Supongo que con las ilusiones mas que rotas, de nuevo, fue la gota que derramo el vaso.

Las ganas de morir se hicieron presentes cada vez mas claras y fuertes, la ilusión, mi cariño hacia alguien más, me hicieron débiles de nuevo y la fuerte evanescencia de la esperanza arraso y se posicionó con demandad en mi corazón.

Lucía como una vieja casa, que se encontraba desaliñada y vacía por dentro, a pesar de tener varios objetos valiosos, como si se hubiesen acordado de esta, como si una luz divina la hubiese tocado, toda las habitaciones se llenaban de esperanza, iluminación y plenitud con mi propio ser, me senti realizada al ver un 'arcoiris' al final del camino.

Pero fue el arcoiris mas devastante que pude vivir, al principio, pase un tiempo en armonia y felicidad conmigo misma, luego la inseguridad se hizo presente de nuevo, con ganas de destruir, lo intento, pudo un poco con ella, pero no del todo, se mantenía la casa firme, con el mismo brillo, por lo que vino con los celos, que vinieron con la rabia y la rabia comprimida me producía una impotencia que llegaba a depresión, toda una cadena de mala suerte, como si se tratase de un Viernes 13.

Lentamente empece a odiar gente que no odiaba, me convertía en una maniática por su cariño, cada vez que intentaba alejarme no podía. Su amistad se me hacia muy dañina y deseaba destruir todos los lazos con el pero este parecía disfrutar de mi dolor y siempre me atraía hacia el como polilla a la luz, una idiota polilla, sabiendo que no es una luz real, que morirá, sigue corriendo con ansia en dirección a esta.

Culpe a cualquier forma, y allí el alcohol se me hizo muy atractivo, comencé a pensar, "¿Y si bebo hasta olvidar todo, y así digo todo también?" Tenia que soltarlo todo o iba a explotar, y no sabia cual de las formas iba a ser la mas catastrófica, tuve miedo.

Así que me hundí, junto a la depresión, el estrés y la ansiedad.

Y ya no estoy segura de cuanto tiempo mas estaré aquí, cuanto tiempo mas seguiré en la agonía mundana, la simpleza y asquerosidad de la vida.