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¡Me convertiste es esto!

La noche había llegado y con ella quizás la única posibilidad que tendría Jungkook se poder acercarse a Taehyung y tratar de alguna forma de explicar los hechos, aunque estaba claro que lo que vio su chico, jamás podrá sacarlo de su mente, lo traicionó vilmente, sobre la misma cama en dónde había jurado amarlo por siempre y cuidar de él.

Había sido un idiota que se dejó manipular por Baek, pero si de algo estaba seguro era de que se vengaria de el, tarde o temprano haría que pague por todo lo que a hecho.

Caminó por los largos pasillos, completamente desolados, Dylan había cumplido con lo acordado y el tenia libre acceso para llegar hasta Taehyung e intentar hablar con el, aunque tenia claro que lo más probable era que el chico no quisiera saber nada de él ni escuchar explicaciónes.

Cuando estuvo frente a la habitación tomó un larga respiración antes de comenzar a abrir las puertas con cuidado, lentamente y sin hacer ni un poco de ruido, ya que en el momento que Taehyung se diera cuenta de la intromisión, y con lo cabreado que estaba con su persona,era capaz de llamar a los hombres de Baek para que se deshicieran de el.

Observó hacia la cama, pero estaba vacía, sin tener siquiera un rastro de que el menor hubiese estado en la habitación.
Al menos no en ese momento.

Su ceño se frunció y se disponía a salir cuando fue agarrado fuertemente por la espalda, mientras un cuchillo presionaba con la fuerza justa para no desgarrar su cuello.

— ¿Perdiste algo perro?
¿Mi padre te soltó la correa y te perdiste?

—Taehyung— suspiró— Debemos hablar... Te lo pido.

—No hablo con traidores —su voz se escuchaba sería, sin una pizca de la dulzura que lo caracterizaba— ahora vete Jungkook, no tienes derecho de irrumpir en mi habitación.

En un ágil movimiento giró su cuerpo  y arrebato el arma de las manos del menor con facilidad, dejandolo perplejo por no haber si quiera podido sostener el cuchillo entre sus manos.

Tardo unos minutos en reaccionar al ver la imagen tan distinta que estaba presenciando.

Sus cabellos ya no tenían ese hermoso azul que lo caracterizaba, más bien eran negros como la noche y caían sobre sus ojos con tal gracia que hacían una imagen imponente, sin un rastro del Taehyung que fue antes, allí solo había vacio.

—No juegues con eso... Puedes lastimarte — hablo calmado.

—Eres un infeliz—solto sin mas— un maldito infeliz que merece que lo maten pero que lo hagan sufrir mucho... Me voy a encargar de eso Jungkook, ya verás — sentenció.

El pelinegro se acercó a él con cautela hasta estar frente a frente de Taehyung, quien aún lo observaba con molestia.

—Mirate— acaricio su rostro— aún completamente molesto eres la persona más perfecta que podría existir.

Un fuerte golpe en su mano lo hizo alejarse unos centímetros.

—No me toques, no vuelvas a poner tus cochinas manos sobre mi— hablo firme.

Jungkook pensó que tal vez podría convencerlo, como antes, usando sus encantos.
Tal vez así, podría estar dispuesto a escucharlo aunque sea solo una vez.

—Antes querías tener estás manos sobre ti — respondió sin pensar.

El enojo de Taehyung se hizo más fuerte, podía ver en sus ojos la rabia contenida que tenía hacia el.

—Las quería cuando no habían tocado porquería — habló molesto— Cuando al menos pensaba que solo  me tocaban  a mi...cuando aún era un ciego que se dejaba manipular por tu labia y creía cada mentira que susurrabas en mi oído.

El pelinegro sintió su corazón doler al ver aquellos ojos que antes brillaban de amor, que lo observaban como lo mas grande de este mundo, esos que ahora solo tenían odio, solo habia desprecio para el.

—Escuchame, todo tiene una explicación...

—¿En serio Jungkook?— su voz se quebró solo por un segundo antes de volver a adoptar esa dureza que poseía ahora— ¿Fue una ilusión tal vez?, imaginé verte a ti follando a esa chica sobre tu cama... La misma dónde jurabas amarme, donde fui el idiota más crédulo que podría existir.

Jungkook se acercó a él e intento abrazarlo, pero solo recibió un fuerte empujón mientras Taehyung se alejaba hacia el otro extremo se la habitación.

— El Taehyung que yo conozco —se atrevió a decir— el no es rencoroso, el escucha y siempre dice que todos merecemos el beneficio de la duda— guardo silencio unos momentos — El Taehyung que yo amo me escucharía, aunque fuese solo unos minutos.

La respiración del contrario se volvió más apresurada, teniendo que sostenerse de un mueble mientras sus uñas raspaban sobre la superficie, aguantando las ganas de saltar sobre Jungkook y arrancarle los ojos.

—Ese ya no existe — respondio.

— Eso es imposible, tu no eres está nueva versión, tu jamás me habrías visto con tanto odio... Bebé necesito explicarte ... Por favor — suplicó.

Taehyung no pudo aguantar más y a grandes pasos llegó hasta el y lo abofeteo.
Fuerte y preciso, dejando que solo aquello retumbara en la habitación.

—¡Tu me convertiste en esto! — gritó colérico — está nueva versión es obra tuya maldita sea.

Jungkook sostuvo su rostro mientras guardaba silencio, mientras podía ver al fin cuanto daño había  hecho al hombre que más amaba en el mundo.

—Espero que disfrutes tu propia creación, espero que estés conforme — finalizó.

En un movimiento desesperado, el pelinegro se acercó a a el a gran velocidad y los sostuvo con fuerza de sus brazos, mientras lo besaba con ansias, desesperado por tener aunque sea solo un poco de Taehyung.
Sintiendo como el menor no respondía a su beso e intentaba alejarlo con todas sus fuerzas.... Entonces se rindió, habia jodido todo, esto ya no tenía remedio, al menos no ahora, no mientras Taehyung aún tuviera su corazón dañado... Pero Jungkook era paciente, el esperaría toda una vida por su chico, aunque eso significara tener que suplicar por su perdón.

—No vuelvas a besarme— escuchó — No te atrevas a volver a tocarme Jungkook — se puso frente a frente del mayor— Si quiera lo intentes, haré que te maten, no tendré piedad y ordenare tu muerte — declaró — ahora lárgate de aquí, vuelve a lamerle las botas a mi padre y déjame en paz.

El pelinegro camino hacia la salida totalmente abatido.

Sabía en lo que se metía al momento de aceptar la orden de Baek, pero también sabía que de no hacerlo Taehyung estaría en peligro... Aunque eso no se lo diría aún.

Iba a recuperarlo, eso era un hecho, pero lo haría con calma, no apresurada nada.

Después de todo aún tenía algunos asuntos pendientes para poder al fin volver por su chico y pedir su perdon.

Salió del lugar sin mirar atrás, completamente inconcientemente del chico que luego de estar solo había vuelto a romperse, a volverse tan frágil que cualquiera podría destruirlo por la forma tan vulnerable en la que se encontraba.

Abrazaba su pecho y lloraba su desgracia mientras imploraba al cielo que el dolor cesara, que su corazón se endureciera y que no dolerá tanto al recordar.

Gracias por leer y espero estén disfrutando de la historia.

🌸 ErLith_ 🌸

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