Seventeen
Cuidar de un bebé no era tarea fácil.
Heeseung lo sabía, lo presenciaba al ver a su amigo con ojos de cansado. Ser papá primerizo no era solo lo que le habían advertido.
Amaban a Sunoo, ambos lo hacían. Pero era un bebé muy despierto.
Le gustaba tener la atención sobre él, como ahora mantenía sus grandes ojos curiosos sobre su tío Heeseung.
¿Tenía algo en la cara que ponía más atención en el que en su padre?
Un mes y medio de nacido y sorprendía el tamaño del pequeño.
–Te dijo que quería ir lento. –recapituló Sunghoon.
–Mhm... –afirmó Heeseung.
–Pero al rato viene y te besa.
–No solo fue un beso Sunghoon. –pasó sus manos por su cara sintiendo hiperventilarse recordando aquel suceso.– Se sintió tan irreal, como si todo hubiera sido un sueño.
Su amigo lo pellizcó del brazo y se quejó por el dolor sobándose en la zona afectada.
–¿Te dolió? –Heeseung asintió confundido.– Felicidades, te das cuenta de la realidad.
–Eres cruel. –dijo el mayor formando un puchero.– Yo si escuchaba tus cursilerías con Won.
Sunghoon volteó sus ojos, cansado. ¿Enserio así se miraba desde fuera estar enamorado desde fuera?
–Tienes que entender que su "ir lento" será muy distinto a lo que es normalmente. Puede que se vuelvan a besar o no, todo dependerá de como estará en modo de ánimo. –Explicó Sunghoon meciendo a su hijo quien empezó a sollozar, seguramente era hora de su comida.– Aguanta amor, mami ya viene.
–Él está embarazado Heeseung. –habló Wonyoung entrando a la habitación al escuchar a su bebé llorar.– Dámelo Hoon, es hora de su comida.
Wonyoung se sentó en el sofá y con mucho cuidado Sunghoon le pasó a su hijo para alimentarlo de su pecho.
–Jake está en una etapa donde es muy sensible y todo le molesta, se cansa demás porque su vientre crece y crece. Si te dice que una manzana es azul, tú dale la razón.
–Por tu bien, dale la razón. –aconsejó Sunghoon.
–¿Es muy pronto para pedirle una cita?
–Ya te dió luz verde, no veo razón porqué no hacerlo. –respondió Sunghoon.
Si bien, desde el beso de hace unos días no se habían vuelto a ver debido al trabajo de ambos. De vez en cuando se mensajeaban -siendo Heeseung quien empezaba las conversaciones la mayoría de las veces- y pasaban mucho tiempo hablando de diversos temas no se sentía lo mismo que estar junto al chico.
En un impulso de idiotez, se le ocurrió enviarle algo al trabajo como flores o chocolates, pero pensó que sería muy invasivo.
¿Sería muy intenso enviarle un oso gigante peluche?
Pensar en grande no estaba mal de vez en cuando.
–Ten los pies en la tierra, Heeseung. –Planteó Wonyoung– Si te da luz verde, no significa que se casarán o estarán juntos de por vida.
¿Qué? ¿Cómo que no?
–Riki viene incluido en el paquete. En unos meses más nacerá y la total atención de Jake estará en él, los bebés dan mucho trabajo. –Continuó.– Si quieres que tu luz verde siga intacta debes pensar como el papá de Riki también.
Ser papá. El sueño más grande de su vida.
Tenía la expectativa de pequeño que formar una familia sería lo principal que quisiera con su futura pareja.
Quizás no sería el papá biológico de la criatura, pero quería demostrarle a Jake que estaría a su lado aún cuando Riki naciera.
Y también demostrarle, que le gustaría continuar con él para toda la vida.
–¡Dame mi bowl de yogurt!
–¡Estás con sobrepeso y quieres seguir comiendo!
–¡Tengo a tu sobrino en mi estómago, idiota!
Jungwon junto Yunjin suspiraron ya acostumbrados a las peleas de estos dos.
Es que si se trataba de peleas de hermanos, preferían no meterse en medio. Más si no querían terminar con brazo.
Jake tenía una cuchara de palo en sus manos en modo ataque mientras Jay se mantenía en posición de defensa con solo el bowl de plástico como su única arma. Es que tuvo que llegar a eso por las malas.
Hace unos días Jake fue junto a su hermano a un chequeo normal, fuera de las sesiones ecográficas para ver como se encontraba de salud y el doctor les dijo que dentro de todo lo que involucraba el embarazo iba bien pero había ganado unos cuántos kilos de más, sin contar los del embarazo. La recomendación fue empezar a hacer ejercicios que él mismo les dió y una dieta controlada entre frutas, verduras y proteínas, evitar lo más posible los dulces y postres altos en azúcar.
Imaginarán, que esto no fue del agrado para Jake.
Agregando que, Jay lo llevó al supermercado a renovar su refrigerador. Botando todo tipo de chocolates, galletas y golosinas que pudo encontrar.
Hoy había comprado con muchas ganas un bowl de yogurt helado de frutas que tanto le gustaba. Como fin de semana se puso ropa cómoda y se puso a ver series mientras comía feliz.
Grata fue su suerte hasta entonces que recibió la visita sorpresa de su hermano y sus amigos.
Quien tuvo que quitarle la comida. Estando en la situación actual.
–Jay, devuelve el bowl a Jake por favor. –Suplicó Yunjin, harta de la situación.
–El doctor dijo que evitara las azucares altos, y esto es exactamente lo que estoy haciendo. –le quitó la cuchara de palo de las manos.– Ve a sentarte, yo te preparé algo.
A duras penas, hizo caso acostandose en su sofá apoyando su cabeza en el regazo de Yunjin y sus pies en el regazo de Jungwon. Yunjin acarició su cabello y se rió en sus adentros.
–Ustedes parecen como si tuvieran quince años de nuevo. –Dijo Yunjin.
–Es un odioso.
–Pero es tu hermano.
–Pero un odioso. –dijo con su dichoso puchero.
–Está tratando de cuidarte, no seas así.
Suspiró, encontrandole la razón a Jungwon. Se estaba tomando la molestia de acompañarlo un día sábado acompañándolo cuando perfectamente podría estar en una cita con su novio.
–¿Ya has pensado en el baby shower? –Preguntó Yunjin.
–Tengo recién vienticuatro semanas, me queda mucho para pensar en eso. Wonyoung lo hizo a los ocho meses. –Respondió Jake
–No entiendo para qué hacerlo si ya todos sabemos que será niño. –Dijo confuso Jungwon.
–Es una velada especial Jungwon. –respondió Yunjin– se conmemorará los últimos meses que ha vivido con el embarazo y todos quienes lo queremos estaremos con él para celebrar.
Jake asintió a las palabras de su amiga. Su conversación pareció interrumpida por el citófono de su departamento. Con mucha pereza se levantó para ver porqué le llamaban. Según lo recordaba no había pedido nada a su nombre.
–¿Si?... no he pedido nada, bueno. Bajaré en un minuto. –Cortó.– Jungwon, ¿Tú pediste algo y te equivocaste de dirección –El menor negó confuso.– ¿Podrías bajar a buscarlo a recepción por favor?
Jungwon asintió dejando el departamento con Yunjin y los dos hermanos.
Curiosos por los exquisitos olores, se adentraron a la cocina invadiendo el momento personal de Jay. Se sentaron en las bancas mirando expectantes los movientos del de ojos gatunos.
–¿Es algo dulce? ¿No que no podía comer "cosas altas en azúcares"? –Imitó el menor.
–Es un postre, sí. Pero no lleva azúcar.
–¿Qué le echaste para que tuviera sabor? –Preguntó Yunjin, tanteando el dedo dentro de la masa.– Mmh~ fresas.
Jay quitó el dedo intruso con un manotazo. –Son galletas de avena y miel. No te comas la masa que te hará mal.
–¿Entonces no llevan azúcar?
–No Yunjin, no llevan azúcar.
El celular de Jake sonó, teniendo que salir de la cocina para poder contestar. Sonrió al ver quien y no tardó en contestar.
–¿Interrumpo tu tarde de fin de semana? –Respondió Heeseung al otro lado.
–No, solo Jay controlándome el estómago.
–¿Te está preparando algo?
–Está preparando galletas de avena con miel.
Heeseung soltó una risita. –Te diría que delicia pero no me gusta la miel.
–¿¡Estás bromeando!? ¡Retráctate! –Dramatizó Jake, haciendo reír más a Heeseung.
–No puedo creer que te guste el vomito de abeja.
–Y yo no puedo creer que te guste los aros de cebolla. Por favor nunca comas esas cosas si estás cerca mío.
Heeseung negó, pareciendole adorable como el menor hacía un pequeño escádalo por sus gustos.
–Te prometo no comer aros de cebolla si tú no comes miel mientras estés cerca mío.
Oh, le devuelto la jugada.
–Bien.
–Bien.
Se quedaron en un silencio, escuchando sus respiraciones y sintiéndose completos uno con el otro. Heeseung se sentía satisfecho pero debía ser precavido, no quería agobiar mucho a Jake.
–Hoy me llegó algo a recepción, es raro porque no he pedido nada que yo recuerde. –mencionó Jake, cortando el silencio que habían mantenido.
–Oh, así que llegó hoy. Qué rápido son.
–¿Qué?
–Sé que esta semana ha sido un poco movida para tí, tal así espero que con este regalo puedas sentirte mejor y de paso aceptarme una cita la semana que viene. Heeseung. –Leyó Jungwon en voz alta la carta del ramo de tulipanes mientras lo sostenía junto con un peluche de pato.
Jake se quedó sin palabras, sorprendido por el bonito gesto que tuvo. Sus amigos y hermano lo miraron expectantes, con una sonrisa emocionada en sus rostros viendo como a Jake se le teñían de rosa.
–Heeseung. –Reclamó sintiendose conmovido y avergonzado.
–¿Y aceptas?
Sí, claro que si.
Cuídense, tomen agüita y coman sus comidas.
Los adoro.
Nos leemos pronto~
Hanrling. 🪐
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