XI. Justo a través de mi
Tenemos que vivir. No importa cuántos cielos hayan caído —D. h Lawrence.
Una cita, definitivamente tendría una cita con Jungkook. Taehyung no podía negar su emoción cuando esa mañana lo primero que tuvo en su cabeza fue la imagen del pelinegro invitándolo a salir, hasta que recordó porque esa mañana se despertaba más temprano de lo habitual de a un domingo.
Cuando apenas eran las siete de la mañana, se vestía frente al espejo de cuerpo entero que recién había comprado, mismo que colocó de frente a la cama. Mientras terminaba de acomodar la corbata en su cuello, no pudo evitar sonreír de solo imaginarse cómo sería la cita que tendría con Jungkook esa tarde, solo necesitaba ganar en la primera mediación con Juwon, no necesitaba un juicio solo porque quería divorciarse del hombre que le fue infiel.
Se obligó a concentrarse para no sonreír cuando estuviera en plena mediación, lo último que quería era que el abogado de Juwon usara la mínima cosa en su contra.
El lugar era sombrío, frío, no le gustaba para nada estar allí, se sentía incómodo bajo la mirada de su esposo cuando sus abogados los defendían frente al mediador.
Se encontraban en uno de los salones del Comité de Mediación, cinco personas tratando de llegar a una solución de problemas matrimoniales sin tener que llevarlo a juicio. Wooshik, el abogado a su lado se mantuvo en silencio mientras el abogado de Juwon lo defendía de una manera tan determinante, que sintió miedo de que el silencio del suyo fuera en su contra y no pudiera contraatacar con la misma ferocidad; sin embargo, se equivocó.
Luego de todas las notas que hizo mientras estuvo callado escuchando la declaración del contrario, las usó para declarar usando las propias palabras del abogado en su contra, señalando cada punto sin que le temblara la voz, se sintió más relajado, pero de todos modos seguía tan desesperado por salir de allí como lo estuvo en cuanto llegó.
Antes de llegar a ese día, tuvo que contarle cada una de las cosas que le hizo Juwon, consciente e inconscientemente, no dejó nada de lado, ni siquiera como su supuesto esposo dejó buscar tener sexo por meses. Cualquier cosa podría servirle para hacer que ganaran la demanda. Así que, no se sentía muy cómodo cuando dos extraños, discutían sobre sus problemas matrimoniales.
—Usted alega a que no hay daños psicológicos causados por su cliente, afirmando que fue algo de una noche sin intenciones, pero yo tengo pruebas de que no fue así —declaró Wooshik pasando su mirada del abogado contrario a Juwon.
—Mediador, el señor Kim siempre ha querido tener un hijo, formar una familia con su esposo, usó todos los métodos posibles para hacerlo, incluso fuera del país. Teniendo en cuenta que tiene un matrimonio igualitario, estoy seguro que todos en esta sala saben lo difícil que es que una pareja del mismo sexo logre tener un hijo bajo las directrices legales, aun fuera del país —declaró Wooshik haciendo ademán con sus manos—. El señor Lee era plenamente consciente de esto, pero aun así tuvo una aventura extramatrimonial con una mujer y en este momento espera un hijo de ella, ¿Cómo cree que eso afecta a mi cliente?, ¿no se considera eso daño psicológico abogado?
» Objeto totalmente de su declaración, el señor Lee Juwon nunca ha querido tener una familia con mi cliente, y cito sus palabras. "El hijo que querías tener", a lo largo de todo ese proceso, pocas veces se incluyó cuando debía ser cosas de los dos. Por lo que, por supuesto que hay daños psicológicos, Lee Juwon tendrá un hijo con una persona que no es su esposo, quien ha estado intentando por años tener uno. Es cuanto, mediador.
La sala se quedó en completo silencio, Taehyung podía sentir todas las miradas puesta en él y el solo apretaba sus manos escondidas debajo de la mesa, reprimiendo las ganas de salir corriendo y estar en llanto al escuchar la declaración final de Wooshik.
—Terminemos la sesión por hoy, la evidencia justificable será el centro de nuestra próxima reunión —fue lo único que dijo el mediador.
Taehyung fue el primero en levantarse, luego de una reverencia en forma de despedida, mientras bajaba las escaleras lo primero que hizo fue abrir el chat de Jungkook con el nudo en su garganta creciendo. En lugar de hacer algo estúpido o quizás muy desesperado, llama a Hoseok y para su sorpresa este le dice que está llegando a su nuevo apartamento con Yoongi.
Ellos sabían que ese día sería la primera declaración, por lo que era de esperar que estuvieran atentos a su llamada, lo que no esperaba es que estuvieran en su apartamento. Durante todo el viaje de vuelta a casa trató de mantener sus lágrimas dentro suyo, supo que su semblante no era el mejor por la mirada que recibió de sus amigos cuando llegó al piso de su apartamento.
Cuando abrió la puerta sintió su labio temblar con las palabras de Wooshik aun en su cabeza, sintió sus piernas temblar cuando se dejó caer sobre el sofá en medio de la sala, ocultó su rostro con sus manos y le dio la espalda a Hoseok y Yoongi, quienes rápidamente se acercaron a él cuándo empezó a llorar.
—Tae... —susurró Hoseok con preocupación. Taehyung no era una persona débil, al menos es lo que ha demostrado en el tiempo que tienen conociéndose, sabía que él lloraba solo cuando no lo soportaba, cuando realmente le hacía daño algo.
—No lloro por él —aclaró entre llanto aun cubriendo su rostro
—No tienes que justificarnos tus lágrimas, Taehyung —dijo Yoongi sentándose de frente a él.
—Es por lo que hace y ha hecho conmigo todo este tiempo —se quejó Taehyung—. Es tan egoísta, no le importa cómo me siento o como sentí.
—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Hoseok.
—¿Cuál es el único tema que me pone así de sensible? —cuestionó Taehyung dejando a la vista sus mejillas sonrojadas y empapadas de lágrimas, su labio aun temblando.
—Hijos —concluyó Hoseok, lo que hizo que Taehyung asintiera, sin poder evitar las lágrimas que seguían corriendo por su rostro.
—Imagino que tocaron ese tema en la discusión de hoy.
—Me recordó la razón por la que no soy y nunca fui feliz con él. Es decir, en el momento lo ignoraba, pero hoy me di cuenta de todas las veces que él mostraba tan poco interés en querer adoptar, luego el vientre de alquiler, él no quiere hijos, ni siquiera el que tendrá con esa mujer —dijo arrebatando las lágrimas de sus mejillas, con su voz débil y ronca—. A Juwon no le gustan los niños, sin embargo, tendrá una familia primero que yo, si de verdad existe un ser divino, es muy injusto al darle barba a quien no tiene quijada. ¿Acaso es que yo no merezco tener al menos a alguien que si quiera formar una familia?, ¿fue algo que hice mal y lo estoy pagando? Porque verdaderamente no logro entender cuáles son los parámetros de ese ser divino del que tanto hablan.
—Tae... —susurró Yoongi tomando las manos temblorosas de este.
—Me cuesta... —tartamudeó—. Me cuesta creer que por amar a otro hombre nunca podré ser llamado papá. Me cuesta creer que no merezco tener a ese alguien que también quiera ser llamado papá.
Sus palabras se cortaron sin poder seguir hablando y todo lo siguiente fue un llanto que estuvo reteniendo. Sintió los brazos de Hoseok rodearlo, escondió su cabeza en el hombro de su amigo y se permitió llorar. La mano de Yoongi acariciaba su espalda mientras este se desconsolaba, era la primera vez que lloraba tanto frente a ellos, así que estaba seguro de que estaban igual de estupefactos ante la situación.
Cuando logró tranquilizarse, el sonido del móvil de Taehyung y las vibraciones del mismo hizo que este respirara profundo antes de ver quien lo llamaba. Yoongi inmediatamente le dijo que no era necesario que contestara en ese momento, pero al ver de quien se trataba el castaño siquiera dudó antes de descolgar la llamada.
—¿Hola? —susurró tratando de aclarar la garganta para no escucharse tan afligido como estaba.
—¿Llamo en mal momento? —cuestionó Jungkook del otro lado. Escuchar su voz era extrañamente reconfortante en ese momento, era tranquila y suave.
—No... —dijo terminando de limpiar las lágrimas en sus mejillas—. La verdad es que no.
—Pensé que querrías saber que debías vestir para nuestra salida, así que preferí llamarte porque no contestabas mis mensajes, espero que esto no sea muy intenso de mi parte —expresó Jungkook nervioso.
—Descuida, que bueno que llamaste.
«No sabes lo mucho que necesitaba escucharte», quiso decir. Su llamada fue como una respuesta al mensaje que casi le enviaba cuando salió de la mediación, ni siquiera había recibido los mensajes de los que él hablaba, de ser así, usaría eso como excusa para hablarle, aunque por un lado que bueno que no lo hizo porque él se echaría a llorar con el chico que le gustaba y eso no sería lo más atractivo.
—Entonces para responder a tu pregunta, es algo bastante casual —expresó—. Puedo pasar a recogerte a tu casa, si te parece bien.
—Me parece genial —contestó Taehyung con la atención de sus amigos en él, mirándose uno al otro mientras él estaba concentrado en la melodiosa voz de Jungkook—. Te enviaré la ubicación.
—Perfecto, estaré allí a las siete.
—Aquí estaré —expresó.
Dejó salir un largo suspiro en cuanto se despidió de Jungkook, sintiéndose mucho más aliviado. Pasó su mirada de Yoongi a Hoseok al ver que estos lo observaban expectantes.
—Ya se lo que me dirán.
—Eso no importa ahora, tienes una cita y no nos habías contado —dijo Hoseok al ponerse de pie—. Vamos, tienes que levantar esos ánimos de alguna forma, necesitas esa salida.
—Él lo sabe.
—¿Que sabe qué? —preguntó Yoongi alarmado.
—Que lo necesito, he estado bastante decaído últimamente y él se dio cuenta, ni siquiera sabe porqué, solo lo notó, se preocupó en más de una ocasión y finalmente me invitó a salir.
—Entonces este es el mejor momento para contarle, porque claramente tiene interés en ti —comentó Yoongi—. Y mira lo que hace sin tener que preguntarte qué te pasa. Tienes que aprender de hombres así, Hoseok.
—¡¿Yo?! —cuestionó indignado—. Pero ya lo soy, cariño. Es que tu esperas que yo pueda leerte la mente cuando estás de malhumor.
—Ese no es el punto, Tete tiene que prepararse para ver al sexy guitarrista, ¿a dónde irán? —preguntó Yoongi dirigiendo su atención a Taehyung, quien tenía un mejor semblante que cuando llegó.
—Él no me dijo adónde vamos, solo comentó que sería casual.
—Nunca es casual. Tienes que arreglarte, vamos, mueve ese lindo trasero.
Luego de haber colgado la llamada, Jungkook entró al edificio del apartamento de su hermana y Seokjin, aunque se veían todos los días porque trabajaban juntos, él acostumbraba visitarla y casi siempre llevaba lo que cocinarían para la hora de almuerzo. Aunque su madre le ha insistido con que la visite más a menudo, desde que fue a terminar de recoger sus cosas esa noche que llegó tarde a la entrevista en Tazzys, no ha vuelto a visitarlos, por lo que tenía pendiente hacerlo pronto.
Puede que se haya ido de casa precisamente por la presión de ellos, quienes continuaban tratando de convencerlo para que volviera a la actuación, cosa que no volvería a pasar.
Fue recibido en la puerta por su hermana con una expresión malhumorada que le causo risa, las hormonas del embarazo estaban haciendo efecto. Ya tenía un mes de embarazo, por lo que era normal que tuviera cambios de humor constantes.
—No te rías, estoy así porque no llegabas con la carne —señaló Eun-joo al dejarlo pasar.
Encontró a Seokjin en la cocina, a quien saludó con un abrazo mientras servía el arroz en los tazones, quien se dio la vuelta para corresponderle.
—Tu hermana estaba a punto de arrancarse los pelos.
—Puedo escucharte.
—Sé que sí, cariño.
—Ya está marinada, solo hay que cocinarla. Será rápido —le aseguró Jungkook sonriente.
Ese día estaba particularmente más feliz y fue notado por la pareja que, inmediatamente estuvieron sentados en la mesa, iniciaron las preguntas. Su hermana ya estaba llena, por lo que su humor era mucho mejor. Mientras limpiaba los platos, Eun-joo se quedó a su lado sonriéndole con complicidad, cuando se cansó de mirar como Jungkook intentaba ocultar su sonrisa, hizo la pregunta.
Jungkook no quería darle muchos detalles de con quien se vería esa tarde y lo que él sentía por esa persona, pero si le pidió su opinión respecto al lugar que él eligió para llevarlo a comer. Eun-joo conocía tan bien como él la cafetería en la que pronto estaría con Taehyung, así que cuando su hermana le afirmó que era un buen lugar, se sintió un poco menos ansioso.
No pudo librarse de las preguntas de Seokjin en el instante que Eun-joo los dejó solos en la sala de estar. Ahora no podía dejar de pensar en qué cosas tendría que decir cuando estuviera a solas con Taehyung, ahora que lo pensaba no tendría nada que hablar a menos que él dijera algo y no saber que decir le empezaba a preocupar, más aún cuando el propósito inicial de la salida es animarlo.
Seokjin notó que estaba algo inquieto por ello, no podía escapar de tener que hablar de ello con él, si le preguntaba a su hermana trataría de sacarle más información de la que querría darle.
—¿Cómo puedo animar a un amigo que conocí recientemente? —cuestionó Jungkook—. Es decir, sabes que no soy bueno para entablar largas conversaciones si soy quien debe iniciarlas, pero... está persona ha estado un poco distraído y algo decaído, quiero ayudarlo, pero ahora no sé qué cosas podría decir para hacerlo sentir mejor.
—Jungkook, no tienes que premeditar todo lo que tienes que decir, simplemente dile lo que piensas sin preocuparte mucho —señaló Seokjin—. Aunque si lo que quieres es que él se sienta bien, míralo a los ojos cuando te hable, así se sentirá escuchado.
Seokjin sabía que Jungkook no estaría tan preocupado e inquieto solo por un amigo, es decir, si sabía que se preocupaba por Jimin, pero lo conocía y él no lo miró a los ojos mientras mencionaba a su nuevo "amigo", y no lo hacía por una razón, pero estaba allí para aconsejarlo, no para cuestionarlo.
—¿Y si digo algo estúpido o fuera de lugar? —cuestionó Jungkook alzando sus cejas y entrecerrando un poco sus ojos.
—Entonces eso aliviaría el ambiente. Decir algo estúpido entre amigos siempre es motivo de risa —aclaró Seokjin, lo que hizo que Jungkook solo asintiera y se quedara en silencio mientras se mordía el labio inferior.
—¿Cómo conquistaste a mi hermana? —preguntó con su mirada puesta en sus manos entrelazadas sobre su regazo, luciendo casi como un niño que pregunta si puede comer dulces.
—Siendo respetuoso, algo coqueto a veces, pero sobretodo siendo yo mismo —expresó Jin—. Para eso no hay fórmula secreta, las cosas fluyen cuando actúas tal cual eres y simplemente sucede lo que tiene suceder.
—Supongo que tienes razón —susurró Jungkook con la mirada en las cortinas que eran movidas por la brisa que entraba por el balcón de la sala.
—Jungkook, solo se tú mismo, di lo que piensas sin pensarlo mucho. Haz algo divertido para que se distraiga y no tengas miedo de ir más allá.
Jungkook asintió satisfecho por la repuesta que recibió de su cuñado, pero por las palabras que estaba utilizando, supo que se dio cuenta de que Taehyung no era un simple amigo.
—No es lo que estás pensando.
—Yo sé que no es un amigo como lo es Jimin, pero tranquilo, no diré nada —expresó codeando al pelinegro causando que este sonriera con timidez.
Hablan por un rato más cuando se dieron cuenta de que la mujer embarazada se había quedado dormida, hablaron de la fecha para la boda y lo que tenían planeado para ese día.
A Jungkook le emocionaba ver a su hermana finalmente casada con el hombre que ama, se lo merecía y si había algo en el mundo que le hacía feliz, era ver a su hermana feliz. Por muchos años la vio sacrificar muchas cosas para cumplir con su sueño de tener su pastelería, de estudiar lo que le gustaba, que verla feliz y esperando un bebé del hombre que amaba le daba un respiro de felicidad.
Cuando llega la hora de finalmente irse, las últimas palabras que recibió de Seokjin fueron "suerte en tu cita" sin siquiera darle tiempo a responder.
Hacía un buen clima, el sol estaba afuera, no había indicios de que llovería, lo que era una buena señal. Antes de subir a su apartamento, Jungkook limpió su moto pensando que le habría tomado más tiempo del que realmente duró, cuando se alistó le envió mensajes a Taehyung, esperando que este contestara rápidamente.
No pensó que se haría tantas preguntas antes de salir con un hombre, hace tanto tiempo que no sentía ese nerviosismo, la última vez que salió con un hombre fue porque estaba bajo la influencia del alcohol y necesitaba algo con lo que distraer su mente de lo que pasaba en su vida, la mejor forma fue con alcohol y sexo, hasta que llegó el momento en el que se dio cuenta de que eso era tan fugaz como un suspiro, que solo olvidaría por un momento.
Esa tarde la sensación era una combinación de emoción y nervios, tenía frente a él un montón de ropa que podría usar, pero una vez más, quería lucir bien para él, quería que todo saliera perfecto, que nada arruinara su tarde-noche con Taehyung.
Cuando tuvo su móvil en manos dispuesto a llamar a Jimin, se dio cuenta de que Taehyung seguía sin contestarle, lo que hizo que estuviera aún más ansioso.
Su mejor amigo no tenía idea de que saldría a una cita con Taehyung, pero tuvo que decirle en cuanto le pidió ayuda al seleccionar la ropa que usaría. Por supuesto que Jimin le hizo todo un interrogatorio del que no pudo escapar si quería que lo ayudara.
—Jungkook, me es difícil ayudarte cuando todo lo que tienes es negro —se quejó su amigo mientras este le mostraba a través de una videollamada sus opciones de ropa extendidas sobre la cama.
—Bueno, esfuérzate. Eres el único hombre con estilo que conozco, Cyrus también, pero no lo quiero molestar con esto.
—¡Oye! No tienes que hablar tanto, Dios no estés tan nervioso, no es como si fuera la primera vez que sales a solas con él.
—No es lo mismo, esto es más como una cita para animarlo y no tengo idea de las cosas que puedan pasar.
—Muchas cosas pueden pasar, pero tu relájate y toma la camisa negra a tu izquierda —ordenó Jimin dándole instrucciones claras de lo que usaría.
—Es trabajo tuyo, el resto. Usa tus cadenas, relojes, o que se yo. Con lo que te sientas cómodo.
—Gracias, Jim. Te amooo —chilló antes de colgar la llamada mucho más emocionado que antes.
Para cuando estuvo listo aun le quedaba tiempo para hacer otras cosas, era muy temprano aun cuando ya estaba listo. Sonrió cuando recibió una respuesta de Taehyung y en cuanto leyó lo que escribió en un estado ansioso, se sintió algo avergonzado.
"No soy quisquilloso con la comida, puedo comer cualquier cosa. No te preocupes mucho por ello", escribió Taehyung.
"Además, creo que con tu compañía es más que suficiente para pasarla bien", Jungkook no pudo evitar la sonrisa que se asomó por sus labios en el momento que leyó el último mensaje, mismo que contesto con un emoticón sonrojado, lo que por supuesto lo representaba a la perfección en ese momento.
Jungkook se mantuvo tocando la guitarra acústica, tocando melodías al azar mientras esperaba un tiempo prudente para poder salir a recoger a Taehyung, sin parecer un desesperado.
Por otro lado, Taehyung se encontraba igual de anhelante, aunque se demoró más tiempo por lo mucho que se tardó Hoseok en ayudarlo a prepararse para la cita, lo que le tomó horas en terminar.
—Es como ir a un juego de golf, eso es casual —comentó Hoseok, orgulloso de lo que ambos eligieron.
—Es no es para nada casual, par de idiotas —declaró Yoongi al ver lo emocionados que estos estaban solo por una ropa.
—¿Cómo qué no? Es lo más sencillo que tengo —expresó Taehyung con una ceja levantada y cruzándose de brazos.
—Joder, Hoseok, su cita llega como en veinte minutos y nosotros seguimos aquí —señaló Yoongi—. Es hora de irnos.
—No le hagas caso —dijo Hoseok al abrazarlo en forma de despedida—. Diviértete y no pienses mucho las cosas, mereces esto.
—Yo solo te aconsejó que te limpies antes de salir y lleves condones, solo por si acaso.
—¡Min Yoongi! —vociferó Hoseok empujando levemente a su novio.
—¿Qué? Yo si cogería con ese guitarrista en la primera cita, sin dudarlo. Además, lo mejor es estar preparados, especialmente cuando eres quien recibe, debes estarlo si o si —consideró
—No tocaremos ese tema, mejor nos vamos —consideró Hoseok empujándolo fuera de la habitación, Yoongi agitando su mano de un lado a otro en forma de despedida, sonriendo por lo rápido que su novio quería sacarlo de allí.
—¿Por qué te incomoda? Si te encanta que sea así de precavido cuando al señor perfecto se le ocurre que es buena idea tener sexo en cualquier lugar fuera de la cama.
—Amor, Taehyung no tiene que saber detalladamente las cosas que hacemos —comentó mirando por encima de sus hombros asegurándose de que este no les prestara atención mientras caminaban a la puerta—. A ver si me hablas de esa manera cuando lleguemos a casa —expresó Hoseok al colocarse detrás de Yoongi y apretar su cintura mientras caminaba bastante cerca de su cuerpo.
Taehyung los vio marcharse desde el umbral de la sala de estar y prácticamente corrió a terminar de alistarse, Jungkook podría llegar en cualquier momento y él seguía sin bañarse. Le tomó más tiempo del que imaginó estar listo, cuando recibió el mensaje de Jungkook terminaba de colocarse un collar de oro que llegaba hasta donde iniciaban sus clavículas, se miró una vez más en el espejo y finalmente bajó en el ascensor apresurado.
Estuvo a punto de detener sus pasos cuando vio a Jungkook sobre su moto, con el casco delante y apoyando sus manos sobre este mientras su mirada estaba en el móvil. Estaba vestido completamente de negro, con pantalones bastante originales, porque a pesar de ser negros tenían un diseño como si fueran pintura embarrada, pero de una manera sutil; tenía una camisa de mangas cortas sin abotonar con una polera del mismo color negro debajo, encima de su pecho brillaba una cadena de plata que sin duda le agregaba un toque tan sensual que no podría explicar de que manera.
Sus tatuajes resaltaban de una forma que no era sana para su corazón que latía con fuerza a medida que más se acercaba, las venas de sus manos se marcaban cuando tecleaba en su teléfono. Y su cabello estaba atado en una coleta, mientras que otra parte lo mantuvo suelto.
Es increíble como Jungkook era tierno, pero luego lo tenía en frente con botas, sus tatuajes a la vista, cabello medio recogido, piercings en sus ceja y labio inferior. No se cansaría de decir que era como ver a una persona completamente distinta.
Era injusto que se viera así de bien tan solo estando sobre su motocicleta; tomó una bocanada de aire cuando Jungkook notó su presencia y le sonrió en el instante que se miraron. Lo que hizo que bajara su mirada fue la forma en la que este lo observó de arriba abajo, aun con esa sonrisa en sus labios.
A pesar de que no había un gran cambio en la manera de vestir de Taehyung, notó lo que esa tarde era diferente en él en comparación a las otras ocasiones. No usaba corbata o camisa, pero si un par de pantalones de vestir caqui acompañados de un t-shirt blanco con líneas roja y azul en la orilla de sus mangas cortas y su cuello.
Sus ojos llegaron a sus manos y notó algunos anillos alrededor de sus dedos, al igual que un reloj y un brazalete de oro, sin dejar de lado las pulseras que usaba con frecuencia. Lo tuvo en frente sonriéndole y oliendo tan delicioso como pensó que lo haría antes de que llegara a su lado.
—Te ves muy bien —fue lo primero que dijo Jungkook cuando este llegó a su lado, saludándolo con una pequeña reverencia y una sonrisa.
—¿Es mucho? —preguntó Taehyung señalando su ropa.
—Es perfecto si tú te sientes cómodo.
Él siempre tenía algo bueno que decir. Otro plus a su belleza y gran talento.
—Tú también te ves muy bien, bastante bien —expresó casi en un susurro.
—Linda moto —elogió acomodando la pequeña mochila que llevaba por encima de sus hombros.
—No es un clásico como tu gran auto, pero nos acompañara en nuestro viaje.
—Me encanta, es muy de tu estilo de súper estrella —dijo aprovechando ese momento para mirarlo de arriba abajo, lo que hizo que Jungkook riera bajito al mismo tiempo que le entregaba el casco que tenía delante de él.
—¿Y él tuyo? —cuestionó Taehyung.
—Aquí está, lindo —dijo mostrándole el otro casco—. Sube, debemos llegar antes de que anochezca, el camino no es corto.
La palabra lindo saliendo de la boca de Jungkook y dirigida a él, fue algo que no esperaba y para empezar esa cita fue atrevido de su parte. Algo le decía a Taehyung que no sería la última cosa de la que se sorprendería escuchar de Jungkook ese día.
El Taehyung de 20 años, no se subiría a esa moto ni por qué le pagaran. Pero allí estaba, sintiendo la adrenalina de hacerlo por primera vez en cuanto estuvo detrás de Jungkook, sintiendo por completo el aroma de su perfume, ese olor a lirio del valle, flor de azahar, rosas y jazmín, era bastante floral pero también tenía un toque de almizcle, cedro y ámbar.
—¿Listo? —preguntó Jungkook.
Taehyung asintió sintiendo su corazón acelerarse al ver que Jungkook estaba listo para arrancar.
—Si —articuló al recordar que el chico no podía verlo. Vio como Jungkook miró hacia a cada lado y seguido de ello escuchó su risa.
—Tienes que subir los pies aquí —indicó tocando levemente sus piernas para levantarlas y dejar su pie sobre una especie de parilla que ni siquiera sabía que estaba allí hasta ese momento.
—Ahora si estás listo —expresó palmeando sutilmente su rodilla. Todo eso solo estaba causando en Taehyung un montón de emociones en su interior, no estaba haciendo nada más que acomodar sus pies sobre la parrilla, pero ¿Por qué ese simple gesto lo hacía lucir tan sexi?
El contacto de su mano apretando ligeramente sus piernas y luego tocando su rodilla, aumentó su pulso.
—¿Primera vez? —preguntó Jungkook cuando empezaba a poner en movimiento la motocicleta.
—Si —no podía decir mucho porque realmente sentía que su corazón saldría por su boca por lo fuerte que latía.
—No tengas miedo, yo te cuidaré —expresó en un tono de voz más alto y más grave de lo que estaba acostumbrado a escuchar en él.
Lo hacía a propósito, no habría otra manera de explicar por qué cada cosa que hacia eran tan atractiva. Definitivamente el objetivo de Jungkook esa tarde era hacer que él perdiera la cordura o quizás que sufriera un infarto si seguía actuando de esa manera tan sensual por la que Taehyung era aún más débil.
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