X. Iniciativa, interés, emociones
El hogar no es donde naciste, el hogar es donde cesan todos tus intentos de fuga —Naguib Mahfuz.
Taehyung esperaba que sus amigos lo bombardearan de preguntas en el instante que Jungkook y Jimin se despidieron de ellos, no pensó mucho sus palabras antes de decirlas en voz alta, ese: "igual, no me molestaría", fue algo arriesgado y muy atrevido que no retractó, pero quiso hacerlo cuando escuchó las palabras de Jimin, mismas que por más que quiso no pudo evitar interpretarlo de la misma manera que se escuchaba.
¿A qué se refería con: "deberías dejarme dormir en la cama hoy"? Por supuesto que esas palabras lo dejaron pensando, un montón de cosas cruzaron por su mente en ese momento, recordó esa noche que fueron a la tienda de conveniencia, ahora creía que Jungkook había aceptado ir con él porque ya habían pasado el edificio en el que vivía. Se preguntó si Jimin era con quien vivía, pero luego recordó que ellos siempre se han ido por caminos diferentes luego de tocar y alguien más pasaba por Jungkook.
Pensó todo eso en segundos, era evidente que estaban viviendo juntos ahora, pensó que Jungkook no le hubiese dado todas esas señales de tener el mismo interés en él si hubiese tenido una relación amorosa con Jimin, más bien parecía que eran muy cercanos, quiso pensar eso en lugar de otras cosas que no le harían sentir bien, aunque él no estaba jugando totalmente limpio cuando estaba iniciando un divorcio y al mismo tiempo coqueteándole a Jungkook sin siquiera ocultarlo, ¿que se pensaba que era?, ¿un adolescente?
—¿Qué demonios fue eso? —preguntó Yoongi en voz baja cuando Jungkook y Jimin se alejaban.
—Estás jugando con fuego, Taehyung, ¿él sabe que eres casado? —cuestionó Hoseok.
—No lo soy.
—Mientras Juwon no firme el divorcio, son esposos todavía, Taehyung.
—Ya, pero no estamos juntos —declaró Taehyung despidiéndose de sus empleados que salían del local—. Además, no es como si estuviéramos saliendo o algo, solo me parece interesante y estoy abierto a conocerlo con intenciones de ser más que amigos.
—Taehyung, no está mal que te guste alguien más, pero... ¿no crees que es muy pronto para iniciar algo, deberías terminar lo que tienes con Juwon primero.
—¿Qué hago mientras tanto?, ¿le dejo de hablar? Me gusta estar con él y ya, ni siquiera tenemos que tener algo.
—Eso crees tú, ¿pero y él? Deberías decirle lo de Juwon, no lo ilusiones —señaló Yoongi.
—Cállate, cállate —le pidió Taehyung alarmado al ver la presencia de Juwon entrar por el bar, no vio señas de Jungkook alrededor y eso lo agradeció.
Puede que sus amigos tuvieran razón, debía decirle lo de Juwon, pero sabía que eso lo espantaría y ya no tendría oportunidad con él. Sabía que en el instante que el supiera que estaba divorciándose, querrá alejarse de él y por mas egoísta que fuera, no lo quería lejos ahora que empezaron a hablar.
La presencia de Juwon en el bar es algo que ha estado esperando desde que le dio los papeles del divorcio. No se habían visto desde esa noche que dejó el lugar que ellos llamaban hogar, tampoco habían hablado desde su última discusión por llamada. Tal y como lo mencionaron sus amigos, tenía ojeras, y sus labios secos le decía que ha estado fumando en gran cantidad, cuando llegó a su lado percibió el olor a alcohol que desprendía de su cuerpo y supo que estaba borracho cuando apenas pudo saludar a Hoseok y Yoongi.
—Nosotros nos iremos, fue un placer verte Juwon —habló Hoseok casi empujando a su novio fuera del bar, viendo como Taehyung suspiraba tan solo con la presencia de ese hombre que él solía llamar su esposo.
No se tardó en balbucear todo tipo de incoherencias, dejando caer sus hombros que estuvieron erguidos desde que entró al bar hasta que sus amigos se fueron y allí estaban sus defectos frente a él. Estaba tan borracho que ni siquiera supo cómo llegó sin desmayarse en el instante que cruzó por la puerta del lugar.
Tuvo que escuchar un montón de reproches y quejas de su parte, ni siquiera contestó a todos sus "No me dejes", terminó de cerrar el bar con Juwon a su lado queriendo ser pegajoso, miró a su alrededor buscando su auto, pero no estaba. Al menos fue lo suficientemente inteligente como para no conducir en ese estado.
Lo último que quería era volver a esa casa, pero no tenía el corazón para dejarlo tirado casi perdiendo sus sentidos, así que a duras penas logró meterlo en el auto y mantener las manos del hombre para sí mismo mientras conducía a su casa.
El sonido insistente del móvil de Juwon empezó a molestarle cuando estaba a punto de llegar a la casa, como pudo sacó el teléfono de su bolsillo con el hombre aun hablando cosas sin sentido alguno.
En el momento que vio el nombre en la pantalla del teléfono dudó en contestar, pero lo hizo en caso de que se tratara de alguna emergencia. Se dijo a sí mismo que no debía ser tan amable con ella solo porque está embarazada, porque lo está de su esposo.
—Juwon no está en condiciones ahora. Si no es una emergencia, puedes llamarlo mañana —contestó Taehyung.
No escuchó una repuesta del otro lado de la línea, pero cuando se estacionó frente a su casa supo por que esta le colgó antes de siquiera contestarle, estaba de pie junto al portón, sosteniendo su móvil en manos.
—Lo que me faltaba —dijo para sí mismo antes de bajar del auto—. Tu mujer te está buscando preocupada y mira las cosas que haces.
—Ti amo, Tae —lo escuchó balbucear cuando intentaba sacarlo del auto.
—Deja de hablar idioteces y camina.
Cuando finalmente logró sacarlo del coche, solo saludó con un asentimiento a la mujer que apenas empezaba a notarse su panza crecida, abrió el portón de la casa y como pudo arrastró el cuerpo de Juwon hacia la entrada.
El interior era un completo desastre, había botellas por todos lados, los muebles fuera de lugar; era un caos del que ya no quería ser parte, hacía mucho al llevarlo a casa, necesitaba salir de allí lo antes posible.
—Taehyung, quería hablar contigo...
—Minsi, tú y yo no tenemos nada de qué hablar, creo que todo está bastante claro. Tú tienes a tu hijo, a Juwon y todos felices por su lado —habló antes de que esta continuara—. Lo dejaré en la cama, tú encárgate de que no vaya a ahogarse con su propia lengua.
—Entiendo que no quieras verme ni en pintura, pero...
—Ya te dije, no necesitamos esto. Cuida de él, yo ya me voy —demandó el dejar el cuerpo de Juwon tumbado en la habitación que ellos solían compartir, quien empezaba a quedarse dormido.
—¿Por qué actúas así?
—¿Así como? —preguntó Taehyung alzando una ceja.
—Como si no te importara —dijo señalando su panza y al hombre borracho tumbado en la cama.
—No pelearé por él, si quieres tenerlo, adelante —dijo desde el umbral de la habitación—. Que firme el divorcio, cásense y tengan su linda... familia.
No se quedó a escuchar la respuesta que ella tenía para él, el tiempo que había pasado allí fue suficiente como para querer irse lo antes posible. Como siempre lo hacía cada que aparecía otra vez en su vida diaria, Juwon lo devolvía a la realidad que no quería aceptar, pero que se veía en la obligación de hacerlo.
Quizás sus amigos tenían razón, lo mejor era que le contara a Jungkook al respecto, pero solo pensaba en que momento lo haría si ese tipo de conversaciones de la vida amorosa del otro nunca surgían.
Quería convencerse de que no era egoísta al no decirle, pero tampoco iría de frente y le diría: "Oye me interesas, pero estoy en medio de un divorcio porque mi esposo me engañó con una mujer y ahora tendrá un hijo", de solo imaginarse el rostro sorprendido de Jungkook hacía que no quisiera hacer mención de Juwon ni una sola vez, prefería arriesgarse y poder seguir avanzando en lo que sea que ellos tuvieran en ese momento, porque por primera vez le gustaba como se sentía y buscaba su propia felicidad, para ello estaba dispuesto a darle a cambio lo que sea Jungkook necesitara de él como persona, como hombre o como lo que él quisiera.
Solo deseaba que el interés fuera mutuo para no quedar como un ridículo frente a él. A decir por la manera en la que siempre se sonrojaba cuando lo miraba directo a los ojos cuando hablaba, como últimamente lo atrapaba mirándolo, le hace pensar que si es mutuo y no solo ideas de él.
Las siguientes semanas fueron caóticas, no pensó que encontrar un lugar en el que vivir sería tan complicado, la casa que compartía con Juwon estaba a nombre de los dos, y fue su esposo quien la consiguió con la asesoría de su madre, pero aún el haciendo lo mismo, le resultaba difícil encontrar un lugar que le gustara o fuera cómodo para él vivir.
En Tazzys era noche especial de cócteles para las mujeres, de whisky para los hombres y Blue Botes se presentaba esa noche. La banda estaba causando en el bar lo que Taehyung tenía como propósito que hiciera, atraer a más personas, cada vez llegan más personas por recomendación de otras que fueron por la misma razón; la banda que tocaba de todo.
Estaba sumamente feliz porque ha estado hablando bastante con Jungkook, durante la última semana han estado hablando, le gustó que en medio de todas sus conversaciones triviales y algo divertidas, supo que Jimin y el solo son mejores amigos desde la infancia, lo que por supuesto lo dejó muy tranquilo.
Fue algo de Jungkook, el ni siquiera lo preguntó, pero le gustó que él lo aclarara, también le hizo sentir mal porque él no podía hacer lo mismo, no se atrevía a decirle lo de Juwon, mucho menos cuando Jungkook empezaba a hablar con él de manera más relajada, a saludarlo siempre que pasaba haciendo ejercicios frente al bar, a llamarlo para decirle con su voz suave y algo aguda: "Hyung, ¿hay alguna canción que quieras que toquemos mañana?" Eran cosas simples, pero significativas, que los hacía cada más cercanos y eso le gustaba.
Esa noche Jungkook fue el último en quedarse a recoger, sus compañeros se fueron casi inmediatamente terminaron de tocar y por supuesto que no se fueron sin antes hacerles insinuaciones con Taehyung, ellos sabían que han estado medio coqueteándose, a ese punto el pelinegro siquiera intentaba ocultarlo y Taehyung mucho menos.
Cuando se dirigió a la barra con su guitarra colgando, un hombre entró al bar, Jungkook lo miró desde su lugar, apenas pudiendo hablar con Taehyung antes de que su hermana llegara por él, ya que Jimin encontró un lugar en el que vivir, ahora su hermana volvió a ser quien pasara por el mientras el arreglaba su motocicleta.
—Buenas noches —saludó
Su cabello estaba peinando dividido en medio con parte de sus puntas descansando sobre sus pómulos altos. Su rostro tenía facciones fuertes que lo hacía ver algo rudo, estaba vestido con un traje y por supuesto que recordaba su rostro de aquella vez que lo vio entrar al bar si saludar, esta vez lo saludó con una reverencia.
—Taehyung...
—Aquí no, en mi oficina.
—Puedes esperar a que lleguen por ti aquí dentro, es peligroso esperar afuera —señaló Taehyung mientras seguía los pasos del hombre al interior—. Escríbeme cuando llegues.
Jungkook solo asintió con su mirada en el hombre que los miró con el ceño fruncido por una fracción de segundos, antes de que ambos desaparecieran por la puerta. Era obvio que se conocían bastante bien, probablemente era el dueño del bar y por eso obtuvo esa mirada de él. Lo que le sorprendió también es el hecho de que Taehyung tuviera una oficina, con eso confirmó que no era un simple bartender.
Taehyung sentía que se desmayaría en el instante que Juwon entró por las puertas del bar, esta vez bastante sobrio, miró como Jungkook lo estudiaba, no le gustó dejarlo solo, pero no podía dejar que su exesposo dijera algo comprometedor frente a él. Prácticamente corrió hasta su oficina, y estaba tan desesperado por hacer que se fuera que ni siquiera cerró la puerta.
—¿Dónde están los papeles? —fue lo primero que preguntó en cuanto lo tuvo en frente, es de lo único que ellos tenían pendiente hablar, ya había pasado un mes desde que le pidió el divorcio, ese era tiempo suficiente para que él firmara.
—No los voy a firmar, Taehyung, no te permitiré dejarme —declaró con determinación.
—No hagas esto más difícil, Juwon, solo estás haciéndole daño al hijo que vas a tener —expresó dejando caer sus hombros.
—Yo no la amo. Tu eres mi esposo —demandó dando un paso en adelante.
—Hubieses pensando en eso antes de tenerla a ella como amante, ¿no crees? Sé un hombre responsable, firma el divorcio y hazte cargo de ese bebé, él no tiene la culpa de nada.
—Eres un punto narcisista, siempre todo es sobre ti, ¿ahora te importa esa criatura? —cuestionó alzando su voz.
—No me jodas, ¿en serio? —cuestionó en el mismo tono de voz, no se comportaría con tranquilidad si Juwon se atrevía a alzarle la voz, él también lo haría sin dudar.
Sabía que su esposo no era la persona más afectuosa cuando se trataba de niños, pero escucharlo dirigirse a su bebé como "esa criatura", estrujó su corazón de solo pensar el niños que tendría si el no cambiaba esa actitud en el futuro.
—Ni siquiera te ves afectado por la separación, ¿me amaste alguna vez, Taehyung? Empiezo a creer que eres incapaz de amar a alguien más además de a ti mismo. Maldito vanidoso de mierda.
Taehyung estaba sorprendido por sus palabras, puede que antes hayan discutido, pero no de esa manera, el realmente estaba allí con la intención de hacerle daño, sus palabras se lo dejaron claro.
—Al parecer ya hasta tienes algún tipo de relación con alguien que ni siquiera está a tu nivel, Taehyung, ¿tan rápido encontraste a quien entregarle el culo?
Taehyung abrió los ojos sorprendido ante las palabras que salieron de su boca como veneno, sin que la acción pasara por su cabeza antes, alzó su mano y su palma contra la mejilla de Juwon, haciendo eco en la pequeña oficina.
—No te atrevas —señaló con su dedo índice—. No tienes derecho a reprocharme, mucho menos a insultarme de esa manera. No es de tu incumbencia con quien o no esté.
—No firmaré el divorcio, Taehyung, demándame si quieres —dijo amenazante, con su mano en la mejilla.
—Bien, quise que fuera lo más tranquilo posible, pero estás dispuesto a hacer de esto un infierno —declaró rascándose la nuca—. Sal de aquí, creo que tienes una mujer embarazada que atender.
—No pienso dejarte aquí solo a esta hora.
—Se cuidarme solo, lárgate —demandó abriendo paso para que saliera de su oficina—. Dejaste claro cuál es tu postura frente a todo esto, además, no te importó que volviera solo a casa, ni siquiera te tomabas la molestia de decirme porque llegabas tarde, tuve que averiguarlo por mi cuenta. Así que por favor, ya vete.
Cuando finalmente Juwon salió del bar, se sintió tan abrumado que olvidó haber dejado a Jungkook en la barra, cuando salió en busca de esa cabellera negra y brazos tatuados, no vio rastros de su silueta por ningún lado. No tenía idea de cuánto había escuchado, o si siquiera los había escuchado antes de marcharse.
Esa noche, casi madrugada, Taehyung salió a la calle preocupado de que se haya ido solo a casa, pero tampoco vio rastros de Jungkook por la acera.
Tenía la esperanza de que él no se haya enterado de su casi inexistente relación con Juwon, pero también tenía miedo de preguntar en caso de que no supiera nada todavía, porque de ser así, prefería que no lo supiera, no cuando todo parecía caerle encima, no cuando empezaban a hablar con más acercamiento y notables intenciones.
Esperó a que Jungkook fuera el primero en hablarle y de esa manera conocer que tanto sabia de Juwon y el, por la sonrisa habitual que le dedicó el menor cuando fue al bar a tocar con la banda, supo que no sabía nada, que todo seguía igual.
Después de haber hablado con él como era de costumbre se sintió más tranquilo, pero no pudo evitar sentirse mal cuando vio el brillo de sus ojos cuando le contaba lo mucho que le costó aprender a tocar esa canción, pero que lo hizo cuando le dijo que era una de sus favoritas de Blue notes. Jungkook y el estaban solos en el bar, como se volvió costumbre entre ellos al terminar cada presentación, y cada día que pasaba más hermoso le parecía. Como le gustaba escucharlo hablar de lo que le apasionaba, pero luego estaba ese sentimiento de culpabilidad al ocultar detalles solo para beneficio propio, del que no podía deshacerse.
No había dudas de que Jungkook le causaba toda la tranquilidad que necesitaba, pero empezaba a estar en un punto en el que ya no funcionaba mucho ver sus mejillas sonrojarse cuando admitía que había tocado una canción porque a él le gustaba, como para olvidarse de la demanda por infidelidad que recién había puesto contra su esposo ante la ley.
Estaba en el momento más vergonzoso de su vida, y quería causarle a Jungkook las mejor de las impresiones. Quería mantener esa imagen de hombre exitoso, encantador, coqueto y algo atrevido, que no tuviera miedo de decirle las cosas que pensaba como lo hacía cada noche que se quedaban solos en el bar, aun con la música de jazz o blues de fondo en medio de sus conversaciones.
Aun estando con él, no podía dejar de pensar en su realidad, en que realmente fue tan ingenuo de creer que Juwon firmaría el divorcio después de un par de insistencias al respecto, que al menos lo haría por Minsi y su hijo en camino, pero tal parecía que no la tendría tan fácil como pensaba.
Nunca en su vida, se imaginó entrando a la oficina de un abogado porque estaba haciendo una demanda de divorcio que ganaría si o si, es por ello, que contrató al abogado que le recomendó Hoseok. Se sintió extraño la primera vez que se sentó frente al escritorio del señor Choi woo-shik, pero se dio cuenta de que era un buen abogado y bastante entusiasta.
Aun con todo ese entusiasmo, las constantes reuniones con el abogado, la preparación para la primera declaración, todo eso le abrumaba en cierta forma, siquiera tenía energías para ir al bar. Estaba en medio de un divorcio y de una mudanza, apenas y tenía tiempo de dormir bien como para trabajar de noche. Extrañaba ver el rostro de Jungkook, escucharlo tocar, solo hablaban algunas veces por mensajes.
Estaba cansado, física y mentalmente, recibir una llamada de Jungkook preocupado porque ya tenía una semana que no iba al bar, le animó un poco más y en los próximos días fue aunque fuese a olvidarse de su realidad por un momento, lo que no funcionó como tenía esperado.
Tenía tantas cosas que arreglar, el abogado de Juwon saliéndose con la suya en las dos reuniones que han tenido, las cosas que aún no tenía en su nuevo departamento, apenas iniciaba todo y ya se sentía agotado.
El día que Jungkook vio a Taehyung en su lugar habitual de trabajo, después de una semana completa sin verlo, no se tomó la molestia en ocultar su emoción de volver a verlo, aunque no pudieron saludarse apropiadamente por la cantidad de personas que había en el bar ese sábado.
Era fin de semana, un día agitado, los últimos días Jungkook había experimentado cómo crecía el número de visitantes, pero Taehyung se había perdido de ello, así que no sabía que tendría las manos tan ocupadas esa noche.
Por primera vez, estaba ansioso por terminar la presentación y poder hablar con el hombre que iba de un lado a otro por todo Tazzys, sonriéndole a todos. Después de esa noche en la que al parecer discutió con el hombre que llegó al bar, Taehyung ha estado relativamente algo distante, no llegó a escuchar las cosas que se dijeron exactamente, porque se fue antes de poder hacerlo. Aun así, algo le decía que se debía a esa discusión la razón de su ausencia, pero no podía cuestionar más allá de un "¿estás bien?" Porque no era de su incumbencia lo que pasaba en su vida privada.
Mentiría si dijera que no llegó a tener pensamientos negativos e interrogantes respecto a lo que vio esa noche, le confundía su actitud si es que él y ese hombre tenían algo, pero luego dudaba al recordar la expresión que tuvo en las dos ocasiones que ese caballero trajeado entró al bar, Taehyung no parecía precisamente contento de verlo, sino todo lo contrario, su expresión radiante y encantadora desapareció en un segundo.
No pudieron hablar hasta que ya no hubo nadie en el bar, sus compañeros se fueron juntos y por supuesto que él se quedó más tiempo recogiendo sus cosas. Desde su lugar, vio como Taehyung estaba sumergido en sus pensamientos mientras limpiaba la encimera.
Él le había asegurado con la mirada que estaba bien, se lo dijo mientras tocaba y Jungkook buscaba encontrarse con su mirada para poder articular las palabras cuando este puso su atención en él, aunque él dijo que estaba bien al asentirle y sonreír, en ese instante lo puso en duda.
Había algo en Taehyung que no le convencía, lo sentía agotado, ni siquiera bailó durante su presentación, como siempre hacía. Ahora que solo eran ellos dos, pudo apreciar como suspiraba y estrujaba su sien sin darse cuenta de que Jungkook lo observaba con atención.
En ese momento, se dio cuenta de que no iba vestido tan arreglado como siempre, que llevaba una camisa sencilla, no había trajes y lindo peinado, aunque eso no le quitaba su belleza, se le hacía raro que no estuviera tan arreglado.
Aunque le había dicho que estaba todo bien, aunque se pasó toda la noche sonriente y siendo encantador como siempre, pero él vio como ese atisbo de sonrisa ya no estaba, lo vio pensativo por menos de un minuto, notó su verdadero sentir.
—Que bueno verte por aquí —dijo Jungkook al acercarse.
—¿Me extrañaste? —cuestionó en cuanto levantó su mirada y le dedicó una sonrisa.
—Sí, pensé que te habían despedido o que estabas de vacaciones —admitió Jungkook devolviéndole la sonrisa.
—No. Solo me tomé unos días.
—¿Está todo bien? —preguntó Jungkook.
—Si.
—Ya pude arreglar mi motocicleta, así que, ¿nos vemos en la próxima semana? —cuestionó Jungkook dejando a la vista las llaves de la moto que estaba estacionada frente al bar, esperando a que Taehyung le pusiera tema de conversación, que le preguntara algo, lo que sea, aún si se moría de vergüenza al responder.
Solo recibe como respuesta un asentimiento por parte de Taehyung. Quizás no quería decirle que le sucedía, y él tampoco insistiría para que le contara que era eso que rondaba por su cabeza. Pero había una cosa que él podría hacer, pero como siempre lo dudó y solo le sonrió para seguir su camino fuera del bar.
Cuando tuvo un pie fuera, se detuvo en las puertas del local, aun cuando su corazón latía fuerte por lo que estaba pensando hacer, reunión todo el valor y volvió al interior de Tazzys, lo que hizo que Taehyung lo mirara confundido.
—¿Hay algo que hice o dije que te incomodó? —cuestionó mientras caminaba devuelta a la barra, con Taehyung observándolo expectante a sus próximos movimientos.
—No, por supuesto que no, ¿por qué lo crees? —cuestionó con las cejas levemente juntas.
—Estas un poco... demasiado callado —confesó acomodando el estuche de su guitarra sobre sus hombros.
—Es cosa mía, no te preocupes —explicó desviando su mirada, algo que no era común que hiciera, es más, él era quien siempre evitaba hacer contacto de ojos por mucho tiempo.
—Entonces... ¿si te invito a salir aceptarías? —cuestionó en un tono de voz más bajo a medida que terminaba la pregunta, la atención de Taehyung volvió a estar sobre él, una sonrisa se deslizó por sus labios lentamente y Jungkook fue quien desvió la mirada esta vez.
—Jeon Jungkook, invitándome a salir, esto es nuevo.
—Solo a salir como lo hicimos aquella vez, creo que lo necesitas.
Fue suficiente verlo en ese poco tiempo como mostró en su rostro su verdadero sentir, así que él sabía que lo que necesitaba era una distracción de lo que sea que estuviera pasando en su vida. A él le encantaría salir con Taehyung en el plan que el hombre quisiera, esa noche estaba abierto a cualquier posibilidad, estaba dejándose llevar por lo que sentía y en ese momento extrañaba tanto hablar con Taehyung que todo lo que cruzaba por su mente era en salir juntos.
—Me encantaría, ¿cuándo? —respondió Taehyung sin ocultar ni un poco su emoción.
No esperaba que Jungkook lo invitara a salir, sin excusas como la que el utilizó aquella vez que comieron frente al rio Han con sus cintas sonando en la radio del Cadillac, fue tímido como siempre, pero con un toque de atrevimiento que veía por primera vez en él.
Como necesitaba salir y recrear su mente, dejar el cansancio de la mudanza, pasarla bien antes de caer en pensamientos oscuros, en dudas respecto a lo que hacía o no con Jungkook, en las cosas que debía contarle y cuáles no. Podía darle tiempo al tiempo y encontrar el mejor momento para contarle las dos cosas que le ha estado ocultando: 1. que nadie puede despedirlo porque es el dueño del bar y 2. que está saliendo de una relación de ocho años en la que no tuvo suerte.
Definitivamente había interés mutuo y ni siquiera hacía falta decirlo en voz alta cuando las acciones y las miradas ya decían bastante. Solo esperaba no estar leyendo mal esas señales.
—Mañana en la tarde, tengo en mente un lugar que puede ser de ayuda para liberar presión y cualquier pensamiento que no nos deje dormir.
Jungkook hablaba como si ya supiera por lo que estaba pasando, Taehyung no supo en que momento el pelinegro se dio cuenta de que su "estoy bien" era una fachada para no tener que dar explicaciones de porque no estaba tan bien como quisiera. Y como le gustaba que entendiera aun sin saberlo con certeza, que encima de todo eso, buscara como hacerle sentir bien.
Si sus intenciones eran despertar en él nuevas emociones, lo estaba logrando.
—¿Iremos en tu moto o mi auto? —cuestionó Taehyung.
—Hyung, tu auto es genial, pero quiero que nos divirtamos, así que...
—Tu moto, ¿qué debería usar? —preguntó luego de interrumpirlo.
Se rio, la risa de Jungkook fue bajita y sencilla, pero tan tierna que Taehyung lo observó, la sombra de su hoyuelo apareciendo en su mejilla. Le gustaba su risa y a Jungkook la admiración con la que aquellos ojos almendrados lo observaban cuando reía.
—No te preocupes mucho por eso, lo importante es que la pasemos bien.
—Entonces, nos vemos mañana, ¿dónde nos encontraremos? Tienes que darme todos los detalles.
—Lo haré, Taehyung, ya hice mucho al invitarte a salir juntos, eso ya es demasiado. Primero déjame asimilarlo y más tarde te contesto todas las preguntas.
—Está bien —comentó con una sonrisita—. Nos vemos mañana entonces.
—Perfecto, te veo mañana —se despidió Jungkook con una reverencia, saliendo de Tazzys con una sonrisa de oreja a oreja que permaneció en su rostro hasta el momento de irse a dormir.
No podía creer que había tenido el atrevimiento de invitarlo a salir. Aquella invitación sí se escuchaba como una cita, una a la que Taehyung había aceptado y no solo eso, sino que estaba notablemente emocionado, como si fueran adolescentes en la escuela.
Esta vez no tenía que mensajear a su amigo para preguntarle si aquello era una cita, cuando todo apuntaba a que sí. Aunque fuera para sentirse mejor, para liberarse de todo lo que estuviera afectándole en ese momento, no dejaba de lado que estarían compartiendo toda una tarde y quien sabe que cosas podrían suceder en la marcha.
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