- 43
[...]
Tzuyu desliza sus manos sudorosas por segunda vez desde que llegó sobre la ropa que lleva puesta. Lleva esperando a Jihyo unos cinco minutos que siente como horas. Sabe que en cualquier momento la coreana saldrá por la puerta a su izquierda y tendrá que verla a los ojos mientras le dice las palabras más cursis que alguna vez hayan pasado por su cabeza.
Tzuyu suspira pesadamente mientras pone su mano sobre su pecho sintiendo como su corazón está latiendo con locura. La taiwanesa sabe que no debería sentirse nerviosa ya que está consciente de los verdaderos sentimientos que tiene Jihyo hacía ella, pero aún así no puede evitar estar inquieta mientras camina de un lado a otro en un intento de calmarse.
Cuando menos lo espera, escucha la puerta abrirse a su espalda. Ella detiene abruptamente sus movimientos y mira sobre su hombro a la pequeña persona vestida de Sailor Mars que está parada a unos pasos de ella.
Tzuyu ve a Jihyo de la misma manera que la observó cuando la conoció por primera vez. Se siente tan sorprendida de todo lo que ha pasado entre ese día y hasta ahora; se sorprende de la forma en que sus sentimientos han ido desarrollándose al paso del tiempo y de como se permitió conocer a la persona detrás del atuendo de Sailor Mars. La misma con la que discutió por sus mascotas en Twitter y a quien le bajó la cuenta.
—Entonces, ¿qué? ¿Te vas a quedar ahí parada sin decir nada? — Jihyo habla terminando con el silencio. Tzuyu puede notar la manera en la que cruza sus brazos; sabe que la coreana está igual de nerviosa que ella y eso le provoca ternura ya que nota mucha diferencia entre la Jihyo segura de ayer y la Jihyo tímida de ahora.
—Estaba pensando en todo lo que ha pasado desde que te ví por primera vez aquí— Tzuyu responde mientras juega con sus manos. —Y recordé la mentira que te dije cuando me atreví a hablarte después de que supieras que somos compañeras— añade y eso llama totalmente la atención de Jihyo, pues no sabe a que mentira se refiere.
Tzuyu respira profundamente hasta sentirse lista para después acercarse a su contraria y tomar sus manos entre las suyas. Jihyo se sobresalta un poco por la acción y no puede evitar sonrojarse; aquella reacción no pasa desapercibida por Tzuyu, que lo único que piensa ahora es en darle un beso a aquellas mejillas calientes y abuldatas de la coreana.
—Te mentí cuando te dije que vine a esta cafetería porque me gusta Sailor Moon, en realidad nunca terminé de ver ese anime y si me preguntaran de que trata no sabría como responder— Jihyo la deja hablar. No es como si aquello fuera algo nuevo de escuchar, pero sabe que es el proceso que Tzuyu necesita pasar antes de llegar a lo que realmente quiere decir, es por eso que la deja tomar su tiempo. —Siempre he regresado por ti, y lo seguiré haciendo si sé con certeza que te volveré a ver— confiesa apretando el agarre que tienen. —No me gusta Sailor Mars, me gusta la persona que se encuentra tras ese disfraz. Me gusta Park Jihyo— Tzuyu dice con firmeza cada letra y eso sorprende a la más baja, pues a diferencia de hoy, la taiwanesa ayer por la noche parecía una gelatina humana. —Por eso estoy aquí porque... yo... tú... quiero... mi novia— y ahí está su Tzuyu. Jihyo sonríe al verla tartamudear al no poder formular bien sus palabras.
—Ven aquí— la coreana lleva las manos de Tzuyu a su espalda para que la abrace antes de llevar las suyas al rostro ajeno.
—¿Sabes? Sí te tengo así de cerca menos podré concentrarme— admite tragando saliva con dificultad, pero a pesar de sus palabras no hace ningún intento para alejarla, todo lo contrario, ella presiona la espalda impropia para acercarla aún más a su cuerpo.
—Está bien, déjame encargarme a mí del resto— Jihyo dice delineando la mandíbula de la taiwanesa hasta llegar a agarrar su mentón con el dedo índice y pulgar. Tzuyu se siente indefensa cada vez que la coreana le hace eso. —Tzuyu, ¿puedo ser tú novia?
¿Y cómo decirle no a esos ojos qué la ven expectantes y con tanta emoción?
Tzuyu puede sentir como su corazón se infla de felicidad antes de que una sonrisa extienda sus labios hasta que sus ojos formen una medialuna.
—Sí.
Es demasiado increíble para Tzuyu el ver como una persona puede sonreír tanto como lo está haciendo ahora mismo Park Jihyo, su novia.
Tzuyu descubre que ama tanto el usar aquellas dos palabras para referirse a la persona delante suya.
La taiwanesa se inclina para dejar un casto beso en aquellas mejillas que tanto le gustan. Cuando se separa unos centímetros después de ese contacto, Jihyo ya no está sonriendo, ahora lo que hace es verla con ojos brillantes mientras sus manos presionan sus hombros sin mucha fuerza, como si le estuviera diciendo algo con eso, y la coreana se alegra de que Tzuyu haya entendido el mensaje con rapidez, que no tuviera que decirle con palabras lo que tanto quiere porque sabe que ella entiende todo su lenguaje a la perfección.
Y aunque a Jihyo le guste ver la sonrisa de Tzuyu acompañada de su hoyelo, siempre habrá algo que le guste más y es sentir los labios de su acompañante sobre los suyos haciendo presión para después moverse siguiendo un ritmo que solo ellas dos saben.
—No importa que tanto me gustes, este lugar sigue sin ser romántico— es lo primero que dice Jihyo cuando se separan para recuperar el aire.
—No podrá ser lindo, pero sigue siendo especial para mí— Tzuyu le contesta formando un pequeño puchero.
—Lo sé, pero aún así deberíamos continuar esto en otro lado. ¿Te parece vernos está noche? Te llevaré a un lugar lindo— propone haciendo que su contraria se emocione. "¿Ya tan rápido tendremos nuestra cita cómo novias?", piensa sintiéndose muy feliz, pero después recuerda algo muy importante que tiene que hacer.
—Me gustaría, pero hoy tengo pensando llevar a Butter al veterinario— le responde apenada. —Pero podemos ir mañana, claro, solo si puedes.
—Si te parece bien, ¿podría acompañarte? Sabes, tengo muchas ganas de pasar el tiempo con Kaya y Butter— admite haciendo que Tzuyu se emocioné. Pasar el rato con sus mascotas y Jihyo es el mejor plan que alguna vez haya pensado.
—Claro. Y después podemos ir a comer a algún lado.
—Eso suena bien. Te envío un mensaje más tarde, ¿de acuerdo? Ahora tengo que regresar adentro antes de que Mina venga a por mí— Jihyo le dice algo apurada y Tzuyu asiente dejándola ir.
—Nos vemos en un rato— ella se despide agitando su mano.
Jihyo se queda viendo aquella acción pensando que es algo tierna y tonta, es por eso que se acerca a la más alta y se alza sobre sus puntillas hasta dejar un rápido beso sobre sus labios.
—Esto sí es una despedida— le dice dejándola atónita. Jihyo se aleja de ella para adentrarse a la cafetería sin darse cuenta de la boba sonrisa que dejó en los labios de Tzuyu.
[...]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro