Desde aquel día ellos habían estado manteniendo citas constantemente, los atardeceres y los paseos habían Sido sus favoritos, era perfecto ante los ojos del peliazul, que estaba encantado con todas las palabras bonitas y  todos los gestos de amor que tenia jungkook hacia el.

Los meses habían pasado veloces y su relación se hacía cada vez más sólida, cada vez más fuerte.

Habían pensado en hablar con los padres de Taehyung pero ninguno de ellos había vuelto de sus viajes y no habían tenido la oportunidad de hacerlo.

Esa día cumplían cuatro meses juntos y el peliazul pensó que sería una bonita sorpresa para su novio llegar a su departamento sin avisar, antes lo había hecho y no había problema.

Está vez iría y cocinaría para el, tal vez tendrian  una tarde de películas y se acurrracrian en el sofá, de solo pensarlo, la sonrisa en su rostro se expandía.

Estaba tan enamorado que no fue conciente de la ropa tirada en  la sala de la casa, tampoco fue conciente de los sonidos grotescos que retumbaban en el lugar, fue irreal hasta que lo vió.

El delgado cuerpo era empotrado sobre el colchón, sobre esa cama que ambos habían compartido tantas noches y en la que el que creía lo amaba, le había engañado tantas veces con sus palabras.

Sostuvo con fuerza el collar que llevaba sus iniciales, ese que le había regalado Jungkook cuando cumplieron el primer mes juntos y que había jurado no quitarse jamás de su cuello, era la promesa de amor que estaría allí hasta que un anillo adornara su dedo, palabras que habia dicho el pelinegro cuando se lo dió, el mismo pelinegro que estaba saciando sus instintos con otro cuerpo que no era el de el.

Retrocedió aguantando sus lágrimas y antes de salir del lugar tiró con fuerza de aquel recuerdo y lo dejo sobre la mesa de entrada, justo al lado de los documentos de Jungkook, justo donde podría verlo cuando terminara su traición.

Saldría de ahí, se iría lejos a como diera lugar y para eso necesita la ayuda de su padre, debía llamarlo e irse con el dónde sea que estuviese.

                       (...)

El sexo había terminado y se alejó rápidamente de la mujer que sonreía por haber conseguido su orgasmo, uno al que el no estuvo ni cerca de llegar.

Retiró el preservativo y lo lazo al basurero antes de levantarse de la cama y comenzar a vestirse.

—Ya tienes lo que que querias, ahora lárgate y dale a mi jefe el maldito contrato por el que me obligaba a coger con una perra para conseguirlo.

La mujer se puso de pie dejando ver su desnudez, una que no fue elogiada ni fue observada por el pelinegro.

—Sabia que para ti esto era solo trabajo pero pensé que después de verme, te exitaria tanto que querrías repetir la acción.
Creo que tenían razón cuando me dijeron que eras un puto marica —hablaba altanera— Necesitaba probarte, siempre tengo lo que quiero y tu jefe es un idiota interesado que haría cualquier cosa por conseguir el poder.

— Lárgate de aquí, el trato ya está cumplido y no tengo porque seguir viendo tu asquerosa cara ni un segundo más.

— No te preocupes, jamás repito y tú eras un capricho que se me había vuelto un tanto difícil y debía consegir a cómo de lugar— sonrió — suerte que papi agarro de las bolas a tu jefe y no le quedó otra que concederme lo pedido.

Jungkook se acercó a ella con intenciones de sacarla del lugar por la fuerza pero la mujer fue más inteligente y comenzó a caminar por su propia voluntad, lo habia cabreado lo suficiente como para tentar a su suerte.

Antes de salir, se detuvo en el umbral de la puerta y lo observó con desprecio y burla.

—Saludame a tu novio Jeon, y dile que fue un placer haber montado ese espectáculo para el, espero que le gustara ver con su novio se follaba a alguien más — sonrió por última vez y salió del lugar a toda prisa —

Jungkook tomó su teléfono desesperado tratando de hablar con el peliazul pero no tubo respuesta, ninguna de las llamadas fue recibida, ninguno de los mensajes fue leído.

Entonces lo vio, sobre la mesa estaba aquel recuerdo que solo le pertenecía a su Tae y que le dejaba en claro de que había estado allí, había visto como estaba en la cama con otra persona que no era el y que la traición había Sido descubierta por la unica persona que había rogado jamás supiera de ello.

Sus rodillas tocaron el piso y se permitió llorar con libertad, realmente lo había estropeado todo y estaba seguro que su chico, ya no querría saber nunca más nada de el.
Jamás le perdonaría lo que hizo, jamás volvería a tenerlo en sus brazos y jamás las palabras dulces que salían de los labios de Taehyung volverían a estar dedicadas a el.

Su teléfono anuncio una llamada y no demoró en contestar con la esperanza de que fuese el, que fuese el peliazul quien lo estaba buscando.

— ¿Si? — su voz sonaba rota—

— Bien hecho Jeon, lograste cerrar el trato, nunca me decepcionas... Aunque no puedo decir lo mismo de mi hijo —sonrio burlesco — vuelve aquí Jungkook, tienes trabajo que hacer y sigues siendo uno de mis perros no lo olvides.

—Me prometiste que el jamás se enteraría Baek, me diste tu palabra... Yo —sollozo— lo amo, no puedo perderlo.

— El está para grandes cosas, tu no estás incluído en ellas, ya verás que todo era necesario para tener a mi hijo junto a mi.
Acepta el destino y vuelve a tomar tu lugar, te espero Jeon, es una orden.

La llamada fue finalizada y Jungkook lanzo su teléfono con fuerza a la pared, haciendo que se rompiera en mil pedazos.

Había caído en el juego de Baek, había Sido un idiota y ahora solo restaba solucionarlo de alguna forma y hacer que tal vez algún día Taehyung fuese capaz de perdonarlo.

Holasss, ¿como vamos?

Espero estén disfrutando la lectura.

🌸 ErLith_ 🌸