IX. Sonrisas, coqueteo, un quizas
Puedes cerrar tus ojos a las cosas que no quieres ver, pero no puedes cerrar tu corazón a las cosas que nos quieres sentir —Johnny Depp.
La reacción de sus amigos al escuchar su confesión, fue tal cual imaginaba que sería, Yoongi casi se ahoga con el whiskey, estuvo tosiendo por más de un minuto, mientras que Hoseok hacía un escándalo preguntando como es que llegó a tomar esa decisión al mismo tiempo que intentaba tranquilizar a su novio, a quien se le colorearon las mejillas de rojo de tanto toser.
Como todo el que era cercano a él, ellos adoraban a su esposo, exesposo o lo que fuera en ese momento, como pareja nunca han demostrado tener ningún tipo de problema y es que no lo tenían, al menos no lo tuvieron hasta que Taehyung enteró de lo que hizo y con quien.
Él no estuvo buscando amor cuando lo conoció, simplemente comodidad, que es algo que Juwon siempre le dio, nunca le dio mucha importancia a las relaciones sino a su éxito todo lo que hiciera, especialmente en lo profesional y laboral. Pero aún así, después de tanto tiempo juntos, se acostumbró tanto a él que confundió esos sentimientos con amor; pensó que lo amaba, y por eso se había casado con el, pero cuando descubrió su acto de egoísmo se dio cuenta que entre ellos nunca hubo eso que la gente llama amor en las películas y libros, solo había respeto y cariño, algo que se esfumó cuando él decidió romper su promesa de amar y respetar.
Juwon siempre demostró quererlo, se entendía así que tuvieron pocas discusiones en los ocho años que tenían conociéndose, solo las peleas normales cuando se convive con alguien más, la ropa donde no va, lo platos sucios en el fregadero, es por las cosas que ellos peleaban. El sexo no era constante como cuando se conocieron, pero podría decir que era bastante bueno.
Juwon y él eran compatibles porque de los dos, el único relativamente romántico era Juwon, y a Taehyung le gustaba presumir de los regalos caros que este le hacía, todo ese tiempo estuvo cegado por la idea de amor enmascarado con citas ostentosas, todo era más apariencias que amor.
Quizás por todo eso, por haber sido una pareja casi ejemplar a la vista del resto del mundo, es que sus amigos estaban tan sorprendidos de que él le pidiera el divorcio a Juwon, al hombre que ellos creían era el perfecto para él. Rico, alto, atractivo, muy educado, ellos no conocían sus defectos, casi nadie lo hacía.
—¿Por qué? —preguntó Hoseok con sus cejas juntas—. Juwon es genial y ustedes estaban a punto de cumplir casi nueve años juntos, son como la pareja perfecta, ¿que pasó?
Podía sentir en su tono de voz que estaba indignado, sabía que bajaría a Juwon de ese pedestal en él que sus amigos lo tenían en cuanto le contara las razones.
—Me fue infiel, tan simple como eso —expresó sin querer dar muchos detalles.
Tan solo de mencionarlo se sentía avergonzado, es decir, su esposo estuvo con alguien más, quería pensar que pudo haber sido la emoción del momento, pero ya venía sospechando de que él tenía algo con esa mujer, lo sabía por como ella lo miraba, lo cual era aún más humillante para él, llegar a su oficina y encontrarla allí sabiendo que la relación que ellos tenían era más que laboral.
—¿Quién es el bastardo? —cuestionó Yoongi apretando sus puños—. Me encargaré de él yo mismo.
—Es una mujer y está embarazada de él, así que no intentes hacer nada. Yo solo espero que el firme los papeles y cada quien por su lado.
—Ese maldito —se quejó Hoseok dejándose caer sobre el taburete—. Con una mujer encima, pensé que solo le gustaban los hombres.
—Yo también —masculló Taehyung cabizbajo.
—¿Estás bien? —preguntó Yoongi apretando su mano sobre la barra, aunque sabía que la respuesta a esa pregunta era "no", quiso hacerlo para saber cómo se sentía al respecto y se liberara de ello, porque estaba casi seguro que Taehyung no se ha sentado con alguien más a hablar como se siente realmente.
—No lo estoy, es decir, ustedes saben lo mucho que he querido tener un hijo y no he podido, ahora él tendrá un bebé con una mujer, eso me duele más que cualquier cosa —admitió chasqueando la lengua—. Ni siquiera me importa que me fue infiel, sino que va a cumplir un sueño que siempre ha sido más mío que de él, con una mujer que si es capaz de darle lo que obviamente yo no puedo.
—Si él decide no firmar el divorcio, conozco el mejor abogado que te puede ayudar con todo el proceso, te daré su número —comentó Hoseok—. No hablemos más de ello, no vale la pena, te ayudaremos en lo que necesites.
—Gracias, los quiero mucho.
—Tampoco es para ponernos sentimentales —se quejó Yoongi cuando Taehyung se acercó a ellos para abrazarlos.
El resto de días después de ver a Taehyung no pudo dejar de pensar en él, no salía de su cabeza su etérea belleza, su buen vestir, su voz profunda. Estaba ansioso por que llegara el miércoles, uno, porque lo complacería tocando la canción que él le pidió y segundo porque lo vería, eso ciertamente le emocionaba.
Desde ese día que llegó sonriendo a su apartamento, mirando como tonto la uña de su guitarra, Jungkook tuvo que aguantar a su mejor amigo haciendo suposiciones de con quien estaba saliendo a escondidas, quiso escribirle a Taehyung para darle las gracias, pero siempre que entraba al chat se quedaba mirando la pantalla del móvil dudando de si debía hacerlo o si cruzaba la línea de la amistad que tenían, si es que podía llamarle amistad.
Su amigo estaba consiguiendo un lugar en el que quedarse, pero mientras tanto se volvió difícil acostumbrarse a compartir el pequeño departamento. Intentó subirle los ánimos a Jimin siempre que lo encontraba cabizbajo, muy callado para ser él o a punto de llorar.
Si se ponía así por una mujer que ni siquiera amaba tanto, no quería imaginar cómo sería si tuviera que dejar a alguien que amara de verdad, sería un completo desastre, del que claramente el tendría que encargarse como él lo hizo cuando su primer novio lo dejó para atender el llamado de Dios.
—Jungkook, ya estamos en Tazzys y más te vale que llegues antes de nuestra hora de tocar —demandó Jimin dejando la llamada con su mejor amigo en alta voz.
—Ya estoy aquí. Solo fue una vez —dijo Jungkook acomodando el estuche de la guitarra sobre su hombro.
Antes de poder entrar al bar, que como le había dicho Taehyung parecía estar más lleno que un fin de semana, notó que tenía un mensaje de él. Ese mensaje que ha estado esperando ver desde el lunes.
"¿Todo bien?"
"Alguien más tocará la guitarra por mí, espero que no te importe", le escribió Jungkook sonriendo al detenerse junto al ventanal cerca de la puerta del bar.
"Travieso, te veo desde aquí. Entra ya". Jungkook río bajito al leer el mensaje, dio un vistazo al interior del bar, encontrándose con la mirada de Taehyung.
"Sí, señor", respondió antes de entrar al bar, tratando de ocultar la sonrisa que fue imposible de borrar cuando vio la de Taehyung desde la barra, a quien saludó con una reverencia y siguió hasta donde se encontraban sus compañeros.
—¿Tienes una cita? —preguntó Jimin en cuanto llegó a su lado.
—No —puntualizó Jungkook sin siquiera tomarse la molestia de preguntar "¿por qué?", porque sabía a perfectamente que era por su vestimenta, además lo menos que él necesitaba es que sus compañeros le hicieran un interrogatorio justo antes de empezar a tocar.
Mientras preparaba su guitarra para empezar a tocar, el sonido de la misma llamó la atención de quienes mantenían una conversación, fue en ese momento que notó que realmente había muchos extranjeros, tal y como le comentó Taehyung que sería.
Le dio un asentimiento a sus compañeros, dejándole saber que estaban listos para iniciar, en el momento que Jimin inició la presentación de todas las noches, incluyendo en ella la canción a petición especial que estarán tocando casi al final de la noche, puso su mirada en Taehyung, quien se encontraba detrás de la barra tan sonriente como siempre.
Jungkook bajó la mirada en cuanto los ojos de Taehyung encontraron los suyos, fue inevitable sonreírle cuando esté le lanzó un guiñó antes de seguir en su trabajo. Su mirada viajó por el bar, y notó la presencia de la pareja de amigos del bartender, se sorprendió cuando vio que estos tenían su atención puesta en él, lo que le hizo preguntarse si vieron como prácticamente se acababa de poner tímido por compartir mirada con Taehyung.
Esa noche los nervios no eran solo por tocar, sino porque su relación con Taehyung se sentía más cercana ahora y temía que el chico tatuado Yoongi y su novio bien vestido Hoseok malinterpretaran las cosas.
Quería voltear su mirada a Taehyung una vez más y ver su reacción cuando ellos empezaban a tocar la canción que él le pidió, pero se contuvo de hacerlo. Quería evitar que tanto sus amigos como los de Taehyung, se dieran cuenta de que ellos han estado hablando, que han salido juntos y que ahora también hablaban por mensajes.
Cada que empezaba a tocar la guitarra, entraba en su zona de confort, donde se sentía feliz y seguro de sí mismo. Las vibraciones de la música que creaban lo hacía sentir vivo, era una sensación en su pecho que crecía con cada canción que tocaban, algo que siquiera podía explicar en palabras. Disfrutaba tanto la música que tocaban esa noche que no borró la sonrisa de su rostro mientras sus dedos jugaban con las cuerdas de la guitarra.
—Ellos son muy buenos —comentó Hoseok tomando el coctel que Taehyung le acababa de servir—. El de la batería, ¿cómo dijeron que se llama?
—Cyrus, ¿por qué?, ¿te gusta? Pídele su número —respondió Yoongi con la mirada puesta en el pelirrojo que tocaba el piano y hacia las voces de fondo del cantante.
—Si recordaste su nombre tan rápido es porque a ti también te gustó —señaló Hoseok.
—Es exótico y la manera en la que toca la batería es muy...
—Sexi —terminó de decir Yoongi llevando su mirada una vez más al rubio de ojos verde esmeralda, su cabello algo desarreglado mientras tocaba la batería a la par que movía su cabeza al ritmo de la música.
—¿Podrían hablar de lo bien que tocan? Estoy pensando cosas de ustedes que no quiero tener en mente —comentó Taehyung pasando junto a ellos, dedicándole una sonrisa al grupo de tres mujeres que se encontraban del otro lado de la barra.
—El guitarrista. —Taehyung escuchó decir a una de ellas—. Mira esos brazos y como sonríe cuando toca, amiga, ya no hay hombres así.
Taehyung no pudo evitar mirar de reojo mientras preparaba la bebida que las tres mujeres frente a él habían pedido. Jungkook definitivamente se convertía en otra persona cuando tocaba, sonreía, se divertía con sus amigos y cuando tenía un solo con su guitarra mordía su labio y movía sus hombros sonriendo con cierta coquetería cuando su público le silbaba o aplaudía.
—Por Dios, el vocalista tiene presencia escénica de una estrella del rock, ¿Por qué todos los de esta banda son tan sexi? —cuestionó una de ellas, quien empezó a moverse al ritmo de la canción que Taehyung le había pedido a Jungkook que tocaran, lo que por supuesto hizo que sonriera.
Al ver como el público que tenían esa noche estaban tan animados, Jungkook solo pensó en que fue una buena opción tocar canciones como Primary Colors, por supuesto que él estaba disfrutando cada momento, ver como algunos se levantaron a bailar en el centro, en ese momento también quiso hacerlo al ver como su mejor amigo también bailaba, el solo fue capaz de mover sus caderas de un lado a otro.
Volvió su mirada a Cyrus, quien le sonrió y guiñó un ojo, algo que sorprendió a Jungkook, pero que luego comprendió cuando este señaló con su mentón a la barra donde se encontraba Taehyung bailando al ritmo de la música, con una sonrisa de oreja a oreja y su cabello voluminoso moviéndose por inercia a sus movimientos.
Si alguno de sus amigos podría saber algo, era Cyrus, aunque Jimin lo ha estado molestando con el castaño desde el primer día, pero el chico que tocaba la batería fue quien se dio cuenta de que su preocupación por verse bien era precisamente por darle una buena impresión al bartender por el que ahora no podía dejar de sonreír al ver como bailaba y hacia bailar a los demás. Se notaba que realmente amaba esa canción.
—¿Qué fue eso? —cuestionó Yoongi en el momento que Taehyung volvió a su lado, moviendo sus hombros de un lado a otro.
—¿Qué cosa? —cuestionó Hoseok con la mirada en su novio.
—El guitarrista y el de la batería, ¿se acaban de coquetear?
—No, es porque Jungkook es bastante tímido, pero parece estar disfrutándolo mucho como para estar bailando—expresó Taehyung, llenando el vaso de Yoongi con el whiskey que acostumbra a tomar.
—¿Qué tanto lo conoces Taehyung? Me sorprende.
—¿Lo suficiente como para saber que es tímido?
Para Jungkook era imposible no sonreír cuando lo estaba pasando tan bien. Apenas hizo contacto visual con Taehyung, fue hasta casi el final de la noche cuando tocaban su última canción, que sintió su corazón acelerarse cuando lo único que se escuchaba era la melodía del piano al final de la canción y el simplemente no podía despegar su mirada del hombre que se encontraba recostado de la barra con los brazos cruzados sobre su pecho, mismos que se deshicieron para aplaudir como el resto de las personas en el bar.
Apartó su mirada al sentir las manos de su mejor amigo sobre sus hombros y en el momento que hizo contacto visual con Jimin, se dio cuenta de que resultaría muy difícil ocultar que tenía un notable interés en el bartender y que eventualmente ya han estado a solas.
—Ya no puedes decirme que no pasa nada con Kim Taehyung, he visto cómo se miran, ¿él fue tu cita de aquella vez que me peguntaste?, ¿por el llegaste sonriendo como bobo el otro día? —cuestionó Jimin acomodando el cabello de su frente con una sonrisa cómplice que Jungkook conocía bastante bien.
—No fue una cita.
—Entonces si salieron juntos.
—No...
Jungkook se calló cuando su mirada volvió a terminar en la silueta de Taehyung cuando pasó por su lado, pero eso no fue lo único que hizo que se quedara petrificado junto a su mejor amigo, fue la mano de Taehyung que estuvo sobre su hombro por pocos segundos antes de desaparecer por la puerta que suponía daba al almacén y oficinas del bar.
—Ya veo que sí, no tienes por qué mentirme, cariño.
—No me llames así, se puede...
—Ya lo sé, no arruinaré tu conquista, ya era hora —dijo casi rodando sus ojos por la expresión de su amigo.
—Que no... —se detuvo a media frase bajando la guitarra de sus hombros—. Olvídalo.
Taehyung volvió a pasar por su lado y se colocó en su lugar de trabajo habitual, Jungkook respiró profundo viendo como este le sonreía a sus amigos y a las mujeres que él hacía reír. Llevó su mirada a sus compañeros de banda que lo miraban expectantes, luego volvió a mirar a Taehyung mover la coctelera y verter el líquido en la copa que luego extendió a la mujer elegante que atendía.
Él también quería saber que se sentía ser atendido por el encantador Kim Taehyung, aunque ya ha probado uno de sus tragos, sentía la necesidad de acercarse a la barra en ese momento, pero por como lo miraban sus amigos, sabía que ya sería inevitable que ellos dijeran algo al respecto o se hicieran ideas erróneas cuando ni siquiera él estaba claro de las cosas que despertaban en su interior cuándo estaba cerca de Taehyung.
Además, no podía solo ignorarlo después de su salida y ese último mensaje, si solo lo ignoraba, sus amigos se darían cuenta de inmediato, así que trataría de mantener la calma de no meter la pata.
En los altavoces empezaron a escucharse Only Over you de Fleetwood Mac. La letra "People say they know me, but they don't see. My hearts your future, your future is me", era lo que tenía de fondo cuando inició su camino a la barra, respiró profundo y escondió sus manos en sus jeans azules, se detuvo el final de la barra, donde se encontraban Yoongi y Hoseok, a quienes saludó con un asentimiento.
Esperó pacientemente a que fuera Taehyung quien lo atendiera, ya que él tuvo el atrevimiento de tomar la iniciativa de acercarse, aun cuando haya sido bajo la excusa de necesitar agua. Sabía que tenía a sus compañeros observando cada paso que daba, especialmente Jimin, debían estar recogiendo sus cosas.
En ese momento, Jungkook no tenía prisa en irse del bar, el solo quería volver a tener la atención de Taehyung y que el supiera que su atención también estaba en él.
—Tocaron muy bien, nos ha encantado —halagó Hoseok sonriente.
—No es la primera vez que los vemos tocar, pero es igual de impresionante —expresó Yoongi en un tono de voz más bajo.
Jungkook solo agradeció con otra reverencia, sin llegar a decir algo más, nunca sabía cómo reaccionar a los halagos más que decir gracias, ese momento no fue la excepción. Levantó su mirada hacia el chico de camisa negra que se acercaba a ellos, ya no tenía a Taehyung a la vista, por lo que se relajó un poco dejando sus manos sobre la barra y empujando todo su cabello hacia atrás, no tenía por qué tener su mejor postura si él no sería quien lo atendiera esa noche.
—Señor Jungkook, ¿qué le sirvo? —la voz de Taehyung le sorprendió cuando este apareció a su lado con una bandeja llena de vasos vacíos.
Al tenerlo en frente una vez más, provocó en él una sonrisa que no pudo esconder, sorprendentemente se sintió más cómodo cuando llegó a su lado, después de todo estaba allí buscando acercarse a él, aunque trataba de ocultarlo, le daba la impresión de que Taehyung también buscaba lo mismo, lo supo por como apareció a su lado justo cuando el otro bartender iba a atenderlo.
—¿Gin-tonic? —cuestionó listo para servirle la única bebida que él le ha servido.
Una vez más se quedó mirándolo por más tiempo del requerido y encima de eso sin contestarle. Taehyung se rio bajito al notar como este se rascaba la nuca mirando de reojo a Hoseok y Yoongi, con sus mejillas sonrojadas.
Por un lado, Taehyung sabía el efecto que tenía en él, desde que empezaron a hablar, no ha dejado de mirarlo de esa manera, con sus ojos grandes y brillantes, sus labios ligeramente entreabiertos. Quizás él también lo observaba de esa manera y ni siquiera se daba cuenta de ello.
—No, solo agua —contestó Jungkook, bajando su mirada. Taehyung se rio otra vez al ver como este apretaba sus ojos con el mentón bajo.
—¿Sigues resacado? —preguntó dejando el vaso con agua frente al hombre que esa noche parecía haber sido sacado de una revista con su camiseta blanca arremangada en las orillas, dejando a la vista la mayoría de sus tatuajes y brazos fuertes.
Ahora que lo tenía más cerca, podía entender a que se referían esas mujeres cuando hablaban de los brazos del guitarrista, fue inevitable para Taehyung que sus ojos se fijaran en cómo sus bíceps se flexionaban cuando tomaba el vaso en sus manos. Sus manos también eran lindas, varoniles y grandes, no más que las de él, pero lo suficiente como para ser sexi y tan masculinas.
—No, pero quiero evitar el alcohol. Estoy subiendo de peso —admitió Jungkook.
Probablemente él era así de sensual sin intenciones de serlo, mientras tomaba de su agua alzaba sus cejas, donde tenía ese piercing de plata, su expresión en ese momento era una combinación de ternura con sensualidad, definitivamente tenía un sex appeal imposible de ignorar.
Lo observó pasar su lengua por la comisura de sus labios, moviendo ligeramente el arete en su boca, fue entonces cuando notó el lunar debajo de su labio. Lo estaba mirando demasiado, de eso estaba seguro, pero aun sabiendo eso, ni siquiera intentó mirar a otro lado cuando Jungkook notó como prácticamente lo escaneaba de arriba abajo, buscando el peso que él mencionaba.
Taehyung solo podía ver: brazos fuertes, pecho inflado y quien sabe las maravillas que habían debajo de esa camiseta blanca pegada a su cuerpo.
—Ese peso del que hablas, no se nota —comentó Taehyung mirándolo a los ojos.
—Tendrías que verme desnudo para saberlo —expresó Jungkook antes de tomar el último trago de agua.
Casi se atraganta al ver la mirada de sorpresa de Taehyung y el carraspeo de Yoongi a pocos pasos de él fue lo que hizo que se diera cuenta, ya tarde, de sus palabras. Inmediatamente negó con la cabeza y ocultó su rostro con ambas manos.
—No lo quise decir así, lo siento —se disculpó con la mirada en Taehyung, quien solo tomaba el vaso que acaba de dejar vacío, con una sonrisita que lo ponía aún más nervioso.
—Igual, no me molestaría —admitió Taehyung en un tono de voz lo suficientemente alto como para que sus amigos lo escucharan.
—Hyung...
Jungkook no pudo reprocharle su comentario, cuando sus compañeros llegaron a su lado. Miró a Jimin a su lado sonriéndole de oreja a oreja, luego vio como Hoseok y Yoongi observaban a Taehyung sorprendidos, quien solo negó y se encogió de hombros antes de darles la espalda y continuar con su limpieza.
El bar estaba casi vacío y solo escuchaban algunas voces de las personas que salían, la canción de jazz de fondo, tranquila, el sonido de los vasos que eran recogidos por los demás empleados. Debía irse de allí antes de que muriera de la vergüenza y antes de que su mejor amigo dijera algo si es que llegaron a escuchar las últimas palabras que cruzaron el y Taehyung.
La pareja que seguían sentados a su lado felicitaron al resto de sus compañeros como hicieron con él, en todo ese momento de halagos y agradecimientos, Jungkook ya no encontraba a donde mirar, solo tenía en mente las últimas palabras de Taehyung, este limpiaba la barra tarareando la canción, mientras que el solo quería ocultar su rostro.
—¿Nos vamos? Necesito descansar hoy Jungkook, deberías dejarme dormir en la cama hoy —le pidió Jimin dejando caer sus hombros, casi empujándolo hacia la salida.
Volteó su mirada a Jimin y lo fulminó provocando que este se llevara una mano a la boca, su atención terminó en Taehyung, dándose cuenta de que este había escuchado a su mejor amigo y probablemente estaba malinterpretado lo que habían escuchado. Jungkook quiso aclararlo de inmediato, pero fue interrumpido por las propias palabras de Taehyung.
—Nos vemos el viernes —se despidió el castaño con una sonrisa a medias, en ese instante estaba más que claro que había malinterpretado su conversación con Jimin.
Ya era común que las personas que no lo conocían, creyeran que él tenía una relación con Jimin por lo cercano que eran. Casi nunca le importaba, pero en ese momento, cuando notó la expresión de Taehyung, sí que le dio importancia a lo que él podría estar pensando.
Aunque él seguía teniendo dudas de lo que ellos podrían llegar a tener, esa noche pudo confirmar que si algo había entre ellos era atracción uno por el otro, eso lo llevaba a la conclusión de que quizás, podría ser algo más que amistad.
Cuando estuvieron a punto de salir del bar, un hombre vestido con un traje negro con rayas blancas, mismo color de su camisa con un botón si abrochar se interpuso en su camino. Pasó junto a ellos con sus manos escondidas en sus bolsillos, ni siquiera saludó, solo siguió su camino decidido y con la mirada en un punto fijo o quizás en una persona en específico, pero ninguno de ellos se quedó allí para averiguarlo.
En el momento que se subió en el auto de su amigo, dejó descansar en la parte trasera del auto y suspiró mientras bajaba el vidrio, mirando por última vez a través del cristal del ventanal, viendo por una fracción de segundos a Taehyung, sin su sonrisa radiante, cuando quiso seguir mirando, su silueta y el bar desaparecieron de su campo de visión.
—¿Arruiné tu ligue? —cuestionó Jimin—. No me eches de tu apartamento por estropear tu momento.
—¿Que ligue Jimin? Apenas nos conocemos —contestó sin querer sonar grosero, pero sin lograrlo.
—¿No? Porque acabas de hablarme de el sin que yo mencionara su nombre, lo que quiere decir que hay algo.
—No hay nada.
—Eso no me pareció nada, hay algo raro entre ese hombre y tu desde que llegamos al bar, el no deja de mirarte y ahora tu tampoco, todos nos dimos cuenta de que la atracción es mutua —comentó mientras estacionaba el coche fuera del edificio—. Definitivamente, hay cierta química, se de estas cosas, créeme lo que te digo.
—Jimin, no sabemos nada uno del otro, ni tú, ni yo sabemos si le gustan los hombres o solo es coqueto con todo mundo, podría tener pareja o que se yo —dijo mientras subían las escaleras.
—Solo hay una forma de saberlo —puntualizó mientras dejaban los zapatos en la entrada y usaban sus pantuflas.
—No, todas tus ideas involucran contacto físico, besos y todo lo demás.
—Solo tienes que acércate más a él, te está dando luz verde para hacerlo, incluso Cyrus y Hyun-jin se han dado cuenta.
—Joder, ya basta con eso. No hay nada, son solo cosas tuyas.
Jungkook era consciente de que si se miraban con cierto interés, aunque era la primera vez que Taehyung le coqueteaba, fue aún más sorprendente que lo hiciera frente a sus amigos.
Todo ese tiempo a creído que solo es el en su propio mundo, admirando la belleza del hombre siempre que podía, imaginándose cosas, pero luego todo era tan real. De pronto recordó cuales fueron sus palabras cuando le habló de su carrera fallida y lo mucho que le apasionaba la música, nunca se lo había dicho a nadie y hacerlo con él fue la mejor decisión, porque sus palabras fuero cortas pero significativas, ese: "Es hermoso", fue la mejor respuesta que pudo haber recibido.
Aunque seguía poniéndolo nervioso como lo miraba, desde esa noche, le gustaba estar con él, se sentía cómodo porque se sintió escuchado y entendido. Aun así, seguía teniendo dudas. Taehyung es ese tipo de hombre que no está soltero, porque aparte de ser encantador y atractivo, escucha y entiende, algo que cualquiera allá afuera quisiera tener en una pareja.
Fuera mujer u hombre, las probabilidades de que tuviera a alguien eran altas. Además, no es como si él quisiera estar con un simple guitarrista de 27 años que dejó su carrera como actor y ahora no sabe ni siquiera quien es o que quiere en la vida. Probablemente Taehyung sea un hombre con una vida hecha, no sabía que tan mayor que él era, pero estaba seguro que lo suficiente como para estar establecido. Así que la posibilidad de que el tuviera interés en él, más allá del físico, no estaba en consideración.
—No lo sé, ustedes se hablan como si ya lo han hecho antes, así que dudo que tenga pareja, pero estoy seguro de que está interesado en ti, sino fuera así no hubiese dicho que no le molestaría verte desnudo, por Dios, Jungkook, te lo gritó en la cara.
—Jimin, deja de querer encontrarme una pareja. No lo necesito, si, Taehyung y yo hemos hablado, salimos una vez y nos hemos mensajeado ¿cómo en tres ocasiones creo? —señaló Jungkook—. Pero eso no quiere decir que él quiera tener algo conmigo, y si es así, dudo que sea algo más que atracción sexual.
—No quiero encontrarte una pareja, solo quiero verte feliz otra vez.
—No necesito de nadie para ser feliz. Soy feliz cuando toco la guitarra y compongo música para aliviar ese maldito dolor que dejó marcado Ji-seok.
—Lo sé, Jungkook —expresó Jimin sacando comida de la nevera—. Sé que no necesitas a nadie para ser feliz, pero creo que es un complemento necesario de la vida, no puedes encerrarte para siempre a la posibilidad de estar en una relación amorosa.
—Estoy bien, así como estoy, estoy en un momento de mi vida que me importa más descubrir que es lo que quiero para mi futuro, no tengo tiempo para averiguar si le gusto a alguien y dudo que Taehyung quiera perder el tiempo con alguien como yo.
—¿Qué quieres decir con alguien como tú? —preguntó sintiéndose ofendido.
—Que olvidó quien es por ser la marioneta de sus padres, que no tiene mucho para dar. La verdad es que sería más como una carga, que algo bueno en la vida de un hombre como Taehyung.
—Yo no lo creo así. Deberías intentar acercarte a él, piensa en cómo te sientes cuando estas con él, fíjate en cómo te mira cuando te pones muy tímido, escucha su tono de voz cuando te habla y presta atención a su comunicación no verbal —señaló Jimin, él no tenía idea de cómo era Taehyung con Jungkook cuando estaban solas, pero si sabía cómo su cuerpo hablaba cuando su amigo estaba cerca—. Cuando te des cuenta de todo eso, entonces ahí si podrás decirme si Kim Taehyung querría perder el tiempo contigo o no.
Jungkook no fue capaz de responder a ello, ya estaba lo suficientemente cansado como para seguir la conversación. Solo pensó en ese anillo que vio en su dedo tan solo una vez, aquella idea seguía rondando en lo más profundo de su mente, pero mientras se duchaba pensó en la sugerencia de su mejor amigo, quizás tenía razón; quizás se estaba cerrando demasiado a las posibilidades.
¿Y si prestaba más atención?, ¿Qué pasaría si simplemente se dejara llevar por la atracción que sentía por ese hombre? No podría ser tan malo si simplemente se acercaba más a él con la intención de conocerlo y quizás darle paso a lo que sea que haya entre ellos cuando están a solas.
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