XV. El horizonte de nuestros sueños
Canción del capitulo:
Bloom de Aqyila
Encontré a una persona que es como mi canción favorita, y la verdad, me gustaría escucharla por el resto de mi vida —Anónimo.
Aquella mañana Jungkook se despertó con la luz suave de la mañana que se filtraba a través de las nuevas cortinas, instaladas por él mismo, precisamente, para poder dormir más ahora que podía permitírselo.
Aún medio adormilado, extendió la mano hacia el lado de la cama donde esperaba encontrar a Taehyung, pero lo único que sintió fue su lado de la cama aún tibio.
Movió las sábanas desarregladas y cubrió más su cuerpo completamente desnudo al sentir la brisa erizar su piel. Se acurrucó aún más, todavía pasando su mano por el lado de la cama de Taehyung, sintiendo un ardor en su espalda baja y algo de dolor en sus piernas.
Una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar los eventos de la noche anterior
Lentamente abrió los ojos y al hacerlo, algo brillante capturó su atención. El anillo en su dedo resplandecía bajo los primeros rayos de sol, casi como si tuviera vida propia. Se veía hermoso en su dedo, los diamantes sutiles y el oro brillante.
En ese momento, mientras miraba el anillo en su dedo, recordó aquel viaje a Jeju en el que se hicieron la pregunta: "Si pudieras guardar un recuerdo para siempre en una caja de cristal y sacarlo como si fuera DVD que podrías ver como una película, de esa manera no lo olvidarías nunca y lo tendrías a la mano siempre que quieras recordarlo, ¿Cuál sería?".
Si tuviera que decir en qué momentos de su vida fue más feliz, definitivamente incluiría su cita en el Abbey Road Studio con Taehyung. Es un recuerdo que definitivamente pondría en esa lista.
Tomó la almohada de Taehyung y con ella cubrió la sonrisa de tonto que no podía borrar de su rostro desde la noche anterior, cuando su ahora prometido, en el corazón de la música, le pidió que pasara el resto de su vida a su lado.
Nunca había considerado la idea de casarse o formar una familia. El concepto de compromiso siempre le pareció lejano, algo que veía en otros pero que nunca pensó que él buscaría. Pero entonces, Taehyung entró en su vida, y con él, muchas cosas que antes no consideraba en sus planes, como por ejemplo, mudarse a un país como Londres.
Cada vez que miraba el anillo en su dedo, sentía que algo nuevo y emocionante se encendía dentro de él. Felicidad, amor, y una pizca de incredulidad. ¿Cómo era posible que el destino le hubiera regalado a alguien como Taehyung? La idea de formar una familia, de compartir su vida con alguien de manera tan completa y profunda, había pasado de ser algo impensable a ser lo único que deseaba.
Con esos pensamientos aún rondando en su mente, recordó cómo terminó su cita después de la pedida de matrimonio.
En cuanto llegaron al apartamento, ambos se miraron con complicidad, conscientes de que la noche para ellos apenas iniciaba.
—Deberíamos celebrar —consideró Jungkook al quitarse los zapatos en la entrada.
Taehyung sonrió, de esa manera que hacía latir el corazón de Jungkook con fuerza y esa mirada que le dedicó mientras se quitaba el suéter verde, quedándose tan sólo con la camisa debajo.
El guitarrista terminó con la distancia entre ellos en el momento que Taehyung se acercó lentamente a él con una sonrisa ladeada. Sintió cómo el calor del cuerpo de Taehyung se fusionaba con el suyo mientras sus labios se encontraban. Fue acorralado contra la encimera de la cocina y sus manos fueron hasta el cabello del hombre que devoraba sus labios con intensidad.
Sus ropas fueron desapareciendo en medio de aquel beso, bajo caricias y pequeñas risas que llenaba el apartamento. Los dedos de Jungkook se detuvieron en la camisa de Taehyung, misma que desabotonó con cuidado.
Las manos de Taehyung exploraban su pecho y sus bíceps. Jungkook lo miró a los ojos y deslizó sus dedos por la suavidad de la piel acaramelada, deslizó sus dedos por todo su pecho y entonces levantó la mirada para encontrarse con la de su pareja, llena de lujuria.
En aquellos ojos almendrados y oscurecidos ya estaba decidió lo que sería de ellos durante los próximos minutos y a Jungkook le gustó la idea que se estableció silenciosa a través de sus miradas y caricias provocativas.
Taehyung lo guió y lo volvió a besar, esta vez siendo mucho más atrevido, bajando sus manos hasta sus nalgas, tomándolo con fuerza de la cintura hasta guiarlo al sillón frente a la cama que compartían todas las noches.
Lo empujó suavemente hasta que Jungkook se sentó en el sillón. Jungkook sabía lo que estaba por ocurrir y su cuerpo respondió de inmediato, su corazón latiendo más rápido mientras la necesidad de tener a su prometido sobre él lo invadió.
—Déjame hacerte sentir bien —le pidió Taehyung en voz baja y ronca mientras se arrodillaba frente a él, sus manos comenzando a recorrer el cuerpo de Jungkook con una familiaridad que nunca dejaba de encender cada fibra de su ser.
Taehyung tomó el control esa noche y él solo se dejó llevar por la corriente de sensaciones. Los dedos del hombre eran firmes y seguros mientras exploraban cada rincón de su cuerpo. Estar recostado sobre el sofá, de piernas abiertas, mientras los dedos experimentados de su novio lo llenaban por completo, siempre era una sensación extrañamente tan placentera que no podía evitar jadear ante el contacto caliente y excitante.
Cuando finalmente lo tomó, el mundo entero se desvaneció para Jungkook, dejando solo el placer intenso que se disparaba a través de él con cada movimiento de caderas.
El sofá crujía suavemente bajo el peso de sus cuerpos entrelazados, pero ninguno de los dos prestó atención. Estaban muy perdidos en el millar de sensaciones que recorría todo su cuerpo, el calor y la cercanía. Cada sonido, cada gemido, cada susurro era una declaración de lo que significaban el uno para el otro.
Cuando finalmente alcanzaron el clímax, fue como si el mundo explotara en una sinfonía de colores y sensaciones, dejando a Jungkook temblando en los brazos de Taehyung, completamente rendido al momento.
No había quejas cuando se trataba de Taehyung apretándole fuerte en sus brazos, aún estando dentro suyo. Sus pechos subían y bajaban mientras aún jadeaban.
—¿Te he dicho que tienes unos gemidos hermosos? —cuestionó Taehyung aún recuperando el aliento, acariciando la mejilla brillosa de Jungkook.
—Si, siempre que estoy yo debajo me lo dices.
—Es que son diferentes y me encantan —declaró Taehyung besando su frente—. Es como si... no pudieras soportarlo y solo estás ahí literalmente chillando.
—¿No te avergüenza hablar de esas cosas así? —cuestionó sintiendo sus mejillas y orejas calientes por el comentario del hombre que seguía sobre él.
—Hun, estoy literalmente dentro de ti ahora, ¿de qué vergüenza me hablas? —cuestionó con algo de diversión.
—¿Hun?
—Es el diminutivo de honey —expresó Taehyung acariciando el brazo tatuado de Jungkook—. Te ves tan hermoso justo ahora, tan desaliñado de una forma tan linda que solo tú podrías estar después del sexo.
—Por Dios —casi chilló Jungkook haciendo que Taehyung se riera por su reacción y la manera en la que evitó su mirada—. Si sigues diciendo esas cosas aún estando dentro de mí, me voy a morir de la vergüenza, amor.
—Tan lindo —susurró Taehyung besando la punta de su nariz.
Esa noche ambos terminaron acurrucados bajo las sábanas de la cama en la que Jungkook se encontraba aquella mañana, con la almohada de Taehyung aún cubriendo su rostro. El aroma que emanaba era exquisito, así que terminó abrazando la almohada.
—Buen día, Hun —la voz de Taehyung hizo que apartara la almohada y su mirada cayó en el cuerpo semidesnudo del hombre que se acercó a él solo con una toalla alrededor de su cintura, con su cabello húmedo aun chorreando.
—Pensaba que no estabas en casa —consideró Jungkook dejando la almohada en su lugar.
—Me estaba duchando. Desde que salí solo te vi oliendo mi almohada y balbuceando cosas.
—Suelo hacer eso cuando estoy demasiado feliz —admitió Jungkook viendo a Taehyung acostarse en la cama boca abajo y dejar un pequeño beso sobre sus labios.
—¿Hablar solo? Lo sé, tengo suficiente tiempo conviviendo contigo como para saberlo —señaló Taehyung besando todo el rostro de Jungkook—. Ahora vamos a desayunar.
Durante los siguientes días, Jungkook empezó a ir a clases de producción musical mientras Taehyung trabajaba en el bar o desde casa para estar al tanto de lo que pasaba en Tazzys Gangnam.
Los días de Jungkook empezaron a ser mucho más productivos desde que comenzó a estudiar. Le entusiasmaba cada cosa nueva que aprendía, aunque a veces se le dificultaba por el idioma, pero encontraba la manera al instante.
Sus compañeros eran en su mayoría músicos y aspirantes a productores, algunos ya trabajaban con algunos artistas y él era el único de ese grupo que estaba en una banda. Solo uno de ellos conocía a Blue Notes, y el simple hecho de que al menos uno supiera de la existencia de su banda ya era mucho para Jungkook.
Los días parecían irse como agua con cada clase que tomaba y se vio bastante ocupado con las asignaciones y también cumpliendo con su contrato de trabajo. Hizo muchos en vivos, a veces después de llegar exhausto de la universidad o mientras cenaba con Taehyung detrás la cámara viéndolo a través de su propio teléfono.
Los últimos meses desde que inició el diplomado en producción musical en la Universidad de Westminster, su vida se llenó de nuevos retos y responsabilidades.
Con el tiempo las clases empezaron intensas, llenas de teoría, práctica y sesiones largas en estudio que parecían consumir cada minuto de su tiempo. Aunque amaba la música y estaba emocionado por lo que estaba aprendiendo, el equilibrio entre sus estudios, su contrato con la disquera, la atención a sus fans y su relación con Taehyung, a veces lo dejaba agotado.
Sin embargo, amaba lo que estaba haciendo. Estaba en Londres, cumpliendo su sueño de estudiar música, viviendo con el amor de su vida y futuro esposo, tenía a sus fans que lo amaban y a sus compañeros de banda. Todo estaba en buen lugar.
Aún en medio de todas las cosas que ahora tenía que hacer, siempre encontraba tiempo para estar con Taehyung, quien era su refugio cuando el estrés se acumulaba.
Ese día, después de una larga jornada de clases en la universidad, Jungkook llegó a casa completamente drenado de energía. Había pasado horas en un estudio, trabajando en su proyecto final, ajustando detalles y puliendo sonidos. Sus profesores estaban impresionados con su progreso, pero sabía que aún había mucho por hacer antes de su graduación.
Al entrar al apartamento, el olor a comida casera lo envolvió y de inmediato sintió una calidez reconfortante. Hacía horas que no comía nada y saber que iba a comer algo delicioso recién hecho, le encantaba.
—Ya estoy en casa —anunció desde la entrada del apartamento.
Taehyung sacó su cabeza desde la cocina con una sonrisa cálida en el rostro. Había estado trabajando desde casa durante el día, coordinando algunos proyectos para luego llevar a sus sobrinos a jugar al parque y de paso hacer que su abuelo saliera de casa.
—Estaba esperándote para cenar —dijo Taehyung, acercándose para darle un beso—. ¿Qué tal fue la universidad hoy?
Jungkook suspiró mientras dejaba su mochila en el sofá y se estiraba, sintiendo cómo sus músculos tensos se relajaban ligeramente y algunos huesos tronaban.
—Largo. Estoy agotado, pero el proyecto final está casi listo. Solo necesito ajustar algunas cosas con Cyrus.
—Te irá bien, pero por ahora es momento de descansar y comer —señaló dejando la cena sobre el pequeño comedor.
Después de cenar, ambos subieron a la terraza, una rutina que solían seguir desde que empezaron a conocerse y ser más cercanos. Sin que se dieran cuenta se convirtió en algo de ellos compartir momentos y tener conversaciones serias en una terraza, desde donde podían apreciar mejor la ciudad de noche y las estrellas del cielo.
Han tenido muchas conversaciones importantes en una terraza, rodeados de la luz de la noche. Como aquella vez que aún estando en proceso de divorcio y Juwon utilizando fotos de él con Jungkook en su contra, él terminó llamando al guitarrista para luego compartir juntos en su terraza. Fue también en donde compartieron sus regalos de navidad en año nuevo y estaba seguro de que también fue el lugar donde Jungkook escribió la mayoría de sus canciones.
Las terrazas eran un lugar pacífico para hablar después de un día agotador o simplemente para disfrutar de la compañía del otro sin tener que decir una palabra.
El aire fresco de la noche los envolvía mientras se acomodaban en las sillas, con un par de cervezas en mano, justo como en aquellos días en que todo era más simple, cuando la vida era más tranquila y las responsabilidades no pesaban tanto sobre los hombros de Jungkook.
—Esto me recuerda a cuando recién nos conocimos —expresó Jungkook mirando las estrellas mientras su pulgar jugaba distraídamente con el anillo en su dedo.
—Sí —respondió Taehyung con una sonrisa nostálgica—. Solo que ahora hemos crecido juntos y se siente más...
—Especial —terminó de decir Jungkook.
Ambos sonrieron al coincidir en sus pensamientos. Jungkook tomó un trago de su cerveza antes de voltear hacia Taehyung mientras sus pensamientos volvían al futuro.
—Estoy emocionado por mi graduación, ya no falta mucho. Y después de eso... Jimin y Hyun-jin también estarán de vuelta del servicio militar en unos meses —expresó—. Creo que será raro estar todos juntos de nuevo, pero me alegra que podamos retomar la banda cuando llegue el momento.
Taehyung lo miró con una sonrisa comprensiva. Entendía a qué se refería Jungkook con aquello, pues tendría que volver al ritmo de antes con la diferencia de que ahora vivía del otro lado del mundo y sería todo un reto para él.
—Va a ser genial volver a verlos a todos, y estoy seguro de que Blue Notes será más fuerte que nunca cuando eso suceda. Además, has crecido mucho como músico. Con las cosas que aprendiste en la universidad, creo que será bastante interesante ahora.
Jungkook asintió con una sonrisa en su rostro y le dio otro sorbo a su cerveza.
—Siempre sabes que decir —susurró inclinándose un poco para besar a Taehyung suavemente.
Ambos se quedaron en la terraza, disfrutando del silencio compartido y de las luces de la ciudad a lo lejos.
El gran día finalmente llegó. Aquel año estudiando en la Universidad de Westminster pasó mucho más rápido de lo que realmente esperaba. Le sacó provecho a ser el líder de una banda de rock coreano y produjo una canción desde cero con Cyrus, haciendo todos los arreglos y producciones que por lo general son hechas por el productor de su disquera, pero cuando tuvo que demostrar su conocimiento frente a sus maestros de producción musical, su papel dejó de ser únicamente el artista y compositor, sino también el productor.
La ayuda de Cyrus en su proyecto final fue necesaria para poder tener el resultado que obtuvo en cuanto lo entregó. Las horas que le dedicó aún cuando estaba exhausto, las noches sentando en el sofá de la sala mientras Taehyung dormía, pensando en qué instrumentos usar y que acordes irían mejor en cada parte de la canción, valieron la pena después de saber que tuvo la mejor calificación.
Ahora se encontraba frente al espejo, con Taehyung dándole la espalda a este mientras terminaba de acomodarle la corbata negra alrededor de su camisa blanca, su atuendo de esa noche era un traje cruzado negro con hombreras sutiles.
Jungkook acomodó su cabello que recién había cortado tan solo un poco para poder estar más presentable y darle mejor forma a su flequillo que caía sobre sus pómulos.
—¿Estás nervioso?
—Si, un poco —admitió Jungkook observando lo concentrado que estaba su prometido—. Tengo que dar un discurso en inglés frente a un montón de británicos y algún que otro Pakistaní. Tengo miedo de decir algo mal.
—Tu inglés es perfecto, honey. —La mano de Taehyung se alzó para acomodar el cabello de Jungkook—. Además, darás un discurso porque te graduarás con honores, ¿no es eso maravilloso?
—Si que lo es.
La sala se llenó de aplausos cuando el nombre de Jungkook fue anunciado. Se graduaba con honores de su diplomado en producción musical, un logro que pocos habían anticipado cuando comenzó su camino en la música. Pero ahí estaba, de pie frente a sus compañeros, profesores y familiares, con una medalla al cuello y el reconocimiento de su arduo esfuerzo. La sensación de orgullo que recorría su cuerpo era indescriptible.
Mientras iniciaba su discurso, entre la multitud vio a Taehyung, que lo observaba con una sonrisa llena de orgullo. Saber que él estaba allí, grabándolo y apoyándolo como siempre, le daba una más confianza.
—Hace unos años, si alguien me hubiera dicho que estaría aquí, graduándome de producción musical, no lo habría creído. Hubo momentos en los que me cuestioné si había tomado las decisiones correctas. Mi familia también tuvo sus dudas. Pero lo que aprendí es que perseguir lo que amas requiere coraje. Y ese coraje me ha llevado a estar aquí hoy, frente a ustedes, con un sueño hecho realidad.
Una oleada de aplausos lo interrumpió por un momento. Tomó aire nuevamente, asintiendo con una sonrisa mientras continuaba.
—La música me enseñó que cada nota, cada acorde y cada pausa tiene un propósito y que lo mismo pasa con la vida. Todos los momentos difíciles, todas las dudas, nos moldean para lo que estamos destinados a ser. Y hoy podemos ver que todo ese esfuerzo ha valido la pena.
El público estalló en aplausos una vez más con el cierre de su discurso y una gran sonrisa llena de orgullo iluminó su rostro.
Taehyung, con su teléfono en mano grababa todo para mostrárselo a la familia de Jungkook.
Al terminar la ceremonia mientras los compañeros de clase se felicitaban entre ellos, Jungkook fue directo hacia Taehyung que aún sostenía su móvil y lo abrazó fuerte al recibir sus felicitaciones, pero antes de poder decir algo, una voz conocida lo interrumpió.
—¡Jungkook!
Jungkook giró la cabeza rápidamente y se quedó boquiabierto al ver a su amigo Cyrus de pie cerca de ellos, y acercándose con una gran sonrisa en el rostro. Sin pensarlo dos veces, Jungkook corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.
Aunque siempre estuvieron en contacto a pesar de estar en ciudades diferentes, la realidad es que no se veían desde aquella ocasión antes de que él se mudara a Londres. Así que verlo en un día tan importante como ese le llenó aún más de felicidad.
—¡Cyrus! ¿Qué haces aquí? —exclamó con emoción.
—No podía perderme este gran momento de mi líder —contestó sonriente—. No podía dejar que uno de mis mejores amigos se graduara sin estar aquí para verlo.
Antes de que Jungkook pudiera decir algo más, una voz cálida y llena de amor lo llamó desde el teléfono de Taehyung. Cuando miró hacia la pantalla, se encontró con el rostro sonriente de sus padres, acompañados de su hermana y la pequeña Minha a través de una videollamada.
—¡Hijo, felicidades! —expresó su madre con emoción—. Estamos tan orgullosos de ti.
La visión de su familia en la pantalla lo sorprendió, y una oleada de emociones lo invadió. Ver a sus padres ahí, apoyándolo y sonriendo con genuino orgullo, significaba más de lo que podía expresar en palabras. Pasaron por momentos difíciles en el pasado especialmente cuando decidió que la música sería su vida y no solo un pasatiempo como ellos pensaban.
Pero ahora, mientras veía a su madre y a su padre sonriendo con orgullo, toda esa tensión y esos malos ratos se quedaron en el pasado.
—Gracias, de verdad —agradeció Jungkook tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir—. Me alegra que estén aquí, aunque sea por video.
—Siempre hemos creído en ti, hijo —afirmó su padre con una sonrisa cálida—. Estamos más que orgullosos de lo que has logrado.
Durante ese momento Jungkook habló por un rato más con su familia, sintiéndose tímido en cuanto su hermana mencionó la pedida de matrimonio y tuvo que mostrarle por enésima vez el anillo que llevaba en su mano.
Han estado todo ese tiempo comprometidos, pero sin el tiempo de pensar en cómo sería la boda, dónde, qué día. En numerosas ocasiones hablaron de ello pero nunca llegaron a una conclusión y tampoco tenían mucha prisa para ello.
Cuando llegó la hora de despedirse, Minha, que había estado entretenida con un juguete, no mostró mucho interés en la videollamada, pero antes de terminar, Jungkook intentó captar su atención.
—Minha, dile adiós al tío Jungkook —le pidió agitándole la mano a través de la cámara con una gran sonrisa.
La niña seguía completamente concentrada en lo que tenía en sus manos, ignorando por completo el intento de su tío por obtener su atención. Jungkook puso una cara de fingido disgusto y volvió a intentarlo.
—¡Oye! ¿Por qué solo te despides de tío Tae y no de mí? —bromeó cruzándose de brazos con una expresión teatral de celos.
Taehyung, que estuvo observando la escena con una sonrisa divertida, no pudo evitar intervenir.
—Anda, deja de estar celoso de tu sobrina —le dijo entre risas, mientras agitaba la mano hacia la cámara—. ¡Adiós, Minha!
Jungkook solo pudo reírse mientras Taehyung colgaba la llamada.
La sensación de alegría y satisfacción no abandonaron su cuerpo. Entre las felicitaciones de su familia, el inesperado apoyo de Cyrus y el amor incondicional de Taehyung, se sentía más afortunado que nunca. En ese momento, su vida se sentía completa.
Cyrus y Taehyung hicieron que Jungkook posara en la explanada donde la mayoría se tomaban fotos con sus familias y su prometido se aseguró de que él no fuera la excepción. Le toma fotografías solo, con su medalla, con Cyrus, con su toga y birrete, selfie, de cuerpo completo.
Taehyung llenó su galería de fotos de la graduación de Jungkook y no estaba para nada arrepentido de ello.
Mientras iban en el taxi que los llevaría a la fiesta de celebración organizada por los compañeros de clases de su prometido, dejó que Cyrus y Jungkook se pasaran todo el camino hablando, mientras él decidía cuál de todas las fotografías subiría a su redes sociales que volvió a tener pública. Después de todo, la gente siempre iba a comentar, así que solo limitó sus comentarios y se tomó la libertad de subir las cosas que quisiera, incluyera o no a su guitarrista favorito.
Al final se decidió por una fotografía de su sesión de fotos de graduación en la que posaba con una sonrisa sin mostrar sus dientes, lo que destacaba su pequeño hoyuelo en la mejilla, mientras hacía un corazón con sus manos. La otra foto era de ellos dos mirando a otro lado, aunque fue tomada por Cyrus cuando ellos estaban distraídos, la sonrisita de Jungkook, su mano sobre el hombro del pelinegro y la cercanía de sus cuerpos, hacia la fotografía perfecta.
Al llegar al salón, se dio cuenta de que era una fiesta privada entre ellos. Las mujeres en el lugar podían contarse con una mano, pero allí estaban. La música retumbaba en el salón decorado con banderines de graduación en un lugar exclusivamente para tomarse fotos, donde por supuesto llenó más su galería de imágenes de Jungkook en su gran día.
Cyrus se integra bastante rápido con el pequeño grupo que era más cercano a Jungkook, para Taehyung no fue distinto, pues bailó con ellos durante toda la noche, bebieron y se encargó de documentar todo con su cámara, publicó algunos vídeos de él y Jungkook disfrutando de la música, de Cyrus obligando a Jungkook a bailar.
El solo se sentía libre de compartir la felicidad y orgullo de su prometido con el mundo y no le importaba mucho lo que el resto pensara o dijera de ellos. Estaba seguro de que, de todos modos, la información se filtraría y la prensa coreana hablaría de ello.
Taehyung la estaba pasando tan bien como la estaba pasando Jungkook, pero llegó a un punto, después de muchos tragos y mucho baile sin parar, que necesitó sentarse un momento para recobrar energía.
Jungkook dejó su bebida a un lado al ver a Taehyung apartarse del grupo y fue detrás de él, no quería que se sintiera solo.
—¿Quieres ir a casa? —preguntó Jungkook sentándose a su lado, viendo cómo Cyrus bailaba con sus nuevos conocidos.
—No, sólo necesito parar un poco. No tengo la misma energía que ustedes —declaró cruzando sus piernas.
—Hablas como si tuvieras cincuenta, sólo me llevas tres años. Tienes 33, miel —consideró Jungkook algo de diversión.
—Casi 34 —corrigió Taehyung alzando su dedo índice.
—No importa. No estás viejo —volvió a refutar tiernamente.
Antes de que Taehyung pudiera decir algo. El grupo de compañeros de su prometido se acercaron a ellos, llenos de energía y hasta dirían que medio ebrios por las risas. De esa manera, algo torpe y entre risas, le pidieron a Jungkook que tocaran algo de música juntos.
—Ve con ellos, yo estaré bien aquí —señaló Taehyung haciéndole señas a Jungkook para que fuera con sus amigos.
—Voy enseguida —les respondió el pelinegro en inglés al grupo de amigos que esperaba una respuesta de él, quienes se apartaron para preparar los instrumentos que usarían.
—¿Está todo bien no? —cuestionó Jungkook sujetando la mano de Taehyung.
—Claro que sí, no te preocupes. No tengo nada, sólo me cansé de bailar, es todo —admitió dedicándole una sonrisa tan encantadora como las que recordaba que les daba en Tazzys cuando él tocaba con Blue Notes.
—Bueno, júramelo con un beso —le pidió Jungkook.
—¿Aquí?
—Si, ¿que tiene? ¿Quien no sabe que somos novios? —preguntó el guitarrista mirando a su alrededor.
—Prometidos, casi esposos —le corrigió y Jungkook solo sonrió.
—Muy bien futuro esposo, no me voy hasta que me beses. Aquí y ahora.
—Bien —declaró Taehyung antes de dejar un dulce beso sobre sus labios.
—Le dedico esta canción a ese lindo trasero tuyo.
Taehyung se queda en su lugar terminando de tomar su bebida mientras veía como tocaban la última canción de Blue Notes todos juntos. Disfrutó de los últimos sorbos de su trago mientras apreciaba cómo Jungkook y sus compañeros de la universidad se divertían mientras tocaban música.
Su atención terminó en el hombre que siempre ha llamado su atención de todas las personas en el salón y sonrió al verlo tocar el saxofón con pasión, moviendo su cuerpo al compás de la melodía que estaban creando todos juntos y en ese momento, se dio cuenta de lo feliz y genial que se veía Jungkook en su zona de confort.
Le quedaba bien estar rodeado de personas que aman la música tanto como él, que les apasiona crear melodías y jugar con el ritmo. Mientras que él se sentaba a disfrutar del arte que creaban en un momento que ellos consideran "solo por diversión", ajenos totalmente a que estaban creando arte.
Taehyung terminó siendo arrastrado al medio de la diversión donde Cyrus lo animó a permanecer frente a Jungkook, quien le guiñó un ojo, dejando de lado el saxofón y empezar a tocar la guitarra.
Y así se pasaron el resto de la noche, riendo, bebiendo y bailando. Después de sentir como su cuerpo empezaba a sentirse caliente por la cantidad de alcohol, Jungkook y Taehyung acompañaron a Cyrus hasta su hotel, para luego ir a casa.
El alcohol en su sistema habló por ellos en ese momento que no dejó de ser de celebración en el momento que sus prendas abandonaron sus cuerpos y quedaron completamente desnudos, tocándose uno al otro con la torpeza característica de la borrachera.
—No vayas a vomitar como el día de la boda de tu hermana —comentó Taehyung dejándose caer sobre el sofá de la sala, con su prometido metido entre sus piernas.
—No estoy así de ebrio —demandó—. Lo único que haré será darte un maravilloso orgasmo.
Sus cuerpos terminaron envueltos bajo las sábanas, completamente exhaustos y para nada ebrios.
Al siguiente día no permanecieron mucho tiempo en la cama, pues tenían visita en el país que debían atender. Se supone que darían un paseo con Cyrus en la mañana y luego almorzarían juntos en el apartamento. A pesar de que los tres tuvieron una noche bastante movida y llena de alcohol, tuvieron la energía suficiente como para desayunar fuera y dar un paseo rápido por Westminster.
—Nuestras fans no dejaron de hablar de todas las cosas que Taehyung publicó ayer —comentó Cyrus mientras ayudaba a Jungkook a dejar los platos en el fregadero.
—¿Algo de lo que debamos preocuparnos? —cuestionó Taehyung mientras desbloqueaba su móvil para confirmar por su cuenta.
—No lo creo, ha pasado mucho tiempo desde que confirmaron su relación, no creo que haya ningún problema con que publiques lo que te dé la gana en tu perfil, aunque...
—No le digas ese aunque, porque conociéndolo buscará hasta debajo de la piedra cualquier comentario y luego estará semanas silencioso, y no soporto a Taehyung silencioso, me pone nervioso —declaró Jungkook posicionándose detrás del hombre que seguía sentado en la silla del comedor, deslizando su dedo en la pantalla de su móvil.
—Mientes, no me importa lo que digan de nosotros.
—Si te importa, pero te convences a ti mismo de que no —declaró Jungkook viendo cómo Cyrus sacaba su trípode de su bolso y acomodaba su móvil sentado en el sofá de la sala de estar.
—¿Qué harán ahora? —preguntó Taehyung finalmente notando que estaban preparándose para algo.
—Haremos un live, Cyrus habló con Gem anoche y quieren vernos juntos —le explicó Jungkook al colocarse junto a su amigo.
—Los veré por aquí —declaró Taehyung entrando al perfil de Blue Notes hasta ver la notificación que llegó inmediatamente ellos iniciaron.
Taehyung contuvo su risa al escuchar las respuestas de Cyrus, no sabía que él tenía tanta confianza con sus fans hasta ese momento. Solo podía ver como Jungkook lo miraba confundido de vez en cuando. Miró la pantalla de su móvil y vio como muchos mencionan su nombre.
Aunque él ha estado presente en muchos de los en vivos de Jungkook, solo ha sido capaz de saludar en uno de ellos, así que se sentía algo extraño al ver como algunos le preguntaban a Jungkook por él, mientras que su prometido solo respondía lo necesario.
Supuso que preguntaban tanto por él a causa de todas las fotos y videos en su perfil de la noche anterior.
Jungkook tenia su mano izquierda sobre sus labios mientras intentaba leer los comentarios cuando Cyrus les hablaba sobre las ganas que tenia de volver a dar conciertos todos juntos. El pelinegro sonrió al escucharlo y al ver los comentarios de emoción de sus fans, hasta que empezó a leer como estos fueron cambiando y todo lo que pudo leer por la velocidad en que subían era: "Anillo", "Anillo en su dedo", "Anillo, anillo de oro".
Entonces Jungkook y el mismo Taehyung se dieron cuenta de que su anillo era completamente visible ante la cámara, tanto que se pueden apreciar las pequeñas piedras. Cyrus le dedicó una mirada cómplice al notar como todos parecían enloquecer en la sección de comentarios.
Al ver que no dejan de preguntar sobre ello, Jungkook bajó su mano aunque ya no servía de mucho ocultarlo y como tampoco quería ocultar el hecho de que se va a casar, admitió con timidez que sí, que es un anillo de compromiso.
—¡Wow, espera, espera! —gritó Cyrus tomando a Jungkook de los hombros antes de susurrarle—. ¿Estás seguro de anunciar esto así? Le estas diciendo a tus fans que te vas a casar, no es cualquier cosa.
—No creo que se lo tomen mal, ya saben que estoy en una relación con él y que tenemos bastante tiempo juntos, ¿Qué más da que sepan de mí mismo que voy a casarme? —masculló Jungkook y su amigo solo le sonrió y lo dejó expresarse frente a la cámara.
Jungkook se rió al leer como todos enloquecían y lo felicitaban, lo que le demostró a Cyrus que no era la gran cosa, después de todo él tenía la misma confianza con sus fans. Algunos hicieron bromas respecto a él casándose y eso solo hizo que se sintiera más relajado.
Taehyung notó que volvieron a preguntar por él y Cyrus lo miró buscando algún tipo de aprobación, lo que por supuesto lo ponía nervioso porque sabía que solo era cuestión de segundos para que su prometido le preguntara.
Por un momento dudó un poco que Jungkook le cuestionara algo directamente, pero desechó esos pensamientos en el instante que el guitarrista alzó su mirada hacia él que seguía sentado en la silla del comedor.
—Miel, ellos quieren verte, ¿tu quieres? —le preguntó Jungkook, esta vez hablándole en inglés.
Taehyung siquiera sabía porque no le habló en coreano como lo ha estado haciendo durante la mayor parte del live, así que le respondió en el mismo idioma.
—Mmm..., está bien, no tengo problema, pero... ¿qué debería decir? —preguntó Taehyung al ponerse de pie, dejando su móvil sobre la mesa, escondiendo sus manos en los bolsillos de pantalón de chándal verde.
—¿Por qué de repente están hablando en inglés? —preguntó Cyrus.
—Costumbre —respondieron ambos al unísono.
Jungkook le sonrió antes de volver su mirada a la cámara.
—Ellos dicen que solo puedes saludar, como la otra vez —expresó Jungkook.
Taehyung tomó valor y se sentó junto a Jungkook, finalmente apareciendo frente a la cámara con una sonrisa encantadora que mantuvo a Jungkook mirándolo sin nada de disimulo. El castaño saludó y leyó algunos de los comentarios.
"Eres muy lindo".
"Felicidades por tu compromiso con nuestro guitarrista, cuida mucho de él".
"Se ven tan bien juntos que no puedo estar celosa. Que difícil es ser Gem en estos días".
—Ellos quieren saber quien hizo la pregunta —señaló Cyrus.
Taehyung asintió mirando a Jungkook a los ojos, quien le dijo que si con la cabeza.
—Yo hice la pregunta y él aceptó.
—Si, fue muy lindo, preparó todo sin que yo lo supiera en un lugar muy especial que me reservaré para nosotros —explicó Jungkook.
—Hyung, cuéntanos si Jungkook lloró —comentó Cyrus mirándolos con emoción a pesar de que ya se sabía la historia de cómo fue la propuesta.
Jungkook empujó levemente el hombro de su amigo, mientras Taehyung se rió con la mirada puesta en un Jungkook con las mejillas sonrojadas.
—Si lo hizo, pero es todo lo que diré porque quiero mantener mi lugar como su persona favorita.
—Oh, un hombre que sabe cómo mantener a su futuro esposo consentido —declaró Cyrus removiendo el cabello de Jungkook.
—Bueno ya, y ustedes dejen de comentar lo atractivo que es Taehyung, ¿creen que no sé lo hermoso que es? —declaró Jungkook casi haciendo puchero con sus labios.
La risa estruendosa de Cyrus hizo que ambos voltearan su mirada hacia el rubio.
—Deja de ser un celoso.
Los tres rieron y Taehyung terminó de despidiéndose de los fans para volver al lugar en el estaba y disfrutar de sus ocurrencias frente a la cámara desde donde estaba, esta vez sintiéndose libre de reír en voz alta.
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Después de un año viviendo en Londres, volver a Corea les emocionaba, especialmente a Jungkook que deseaba volver a ver a su familia, abrazarlos y estar con sus amigos otra vez.
Al llegar a Corea, fueron directo a su apartamento en Seúl, para dejar las maletas y descansar un poco después de un largo viaje. En sus planes estaba descansar primero y al siguiente día se encontrarían todos en la casa que ahora compartían Namjoon y Jimin.
Una vez instalados, Jungkook se dejó caer en el sofá con los brazos abiertos, sintiendo su cuerpo pesado por el cansancio. Taehyung lo miró mientras se quitaba la chaqueta y se sentaba a su lado en la misma posición.
El azabache tomó su teléfono para distraerse un rato al ver que su prometido ya tenía planes de empezar a desempacar. Es algo que él siempre hacía cuando llegan de viaje: acomodar las maletas en algún lugar que no estorbara y luego desempacar, mientras que él se tomaba su tiempo para relajarse primero.
Sin buscarlo, Jungkook encontró un artículo que capturó su atención al instante: "Jeon Jungkook, líder y guitarrista de Blue Notes, confirma que se va a casar con su actual pareja, Kim Taehyung."
No pudo evitar sonreír al leer ese título.
—Mira esto, miel —expresó al ponerse de pie, mostrándole el artículo a Taehyung, donde aparecían fotos de su reciente transmisión en vivo, en las que Jungkook, sin darse cuenta, había mostrado su mano con el anillo de compromiso.
—Supuse que algo así pasaría —indicó sin ocultar la sonrisa de su rostro.
—Sí, solo que aún me cuesta creer que sea real, —respondió Jungkook, mirando nuevamente la pantalla—. Todos lo saben ahora.
—Eso es algo bueno, ¿no? —cuestionó Taehyung dejándose llevar por Jungkook que lo arrastraba hacia la recámara.
—Si lo es —susurró Jungkook dejándose caer sobre la cama con Taehyung acostándose sobre su pecho mientras ambos dejaban que el cansancio del viaje los venciera.
Su primera mañana en el país estuvo llena de reencuentros para ellos. Primero fueron a la casa de la familia de Jungkook. En casa de sus padres siempre los recibían con calidez y en cuanto cruzaron la puerta, fueron recibidos por su hermana Eun-joo y su esposo Seokjin. Minha, corrió emocionada hacia ellos especialmente hacia Taehyung, quien la levantó en brazos y comenzó a jugar con ella.
Los padres de Jungkook se acercaron para darles la bienvenida a casa con un abrazo mientras observaban la escena con la niña que le hablaba con emoción a Taehyung.
—Siempre supe que te llevarías bien con Minha. Parece que te adora más que a su propio tío, —bromeó Eun-joo, dándole una palmada en el hombro a su hermano menor.
—No me lo recuerdes, por favor—rió Jungkook—. Pero cuando sepa de quien es sobrina, creo que cambiará de parecer.
—Eso fue muy egocéntrico de tu parte —consideró Taehyung.
—Vamos al comedor, tu madre preparó mucha comida porque dice que debes extrañar la comida coreana —indicó su padre mirándolos sonriente.
Luego de pasar un buen rato con su familia en el que, se pusieron al día con las cosas que han estado haciendo y enterarse de que Eun-joo estaba abriendo otra sucursal de su pastelería, llegó el momento de irse.
El tiempo en casa de los padres de Jungkook pasó tan rápido que apenas se dieron cuenta de que tenían algunos minutos pasados de la hora que fue pautada para reunirse en casa de Jimin y Namjoon.
Para su suerte la pareja no vivía muy lejos de la casa de los padres de Jungkook, pero en cuanto vio dos autos estacionados en el parqueo de visitas supuso que se trataba de Cyrus y Hyun-jin. El pelinegro estacionó el Cadillac de Taehyung con cuidado y en cuanto subieron al tercer piso se encontraron con un ambiente festivo.
Jimin y Hyun-jin ya habían terminado su servicio militar hacía dos semanas, así que aquel reencuentro fue largamente esperado.
Fueron recibidos por Namjoon con un abrazo de bienvenida y una sonrisa radiante en su rostro. Jungkook se dio cuenta del tiempo que pasó sin verlo en ese momento que estuvo hombro con hombro con su manager y de alguna manera cuñado también. Parecía estar más alto y robusto desde la última vez que se vieron y su cabello definitivamente estaba más oscuro y largo.
Las risas y voces familiares llenaban el apartamento y en cuanto entraron a la sala de estar, Jimin fue el primero en saltar del sillón y correr hacia ellos, abrazando a Jungkook con fuerza, quien le correspondió con la misma energía.
—¡Te extrañé! —chilló Jimin antes de separarse.
—Yo también, vivir sin mi mejor amigo tocando a mi puerta y llevándome a comer para ser mi psicólogo, es un lugar que se ha quedado vacío —señaló pasando su mano por el cabello corto.
—A veces olvido lo empalagoso que puedes llegar a ser, cariño —expresó enfatizando ese apodo que solo hizo reír a Jungkook porque sabía que lo hacía para molestarlo y a sus parejas solo presenciaban la escena uno al lado del otro.
—Me conoces mejor que cualquiera, ¿para que te pones así? Todo sentimental si no podrás soportar mi cariño empalagoso —consideró Jungkook alzando sus hombros.
—¡Ay, ya cállate! —le gritó apartándose de su lugar.
—Esto ya hacía falta —comentó Namjoon mientras Jimin se acercaba para saludar a Taehyung con un abrazo apretado que sorprendió un poco al castaño.
Puede que ellos no fueran de demostrarse ese tipo de afecto, pero lo dejó pasar considerando que el momento lo ameritaba.
Los ojos de Jungkook se iluminaron al ver lo alto y fuerte que estaba Hyun-jin, ya no parecía el más pequeño de la banda, aunque sus facciones no dejaban de ser delicadas. Recibió a su compañero en un fuerte abrazo, no podía dejar de ver el gran cambio que había tenido su cuerpo.
—¿Cómo estás?, ¿te sientes bien? —le preguntó Jungkook apretando sus hombros mientras le sonreía con orgullo.
—Estoy feliz de volver a casa y de estar todos juntos otra vez —confesó Hyun-jin igual de sonriente.
—Yo igual estoy feliz de estar aquí —expresó Jungkoon abrazándolo nuevamente por los hombros, posicionando su mirada en Taehyung que ya estaba hablando animadamente con Jimin y Namjoon.
—Amigo mío, cuánto tiempo sin vernos —expresó Cyrus acercándose a ellos con dos bebidas en manos—. Toma un poco de jugo que me acabo de servir de la nevera sin que Jimin se diera cuenta, porque ya sabes cómo se pone cuando hago lo que me da la gana.
—Si le dejaste el jugo fuera de la nevera, te va a matar —declaró Jungkook tomando el vaso de las manos de su amigo.
Los tres miraron hacia la cocina para confirmar que todo estuviera en su lugar y allí estaba el frasco de jugo de ciruela sobre la encimera, lo que hizo que Cyrus corriera discretamente hacia la cocina y lo guardara rápidamente en su lugar antes de volver con sus amigos.
—Acabo de evitar que se arme una guerra en este apartamento tan lindo —declaró entre risas.
—Los extrañé mucho —dijo de repente Hyun-jin en medio de la risa—. Extrañaba mucho esto.
Jungkook a su lado le sonrió y lo tomó por la cabeza para abrazarlo, abriendo sus brazos hacia Cyrus para compartir con el abrazo.
—Todos lo extrañamos —susurró Jungkook sintiendo un par de brazos rodearlos.
—Y todavía tienen el atrevimiento de hacer un abrazo grupal sin invitarme —expresó Jimin haciendo reír a los demás.
Taehyung sacó su móvil y no pudo evitar tomar una fotografía del momento que compartían los cuatro. La compartió con Namjoon y con Jungkook para que hiciera con la imagen lo que quisieran, pero de inmediato vio cómo el manager de la banda la subió a su red social usando las palabras: "Family💎" debajo de la foto.
Todos se volvieron a sentar en los sillones de la sala de estar, donde no pudieron faltar las conversaciones de música, de las cosas que querían hacer, de las cosas más importantes que han hecho durante todo el tiempo que estuvieron sin verse. Taehyung habló poco durante ese tiempo, sólo presenció la felicidad del hombre a su lado mientras hablaba con sus mejores amigos y de vez en cuando bromeó con algún dato de la convivencia diaria que sus compañeros de banda desconocían.
La reunión fue mucho más tranquila de lo que Namjoon anticipó que sería. Después de casi dos años separados, las bromas y charlas fluyeron como si nunca hubieran estado lejos.
Taehyung y Namjoon los dejaron pasar tiempo juntos y prepararon un almuerzo abundante y todos comieron hasta sentirse llenos. Las risas y las anécdotas eran constantes y pronto decidieron sacar las cartas para jugar.
Jimin y Jungkook, como en los viejos tiempos, formaron equipo. Volvieron a ser los mejores amigos de siempre, riendo y haciendo bromas.
—Siempre hacen trampa, lo sabemos —bromeó Cyrus mientras repartía las cartas y sacudía la cabeza.
—¡Es pura habilidad! —gritó Jimin, haciendo que Jungkook soltara una carcajada.
—Nuestro líder comprometido sigue siendo un tramposo, entonces —bromeó Hyun-jin, mirando a Jungkook con una sonrisa.
—¡Espera! —intervino Cyrus, cambiando de tema con una mirada traviesa—. Nuestro líder va a casarse. Nunca pensé que vería el día.
—Ni yo —rió Jungkook, bajando la mirada tímidamente, mientras jugueteaba con su anillo—. Admito que jamás pensé que el lindo bartender se fijaría en mi, pero estoy feliz de cómo se dieron las cosas.
—¿Cómo fue la propuesta? —preguntó Hyun-jin, con curiosidad, mientras los demás asentían, queriendo saber más detalles.
Taehyung, notando la timidez en Jungkook, sonrió con ternura antes de comenzar a relatar la historia de cómo organizó todo para pedirle matrimonio a Jungkook, dejó de lado el hecho de que el anillo fue un regalo de su abuela ya que lo último que quería era ponerse a llorar.
Jungkook, aún más sonrojado, trataba de concentrarse en las cartas en sus manos, pero sus oídos estaban atentos a cada palabra de Taehyung.
Las risas y las bromas no tardaron en llegar después del relato de Taehyung, mientras todos se giraban para felicitar de nuevo a Jungkook. Él, aunque ruborizado y tímido como siempre, no podía evitar sonreír con orgullo. Si que estaba orgulloso de ser el hombre que haría feliz a Taehyung y viceversa.
—Felicidades por su compromiso, estamos felices por ustedes, se lo merecen —expresó Namjoon al sentarse junto a Jimin a pesar de que lo estaba jugando.
El ambiente en la casa era acogedor y lleno de alegría.
La tarde continuó con más conversaciones sobre música, viajes y su futuro como banda. Aunque pasó mucho tiempo desde la última vez que todos estuvieron juntos, esa reunión demostró que su lazo seguía intacto, tan fuerte como siempre.
La música, las vivencias y las conexiones personales los mantenían unidos, a pesar del tiempo y la distancia, siempre volverían a encontrarse como familia.
¡Hola, hola solícitos!
Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta noche, cada vez estamos más cerca del final y no lo puedo creer.
Tuvimos a Jungkook fascinado con su anillo y recordado el cuchiplancheo😏. Nuestro guitarrista se graduó con honores de producción musical, pudo cumplir otro de sus sueños.
Jungkook y Taehyung contándole a las fans que se van a casar. El reencuentro de Blue Notes, siempre que escribo algo sobre ellos conviviendo es muy divertido por lo ocurrentes que pueden llegar a ser, a veces siento que los personajes tienen vida propia.
Ahora que están todos juntos, ¿creen que saquen álbum de inmediato o esperarán?
Cuénteme que les pareció el capítulo. Los leo💜.
En vista de que tendrán el siguiente capítulo hoy mismo, no les daré adelanto.
-VKOOKYOONMINNAMJIN- Feliz cumple super atrasado, espero que hayas pasado un hermoso día y que tu regalo hasta ahora te este gustado🥳🎂.
Nos leemos dentro de algunas horas.
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