Ese día era uno del más tranquilo en la ciudad, un poco caluroso pero que fuera verano lo justificaba, a veces deseaba que tuvieran alguna playa cerca pero lamentablemente no había mucho en varios kilómetros

Era extraño que hubiera tanto calor hace pocos días había comenzado el verano, ella como siempre está libre de actividades extras por eso podía concentrarse completamente en su pasatiempo favorito que era pasar todo el día en la biblioteca

Le gustaba ayudar a la encargada del lugar además de pasar unas horas de su día enseñando a los niños que solían ir a estudiar en el lugar, se dirán ¿Estudiar en verano? Pues muchos padres lo hacen a principios del verano y al final solo para ayudar a que sus hijos estén preparados para el comienzo del próximo año escolar, a ella le iba de maravilla porque le pagaban por eso

Aunque eran pocos niños que solían ir le resultaba triste porque pocas personas asistían a la biblioteca, a todos les resultaba más sencillo buscar en internet, no negaba que era algo muy útil pero nada mejor que un libro para conseguir información

Los libros para ella eran algo que la trasportaba a otro mundo, le gustaba sumergirse en ellos y no salir hasta que finalmente no podía mas, ser amiga de la encargada del lugar tenía varias ventajas como tomar cualquier libro que quisiera y llevárselo a su casa donde podía leerlos por horas

Le gustaba más la biblioteca por varias cosas y una era porque era más tranquila que su casa, solía ser muy ruidosa por sus hermanos y el verano era un tiempo solo para ella que no permitía que nadie perturbara

Hasta aquel día en específico que su perfecto verano fue arruinado solo por un par de ojos marrones claros pero no eran cualquier par de ojos, eran sus ojos

—Buenos días Flor—sonriéndole a su amiga—te traje algo que cocine

—Gracias Clara—la ve sonreír—Eres la mejor

—Conozco esa mirada—algo le pediría— ¿Qué quieres Flor?

—Sé que tienes algunos alumnos pero necesito salir de urgencia, parece que mi hijo se metió en problemas otra vez y acaban de llamarme de la escuela y...

—Entiendo Flor, yo me encargo del lugar, no te preocupes—sonriéndole

—No hay muchas personas hoy, sabes que en verano no vienen casi personas a parte de tus alumnos—la siente abrazarla—gracias, confió en ti

—Si claro—la ve salir, ella solo suspira sería un día largo

Flor era joven para tener un hijo y su historia era un poco triste, solo tenía unos 23 años, tuvo su hijo a los 15 se metió con el hombre que no debió y quedo embarazada, el chico no se había hecho responsable y la familia de ella también le había dado la espalda pero aun así tuvo a su hijo y lucha día a día por él, ella solía cuidarlo cuando ella estaba ocupada, podía ser muy travieso pero quería a su madre pero vaya que le daba dolores de cabeza

—Bueno a trabajar—acercándose a su grupo de niños—Buenos días muchachos

—Oh maestra al fin llega—solía tener los mismo niños y les tenia cierto cariño a cada uno

—Lamento la tardanza Charlie, hoy es día de historia—los ve gritar emocionados, les gustaba que le leyera, ella atreves de sus historias solía enseñarles y luego les explicaba lo que significaba

— ¿Qué historia nos contara hoy?—los ve sentarse a su alrededor, ella había tomado siente en una pequeña silla

—Bueno esta historia comienza hace muchos años atrás...

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—Es extraño que aún no llegue Flor—viendo su comida, ya los niños se habían ido, siempre solían entender todo a la primera, eran muy curiosos e inteligentes, ella comienza a guardar lo que había utilizado para comer

Por suerte la biblioteca estaba sola, a esa hora del día no habían personas, solía llegar en la mañana y ya por la tarde era un lugar tranquilo, ese momento lo utilizaba para leer

—Oye tu chica—la chica levanta la vista al hombre que estaba frente a ella, parecía de su edad—Busco unos libros ¿Me ayudas? —la chica lo observa detenidamente sus ojos era marrones claros pero parecías distintos de los demás, parecían muy profundos, su cabello era castaño claro y lo tenía lacio corto, siempre le gusto ese estilo de cabello en los hombres, su piel era clara parecía que no llevaba mucho sol ¿Cómo era posible con el horrible calor que hacía en aquella ciudad? —niña ¿Me vas a ayudar o solo te quedaras babeando como tonta? ¿Al menos sabes cómo funciona este lugar? —la chica frunce el ceño al escucharlo

Podía ser muy guapo y todo eso pero la personalidad no parecía ser la más acertada, todos los chicos con esa aparecieran creía que tenía a todos en la palma de su mano, odiaba esa clase de personas

—Para estar pidiendo ayuda no eres muy amable—sabía que era su deber ayudarlo pero no le gustaba doblegarse ante personas como el además aquel lugar era una biblioteca pública, no tenía el derecho de tratarla de esa manera

—Y tú eres muy lenta, solo dedícate a hacer tu trabajo y ayúdame con mis libros

—Que lastima en este momento estoy muy ocupada y tampoco quiero ayudar a una persona tan pedante como tú—dándole la espalda, no estaba ocupada en absoluto

— ¿Quién te crees para hablarme de esa manera? —Lo ve nuevamente y tenía el ceño fruncido— ¿Sabes al menos quién soy? —claro, era esa clase de niño mimado

—No, y me imagino que tampoco sabes quién soy yo y creo que no te interesa saber así como a mí no me interesa conocerte—viéndolo desafiante

—Soy Sam Castillo para tu información—ese nombre lo había escuchado antes ¿No era el nombre del dueño de la cadena de hoteles más famosa de la ciudad? Recordaba que tenía un hijo con el mismo nombre, lo había leído varias veces en los periódicos, ayudaba a muchas personas parecía ser una buena persona pero su hijo era todo lo contrario a el

—Claro, eres el hijo del dueño de la cadena de hoteles más famosa de la ciudad, he oído que tu padre ha ayudado a muchas personas—lo ve sonreír arrogantemente— ¿Qué hace un niño rico en un lugar como este? Seguro estas perdido porque si eres el hijo del señor Castillo debes tener mucho dinero—sonríe entrelazando sus manos para mirarlo— ¿Me darías tu autógrafo?

—Muy graciosa, eres pésima para fingir

—Si actué muy bien además ¿Cómo sabes que lo soy? No me conoces

—No me interesa hacerlo, ahora ayúdame que tengo prisa

—Lástima porque tendrás que buscar tu solito, estoy de verdad muy ocupada

—Como quieras, no necesito de ayuda, lo encontrare yo solo—alejándose

—Que chico más engreído—sabía que ayudaba a Flor pero había sido tan grosero con ella que no podía soportarlo, aunque de seguro era su primera vez en una biblioteca igual ¿Qué hacia ahí? —Bien—comienza a buscarlo hasta encontrarlo en el área de historia, tenía un libro en las manos que leía, buscaba algo

—No veo nada de la Guerra fría aquí, estúpido profesor ¿Por qué le dio por reprobarme? —podía escuchar sus quejas donde estaba, si seguía buscando de esa manera tardaría lo que quedaba del día, si no tendría que volver, esa idea no le gustaba, no quería un cliente como el cerca

—Si sigues buscándolo así no terminaras hoy—acercándose, el la observaba parecía estar sorprendido ¿Por qué la miraba así? Había comenzado a analizarla, ella no tenía nada de especial aparte de sus ojos verdes, su cabello era negro corto y estaba bronceada por el sol de la ciudad además era pequeña muy pocos hombres se fijaban en ella—Guerra fría ¿No? —Comenzando a buscar el libro, su mirada la ponía nerviosa—En estos hay información que te servirá—tomando varios que ya había leído, se sabía esa historia de memoria—Si no me crees en una persona tan lenta como yo, revísalos de todas formas me da igual—entregándoselos ahora parecía molesto—Así nunca abrías terminado

—Creí que no me ibas a ayudar—tomándolos

—Es una biblioteca grande cuesta ordenar cada libro, si te ayudo me ahorro trabajo

—Como digas, los tomare porque no soporto este lugar, odio los libros

—Es lo malo de tomar clases de verano, en vez de estar de viaje como todos, tienes que estar en otro lugar que no quieres

—Así que si eres un cerebrito, debí saberlo por tus lentes—tenía problemas con la vista, sin sus lentes no veía nada pero ¿Por qué las personas pensaba siempre eso? Ella siempre había usado lentes, muchos le decían que opocaban sus ojos pero no andaría por la calle sin ver solo para que se fijaran en ella además ¿Quién necesitaba tener pareja?—Me largo

—Necesitas registrarlos, sígueme—comenzado a caminar podía sentirlo como la seguía en silencio, se detiene frente al mostrador— ¿Tienes algo que te identifique? —Toma la tarjeta de identificación comenzado a anotar sus datos— ¿Por cuánto tiempo te los piensas llevar? —lo ve que parecía distraído

—Los traeré mañana con suerte— ¿Por qué de la nada parecía tan distraído? Parecía haber bajado sus defensas

—De acuerdo, entonces que disfrutes de tu lectura—sonriéndole mientras le entregaba los libros y su tarjeta de identificación—No vuelvas pronto

—Ya quisieras volverme a ver cerebrito—los ve tomar los libros y comenzar a alejarse

—Me llamo Clara imbécil—viéndolo salir sin prestarle atención

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—Gracias por su ayuda joven—con su mala suerte su amiga había vuelto a déjala a cargo ese día otra vez

—No es nada vuelva pronto—viendo a la joven mujer salir

El día anterior su amiga había tardado más de lo debido porque la reunión se había extendido, al parecer el problema había sido porque su hijo se puso a pelear con un niño por defender a una niña y ambos niños a causa de la pelea había terminado mojados porque se habían peleado en el baño, al menos se habían lanzado agua y no algo peor pero a causa de eso su hijo había amanecido resfriado, lo había llevado al médico y la había dejado a cargo ese día otra vez, ella le pagaba por su tiempo igual no le molestaba reemplazarla pero aquel día en específico si

En ese momento estaba entrado la razón de su molestia, aquel chico no quería volverlo a ver la verdad no soportaba a las personas como el, una vez uno había jugado con ella, ilusionado y todo por capricho, él se le notaba que era uno de esos

—Llegue a pensar que no vendrías, ya me había despedido de esos libros, pareces ese tipo de chico irresponsable y que este viendo clases en verano da mucho que hablar—viéndolo frente a ella

—No soy esa clase de personas, no hables como si me conocieras

—Tu apariencia y actitud habla mucho de ti

—Las aparecías engañan—los ve entregarle los libros, ella los abre para ver que tuvieran en buen estado

—La tuya parece que no—mostrándole una gran mancha que tenía— ¿Me explicas?

—Tengo unos sobrinos muy molestos, comprare otro igual para remplazarlo pero creí que querías este de vuelta

—Lo sabía irresponsable ¿Qué hay de estos? —notando que había unos que él no se había llevado

—Mi madre quiere donarlos, en nuestra biblioteca son inservibles—ella frunce el ceño al escuchar eso

—Si tiene biblioteca privada ¿Por qué venir a una publica?

—Es un castigo de mi madre, solo para fastidiar

—Sí, los padres castigan a sus hijos por ser unos santos ¿Qué edad tienes?

—17 pronto no tendré que rendir cuentas a nadie pero no es tu asunto cuatro ojos

—Después de escucharlo tanto aburre—No era un nuevo sobrenombre, las personas no tenía imaginación—Soy Clara Montes, grábatelo

—No me importa, necesito mas libros—esperaba que la llamara por su nombre

—Esta vez no creo poder ayudarte ricachón—lo ve fruncir el ceño

—No pedí tu ayuda, además se supone que es tu trabajo

—Si pero debo atender a los demás—lo ve voltear notando las demás personas detrás de él

—Igual pensaba hacerlo yo solo—se perdería o haría un desastre, no quería eso

—Tardare unos minutos en atenderlos ¿Qué buscas esta vez?

—Matemáticas, lo que todo adolecente ama

—De acuerdo, yo te ayudo—sonriéndole, parecía que necesitaría mucha ayuda hasta ella solía tener problemas con las matemáticas

—De acuerdo, te esperare, iré a sentarme—lo ve alejarse, parecía tener un lado bueno, no había sido tan descortés como el día anterior

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La chica toma varios de los libros que suponía que podia servirle, el chico solo se dedicaba a sostener los libros que ella le entregaba

—Creo que con estos son suficiente—lo ve que tenia ya cinco libros, tenia razón

—Entonces vamos a registrarlos—dándole la espalda para dirigirse al mostrador

—No, me quedare aquí a estudiar—ella lo ve extrañada

—No me digas ¿Parte del castigo? —Lo ve mirar hacia otro lado, suponía que estaba en lo cierto—Soy buena en matemáticas, puedo ayudarte, conozco los temas

—No necesito ayuda, además ¿Quién se encargara de la biblioteca?

—Todos los libros de hoy ya fueron entregados y ya en esta hora del dia no vienen muchas personas—ella prefería leer pero no estaba mal ayudarlo, se notaba que el chico iba a tener problemas

—Si insistes tanto creo que no puedo negarme—lo ve sonreír, no entendía a ese hombre

—Bien, comencemos—ambos toman asiento para comenzar su pequeña tarde de estudio

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—Hasta que lo lograste—llevaba varias horas intentando resolver aquel ejercicio, no era tan difícil aun así a él le había llevado un buen rato

—Ya lo iba a resolver sin tu ayuda—no le costaba nada agradecerle y eso que no le estaba cobrando por sus clases

—El tiempo se pasó volando y aún tengo cosas que hacer—notando la hora, su madre trabajaba así que ella era la encargada de hacer todo en su casa, le tocaba cerrar, Flor le había enviado un mensaje de que a su hijo le harían unos análisis, no era un resfriado normal, esperaba que todo le saliera bien—Tengo mucho que hacer—levantándose, ve al chico, llevaba prisa— ¿Me ayudas a cerrar?

—Por supuesto, puedo llevarte a tu casa si así lo deseas—le había preguntado cómo broma, no esperaba que aceptara

—Tanta amabilidad me confunde—comenzado a arreglar el lugar con ayuda del chico, sabía que el fondo era amable

—Me ayudaste en matemáticas, intento ser amable pero si quieres me voy

—Acepto porque llevo prisa—terminando de recoger los libros, toma su bolso

—Espero y no te asuste las motos—la chica sonríe, ya lo esperaba

— ¿Por qué no me sorprende? —lo ve sonreír—no les temo—ambos salen y se suben a una moto negra— ¿No es ilegal que conduzcas?

—Es lo bueno de tener dinero pero no te preocupes se conducir muy bien—arrancando, ella lo abraza para sostenerse— ¿Nerviosa?

—Tengo 17 esto no es nada nuevo— ¿Acaso creía que era una niña?

—Nunca se sabe contigo pareces todo un cerebrito pero también todo lo contrario a una, con esa personalidad los lentes no te quedan

—No te metas con ello, yo no me meto con...espera eres todo lo que pareces—lo oye reír— ¿Esperabas que te elogiara?

—No—la chica se recuesta sobre su espalda, estaba algo cansada—Sé que estas muy cómoda Clara pero aún no sé dónde vives

—En una casa como todos los demás—tenía que decir algo para arruinar su tranquilidad

—Mañana tendrás que volverme a soportarme aunque aún no te agrade

—No he dicho que sea así—sabía que en ese momento él sonreía como ella, se comenzaba a llevar mejor después de todo

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Llevaba unos minutos recogiendo los materiales utilizados para su clase de ese día, aquel día no era encargada del lugar, el hijo de Flor resulto no estar tan grave y lo habían dado de alta, era un alivio

—Así que aquí estabas—la chica ve al hombre, ya se había tardado

—Pensé que tu castigo ya sería levantado—viéndolo acercarse

—Eso quisiera pero estoy castigado aun ¿Qué haces? Deberías estar en tu lugar de trabajo y no aquí

— ¿Desde cuándo debo darte explicaciones? —Lo ve voltear la cara— ¿Necesitas ayuda otra vez? —el chico la observa parecía pensar su respuesta

—Con historia otra vez, la guerra mundial y aun no me dices que hacías

—Le doy clases a unos niños—comenzado a acercarse a unos estantes—La guerra mundial es un poco larga, necesitaras resumirla y que salgan todas las partes importantes, es para algún examen

—Interrogatorio, así que tengo que estudiar, es para en unos días—el chico la observaba como siempre su mirada la comenzaba a poner nerviosa— ¿Eres profesora? Ya se me hacía que eras buena dando clases

—No lo soy pero pienso estudiara para hacerlo ¿Qué hay de ti? ¿Piensas pasar toda tu vida reprobando?

—Por supuesto que no, me encargare del negocio de la familia—ella lo ve, era típico, seguro sus padres lo obligaban—no es lo que crees, me interesa el negocio de mi familia, puedo estudiar lo que quiero pero eso es lo que deseo

—Es bueno saberlo, entonces tus padres deben ser geniales—sonriéndole

—No me quejo ¿Qué hay de ti? ¿Algo interesante que deba saber?

—Todos me consideran una persona sencilla aunque yo siento que tengo gustos muy exigente, no me gusta compararme a los demás—le entrega los libros—Me gusta pensar que soy diferente como todos

—Sí que lo eres—sonriéndole, ella baja la vista, ese hombre de cerca era aún más guapo—lo puedo notar, no eres muy normal que digamos—tenía que arruinarlo—pero me agrada bastante eso

—Si claro ahora me llevaras a una cita a ese restaurante que esta por aquí cerca y comeremos ese dulce especial del lugar el cual compartiremos y así tendremos una gran vida juntos—algo que había olvidado mencionar, era que cuando se ponía muy nerviosa hablaba más de lo debido, no debió acercarse a ese chico

— ¿Por qué a todos les gusta el postre de ese lugar? —genial no lo había arruinado, lo había tomado como una broma

—Lo probé en una ocasión y son deliciosos pero la verdad prefiero comer una hamburguesa, cerca hay un buen lugar

—Típico de los adolescentes, me retracto de decir que eres diferente

—Ese lugar es diferente, si la comida fuera pecado ella sería el pecado perfecto—se aleja—hagamos algo, cuando apruebes las materias te invito una

—Puedo ir cuando quiera, es una mala oferta—sonríe viéndolo levantar una ceja extrañado por su propuesta

—Ir solo es un poco aburrido y seguro tus amigos jamás irían a un lugar así además el hecho que te vaya invitar es diferente a que las pruebes solo

—Acepto pero no lo hago por probar esas hamburguesas—lo ve extrañado—si no para tener una cita contigo, sé que si te la pido directamente no aceptaras

—Deja de decir tonterías y a estudiar—alejándose del chico ¿Por qué le había dicho eso? Aunque ella lo negara ansiaba que llegara ese día

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—Ya me comenzaba a preocupar Sam—viéndolo llegar con un paquete en las manos—Dijiste que necesitabas ayuda ahora con ingles ¿Qué tantas clases vez en verano? Ya casi termina

—Mi madre no quiere que me retrase con las clases y aun no me levanta el castigo—tomando asiento junto a ella—gracias por tu ayuda—lo ve entregarle el paquete—es para ti

—No era necesario—abriéndolo, no se lo esperaba por parte del chico— ¿Es lo que creo que es? —viendo el pequeño dulce de fresa

—Dijiste que te gustaban y lo compre especialmente para ti pero en realidad no sé qué le ven—la chica comienza a comerlo sonriendo

—Creí que no le prestabas atención a mis comentarios sin sentidos o que lo recordaras, fue hace días que lo mencione

—Hasta hace poco me devolvieron mi dinero y quise darte un regalo ¿No puedo? Además esta será mi última clase

—Aun tienes que traerme las notas aprobadas y veremos si eres digno de la recompensa—lo ve sonreír— ¿Quieres? —estaba delicioso

—No soy fanático de los dulces y menos de las fresas

—No sé de qué mundo eres, abre la boca—lo ve fruncir el ceño—hazlo Castillo—lo ve hacer lo pedido y ella darle un poco— ¿Qué te parece?

—Este delicioso, tenías razón después de todo

—Siempre la tengo ¿Mas? —lo ve asentir, ella continua alimentarlo

—Hola Sam ¿Nueva novia? —la chica ve al hombre frente a ellos, no lo conocía

—Claro que no...es solo mi tutora—la chica frunce el ceño

—Las mujeres hacen todo por dinero y veo que las cerebritos no son la excepción

—Tú lo sabes muy bien Brayan, es lo que hace el mundo girar

—Sí, nos vemos en clase, solo vine por mi hermana—la chica lo ve alejarse ¿Qué acaba de pasar? Los hombres no cambiarían

—Así que todo por dinero—el chico la ve—No sabía que me estabas dando algo así porque si fuera así te hubiera cobrado más por ser tan insoportable

—Clara solo era una broma, no es para que te molestes

—Sabes trabajo como tutora y solo te ayude porque de verdad parecías que lo necesitabas a la primera pero luego pensé que...sabes que no tiene sentido explicarlo—se levanta—búscate otra tutora imbécil—dándole la espalda para marcharse pero el chico la detiene

—No te molestes, la verdad quería conversar contigo una cosa

— ¿Por qué no le pagas a alguien más para que te escuche? Parece que te funciona muy bien—liberándose—de verdad creí que eras diferente y que al principio te había juzgado mal pero estaba en lo correcto desde un principio

—Yo no quise decir eso, tú no entiendes como son las personas como Brayan...

—Si lo entiendo, son como tu—respira intentado retener sus lágrimas, se había vuelto muy unidos, lo había pensado tanto para pensar en tener algo con él, había pensado que la atracción era mutua pero vaya que estaba equivocada—espero no volverte a ver—alejándose, las personas como el no merecían sus lagrimas

///////////

Finalmente había terminado sus vacaciones de verano y volvía a su estresante vida de estudiante ahora se complicaba más el estudiar porque se habían mudado a casa de su tía que vivía sola, su madre había conseguido otro trabajo y se le hacía más sencillo llegar desde la casa de su tía además ella necesitaba compañía

Le había contado a su madre sobre aquel chico que había conocido, su respuesta había sido que le diera una oportunidad, que ella se concentraba demasiado en los estudios, decía que debía vivir un poco más

—Amiga ya quita esa cara ¿Por qué no intentas contactarlo? Dijiste que te ha estado llamando

—Sabrina no quiero hablar del tema—era una de sus mejores amiga después de Flor que por desgracia no podía verla tan seguido porque su casa nueva estaba un poco lejos de la biblioteca y tardaría mucho en ir a verla—me tengo que ir

—Algún día tendrás que dejar de ignorarlo—la chica se aleja, ya las clases había terminado

—Tengo que estudiar para el examen de mañana—dice saliendo del lugar

—No te cansas de estudiar ¿Verdad? —La chica se detiene observando al chico recostado de la moto—eres una mujer difícil de encontrar Clara

— ¿Qué crees que haces? —no se esperaba verlo, ¿Por qué la ponía tan nerviosa? Solo llevan unas semanas sin verse— ¿Cómo me encontraste?

—Soy Sam Castillo, no me la pusiste fácil, mira que mudarte, eso es exagerar

—No lo hice por ti imbécil—comenzando a alejarse de el pero el chico la sostiene del brazo—Suéltame en este momento

—Me debes una cita ¿Recuerdas?

—No tengo el deber de hacerlo, soy una simple tutora

—Debiste decirme que de verdad lo eras y no la bibliotecaria

—No lo creí necesario además yo solo me ofrecía a ayudarte

—Me dolió tu mentira—lo ve sonreír—pero te perdono si aceptas este paquete—lo ve extrañada ¿Qué se traía en manos? Conocía esa sonrisa

—Ya déjame—liberándose— ¿Qué quieres de mí?

—Quiero todo de ti y lo primero es que me perdones Clara—la ve—Abre el paquete y sabrás porque me interesa tanto tu opinión

—Espero que responda mis preguntas—lo abre y ve un pedazo de pastel, tenía algo escrito—Perdóname ¿Podrías salir conmigo? —Ella no entendía nada pero estaba emocionada—Mi respuesta es no—viéndolo

— ¿Hablas enserio? Dije aquello por una razón—la toma de la mano—ese chico hace tiempo me robo una chica que me gustaba y todo porque le tiene envidia a mi familia, no quería que eso pasara contigo, por favor perdóname, esa semanas juntos a ti jamás la olvidare, me gustas porque eres tan autentica y real—le acaricia la mejilla—porque simplemente eres tú—juraría que estaba soñando pero Sam era tan real como aquella extraña sensación que tenía en su estómago pero...

—No sé si creer—alejándose—aceptare con una condición—lo ve—demuéstrame que no te avergüenzas de mi—lo ve que parecía pensativo

—Esta noche hay una cena en mi casa no muy importante pero irán varias personas

— ¿Yo en una fiesta? Perdiste la cabeza

—Por ti—sonriéndole, la chica baja la vista algo avergonzada—Te comprare un vestido para la ocasión, no te preocupes—no podía ser cierto que por lo menos lo consideraba, bueno su madre le había dicho que se dejara llevar

—Me arrepentiré de esto—lo siente abrazarla—Sam

—No te arrepentirás—lo siente besarla, no se lo esperaba pero vaya que había estado esperando ese beso—Serás mi novia lo juro

— Aún no lo acepto así que no lo repitas—tenía que tener un poco de orgullo aunque se estuviera muriendo por el

—Como lo ordenes pero eso será más pronto de lo que crees—ese hombre sí que la iba a volver loca

///////////

Estaba muy nerviosa, estaban a punto de entrar a esa gran mansión y lo único que la tranquilizaba era la mano de Sam entrelazada a la suya, la hacía mantener la calma

—Mi familia son personas muy normales a pesar de cómo se ven

—Espero que sean más amables que tú—lo oye reír ¿Cómo podía estar tan tranquilo? Ya habían entrado y ahora se dirigían a un grupo de personas que supuso que era la familia del chico

—Sam ya habías tardado ¿Ella es la chica por la que moviste medio mundo? —la señora que hablaba parecía ser su madre

—Y yo creía que mi hermano era del otro bando, nunca trae chicas a la casa

—Si concuerdo con tu hermana hijo—no podía creer que estuviera frente a la familia Castillo, eran tal cual como decía en la televisión

—Padres ella es Clara Montes es la que me enseñaba en la biblioteca

—Ahora todo tiene sentido, no entendía porque seguías asistiendo a la biblioteca cuando tu castigo solo era una semana y solo habías reprobado una materia que al final solo fue un mal entendido de notas—la chica ve al hombre, tenía que explicarle eso

—Clara vamos a nuestro asiento—alejándose con la chica para tomar sus asientos

—Me mentiste, aunque debí saberlo porque nadie es tan malo en matemáticas

—Lo siento, necesitaba una excusa para verte, me había castigado era porque me involucre en una pelea con Brayan por tonterías y esa nota fue solo un problema con el profesor sé que lo aparento pero si soy inteligente y no soy un rebelde como creías, se porque te confundiste

—Entiendo—le besa la mejilla—te perdono y acepto, no tienes nada que demostrar—sonriéndole, lo ve hacer lo mismo y levantarse para tomar una copa, todos lo observan ¿Qué pensaba hacer?

—Señores sería un placer presentarles a mi novia Clara Montes la mujer de vida—todas las miradas están en ellos pero ella solo podía observar la mirada que le daba aquel hombre, las apariencias sí que engañaban

///////////

—Si tenías razón—finalmente estaban en aquella cita que había prometido aunque el había mentido sobre sus notas ella igual quiso llevarlo

—Nunca me equivoco Sam—lo ve—así que si eres inteligente ¿No?

—He tenido muchas tutoras que me enseñan pero sabes—lo ve sonreír—tú eres mi favorita—la chica baja la vista, ese chico la volvía loca

—Solo dices tonterías—el chico hace que la vea— ¿Qué sucede?

—Eres muy linda Clara y sabes es la primera vez que siento algo así por una chica aunque no lo aparenta no he tenido muchas novias, no soy bueno con las relaciones—le toma la mano—y quería pedir si podía enseñarme, ser mi tutora nuevamente

—Se me hace difícil creerte esta vez ¿Es una trampa?

—Por supuesto que no—lo ve bajara la vista algo avergonzado, las actitudes del chico la sorprendía cada vez más—Soy nuevo esto en lo de querer y quería que me enseñaras a hacerlo bien—la chica sonríe haciendo que la viera

—También soy nueva ¿Te parece si aprendemos juntos? —ella no solía salir con muchos chicos se concentraba más en sus estudios

—Me encantaría—lo siente unir sus labios con los de ella vaya que le gustaba esa parte de ser pareja, si había algo que le gustaba más que estudiar y era probar aquellos dulces besos

Había tenido diferentes tipos de alumnos y aquel no era que lo hubiera elegido después de todo no se conocieron de la forma más correcta pero dicen que los alumnos aprende muchos de su maestros pero lo que las personas no saben es que los maestros también pueden llegar aprender mucho de su alumnos y con aquel estaba dispuesta aprender todo lo que fuera necesario. Fin