SEPTIMA PARTE
Dos días después de su llegada, Harry se levanta de la enorme cama, sintiendo el vacío en el lado de ojiazul, justo donde su alfa debía estar —¿Louis? —habla soñoliento.
Acordaron irse a vivir al apartamento de Louis, desde la primera vez que Harry llegó amo el sitio, desde el primer instante lo sintió acogedor, cómodo, como si perteneciera. De pronto estaba imaginando su sudadera colgada en el perchero, su paraguas en el cesto junto al de Louis y sonrió con ilusión.
Louis parecía darse cuenta y se acercó por detrás para abrazarlo —En la repisa quedarían bien algunas fotos tuyas, ¿no crees?
Harry cerró los ojos dejándose envolver por el aroma de su alfa —sería lindo, por supuesto.
Camina en interiores tan solo con una sudadera enorme que le llega a la mitad de sus muslos. Se dirige al baño para lavar su rostro y dientes.
Pasa su mano vuelta puño por sus ojos para quitar el rastro de sueño, camina fuera de la habitación en búsqueda de su alfa. Sabe dónde lo puede encontrar, el olor de Louis y el del café recién echo llega a su nariz.
Pasa por las puertas de la cocina y lo divisa picando algo de fruta, Louis voltea de inmediato, sonríe al ver su marca en el cuello de Harry, es hermosa y Harry la ama.
—¿Amor que haces afuera de la cama? Yo te iba a llevar el desayuno.
Harry sonríe, y se deja ir en sus brazos, aceptando el abrazo que el alfa ofrecía.
Louis toma la fruta y los dirige a la mesa, acomoda a Harry en su regazo y este se esconde en su cuello. El alfa besa la marca de enlace —¿dormiste bien, amor? —pregunta haciendo caricias en su espalda baja.
—Muy bien gracias, ¿y tú? —dice soñoliento recostándose sobre su hombro, Harry amaba sentir la calidez y el toque de su alfa.
—Para serte sincero, aún tengo algo de sueño, no sabía que mi omega pudiera ser tan salvaje en la cama y… —Louis deja de hablar, Harry muerde su hombro sintiéndose embriagado por el olor de su alfa.
—Cásate conmigo, no yo seré tan salvaje como ese omega tuyo. —juguetea con un rápido pestañeo.
Louis se carcajea, algo curioso de su omega era que se volvía muy mimoso al despertar. —No podría, le soy fiel a mi Harry.
Louis sienta al ojiverde sobre la encimera y se ubica en medio de sus piernas —¿Tienes hambre, bebé?
—Sí, pero déjame alimentarte primero —Harry pincha un pedazo de fruta y la lleva a los labios de su alfa—. Abre.
Louis obedece y acepta la fruta, durante el momento no deja de observar los ojos de Harry, al terminar de masticar su omega se acerca y lo besa.
—Mi sabor favorito —Harry habla sobre sus labios pasando sus brazos por su cuello.
—¿Las fresas son tu fruta favorita?
—No, me refería a. —Harry lo besa.
Sonríen y a Louis no le queda de otra más que llevar en brazos a su omega hasta la habitación para seguir durmiendo otro poco más.
Pasaron unos maravillosos días juntos, saliendo de paseo, yendo a cenar o simplemente nadar en la piscina de casa.
Para el día sábado ya se encontraban de nuevo en casa, se podría decir que Harry mejoraba cada día en la cocina, las tareas se dividían, si uno cocinaba el otro limpiaba.
En los días cuando el omega terminaba quemando la comida, Louis lo consolaba y simplemente decía que podrían pedir algo a domicilio. En algunos momentos Harry se sintió mal, él suponía que era un mal omega.
Pero Louis no dejaba de repetir cuanto lo amaba y lo perfecto que era, el alfa supo que eso era una inseguridad, así que ambos cocinaban y Louis supervisaba que todo saliera bien.
Al final Louis terminó por despedir a un par de sus empleados, resulta que esos omegas por dinero otorgaban información a otras empresas perjudicando el renombre de Louis, Harry descubrió algunas anomalías en el área en que estos se desempeñaban, además el alfa supo que estos eran los que molestaban a Harry.
De inmediato fueron suplidos por un beta y una alfa que fueron entrevistados por Harry, los empleados estaban felices por su enlace, en algún momento el omega se sintió un poco abrumado porque la mayoría de ellos estaban al pendiente de que nada le faltara, defendiéndolo del maltrato de clientes o socios.
Eso le otorgó cierta tranquilidad al alfa.
Un mes después de su enlace, ambos se encontraban en la oficina de Louis, el alfa cumplió la petición de su omega al regresar su escritorio.
Tocaron la puerta desde afuera y Louis dio el paso, el rostro de Harry se tornó pálido e hizo una mueca.
Una omega pelinegra apareció junto a Mery, su olor se esparció por la oficina. Louis siente la incomodidad de su omega y se dirige a él ignorando la presencia de la empresaria.
—¿Qué sucede, amor? —Harry frunce el ceño
—Es muy dulce su olor, creo que voy a vomitar.
Louis rodea a su omega y deja salir su aroma, se dirige a Mery —Lleva a la señorita Ling a la sala de juntas, por favor.
La pelinegra enfurece —No tengo todo el día para tonterías como esta, señor Tomlinson. —dice dejando salir su aroma.
—Solo salga por favor. —Ella eleva una ceja y no se mueve.
—Esto es poco profesional, no sabía que ya tenía omega —chasquea la lengua al notar las caricias del alfa en la zona para calmarlo.
—Basta, lo está incomodando, deje eso.
—¿Hacer qué? —pregunta pavoneándose, dejando salir de nuevo su olor para atraer la atención.
Molesto el alfa la mira de frente, pues el aroma que ella dejaba salir mucho más empalagoso, tan asquerosamente dulce que parecía provocarle un fuerte dolor de cabeza —Dije largo.
Harry se cubre la boca y el color de su piel se torna amarillento, se incorpora y corre al baño. Louis se detiene frente a la omega —se termina toda conexión entre nuestras empresas, fuera de aquí.
Ella se acerca molesta —No puede hacer eso, ¿sabe lo importante de mi apellido?
—¿Sabe lo que un alfa es capaz de hacer por su omega? Largo de aquí, yo hablaré con su padre y le haré saber su falta de profesionalismo. —Louis dirige su atención a su secretaria y le ordena sacarla.
El alfa corre hasta el baño y encuentra a Harry sentado en el suelo, al sentirlo se vuelve al baño y vomita.
—Amor, ¿qué sucede? —le toma el cabello y se lo sujeta con la liga que siempre lleva en mano por si su omega la necesita.
—Louis… —lloriquea.
—Ya bebé, ¿qué tienes?, ¿te duele algo?
—Quiero ir a casa —pide, pero Louis se preocupa al sentirlo frío cuando vuelve a vomitar.
—Iremos al médico, amor. —le informa sentándolo en el baño, Harry deja salir su aroma a mandarinas, y respira tranquilo.
—Márcame, por favor —Harry suplica, luego de vomitar por cuarta vez.
Louis se acerca y obedece, saca un pequeño pañuelo y lo frota para que su aroma a madera este en la tela, se lo da a Harry suponiendo que el olor de la omega aún está en la oficina.
Harry se cubre la nariz y el tomado en los brazos de su alfa, Mery se acerca informando que fue necesario pedir ayuda para sacar a la mujer. Louis le pide que se encargue de todo y continua su camino para llevar a Harry al hospital.
En el estacionamiento lo ubica dentro de su auto y besa su frente, sube y arranca para ir. Al llegar, Harry recobra el color y camina apoyado a un costado de su alfa.
Casi una hora después el omega sonríe mientras come algo maní, cosa que desconcierta al alfa, pues su omega no es tan fan de ello. Louis temía que a su omega le pasara de nuevo, así que pidió tenerlo en revisión por una hora más.
El doctor entra y ambos dirigen su atención —¿qué sucede? —el alfa pregunta.
—Bueno, señores Tomlinson, tengo excelentes noticias.
—¿Cómo qué buenas noticias? —Harry pregunta, luego de comer algo de gelatina, tenía el estómago vacío.
—Los resultados demuestran que estás embarazado. —informa.
—¿Qué? —ambos preguntan sorprendidos, Louis observa a Harry con emoción y Harry parece querer llorar.
—Hicimos un test de orina y uno de sangre, ambos dan el mismo resultado, todo en su omega está en perfectas condiciones, señor Tomlinson.
—Yo no sentí cambios en su aroma —Louis, tartamudea desconcertado—. Percibí su olor un poco más fuerte, como algo mandarinas fuertes, supuse estaba cerca de su celo. —observa a su omega con ilusión, Harry aún parece desconcertado.
El médico sonríe y Harry se ruboriza —En algunas ocasiones los cachorros tienen el mismo aroma que la madre y no dudo que este sea el caso, por lo que dice, supongo que será un o una alfa.
Louis no dice más, se acerca a su omega —¿Cariño?
—¿Sí? —Harry sigue pálido y mira a un costado.
—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? —pregunta preocupado, Louis ibera su aroma y Harry se relaja.
—No lo sé, nunca espere… yo… ¿Embarazado? —suspira observando con ojos lloros a su alfa.
—Bebé… —su alfa lo atrae y lo besa al sentir que llora—. Ya cariño, no te sientas obligado a nada, es tu decisión si quieres tenerlo, yo te apoyo en lo que decidas.
—Alfa… —Louis agradece cuando el médico les da privacidad.
—Ya cariño, aquí estoy, no te preocupes. Si gustas yo puedo agendar cita con el médico para que…
—No, no, ¿qué dices? —Harry se incorpora—. Yo si quiero tenerlo, ¿tú quieres?
—Por su puesto, sabes que amo todo lo que venga de ti, bebé, ¿es lo que deseas?
Harry se deja limpiar por su alfa —¿Recuerdas la primera vez cuando nos reunimos con nuestras familias?
—Por su puesto, fue una linda noche.
—Cuando te vi con tu pequeño sobrino, mi omega aulló, y volví a sentir algo lindo, mi lado humano y mi instinto deseaban tener tus cachorros, yo quiero y deseo llevar a tus cachorros, alfa. —Harry hace un leve puchero que de inmediato Louis besa.
—Bebé, ¿por qué nunca dijiste que ese era tu deseo?
—Porque tú llegaste derrumbando todo lo que nunca creí querer. —sonríe y Louis limpia una lágrima que cae por su mejilla.
—Bueno, tú eres más de lo que deseaba, ¿seremos padres, puedes creerlo?
—Seremos padres —Harry afirma.
El médico sonríe y se acerca cuando los ve tranquilos. Da las recomendaciones necesarias y los suplementos vitamínicos.
Louis y Harry salen felices de la sala para irse de inmediato a casa.
🥃🥃🥃
Con el pasar de los días, el vientre se hacía tan grande como el amor que Louis le tenía a su omega.
Cada mes fue diferente, Harry en ningún momento dejó de ir a empresa, todos lo felicitaban y el parecía estar más radiante.
Para su mala suerte los últimos dos meses estaban siendo una tortura.
Harry se encontraba parado frente a la mesa del comedor, se encontraba adolorido y algo irritado, acarició su vientre —Calma, a mami le encanta que te muevas, pero hazlo con cuidado, amor. —suspira con los ojos llorosos, faltaba poco para que Louis llegara del trabajo.
El omega se vio en un problema los últimos dos meses, los antojos por la comida fueron muy fuertes, y para su mala suerte deseaba ingerir cosas que le provocaban náuseas.
Entonces estaba frente a un plato con algo de carne y arroz, lo odiaba. —Bien, solo un poquito y ya ¿sí? —pregunta en dirección a su abultado vientre, toma un poco y lo lleva a sus labios, una parte de él siente alivio y otra simplemente quiere llorar porque en realidad él odia eso.
Sus lágrimas empiezan a correr por su rostro mientras come, escucha la puerta, abrirse y mastica con lentitud. Louis percibe su estado y se dirige de inmediato a donde se encuentra, lo abraza por detrás y besa su cuello justo donde está su marca.
—¿Qué sucede, amor?
—Duele —murmura con el simple hecho que sus emociones han estado extrañas y hoy se siente triste, ha extrañado mucho a su alfa y se siente abrumado.
—A ver, déjame ayudarte unos segundos, ¿bien? —pregunta frotando sus manos por su gran estómago, sus besos no paran. Louis se detiene en la parte baja de su vientre e inicia a elevar con sumo cuidado para aminorar el peso. Harry jadea de alivio y recarga su cabeza sobre su hombro.
—Gracias, amor, haces un gran trabajo llevando a nuestro cachorro. Eres una gran mami y un gran omega, Harry, ¿lo sabes, verdad?
—Sí, alfa. —habla y sus lágrimas no dejan de recorrer sus mejillas.
—Cariño… —Louis lo mece y deja salir su aroma para no afectarlo a modo que se relaje.
—No sé lo que me pasa, no entiendo… —Su voz se quebranta.
—Ya, tranquilo, deja que tu alfa te cuide cariño. —dice y lo toma con cuidado por sus piernas para llevarlo en forma nupcial, Harry de inmediato se esconde en su cuello.
Camina por toda la casa hasta llegar a su habitación, dentro de esta había un compartimento especial donde tienen su nido, el día que Louis lo mostró a su omega este lloró de emoción, fue un poco posesivo al inicio, reñía a su alfa cada que movía algo o intentaba agregar algo.
Lo recuesta sobre la cama y se despoja de sus prendas para quedar únicamente en interiores, rápidamente se pone unos pants y se recuesta atrayendo a Harry a su costado.
Su omega no ha dejado de llorar, y refriega su rostro en las mantas marcadas con el aroma de Louis, era lo único que necesitaba.
Para Louis fue un poco difícil al principio, como alfa se sentía mal por no poder quitar de Harry ese sentimiento. Luego de hablar con un terapeuta y el médico encargado le hicieron entender que los embarazos pueden afectar de diferentes maneras y Harry se volvió muy sentimental, algo que su propio omega odiaba, pues, su personalidad no era esa.
—Respira bebé, estoy aquí.
—No me dejes solo, no quiero, todo duele, mi espalda, mis pies, mis pechos y… me siento tan inútil y también estoy siendo un tonto para ti, lo siento. —se abraza a su costado, su llanto no cesa.
—Mi lindo omega, amor, no digas eso, ya pasará, tú eres fuerte, solo es un momento y está bien que te sientas así, todo en ti cambió.
—No quiero ser mala madre…
—Ya eres la mejor, piensa en los momentos lindos —pide y de inmediato Harry recuerda el momento cuando recibieron la noticia y la primera vez que sintió a su cachorro moverse dentro de su vientre.
—Ya me pasará, en realidad es lindo, la mejor sensación de mi vida… es solo abrumante, únicamente no me dejes.
—No te dejaré, Carl estará en la empresa hasta que te sientas bien, voy a trabajar desde aquí. —lo acarició y besó su rostro.
—Lo siento, Louis. —Harry cierra los ojos al sentir los labios de su alfa por sus mejillas, frente y papados.
—No te debes disculpar, bebé, sabes que te amo y de verdad agradezco todo lo que haces.
—Necesito un favor, Lou.
—Lo que quieras cariño.
—Abre la marca de nuevo, siento que eso ayudará.
Louis sonríe con cariño, comprensivo y da todo de sí para aminorar el malestar de su omega, le dice palabras cargadas de amor y acaricia su rostro mientras lo besa, prepara su piel repartiendo besos por el lado de la marca.
Harry suspira, no puede dejar de llorar, Louis limpia sus lágrimas —Todo estará bien, cariño. —dice y nota a Harry cerrar los ojos ladeando el rostro, permitiendo al alfa abrir la boca e incrustar sus dientes en su piel. Su omega lloriquea y este lo consuela besando y limpiando el rastro de sangre.
Lo nota parpadear pesado y se remueve buscando abrazarlo, Louis los acomoda y sigue dando suaves caricias hasta que se duerme.
Pasadas las horas, Louis decide salir y prepárale un baño, también aprovecha para limpiar un poco y poner la ropa a lavar, viven solos y ambos se encargan de su hogar, únicamente que estos últimos días el trabajo en la empresa se tornó pesado y él ha llegado más tarde de lo previsto.
Había una omega algo mayor encargada de hacer la limpieza y la comida, pero fue despedida cuando esta fue despectiva y mal intencionada con el omega.
Se burló diciendo que un buen omega debía atender a su esposo. Ser de casa y poder cocinar, Louis la sacó de inmediato y estaban en búsqueda de alguien que ayudara con las tareas de casa.
Luego regresó a la habitación, Harry perdía el apetito y si tenía antojo de comer algo eran alimentos que no eran de su agrado. Se acercó y lo removió un poco —Cariño…
—Alfa… —Harry llevó sus manos a su vientre y se abrazó.
—Harry, abre los ojos para mi amor. —El omega se remueve y Louis lo ayuda a incorporarse.
—¿Quieres tomar un baño o comer primero?
—No tengo hambre —Dice con cara de asco.
—No has comido nada, te hice un batido, ¿quieres probarlo?
—¿Tú lo hiciste?
—Solo para ti, cariño.
—Está bien —dice y Louis toma el recipiente y le da a beber, Harry se alegra al sentir el batido de frutos rojos, es frío como le gusta—. Está delicioso —toma hasta la última gota.
Intenta ponerse de pie, pero se siente algo mareado, Louis lo lleva a la ducha ayudándole a entrar en la tina.
—Eres el mejor alfa, gracias, Lou. —El alfa sonríe y se acerca para besarlo, le ayuda a poner champú en su cabello y lavarse el cuerpo, al terminar lo saca y apoya a ir a de nuevo al nido.
—¿Te molesta si te pongo crema? —Louis pregunta tomando el frasco.
—Claro que no, gracias alfa. —Louis esparce y masajea sus tobillos algo hinchados, sube a sus piernas, vientre, brazos y torso. En todo el proceso Harry le sonríe.
—Te amo.
—Te amo, cariño. —Le ayuda a recostarse y van da dormir.
…
A la siguiente mañana Harry despierta como si hubiese bebido algún complejo vitamínico, se incorpora del nido y se levanta con cuidado de no despertar a su alfa. Se dirige al baño para asearse.
Al terminar camina hacia la cocina con su mano sobre su vientre —hola bebé, ayer fuiste bueno y dejaste dormir a mami, gracias por eso, ahora es momento de despertar. —dice mientras acaricia su vientre. Sonríe cuando lo ve moverse.
—Hola, pequeño —sus ojos se llegan de lágrimas—. Preparemos algo para papá, mi pobre alfa llegó agotado y, aun así, me atendió. Tendrás unos maravillosos padres. —balbucea mientras saca unos huevos, se detiene al instante imaginando el olor y se asquea. Así que opta por algo de cereal y fruta.
Nota que todo está en perfecto orden y limpió, vuelve a emocionarse al escuchar los pasos de su alfa cuando tiene la mesa lista.
—Louis, ¿te desperté? Lo siento, amor.
—Claro que no, omega, ¿qué haces fuera de cama? —pregunta mientras picotea sus labios.
—Quería hacerte algo, pero no lo logré, ¿te gustaría algo de cereal?
—Sabes que el cereal que preparas es mi favorito.
Harry se ríe y vira los ojos —Eres un tonto, Lou.
Por recomendación del especialista, salen a caminar, Louis le ayuda a hacer ejercicios y pasan las tardes juntos haciendo algunas actividades.
También siguen al tanto de la empresa revisando papeleos y enviando correos.
Louis no deja de consentir a su omega, le ayuda a superar los nuevos miedos que llegan día a día.
Dos días después Harry inicia con labor de parto, Louis se apresura a llegar al hospital para que le atiendan, su alfa está nervioso, su omega está a punto de traer al mundo a su cachorro.
Al llegar los enfermeros salen a su auxilio y lo llevan a maternidad, Louis llama a la familia y amigos.
El alfa no deja en ningún momento a su omega, lo llena de cariños y le ayuda a ahuyentar sus nervios.
Harry lloriquea cuando le inyectan la anestesia para la cesárea, Louis toma su mano y da apoyo a través de su lazo.
—Ya pasará, amor, tranquilo.
—Que lo saquen ya —solloza y Louis se ríe, desde el día anterior Harry estaba deseando que el día del parto llegara pronto.
—Eso hacen. —dice y le susurra cosas lindas en el oido para calmarlo. Los médicos preparan todo e inician con la operación.
Harry deja salir sus lágrimas —¿Crees que seré bueno? Tengo miedo, alfa.
—Ya lo has sido, cariño, no te mortifiques, estaremos juntos en esto, ¿sí?
Harry asiente y suspira, Louis besa de nuevo su frente.
Unos minutos después, ambos sonríen emocionados al escuchar el llanto de su cachorro.
El doctor habla —es una linda alfa, felicidades. —Louis besa a Harry y el médico se acerca para mostrarlo brevemente y luego llevarla a limpiar.
—Hola, bebé —Harry habla en medio del llanto—. Es tan hermosa.
—Lo es, seguro será idéntica a ti. —Louis le acaricia el rostro y besa sus labios en un tierno beso—. Lo hiciste amor.
🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃🥃
Les prometo que a mí me encantó todo :)
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