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A Tzuyu no le pareció tan buena idea el haber venido a la cafetería una vez que está frente a ella, pero cuando la mano de Nayeon atrapa su muñeca y la arrastra hacía el interior, sabe que ya no tiene escapatoria.
Las dos al entrar se percataron de un gran cambio: hay más gente a comparación de la última vez que vinieron. No es como si la cafetería esté completamente llena, pero si que hay más gente ocupando mesas.
—Ven, hay que sentarnos aquí— Nayeon señala una mesa a la lejanía.
Cuando las dos se sientan una frente a la otra, Tzuyu comienza a mover su pie delatando su nerviosismo mientras observa los alrededores en busca de una Sailor en específico.
—Trata de estar tranquila— Nayeon le reprocha cuando escucha el talón de Tzuyu golpear el suelo repetidas veces.
—Perdón— ella se disculpa apenada mientras se remueve en su silla. —¿La has visto?— pregunta ganándose una negación.
Al paso de unos minutos sienten una presencia acercándose a ellas. Cuando levantan su rostro, ven aquel cabello azul característico con el que están familiarizadas.
—¡Oh, hola, Tzuyu!— saluda animadamente Chaeyoung cuando logra reconocerla. —¿Nayeon?— dice una vez que mira a su acompañante esperando no haberse equivocado.
—La misma. Hola.
—Me da gusto verlas de nuevo por aquí— dice con sinceridad para después inclinarse hacía ellas. —Y creo saber la razón de su visita— les susurra.
Tzuyu, al oírla, baja su mirada sintiendo como si hubieran descubierto todos sus secretos. Por el contrario, Nayeon solo le da la razón.
—En fin, ¿sabes lo qué van a ordenar?
—Antes de eso, ¿puedo preguntarte algo?— Chaeyoung asiente ante las palabras de Nayeon. —¿Por qué hay más gente qué antes? ¿Sucedió algo?
—Oh, eso— ríe levemente al tener un recuerdo pasajero. —Hace días un chico vino a la cafetería y le gustó mucho. Da la casualidad que el escribe para un blog, así que preguntó si podía tomarnos fotos y grabó a Mina escribiéndo en su omelette de arroz para añadirlo a su reseña sobre la cafetería. Parece ser que eso provocó que las personas que lo leen se interesaran en venir, ya sean fans de Sailor Moon o personas con mucha curiosidad— detalla.
—¿Pueden escribirnos cosas en un omelette?— de todo aquel relato, eso fue lo que único que ocasiona interés en Nayeon, algo que preocupa a Tzuyu.
—¡Claro!— contesta con una expresión serena, pero después cambia a una seria. —Pero no creas que va a escribirte algo como "te ves muy linda hoy, ama".
—¡N-nunca pensé en algo así! ¿Quién crees qué soy?— chilla indignada mientras su rostro comienza a cambiar de color.
—Nayeon, nunca lo creí de ti— Tzuyu la acusa mientras la ve con sus ojos entrecerrados, pues sabe perfectamente que su amiga es capaz de haber imaginado aquello.
—Pero ahora que lo recuerdo, Jihyo también le han pedido que escriba cosas en la comida— Chaeyoung menciona recordando las imágenes de su amiga haciendo aquello con pesar y vergüenza.
Oír eso hace que Tzuyu se imagine a Jihyo escribiéndole algo bonito sobre su omelette de arroz, lo que ocasiona que se encoja en su asiento sintiéndose abrumada por los escenarios que recrea en su mente y que parecen haber sido sacados de un anime de romance.
—¿Con qué cara me juzgas si acabas de pensar lo mismo?— Nayeon le reclama antes de que comenzara a molestarla con ello.
Si, definitivamente hubiera preferido no haber venido aquí.
[...]
[...]
—Aquí está su orden— un aura extraña las rodea en el momento en que Jihyo deja el plato frente a ellas.
Tzuyu ni siquiera ha levantado la mirada desde que se dió cuenta que Jihyo venía a su posición. Ella tiene los ojos puestos sobre el mantel blanco que adorna la mesa y el cual repentinamente se le hace muy interesante.
—¡Gracias! Se mira delicioso— Nayeon responde por las dos observando lo bueno que se ve y huele aquel platillo. La coreana observa a Tzuyu y después a Jihyo tratando de reprimir la risa que quiere soltar ante la nula interacción entre las dos.
—¿Les gustaría qué pusiera algo sobre el omelette?— ahora mismo Jihyo se comienza a arrepentir de muchas cosas, entre ellas el no haber renunciado cuando lo pensó por primera vez. Si lo hubiera hecho no estaría pasando situaciones vergonzosas.
—No creo poder decidir. Tzuyu, ¿tú qué opinas?— ahora lo peor ha llegado.
Jihyo se tensa al oír ese nombre. En todos estos minutos, la taiwanesa estuvo sin mover ni un músculo, hasta en un momento aguantó la respiración pensando que eso la haría automáticamente invisible a los ojos de la Sailor Mars, pero ahora que Nayeon le habló hace que sienta la mirada expectante de Jihyo sobre su cabeza, y eso no la hace sentir más tranquila, en cambio, ahora tiene más ganas de salie huyendo.
—Cualquier cosa estaría bien— responde evasiva, aún con sus intentos de no ver directamente los ojos de Jihyo.
Nayeon mira a la pelinegra y asiente con su cabeza, dando a entender que está de acuerdo con lo que dijo Tzuyu. Jihyo se inclina solo un poco para comenzar a dibujar sobre la comida siendo lo más profesional y cuidadosa posible. Nayeon observa el procedimiento con mucha atención y Tzuyu, por primera vez, es capaz de mirar a Jihyo haciendo lo suyo.
—Listo— Jihyo termina sintiéndose orgullosa al ver su dibujo.
—¡Guau! Es muy lindo, ¿verdad?— una vez más Nayeon habla en busca de molestar a la taiwanesa, pues quiere ponerla nerviosa a toda costa.
Tzuyu, quien aún no logra quitar sus ojos de aquel dibujo de un gato hecho con ketchup, sonríe enternecida.
—Sí, es muy bonito— aceptando elevando su rostro para encontrarse por primera vez con los ojos de Jihyo, y como si ella fuera el mismísimo Sol, Tzuyu aparta su mirada enseguida incapaz de seguir sosteniendola.
Jihyo, al ver la notoria reacción de la taiwanesa, también se pone un poco nerviosa y se despide para retirarse rápido de la mesa en busca de una persona en específico.
"Chaeyoung, de esta no te salvas".
[...]
—Deja de estar en Twitter y mejor dime que vas a hacer ahora— Nayeon le arrebata el celular a Tzuyu para llamar su atención.
—¡Ey, regresame eso! Todavía tengo que responderle algo a Dahyun— se queja extendiendo su mano en busca del aparato.
—No hasta que me digas que tienes planeado— Tzuyu suspira pesadamente ante la insistencia de Nayeon, no es que no le quiera decir, pero prefiere mantenerlo para ella misma hasta que consiga algo.
—Te digo si en vez de twittearlo le dices en la cara a Mina lo linda que se ve hoy— una sonrisa burlona se dibuja en su rostro sabiendo perfectamente lo nerviosa que Nayeon se pone cuando Mina aparece en su campo de visión. Sabe que gracias a esto ella podrá liberarse del interrogatorio.
Pero parece que Tzuyu conoció a Nayeon ayer, pues ella la subestimó mucho.
Tzuyu se atraganta con su jugo de naranja cuando ve la mano de Nayeon alzarse para hacer una seña que es captada rápidamente por Mina, quien estaba rondando por la cafetería. Cuando esta se acerca, Tzuyu ve estupefacta la escena: "¿acaso lo hará?".
—¿Necesitan algo?— la japonesa pregunta amablemente.
—Nada en especial. Solo quería decirte que te ves tan linda como siempre— Nayeon le responde posando su mentón sobre sus manos.
La primera reacción de Mina es quedarse sin habla, después sus mejillas comienzan a teñirse de rojo y termina trabandose al querer decir un "gracias" antes de alejarse a toda velocidad.
Nayeon observa el camino que tomó la nipona y, cuando está fuera de su campo de visión, deja caer su frente sobre la mesa totalmente avergonzada por la azaña que se atrevió a hacer.
—¿Por qué me hiciste hacerlo?— le reprocha a Tzuyu, la cual abre su boca indignada.
—¡No te obligué a nada!
—¡Que pensará Mina de mí ahora!— lloriquea aún sin levantar su mirada.
—¿Ahora por qué Nayeon está llorando?— las dos presentes llevan su atención ante la nueva integrante. Jeongyeon se sienta a un lado de ellas y se acomoda percatandose de que algo no va bien. —¿De qué me perdí? No me digan que llegué tarde para ver lo bueno.
Tzuyu ni siquiera espera un segundo para comenzar a contarle todo y Jeongyeon ni siquiera se apiada de Nayeon, pues ella comienza a reírse al verla tan apenada. No siempre tiene el placer de ver a su mejor amiga comportarse de esa manera, así que tiene que aprovechar el momento. Nayeon, por su parte, solo quiere aventarse de una ventana al escucharlas. Nunca es una buena combinación para ella el tener a Jeongyeon y Tzuyu en un mismo sitio.
[...]
[...]
"Estúpida Chaeyoung ¿por qué me hiciste pasar por eso? Pero me las cobraré con no mandarte más fotos de mi Bbuyo". Se queja por enésima vez Jihyo mientras se dirige hacía la puerta trasera de la cafetería con una bolsa negra en su mano derecha.
Cuando sale hacía el callejón, se queda petrificada al ver la persona que ya se encuentra ahí.
Podría simplemente salir, tirar la basura y por educación saludarla, o podría dar media vuelta y tomar un vuelo hacía Islandia —ya que siempre ha querido ir allí— para que nadie sepa de ella. Si, la última idea suena bien si tan solo tuviera dinero, obviamente, o una justificación para hacerlo, y Jihyo no tiene una buena, pues ella no sabe la razón del porque quiere huir de Tzuyu. No sabe si es por la forma en que la ve o porque simplemente es una compañera suya que sabe de su "secreto".
Pero, si es sincera, la primera opción va ganando.
—Hola— por primera vez desde que llegó aquí le dirige la palabra y eso le sorprende, pues cuando escribió aquel tweet desahogandose nunca pensó que lo haría, no después de que haya evitado mirarla a toda costa.
—Hola— la saluda sin saber muy bien que decir a continuación. Ella simplemente fue a sacar la basura, no tenía previsto encontrarla aquí, pues pensó que se había ido cuando abandonó la cafetería hace unos minutos.
—No quiero que pienses mal... ya sabes, sobre el haberte esperado aquí hasta que salieras— comienza mientras juegas con los dedos de sus manos notablemente inquieta.
"Si lo dice en alto suena peor". Piensa Jihyo sabiendo perfectamente la extraña situación en la que se encuentran. Probablemente si no supiera que es compañera suya, hubiera corrido una vez que la viera. Ya saben, por seguridad.
—No sé si me recuerdas de aquella vez cuando-
—Lo hago— Jihyo la interrumpe prácticamente pasando de ella para botar la basura en un contenedor metálico.
—¿Lo haces?
—Probablemente no lo recordaría si no hubieras venido casi diariamente a la cafetería después de eso— recuerda haciendo que Tzuyu baje su mirada apenada. —Por eso me fue fácil identificarte cuando te vi en clase.
Tzuyu no sabe que decir, no pensó que llegarían tan rápido al tema.
—¿Lo sabías?— pregunta Jihyo logrando que salga de su mini-trance.
—Saber, ¿qué?
—Que somos compañeras de clase— aclara. —Porque realmente me preocupa que alguien de mi grupo esté enterado que me visto de un personaje de Sailor Moon y use eso en mi contra— confiesa. —No querrás amenazarme con esto, ¿o sí? Digo, soy buena en cálculo, pero no sé si esto te sirva de mucho; muy apenas hago mis trabajos extraclase, hacer el de otras personas me costaría.
—¿Qué? ¡No! Claro que no— corrige rápidamente. —No estoy aquí para amenazarte o algo por el estilo, nunca haría eso. En realidad solo he venido para ver- — sus labios se presionan entre sí antes de que pudiera decir algo de lo que se arrepentiría.
—¿Ver...?
—Sí, para ver... ¡las decoraciones! Sí, las decoraciones. Son muy lindas y mas porque me gusta este anime— responde torpemente, casi trabandose con sus palabras.
Aunque Tzuyu no sabe si le gusta ese anime o la persona que se viste de ese anime. Es un buen cuestionamiento.
Jihyo se le queda viendo por unos momentos antes de soltar una pequeña sonrisa, pues toda esta situación le parece un poco graciosa.
—Eso tendría sentido si estuvieras adentro viendo las decoraciones y no aquí después de haberme estado esperando— aquella verdad hace que las mejillas de Tzuyu se calienten. —Así que estoy comenzando a pensar qué quieres decirme algo, ¿o me equivoco?
Ahora desea haberle dicho otra cosa con más lógica.
—Bien, me atrapaste— suspira derrotada mientras deja caer sus hombros. —Probablemente no haya venido solo por eso— añade desviando su mirada. —Solo estaba preocupada por la impresión que tienes de mí.
—¿Y por qué te preocuparía eso?— la interroga elevando una ceja, mostrándose muy confundida ante los ojos de la taiwanesa. —Digo, prácticamente nos acabamos de conocer. ¿Por qué te importaría mi opinión?
—Sí, lo sé, es solo que yo...— Tzuyu se calla frotándose el cabello estresada. Ahora mismo detesta el no ser tan expresiva porque se le dificulta decir lo que verdaderamente pasa por su mente.
Tzuyu comienza a recordar todas aquellas frases de ánimo que le dieron Jeongyeon y Nayeon antes de, literalmente, empujarla hasta aquí. "Está bien, solo di lo que realmente sientes". "No importa lo que pase, solo se sincera". "Trata de ser lo más natural posible. Trata de ser tú". Suena fácil al momento de oírlo, pero una vez que quiere ponerlo en práctica, todo en ella se bloquea, y más al ver la razón delante suya, pero las ganas de avanzar son más fuertes, realmente quiere conocer la persona detrás del disfraz de Sailor Mars.
—Si me lo permites, me gustaría saber más de ti, y... y si digo la verdad, me interesas— lo último lo dice con su mirada en el suelo, pues le resultó difícil mirarla mientras le confesaba aquello.
Tzuyu sabe una cosa y es que ya no hay marcha atrás después de esto, así que espera que todo resulte bien. Fue sincera, así que espera lo mismo de regreso. No importa que tan crudo sea.
Jihyo esperaba muchas cosas, pero eso no estaba en lo primero de la lista, y duda que al menos aquello estuviera dentro de la lista. Park ni siquiera sabe que responderle a eso pues la tomó por sorpresa, pero lo que la inquieta es el escuchar una exclamación detrás suya.
Cuando Jihyo voltea hacía la fuente de aquel sonido, observa a Momo con una expresión atónita bajo el marco de la puerta.
"No puede ser", suspira pesadamente cuando la ve adentrarse a la cafetería con paso apresurado sabiendo perfectamente lo que viene después.
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