaba concentrado en dejar todo en orden en Tazzys. A pesar de que confiaba en su equipo, sabía que debía asegurarse de que todo funcionara sin problemas durante su ausencia presencial. Pasaba horas en reuniones, organizando la transición y preparando a su equipo para que manejaran el bar en su lugar.
Mientras tanto, Jungkook estaba inmerso en sus propios asuntos, Namjoon quedó en que buscaría la manera de llegar a un acuerdo con la empresa, lo que lo llevó a una reunión programada para discutir los detalles de su mudanza a otro país.
Cyrus y el resto de la banda ya estaban al tanto de la decisión que él quería tomar y no se atrevía a ir más allá sin saber que ellos pensaban al respecto. Así que lo habló por chat grupal antes de tener una reunión con los ejecutivos de la agencia.
Cyrus
No sé los demás, pero desde que se confirmó la relación estaba esperando que ustedes tomaran esta decisión. Más aún después de lo que pasó con el rumor de Ricky y los ataques constantes a Taehyung.
Hyun-jin
Aunque Jimin y yo estamos muy distanciados de las redes sociales, también esperábamos esta noticia.
Jimin
Yo incluso siento que Taehyung se tardó en proponerlo, no sé cómo ha aguantado todo eso.
Jungkook
Está muy bien todo, chicos, pero realmente necesito saber que opinan de que yo me vaya a vivir al otro lado del mundo, sabiendo que esto afectará a la banda de algún modo.
Hyun-jin
¿No es el fin de Blue Notes no?
Jungkook
No, claro que no. Mañana, Cyrus y yo tendremos una reunión con los ejecutivos para ver como se puede hacer sin incumplir el contrato y ver cómo lo haremos cuando ustedes salgan.
Jimin
Sinceramente, cariño mío
Te apoyo en cualquier decisión que tomes, conozco tus razones para hacerlo y entiendo que no sería un gran problema para que la banda siga.
Confía en mí, soy el novio del manager y tengo una idea de cómo ellos podrían manejarlo😎
Cyrus
Cuánto descaro.
Miren como nos restriega en la cara sus privilegios de novio.
Jimin
Eso se lee como envidia, rubio.
Por cierto, ¿es cierto que estás saliendo con esa modelo coreana?
Cyrus
No, bueno hemos compartido uno que otro café, y fuimos a una pasarela juntos, pero nada fuera de lo normal.
Hyun-jin
"Nada fuera de lo normal" para él, es que compartieron la misma cama.
Cyrus
¿Para que preguntan si ya me conocen? Pero no hay nada serio.
Jimin
¿Por qué no?
Es bonita y alta, creo que se ven bien juntos.
Cyrus
¿Acaso no conoces a Gem?, le caerán encima si se llegan a enterar de mi boca que estoy saliendo con una modelo y que encima estamos cogiendo.
Soy el favorito de nuestras fans, ya es hora de aceptarlo.
Jimin
Ay por favor, baja ya de esa nube. Es obvio que el favorito soy yo😌
Además, nuestras Gems no son así. Ellas aceptaron la relación de Jungkook.
Hyun-jin
Si, pero a qué costo.
Jimin
¡Hyun-jin no lo defiendas!
Jungkook
No quiero interrumpir su discusión, pero nos salimos del tema, por tercera vez.
Cyrus
Cierto, yo te apoyo con todo mi guitarrista😼
Jimin
No creo que yo tenga que decirlo, sabes que siempre querré lo mejor para ti.
Te amo
Jungkook
Tampoco te pongas sentimental... no es para tanto.
Jimin
¡Dime te amo de vuelta! 🤬
Jungkook
Te amo🩵
No es necesario el drama
Hyun-jin
Hyung, yo también te apoyo. Estaremos juntos en esto y siempre nos volveremos a encontrar en nuestro cielo y con nuestras estrellas.
Jungkook
Nuestro Hyun-jin ha crecido tanto😭
Claro que nos encontraremos siempre.
Los amo 🫶🏻
Jimin
¿No que no nos íbamos a poner sentimentales?
Jungkook
¿No tienes que estar haciendo pruebas de bombas lacrimógenas? 🤔
Yo si tengo que llenar de besos a mi novio que acaba de llegar del trabajo. Así que lo dejaré.
Gracias por esto.
Los amo mis notitas azules.🩵🫶🏻
Cyrus
¡Dios, él no acaba de decir eso! 🫣
Jimin
Si lo hizo🤮
Hyun-jin
Que tierno es🥹
Aquella tarde hicieron una videollamada con Cyrus que estaba en Canadá ahora que tenía tiempo para hacerlo, pero sin descuidar ni un solo día a sus fans. No ha dejado de ser el que más activo está en redes sociales todo el tiempo, mientras que Jungkook aún cumplía con su agenda como artista siendo líder de la banda, es por ello que se le dificultaba un poco mudarse a Inglaterra.
En aquella sala de reuniones, se discutió su mudanza a Londres y lo que eso significaría para su contrato y para la banda.
—Si te mudas a otro país, no te vamos a restringir si la banda está en pausa —dijo el director legal—. Pero cuando Jimin y Hyun-jin salgan del servicio militar, deberán renovar contrato si así lo desean. Será fundamental que sigas mostrando compromiso con Blue Notes y con la disquera.
Jungkook asintió, comprendiendo la situación.
—Es fundamental que siempre mantengan la conexión con sus fans —señaló Ji-eun, la directora de relaciones públicas—. Y tu Jungkook, debes estar preparado para regresar a Corea cuando sea necesario, ya sea para grabaciones, promociones, o reuniones muy importantes.
Jungkook volvió a asentir con la cabeza, comprendiendo la seriedad de la situación. Sabía que su mudanza a Londres no significaba el fin de sus responsabilidades con la banda o con la disquera y que tendría que buscar la manera de poner en la balanza ambas cosas.
Después de la reunión, se sintió más consciente del peso que llevaba sobre sus hombros. Sabía que no sería fácil, pero también que estaba dispuesto a hacer lo necesario para estar con Taehyung y mantener su carrera.
Los siguiente días no fueron muy tranquilos para ellos aunque se tomaban su momento para compartir las cosas que hicieron en el día, siempre terminaban tendidos en la cama para luego despertarse y tener otro día lleno de cosas por hacer.
Las siguientes semanas fueron un torbellino de actividades. Taehyung inició el proceso de evaluación en su bar desde que supo a detalle la respuesta que le dio la disquera a Jungkook. Todo estaría bien siempre y cuando mantuvieran la relevancia de la banda.
Jungkook estaba concentrado en tener todos su papeles al día para poder decir con seguridad que se mudaría con su novio a Londres. Fue un proceso largo y exhaustivo. Tuvo que demostrar que su relación con Taehyung era genuina, presentando pruebas que confirmaran la solidez de su vínculo. Además, que tenía ingresos suficientes para mantenerse en Inglaterra sin necesidad de ayuda del gobierno, y que tenía un manejo adecuado del inglés para integrarse en la sociedad británica.
A medida que los días pasaban, cada paso dado hacia la mudanza se sentía como un logro importante.
Finalmente, Jungkook consiguió el visado familiar y se sintió como el último gran obstáculo que habían superado antes de poder empezar una nueva vida en Londres.
La alegría y el alivio fueron compartidos en silencio, un reflejo de la profunda conexión que los unía en este momento crucial. Ahora, con todo en marcha, sabían que lo próximo era prepararse para el cambio definitivo que los esperaba en su nuevo hogar, juntos.
Aunque se tardaron un mes en tener todo listo, Taehyung no podía estar más emocionado ahora que todo lo que quedaba era recoger sus cosas, enviar algunas a Londres y llevarse sus pertenecías más impotentes en cajas, ropa en maletas y todo lo demás, como muebles, comedor, cama, se quedaba allí. Ya que, eventualmente tendrán que volver a Corea en algún momento y lo único que llevaban consigo eran el auto nuevo de Jungkook.
—Bueno, ya está todo organizado, ya nos despedimos de mi familia, ¿alguna otra cosa que quieras hacer antes de que nuestras vidas cambien por completo? —preguntó Jungkook mientras terminaba de cerrar la última caja.
Jungkook levantó su mirada para ver cómo su novio lo miraba desde el balcón, mordiendo la uña del dedo pulgar mientras le dedicaba esa mirada de cachorro que conocía muy bien.
—Oh no, se que no estás pensando nada bueno.
—¿Me vas a decir que no? —cuestionó moviendo sus pestañas mientras se acercaba a él muy lentamente—. ¿A tu mielcito?
—Hey, me estás manipulando —indicó Jungkook señalándolo con el dedo índice—. No lo hagas.
—Te va a gustar.
—Nada de lo que se te ocurre teniendo... esa mirada —especificó señalando su rostro haciendo ademán con sus dedos—, no puede ser algo bueno.
Taehyung lo tomó con fuerza de la camiseta y lo apegó a su cuerpo. Acercando su rostro hasta hacer que sus narices se rozaran.
—Llévame a comer helado a donde me llevaste la otra vez.
La risa de Jungkook llenó la sala de la casa, misma que se volvió cada vez más estruendosa y chillona. Ahora tenía a Taehyung mirándolo con los brazos cruzados esperando a que terminara de reír de su propuesta.
—Por un momento pensé que me pedirías algo sexualmente muy loco —admitió Jungkook acomodando la caja junto a las demás, el silencio de Taehyung hizo que volviera su mirada una vez más a él.
—Llévame a comer helado, honey —le masculló al oído mientras pasaba por su lado—. Y quizás entiendas mejor.
—¿No vamos sólo a comer helado, cierto?
—Bueno, yo si comeré helado, te lo echaré encima y lo comeré directo de tu ombligo con piercing, luego seguiré bajando hasta decorar toda la punta de eso que me gusta mucho y el resto será improvisado...
Jungkook sonrió escalofríos mientras Taehyung le hablaba al oído de las cosas que le haría si lo llevaba a comer helado a la colina donde estuvieron la última vez.
—Sabes que no podemos hacer eso en el auto, ¿no?
—¿Quién dice que no?
—Es peligroso.
—Llévame a comer helado y lo comprobamos. Es lo último que quiero hacer antes de irme —anunció mientras desaparecía dentro de la recámara.
Estaba en peligro. Definitivamente estaba en peligro y por más que le gustara la idea, también lo aterrorizaba. Tenía miedo de que su novio se haya tomado la propuesta del sexo es el auto muy en serio, que es justamente lo que parecía y todo lo que él podía hacer era... complacerlo. Complacer sus locas fantasías de las que él siempre era parte.
Fueron a comprar helado, Jungkook pudo notar la emoción de Taehyung mientras pedían por el drive thru. Su novio disfrutó de su helado mientras él conducía hacia la colina, de vez en cuando le daba a probar mientras mantenía su mirada en el camino y buscaba un buen lugar para estacionar y tener una buena vista.
—Listo, hicimos lo que...
Sus palabras fueron calladas los labios de Taehyung que se unieron a los suyos en un beso ansioso, frío por el helado que todavía tenía en su boca, mismo que viajó de un lado a otro cuando sus lenguas tuvieron contacto.
—Sabes perfectamente que no hemos hecho ni la mitad —susurró sobre sus labios, inclinándose más hacia él.
—¿Y yo qué? También quiero comer helado, vamos hyung, pedí mi favorito —se quejó Jungkook tratando de alcanzar el vaso de helado que reposaba en el posavasos del auto, pero la mano de su novio fue más rápida al tomarlo.
—Pensé que tu postre favorito era yo —susurró Taehyung estirando sus labios en un puchero que casi le causa ternura a Jungkook de no saber qué solo estaba haciendo un papel para lograr sacarlo de su tranquilidad.
Él siempre hacía eso cuando quería lograr algo. Por ejemplo, sexo fuera de lo común.
Su especialidad era provocarlo y la de él era responder a esas provocaciones con complacencia.
—Si, lo eres pero aquí no, miel —declaró alzando sus cejas.
Aquella era su última carta a jugar para evitar que ellos hicieran ese tipo de locura que de solo pensarlo hacía latir su corazón de los nervios. Si algo salía mal, si alguien los encontraran haciendo eso, no solo lo multarán si se trata de la policía, sino que la información viajaría por internet a la velocidad de la luz.
—Ventanas polarizadas, alejados de la gente, en una colina en el atardecer, casi noche —señaló Taehyung—. Agradéceme que te estoy dejando pensarlo, porque pensaba hacerlo cuando dimos nuestra primera vuelta en el auto.
—Es peligroso...
—Eso es lo emocionante, honey —declaró Taehyung moviendo la cuchara de su helado pero sin dejar de mirarlo a los ojos, con esa mirada llena de lujuria—. Entonces, ¿vas a querer de tu helado favorito o no?
Jungkook tragó en seco al ver como Taehyung lamía la cuchara que acababa de llevarse a la boca, luego una sonrisa socarrona se deslizó por sus labios y todo lo demás que sucedió luego pareció borroso para el. Como un sueño.
—Si vas a quererlo, tendrás que quitármelo de la boca —masculló rozando sus narices sin llegar a tocar sus labios pero a escasos centímetros de ellos—. No seas tímido, soy tu novio, adelante.
Su corazón latía desbocado cuando saboreó el helado de la boca de su novio. No es que tuviera miedo, al menos no de besarlo, es que la manera en que lo haría y la razón causaba algo en su subconsciente que hacía reaccionar su cuerpo con deseo y una excitación innegable que no podría reversar una vez estuviera presente.
Taehyung estaba emocionado por lo que estaba a punto de suceder dentro del auto.
En la adolescencia y mientras cursaba la facultad solo escuchaba las historias de sus compañeros. En las fiestas, las cenas privadas con sus amigos, y luego estaba el, el muy controlador, ordenado y perfecto Taehyung que no hacía ese tipo de cosas típicas de un adolescente hormonal, pero ahora que tenía con quien hacer tantas travesuras de las que siempre se cohibió por ser demasiado "tradicional", no iba a desperdiciar ni un solo segundo de poder cumplir las fantasías que siempre mantuvo en el fondo de sus deseos más oscuros.
Desde que conoció lo que es el sexo con Jungkook, era algo completamente diferente a lo que alguna vez llegó a experimentar, muy a pesar de haber pasado por un matrimonio de ocho años, nunca se atrevió a ir más allá de lo que se podía hacer en una cama, siempre abajo y ya está.
Con él se dio la oportunidad de explorar por completo su sexualidad, así que aprovecharía la notable energía de su novio, su cuerpo bien trabajado que despertaba en él los deseos más profundos de hacerlo suyo y que él lo hiciera suyo también. Se dio la oportunidad de hacer las cosas que nunca se atrevió a hacer por el tipo de relación que tenía.
Aunque Jungkook si es alguien fácil de complacer, él siempre tenía la necesidad de maximizar su experiencia en el sexo y demostrarle que no había necesidad de ser tan conformista cuando se trataba de los placeres de la vida.
Ahora se encontraba luchando para saltarle encima y besarlo como si el mundo fuera acabarse pronto, sólo estaba provocándolo para que dejara de cohibirse. Así que, primero jugó un poco con su cordura, besándolo muy despacio, deslizando sus manos frías, a causa del helado que sostenía, por su cuello, metiéndola por debajo de su camiseta y tocando sus pezones, para luego apartarse por completo y comer más helado mirándolo directo a los ojos, saboreando la cuchara muy lentamente hasta ver cómo sus ojos grandes y brillosos se dilataban.
—Deja de jugar conmigo, ya —le pidió Jungkook.
—No estoy jugando, sólo me como el helado —masculló pasando su lengua por la comisura de sus labios, sin poder evitar sonreír.
En un momento de guardia baja, Jungkook le arrebató el helado de las manos y lo arrojó por la ventanilla que solo bajó un poco.
—¡Oye! —chilló sorprendido.
—Gritas cuando vayas a gemir mi nombre. Se escuchará más bonito —declaró Jungkook en voz baja, acomodando el volante frente a él, algo que le pareció genial y cómodo a Taehyung que se pudiera hacer en ese coche.
—Pensé que no querías...
—Cambie de opinión, así que hagámoslo rápido —indicó bajándose los pantalones y bóxers hasta las rodillas, dejando a la vista su notable excitación—. Quítate los pantalones.
Sin pensarlo mucho, Taehyung se quitó los pantalones y la ropa interior.
—Ahora, ven aquí, lindo —ordenó con voz ronca—. Es mi turno de provocarte.
Taehyung sonrió ante el comentario de su novio y si que lo provocó durante los próximos minutos que parecieron eternidades llenas de lujuria sin llegar a ella por completo. Lo besó, besó su cuello, deslizó sus manos por la espalda, apretó su cintura y lo presionó contra su erección que se hacía cada vez más dura. Apretó sus nalgas y de repente sus labios se separaron por el movimiento abrupto.
—Para esto compré un auto con extra-confort —admitió—. Levanta un poco tus caderas para mi, amor.
—Si señor dominante —declaró Taehyung mordiéndose el labio—. Primero, déjame lubricarlo un poco...
Jungkook no esperaba que con eso se refería a hincarse frente a él, metido entre sus piernas y lamiendo su masculinidad como si estuviera comiéndose el helado que antes saboreó tanto.
—Creo que con eso es suficiente —anunció Taehyung volviendo a posicionarse a horcajadas sobre Jungkook.
—No grites mucho, estamos en un espacio público.
—No prometo nada —jadeó Taehyung al sentir como la virilidad de su novio se deslizaba lentamente por su interior.
Que bueno que no prometió ser silencioso, porque inmediatamente sintió las fuertes penetraciones de Jungkook golpear su interior una y otra vez, no pudo ocultar del todo sus gemidos de placer, aunque muchas veces su novio le cubrió la boca o le pidió entre jadeos que no gritara muy fuerte. Lo intentó pero no pudo deshacerse de sus gemidos cuando estaba yendo profundo y con fuerza.
—Soy tu postre favorito, dímelo —le pidió Taehyung apretando su rostro con una mano mientras los movimientos de cadera de Jungkook mantenía su cuerpo saltando sobre él—. Anda dímelo.
—No hay nada que puedas hacer si no lo digo.
Taehyung se sorprendió por su respuesta. Entre jadeos, pasó sus dedos por la barbilla de su novio mismo que tenía su cabeza echada hacia atrás al mismo tiempo que los sujetaba de las caderas y se impulsaba contra su interior con fiereza.
—Soy tu favorito —declaró volviendo a apretar sus mejillas con más fuerza, empujando ligeramente su cabeza, causándole una pequeña risa ronca y entre gemidos.
—No hay nadie más, miel —replicó—. Eres mi favorito en todo, mi favorito y el único.
—A-asi me gusta —gimoteó apretando sus manos de los hombros de Jungkook al sentir como el calor en el interior del auto incrementaba.
—Córrete conmigo —le susurró Jungkook con voz ronca en cuanto dejó caer su frente sobre sus hombros.
Fue entonces cuando el clímax estalló dentro de él, el caliente en su interior provocó su propia explosión sobre la camiseta de Jungkook. Sus gemidos contenidos en el cuello del hombre que contra su odio y apretaba sus nalgas mientras aún se movía, bajando poco a poco la velocidad hasta que solo se escuchaban sus suspiros llenos de placer y lujuria.
—Ahí tienes más inspiración para tus canciones —susurró sonriente mientras se dejaba caer contra el pecho acelerado de su novio.
—Me encargaré de hacer valer este momento y te escribiré la mejor canción de sexo, amor —declaró Jungkook abrazándolo por la cintura.
—Hay que dormir porque mañana nos mudamos a Londres.
Ambos se vistieron rápidamente y lo primero que hizo Jungkook fue recoger el vaso de helado que aventó a la naturaleza en un momento de calentura y aprovechó para quejarse con Taehyung por no dejarlo comerse su helado favorito.
—Te compraré uno de camino —declaró bajando las ventanilla—. Uno más grande para que dejes de quejarte como un bebé.
—¿Acaso no soy tu bebé? —preguntó mientras peinaba el cabello desacomodado de Taehyung.
—Si lo eres.
El día de la mudanza finalmente llegó y aunque la idea de dejar su país detrás era difícil, la transición fue más sencilla de lo que ambos habían imaginado. La despedida de sus familias y amigos fue lo más complicado, pero el proceso de instalarse en Londres se sintió fluido, casi natural.
Inmediatamente llegaron a la ciudad, Jungkook finalizó algunos detalles, como recoger su permiso de residencia, abrir una cuenta bancaria y registrarse en el sistema de salud.
Taehyung, por su parte, no pudo evitar sentirse nostálgico por su abuela. Los recuerdos se mezclaban con la emoción de este nuevo capítulo en su vida, uno que sabía que necesitaba desde hace tiempo. La alegría de poder dar ese paso junto a Jungkook llenaba su corazón, contrarrestando la inevitable melancolía.
Después de un día de trámites y organización, decidieron relajarse en el apartamento de Taehyung que ahora sería el hogar de ambos, su nuevo hogar.
—¿No quieres alquilar un piso más grande? —preguntó Taehyung mientras se sentaba en la cama junto a Jungkook, quien tenía su mirada puesta en el móvil en sus manos.
—No, estamos bien aquí, ¿te sientes incómodo? —cuestionó Jungkook sin levantar la mirada. Estaba seguro de que le avisaba a su familia que había llegado a salvo.
—No me siento incómodo, pero como estamos acostumbrados a vivir en un piso más amplio, la transición a uno más pequeño puede llegar a ser complicado —señaló Taehyung abrazándolo por la espalda, dejando caer su barbilla sobre sus hombros.
—Yo creo que está perfecto así, no necesitamos mucho espacio por ahora —indicó apoyando su cabeza de la de su novio, quien bostezó para luego dejarse caer de espaldas en la cama.
—Si, por ahora —masculló Taehyung mirándolo desde su lugar con una sonrisa, misma que le fue correspondida con la misma complicidad que esta implicaba.
Acurrucarse en la cama juntos les pareció la mejor de las ideas para recargar las energías de un viaje largo, para cuando Jungkook despertó ya la noche había caído y su estómago gruñó de hambre. Miró a su alrededor buscando a Taehyung y lo encontró en la pequeña sala sacando algunas de sus pertenencias de las cajas.
—Pensé que haríamos eso mañana —masculló Jungkook arrastrando sus piernas por el pequeño escalón, al mismo tiempo que estrujaba sus ojos y trataba de acomodar su cabello desaliñado.
—Me entretengo mientras duermes, ¿quieres salir a cenar o pedimos algo a domicilio? —cuestionó Taehyung en cuanto Jungkook intentó meterse por debajo de sus brazos.
—Mmm, si tengo ganas de salir —respondió con voz ronca.
—Sé de un lugar —señaló Taehyung pasando su mano por la mata de cabellos del pelinegro que descansaba su cabeza en su regazo.
Fueron a cenar juntos a un restaurante un poco demasiado elegante para el atuendo que Jungkook eligió usar esa noche ya que según Taehyung era un lugar más casual que elegante. Al menos agradeció haber elegido una camisa blanca para la ocasión.
Aunque la cena fue amena y bastante tranquila, la necesidad de conectar con algo familiar los llevó a Tazzys. El bar estaba muy lleno y Taehyung no dudó en ponerse tras la barra para ayudar.
Fue una sorpresa para sus empleados verlo allí, ya que ninguno esperaba la noticia de que viviría en la ciudad con el famoso guitarrista que le siguió los pasos al interior del bar. Inevitablemente ambos llamaron la atención de los clientes, especialmente por el bullicio que se hizo al saludar al dueño del lugar y el creador de la bebida más vendida allí.
—Vamos a preparar algunos cócteles, ¿que te sirvo? —cuestionó Taehyung mientras se colocaba el delantal.
—Recuerda que yo conduzco, miel —declaró sentándose frente a él.
—Siempre puedes tocar una canción, mientras yo ayudo aquí —sugirió señalando el escenario donde tocaba un grupo de chicas.
—No, este momento es de ellas, no se los voy a robar.
—Eso es muy lindo de tu parte —puntualizó Taehyung acomodándose las mangas de su camisa rosa—. Aquí agua para mi honey, estaré ocupado un rato, ¿si?
Jungkook pasó gran parte de la noche mirando a Taehyung en su elemento, la sonrisa en su labios mientras atendía a los clientes en la barra y le pasaba bebidas a la camarera que servía a las mesas. Lo veía reír con sus clientes, con quienes entablaba fácil conversación.
A pesar de la música en vivo, pudo escucharlo hablar en inglés, escuchar su risa y la manera en la que de vez en cuando le guiñaba un ojo o le sonreía, sólo le recordó todas las ocasiones en las que su mirada se perdía en ese bartender todas las noches de miércoles viernes y sábados. Como su encantadora aura y personalidad le hacían sonrojar.
De un momento a otro más personas llegaron al bar, fue en ese momento que se percató lo realmente amplio que era. Notó la rapidez en la que se servían los tragos y ya no quiso quedarse sentado allí, como si fuera un cliente más. En ese momento solo era el novio del dueño y lo menos que podía hacer era ayudar.
En un principio Taehyung no quiso que él lo hiciera ya que alguien podría llegar a reconocerlo. Aunque Blue Notes no eran tan conocidos en Londres como lo eran en Corea, no quería decir que no tuvieran un fanbase en la ciudad. Su novio era conocedor de muchos fanáticos que lo asociaron a él por ser británico, además de que su música estaba llegando mucho más lejos que sólo Asia.
Logró convencer al dueño del bar en ayudar a atender las mesas ya que gracias a su experiencia previa en la pastelería de su hermana, podría hacerlo sin problemas. Solo necesitó un delantal y arremangar su camisa blanca.
Por más que Taehyung le advirtió que podría ser reconocido, este realmente no se esperó encontrarse con una fan hasta que, una chica entre sus 20, lo abordó con timidez cuando el bar estaba casi vacío y él descansaba en uno de los taburetes frente a la barra, con su novio detrás limpiando los vasos y charlando sobre lo mucho que Jungkook necesitaba conseguir su licencia de conducir inglesa antes de que pasara un año.
Sus pasos eran cautelosos, como si no quisiera interrumpir, pero la emoción en su rostro era evidente. Cuando llegó hasta donde estaba sentado, Jungkook levantó la vista, un poco sorprendido.
—Disculpa... ¿Jungkook? —cuestionó con voz suave y sus ojos brillando con admiración—. Soy una gran fan de Blue Notes. Quería saber si podrías darme tu autógrafo y... ¿una foto?
Jungkook sonrió con calidez, sorprendido pero halagado por la petición.
—Claro, no hay problema —respondió sonriente—. ¿Tienes algún papel donde pueda firmar?
—Si, si, si —expresó con emoción, extendiéndole un pedacito de papel. Jungkook tomó el bolígrafo que Taehyung le extendió y firmó el pequeño papel.
—Hay muchas personas aquí en Londres que los apoyan. De verdad, estamos esperando que puedan dar un concierto aquí pronto —admitió—. Sería increíble verlos en vivo aquí.
—¿En serio? Eso es increíble. No sabía que teníamos tantos fans aquí —expresó Jungkook dejando el papel en sus manos.
En ese momento, Taehyung, que había estado observando la interacción con una sonrisa, se ofreció a tomar la foto.
—Yo la tomaré —dijo extendiendo su mano hacia la joven, quien le pasó su teléfono.
—Gracias —respondió ella—. Por cierto, me encanta Tazzy. Vengo todos los fines de semana porque siempre hay música en vivo. Es de mis lugares favoritos.
—Gracias por venir, lo aprecio mucho —replicó Taehyung levantando el móvil listo para tomar la fotografía—. Honey quítate ese delantal, pareces un camarero...
Jungkook se quitó el delantal y le sonrió a la chica que miraba a la cámara.
Taehyung le devolvió el teléfono después de tomar la foto, agradeciéndole por su apoyo. La fan se despidió con una sonrisa radiante, claramente emocionada por haber conocido a Jungkook.
Después de que ella se fue, Jungkook y Taehyung compartieron una mirada, ambos sintiéndose inusualmente bien por la interacción. Para Taehyung, fue un momento especial. Por primera vez, disfrutó de un encuentro con una fan de Blue Notes sin sentirse invadido, y ver a Jungkook interactuar con ella de manera tan natural y amable le llenó de orgullo.
Para el guitarrista fue una experiencia nueva también. Era la primera vez que daba un autógrafo y se tomaba una foto con una fan de esa manera y saber que su música había llegado tan lejos y era apreciada en un lugar como Londres le hizo sentir una profunda gratitud.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la paz que siguió a la pequeña e inesperada conexión con alguien que admiraba su trabajo. Londres estaba comenzando a sentirse más como un hogar, y esa noche, en Tazzys, se convirtió en el escenario de un recuerdo que guardarán con cariño.
════🎸 ━━━『🍸 °*• ♫ •*° 🍸』━━━🎸════
En el transcurso de un mes Taehyung y Jungkook se instalaron en el apartamento que ambos compartirían. La vida en la nueva ciudad comenzaba a asentarse en una tranquila rutina. Para ambos, el cambio había sido más suave de lo que esperaban.
Jungkook poco a poco fue aprendiendo a conducir por las caóticas calles londinenses, aunque no salía mucho solo de casa, ni tampoco muy lejos. En algunas ocasiones pasaba por casa del abuelo de Taehyung y le hacía compañía en las tardes, a veces solo tomaba té y escuchaban música, mientras que otras solo hablaban de cualquier tema y disfrutaban de la comida preparada por Charlotte.
Taehyung, por su parte, salía a trabajar todos los días, mientras que su novio pasaba la mayor parte del tiempo en casa, componiendo canciones nuevas y manteniéndose activo en las redes sociales, donde hacía muchos en vivos para mantenerse conectado con sus fans tal y como acordó con la empresa que haría.
Una tarde, Jungkook estaba en el apartamento, en pleno live. Estaba tocando la guitarra, sumergido en la música, cuando escuchó la puerta abrirse y a Taehyung entrar con muchas bolsas en manos, sin darse cuenta de que Jungkook estaba en directo.
—Honey, finalmente encontré lo que me pediste en el supermercado —anunció desde la entrada con su voz llena de satisfacción—. Fue muy difícil, tuve que ir a un supermercado coreano. Sabes que aquí casi no venden esas cosas. Tendrás que pedirle a tu madre que nos mande una caja mensual para que puedas comerlo.
Jungkook levantó la vista rápidamente y le hizo señas, indicando que estaba en la cámara, pero Taehyung no lo notó. Sonriendo con diversión dejó la guitarra a un lado, se levantó y caminó hacia su novio que no dejaba de decirle todas las cosas que pudo conseguir.
Cuidadosamente se acercó para saludarlo con un beso. Le parecía hermosa la manera en la llevaba a casa con nueva comida coreana que él empezaba a extrañar con apenas un mes viviendo en Inglaterra.
—Estoy en un live —le susurró contra sus labios, aún sonriendo—. Pueden escucharte.
Taehyung se congeló un segundo antes de reír suavemente, avergonzado.
—Lo siento —susurró de vuelta.
Jungkook se giró de nuevo hacia la cámara, riendo un poco y disculpándose con sus fans.
—Lo siento por eso, chicos. Parece que llegaron provisiones coreanas a la casa —expresó.
Algunos de los comentarios en la pantalla pedían que presentara a Taehyung, la mayoría quería verlo, que fuera él por cuenta propia que lo hiciera, no a través de rumores o fotografías filtradas de su vida privada.
Jungkook miró a Taehyung, levantando una ceja en pregunta, y este sin pensarlo mucho, se acercó lo suficiente para saludar detrás de la cámara, evitando cuidadosamente mostrar su rostro.
—Hola a todos —fue todo lo que dijo Taehyung, saludando con la mano antes de alejarse rápidamente.
Después de que Jungkook terminó su interacción con sus fans, apagó la cámara y guardó la guitarra, mientras Taehyung acomodaba las cosas que compró en la pequeña cocina.
—¿Y ya te respondieron de la universidad? —cuestionó Taehyung cambiando de tema.
Desde hace poco Jungkook aplicó a la universidad de Westminster para estudiar por un año Producción Musical. Taehyung era consciente de que su novio siempre quiso estudiar música y hacerlo en ese momento de su vida era la mejor decisión.
Sabía que era como un sueño para Jungkook cumplir esa meta de tener en su currículum él haber estudiado música como es debido, aunque no fuera en una carrera de tres años.
—¡Si! —chilló Jungkook emocionado—. Hoy recibí un correo en el que me decían que tenían una nueva plaza disponible para mi.
—¡Eso es maravilloso, honey! —gritó Taehyung mirándolo con una emoción notable en sus ojos brillosos.
Taehyung corrió a abrazarlo y llenarle el rostro de besos.
—Salgamos a una cita esta noche —susurró Taehyung—. Para celebrar este nuevo paso en tu vida, sé que es muy importante para ti.
Jungkook sonrió ampliamente aún sujetándolo de la cintura mientras su novio lo abrazaba por el cuello.
—¿Una cita a donde? —cuestionó curioso por la repentina propuesta.
—Es secreto, pero es al mismo lugar que te dije que no había conseguido una reservación —indicó Taehyung dejando un pequeño beso en la punta de su nariz.
Taehyung pasó todo el día con una mezcla de emoción y nerviosismo en el estómago. Había planeado ese con mucha antelación, pero no podía evitar que las dudas lo asaltaran de vez en cuando. ¿Y si algo no salía como esperaba? ¿Y si a Jungkook no le gustaba?
Mientras se arreglaba frente al espejo, sus pensamientos seguían girando en su cabeza, tanto que apenas notó cuando Jungkook se acercó a él ya listo. Vestía un par de pantalones negros, con botas de piel del mismo color, en la parte de arriba llevaba una camiseta blanca y una chaqueta del mismo color.
Taehyung eligió pantalones de color gris a cuadros, zapatos negros y un suéter verde por encima de una camisa de cuello blanca.
—Miel, ¿estás bien? —preguntó Jungkook, detrás de él—. Estás extrañamente muy callado.
Taehyung sonrió, tratando de calmar los nervios que se reflejaban en los ojos de su pareja. Tomó un peine y se acercó a Jungkook, comenzando a arreglarle el cabello con suavidad, más como una forma de calmarse a sí mismo que de hacer cualquier ajuste real.
—Es solo que... hace mucho tiempo que no tenemos una cita así de especial —admitió finalmente, susurrando esas palabras mientras continuaba peinando su cabello—. Quiero que todo sea perfecto.
Jungkook lo miró a través del espejo, capturando la mirada suave y cariñosa de su novio. Colocó una mano sobre la suya, que aún sostenía el peine y le sonrió.
—Todo estará bien. Ya es especial porque estamos juntos.
Taehyung sonrió, sintiendo que los nervios se desvanecían un poco. Terminó de peinarlo y luego le dio un beso rápido en la mejilla.
—Gracias, honey —susurró—. Yo conduzco, no quiero que sepas a dónde vamos hasta que lleguemos.
Jungkook levantó una ceja, intrigado pero divertido por el misterio y accedió fácilmente a ello. Solo tenía que dejarse sorprender.
Durante todo el trayecto, Jungkook intentó adivinar a dónde se dirigían, lanzando preguntas y conjeturas que Taehyung respondía con sonrisas y negaciones. Finalmente, después de una breve pero tensa espera, Taehyung estacionó el coche y Jungkook miró a su alrededor, reconociendo el lugar al instante.
—¿Abbey Road Studios? —preguntó el azabache, asombrado mientras miraba el icónico edificio frente a ellos—. ¿Qué hacemos aquí? ¿Es aquí?
Taehyung asintió, con una chispa traviesa en los ojos. Es precisamente la reacción que esperaba de Jungkook.
—No está abierto al público, pero conseguí hablar con alguien y digamos que usé un poco tu nombre como influencia —admitió Taehyung.
Jungkook se rió suavemente, sin poder ocultar su sorpresa y emoción. Abbey Road Studios era un lugar legendario, el mismo lugar donde grandes artistas grabaron sus mayores éxitos, entre ellos destacan The Beatles, incluso Amy Winehouse llegó a grabar allí y de solo imaginar que estaría dentro de ese mismo espacio le causaba escalofríos.
Nunca se habría imaginado que Taehyung planearía algo así.
—No puedo creerlo... —murmuró, tomando la mano de Taehyung mientras se adentraban al estudio después de haber sido recibidos por un guía que les daría el tour.
—¿Te gusta? —preguntó Taehyung en un susurró mientras seguían los pasos del hombre frente a ellos.
—Me encanta, esto es... irreal —masculló.
Jungkook sintió una oleada de calidez inundar su pecho mientras apretaba la mano de Taehyung, sus ojos brillaban mientras miraba a su alrededor. Abbey Road Studios, era un lugar emblemático para cualquier amante de la música y no había mejor manera que estar allí junto a la persona que más amaba.
Recorrieron diferentes espacios del estudio, incluyendo la sala de control, donde muchas de las grandes bandas del pasado han grabado sus álbumes más icónicos. El ambiente era íntimo, con la luz suave y el eco sutil de la historia musical envolviéndolos.
Taehyung estaba feliz de ver a Jungkook tan emocionado y haciéndole preguntas al guía que les daba el tour. Fue entonces cuando sus nervios reaparecieron.
Tras terminar el recorrido fueron guiados al legendario Studio 2. La puerta se cerró suavemente detrás de ellos, dejándolos solos en un espacio que parecía cargado de historia.
El salón era amplio, con una atmósfera casi mágica, como si las paredes mismas hubieran absorbido la energía de las innumerables melodías que allí se crearon. Algunos instrumentos de época todavía adornaban el espacio, dándole un toque auténtico que hacía que cada rincón del lugar vibrara con la esencia de la música.
Taehyung caminó lentamente por la habitación, tomando un profundo respiro para calmar los nervios que habían estado creciendo en su pecho. Sabía que este era el momento y ya no había vuelta atrás para lo que tanto había ensayado.
Se detuvo frente a Jungkook, quien lo observó con curiosidad y le sonrió.
—Honey —comenzó Taehyung, mostrando un par de ojos brillando con una intensidad que Jungkook solo había visto en momentos muy especiales.
—¿Sabes que te amo, cierto?
Jungkook solo asintió ante la pregunta y su sonrisa se agrandó
—Te he amado con cuerpo y alma durante estos tres años. —Hizo una pausa tomando la mano de Jungkook entre las suyas—. Tu llegada a mi vida fue como un milagro, uno que nunca vi venir. Llegaste a mi cuando más te necesitaba y desde entonces me has enseñado cosas sobre el amor que no sabía que existían, hemos crecido tanto juntos, tu me ayudaste a sanar una herida del pasado, así como yo se que te ayude a ver las cosas diferentes en el amor. Que estoy muy agradecido de que nuestros caminos se hayan cruzado ese día que entraste a Tazzys.
Jungkook lo miró sorprendido por sus palabras tan dulces y su corazón empezó a latir con fuerza ante las confesiones de Taehyung.
—Yo también estoy muy agradecido de haberte encontrado y de que te hayas quedado a mi lado. A pesar de todo —masculló acariciando sus manos entrelazadas—. Pero... ¿Estamos de aniversario? ¿Me perdí algo? —preguntó con una sonrisa traviesa asomándose en sus labios, aunque claramente estaba conmovido por lo que Taehyung acababa de decir.
Taehyung negó con la cabeza, riendo ante la ocurrencia de Jungkook.
—No, no estamos de aniversario, tonto —respondió dándole un ligero golpe en el brazo en tono de broma.
Taehyung señaló una guitarra que estaba conectada a un amplificador clásico, que esperaba pacientemente en un rincón del estudio.
—Quisiera que tocaras algo para mí. Algo que simbolice todo lo que hemos compartido.
Jungkook, todavía un poco desconcertado pero profundamente tocado por la petición, se dirigió hacia la guitarra. La tomó con cuidado, sintiendo el peso familiar en sus manos. Ajustó el amplificador y, después de pensarlo un momento, comenzó a tocar una melodía suave, una que había compuesto pensando en Taehyung de esas que son tan personales que no podría cantarle a nadie más que no fuera a él.
Inmediatamente las notas resonaron en el espacio, llenándolo con un sonido cálido y envolvente que Taehyung disfrutó en su totalidad.
Mientras Jungkook tocaba, Taehyung permaneció a su lado, cerrando los ojos y dejando que la música lo envolviera como siempre lo hacía cuando era su guitarrista favorito quien tocaba sólo para él.
Cada acorde parecía conectar con su corazón y supo que ese era el momento perfecto.
Cuando la última nota vibró en el aire y se desvaneció lentamente, Taehyung dio un paso adelante y con el corazón a mil por hora, se arrodilló frente a Jungkook mostrando en una pequeña cajita negra de terciopelo un anillo liso de oro, adornado por una fila de diamantes que recorría todo el contorno. En el centro, destacaba un diamante solitario de mayor tamaño.
Jungkook lo miró sorprendido, bajando la guitarra lentamente mientras sus ojos se abrían en reconocimiento de lo que estaba sucediendo, no podía creer que Taehyung realmente lo estaba haciendo, en un lugar tan icónico y en celebración de un sueño cumplido para estudiar música.
—Honey... —dijo Taehyung con voz suave—. Este anillo ha sido un símbolo de amor y compromiso en mi familia por años. Mi abuela me pidió que lo usara para algo especial, no puedo imaginar un momento más significativo que este y contigo. Eres la persona con la que de verdad me gustaría pasar el resto de mi vida y formar contigo esa familia que tanto he deseado tener y que ahora se que tu también quieres tener, así que...
Jungkook se quedó sin palabras, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas al comprender el profundo significado del anillo que brillaba frente a él en las manos del hombre que seguía arrodillado.
—Mi buttercup, quiero amarte por mil millones de infinitos más, hasta que ya no queden más y si no quedan, me encargaré de fabricarlos para amarte durante un millón de miles de infinitos más.
» Muéstrame tu amor, en todas sus facetas. Muéstrame lo que te hace soñar, lo que te duele y lo que te molesta. Muéstrame tus inseguridades y miedos. Muéstrame tu amor, para que yo pueda amarte, y que tú puedas amarme aún cuando parezca que todo se derrumba, aún en las notas imperfectas de nuestra canción. Yo prometo mostrarte la melodía de mi corazón cuando te ama, mostrarte la música de mi amor que a veces no está en las notas, sino en los silencios entre ellas.
—Jungkook, ¿quieres mostrarme la melodía de tu corazón cuando ama y darme el honor de ser llamado tu esposo?, ¿quieres casarte conmigo? —preguntó Taehyung con voz algo temblorosa pero ligeramente llena de emoción.
Por un momento, todo pareció detenerse. Solo existían ellos dos, en el corazón de la música, en un lugar que había sido testigo de tantos momentos históricos. La sala, que alguna vez había vibrado con la energía de grandes músicos, ahora era testigo de su propia historia de amor.
Jungkook, sin poder contener más las lágrimas, asintió con fervor, inclinándose para tomar a Taehyung en sus brazos y besarlo. Tomó su rostro entre sus manos y lo besó con delicadeza para luego abrazarlo fuerte.
—Si, mil veces sí —respondió con su voz quebrándose por la emoción mientras lo abrazaba con fuerza—. No hay nada que desee más que pasar el resto de mi vida contigo y formar una familia contigo. También quiero amarte por un millón de miles de infinitos más.
Taehyung sonrió a través de sus propias lágrimas y con manos temblorosas, deslizó el anillo en el dedo de Jungkook. Los dos se quedaron abrazados, dejando que la realidad de lo que acababa de suceder se asentara en sus corazones, mientras la vibración de la última nota de la guitarra aún resonaba en el aire, como un eco eterno de su amor.
Ya se siente que estamos en los capítulos finales y tengo miedo.
Espero que les haya gustado mucho este capítulo, tanto como me gustó a mi. Este es el final del maratón, espero que lo hayan disfrutado mucho.
Finalmente tuvieron el estreno del auto como es debido (a petición del público), Jungkook y Tawhyung se mudaron a Londres y Blue Notes estará bien mientras cumplan con lo que tienen que hacer.
HABRÁ BODA. Apuesto a que nadie se esperaba que esta pedida de matrimonio sucediera en este capítulo, cuéntenme que les pareció. ¿Les gustó?, ¿que fue lo que más les gustó?, ¿ahora que ellos se van a casar, será que podrán cumplir su sueño de formar una familia o Jungkook se dedicará a seguir siendo un artista? Los leo.
Adelanto del próximo capítulo: Gira, álbum.
Nos seguimos leyendo en el próximo capítulo
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