Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

Kim Taehyung

A veces me pregunto si toda mi vida he sido un actor en mi propio escenario, interpretando el papel que el mundo quería ver.

A lo largo de los años, aprendí a usar una máscara, a proyectar una imagen que no siempre coincidía con lo que sentía por dentro. Fui el hombre perfecto, el hijo y esposo modelo, el dueño del bar carismático que todos querían conocer. ¿Pero en el fondo? En el fondo había un hombre que no estaba tan seguro de sí mismo como parecía.

Durante mucho tiempo me obsesioné con los logros. Cada reconocimiento, cada éxito, era una medalla más que colgaba en mi pared invisible de victorias. Nunca era suficiente, siempre había algo más que alcanzar, una nueva meta que lograr, una expectativa más alta que cumplir. Y me consumía.

A veces, me encontraba tan agotado por la presión, que mi cuerpo simplemente me pedía detenerme. Pero no podía. No sabía cómo hacerlo.

Jungkook solía mirarme con esos ojos llenos de amor incondicional y en más de una ocasión yo fingía que todo estaba bien, especialmente en esos días oscuros en los que fuimos arropados por una ola de atención que fue demasiado para mi tolerancia.

Muchas veces fingía que lo tenía todo bajo control. Pero él sabía. Sabía que detrás de esa fachada, había algo roto. Él veía más allá de la máscara que yo usaba para el resto del mundo y por eso lo amaba. Porque con él, no tenía que ser perfecto. No tenía que esconderme.

Él me aceptaba tal como era, con mis defectos y mis inseguridades, con mis cambios de humor y mis arranques de ira llenas de maldiciones cuando algo no me salía como quería.

Al principio, me resistí. Me aterraba la idea de ser vulnerable, de mostrar mis sentimientos reales. Creía que, si lo hacía, perdería el control de mi mismo, que la gente dejaría de admirarme, que el chico de ojos lindos y cabello largo que entró al bar esa vez, dejaría de mirarme con orgullo si dejaba caer mi mascara.

Pero Jungkook me enseñó que ser vulnerable no era una debilidad, sino una fortaleza. Que ser yo mismo, sin pretensiones, era lo más valioso que podía ofrecer. Con él, aprendí a dejar de fingir que siempre tenía las respuestas y a simplemente ser.

Eso no significa que haya sido fácil. Aún me preocupa mi imagen, aún me encuentro atrapado en esa espiral de autoexigencia de vez en cuando. Pero ahora, cada vez que siento que me pierdo en ella, me recuerdo algo importante: lo que realmente importa es lo que pienso de mí mismo. No lo que el mundo espera de mí, sino lo que yo soy en mi esencia, en mi autenticidad.

Hoy estoy sentado en la misma mesa donde he compartido tantos momentos con Jungkook, con nuestra familia y no puedo evitar sonreír. Estoy lejos de ser perfecto, pero ya no lo necesito porque por primera vez en mi vida, me siento suficiente tal como soy.

Mirar hacia atrás me llena de gratitud. Por haber encontrado a alguien que me permitió ser yo mismo, sin usar la piel camaleón. Por haber aprendido que no necesito la admiración de los demás para sentirme valioso. Y, sobre todo, por haberme dado cuenta de que la verdadera felicidad no está en lo que logro, sino en lo que soy y en las personas que me aman por ser simplemente Kim Taehyung, el hijo imperfecto, el padre y esposo imperfecto.

Ahora mi vida estaba llena de cosas positivas y lo que más importaba para mi ahora era la felicidad de mi hijo y mi esposo. Desde la llegada de Jiho a nuestras vidas, todo ha sido resplandeciente.

Tener un hijo ha sido mi meta más grande y cumplirla ha llenado cada espacio vacío que dentro de mi habitaron por años. Sostenerlo en mis brazos, calamar su llanto, cantarle canciones de cunas, verlo crecer y ser parte de su vida cada día, cada segundo, ha sido mi mayor logro.

Mi única expectativa que llenar era ser feliz, amar y ser amado, sin máscaras, sin pretensiones. Enseñarle a mi hijo lo que he aprendido antes y después de él.

Comprender que valgo por lo que soy es lo que me ha llevado a canalizar mejor mis sentimientos y emociones para darle a mi familia la felicidad plena con la que ellos mismos llenan mi vida.

Jeon Jungkook

Mantenerse de pie sobre la pila formada por mis propios anhelos debajo de mis pies, no fue fácil. Intenté alcanzar esa nube de sueños que apenas podía tocar con mis dedos, misma que solo aprecié hasta que mis dedos finalmente alcanzaron esa nube y fue como entrar a un mundo sin explorar donde todo fue nuevo para mí.

La música siempre ha sido mi refugio. Cuando no podía hablar, cuando mis pensamientos se volvían demasiado ruidosos, mi guitarra era la única que escuchaba.

Cada nota, cada acorde, me permitía expresar lo que no podía decir con palabras. Con el tiempo, aprendí que mi valor no estaba en las expectativas que otros pusieran sobre mí, sino en lo que yo podía crear, en lo que me hacía sentir vivo.

Toda mi vida he sido alguien que tiende a soñar despierto, a perderme en mis propios pensamientos y mundos imaginarios. Fantaseaba con versiones de mí mismo que no siempre coincidían con la realidad y a veces eso me hacía sentir que no era suficiente.

Taehyung fue la primera persona que me hizo sentir diferente, como si no necesitara ser otra versión de mí para ser querido. Fue como guía y motivación durante un largo camino encontrarme a mí mismo y encontrar mi verdadera identidad, no la que otros construyeron para mí.

Verme aquí, después de todo lo que he vivido, sigue siendo una sensación extraña. Pasé tanto tiempo luchando conmigo mismo, con mi identidad, con ese sentimiento de no ser suficiente. Siempre veía a personas como Taehyung, seguras y carismáticas, inalcanzables; fue lo primero que pensé cuando entré a Tazzys y él me sonrió. Lo envidié y deseé.

Creía que nunca podría ser lo que él necesitaba, que mi fragilidad, mi inseguridad, eran demasiado grandes. Y aunque a veces todavía tengo dudas, he aprendido a darle un nuevo significado a esa lucha interna.

Con Taehyung a mi lado, me he dado cuenta de que no necesito ser perfecto, no necesito compararme con nadie más. Lo que soy es suficiente y eso es algo que me tomó años comprender.

Amarlo ha sido mi mayor aventura. Al principio creí que nuestra relación sería una fantasía efímera, una de esas ilusiones que desaparecen cuando las tienes demasiado cerca. Pero no, con él, cada día fue diferente, cada día fue un desafío hermoso y nuevo. Y lo más sorprendente, fue que al vivir esa realidad con él, me descubrí a mí mismo.

Con él no había necesidad de fantasías ni de esconderme tras una versión de mí que no existía. Me amaba tal como era, con mis inseguridades, mis dudas y todos esos fragmentos rotos que tanto me avergonzaba tener en mi interior.

Me enseñó que la belleza no solo está en lo que mostramos a los demás, sino en lo que guardamos dentro. Durante años, pensé que la fragilidad era mi peor enemiga, pero él la aceptó y al hacerlo, me ayudó a aceptarla también.

Nunca imaginé que estaría aquí, sentado en la terraza de nuestra casa en Londres, con una guitarra apoyada en mi regazo y mis dedos trazando melodías sobre las cuerdas mientras observo a mi esposo e hijo jugando en el jardín. Si alguien me hubiera dicho, cuando perdí a mi primer amor, que algún día estaría casado con la persona que amo y que además seríamos padres, habría pensado que estaban locos.

Yo, Jeon Jungkook, que siempre fui incapaz de imaginarme en un futuro tan feliz, tan pleno, tan real. Era casi imposible para mí.

El matrimonio, ser padre, esas eran palabras que para mí solo existían en canciones y películas. Siempre las vi como mitos inalcanzables, reservadas para aquellos que no tenían que lidiar con la complejidad de ser quien soy. Pero con Taehyung, esas palabras dejaron de ser cuentos lejanos y se convirtieron en una realidad que amo vivir.

Recuerdo el día en que me propuso matrimonio en Abbey Road, con el anillo de su abuela en las manos. Todo en ese momento fue tan perfecto y surrealista, como si el universo nos hubiera reunido en ese preciso instante para sellar algo que ya estaba destinado a ser.

No fue solo el hecho de casarnos lo que me hizo cambiar, fue la idea de que, finalmente, había encontrado mi lugar. Mi hogar no era solo un espacio físico, era Taehyung, era lo que construimos juntos.

Y luego llegó nuestro pequeño Jiho y la vida tomó un nuevo significado. Nunca pensé que ser padre me llenaría tanto, que me permitiría verme a través de los ojos de alguien más con tanta claridad. El me ha enseñado lo que significa el amor incondicional, no solo por él, sino por mí mismo. Me ha mostrado que puedo ser más de lo que jamás imaginé, que puedo ser un buen padre, un buen esposo y lo más importante, que puedo ser suficiente.

Con Taehyung y Jiho a mi lado, he aprendido que no necesito huir de mis propios sentimientos, que no hay nada que deba esconder o reprimir.

He dejado de desear lo imposible para encontrar la belleza en lo que tengo aquí y ahora. Y en ese proceso, me he encontrado a mí mismo, con mis fallas, mis inseguridades, pero también con la capacidad de amar y ser amado de una manera que nunca pensé posible.

Hoy, cuando veo a Taehyung sonreír mientras juega con nuestro hijo, sé que este es mi verdadero yo. No el Jungkook que se escondía detrás de una guitarra o se refugiaba en fantasías imposibles, sino el que ha aprendido a vivir en el presente, a amar lo real y a aceptar que tal como soy, soy suficiente.

Y eso, más que cualquier otra cosa, es lo que me ha dado la libertad de ser completamente feliz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro