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─ three ✯ the winter's tale





THREE: THE WINTER'S TALE
shooting star — vol. i

"Though I am not naturally honest, I am so sometimes by chance" Autolycus [Act 4 Scene 4]
the winter's tale, william shakespeare

( — o de cómo ciertas personas nos llevan a actuar conforme a nuestros impulsos más honestos )



            SCORPIUS MALFOY HA HECHO MUCHAS COSAS cuestionables para poder lograr sus objetivos. Sin embargo, nunca ha imaginado que entre los medios para llegar a su fin se encontrara escuchar toda la discografía de Taylor Swift.

            Todavía peor, tampoco ha imaginado que lloraría escuchando la canción de una persona imaginaria que se siente como la segunda opción.

            Está sintiendo unos serios problemas aquí.

            Aunque debería haberlo prevenido desde el momento en que un sábado por la mañana decidió desviarse de su rutina establecida para irse a perseguir a un poeta que lo mira de la misma manera en la que uno haría a un bicho fastidioso.

            Realmente siente unos graves problemas aquí.

            Verás, si hay algo a lo que es predilecto Scorpius es a las rutinas, lo que inicialmente podría sorprender a las personas por su actitud despreocupada y aparentemente espontánea. La cosa es: en realidad Scorpius Malfoy es uno de los mayores calculadores que podría existir. Para él las rutinas tienen sentido, ¿de qué otra forma podría cumplir sus metas y definir su progreso si no tiene nada en lo que basarse?

            Eso no significa que sea un jodido bastardo obsesivo que se enloquece si no sigue su rutina o si no tiene una, ¿vale? Las rutinas lo ayudan a mantener un orden pero no lo son todo en su vida, supone.

            Sin embargo, por su carácter disciplinado es extraño aquellos días en los que sucumbe a romper sus órdenes establecidos. Siendo honesto, puede ubicar especialmente dos ocasiones en las que lo hizo: 1) cuando comenzó el Sexto Año y quería entender a dónde se iba Albus de la nada los sábados por la mañana (sorpresa para nadie: tenía citas —Albus sigue diciendo que no fueron citas pero todo el mundo sabe que fueron citas, por amor a Merlin— con el que sería su futuro novio) y 2) convencer a Noah Mercury de ayudarlo con la princesa de piernas largas, inteligencia exorbitante y facciones americanas: Gwen Golightly.

            Solo por eso es que en vez de dirigirse al Lago Negro como lo haría usualmente un sábado otoñal por la mañana, se encuentra, por el contrario, buscando activamente la figura de un castaño con una seria afinidad por insultarlo poéticamente.

            ... Esa es una oración que jamás imaginó utilizar en su vida.

            Verás, la cosa es esta: Scorpius Malfoy tiene un ritual de sábados que aseguró hace años como método para mantener cierto semblante de sanidad mental. Y con eso se refiere a tratar de organizar su horario para permitirse respirar al menos un día a la semana.

              Los maravillosos sábados son el día oficial no-oficial de Scorpius Malfoy. Un día en el que usualmente podría permitirse levantarse hasta tarde, vestirse con unos vaqueros sueltos y un jersey cómodo, calzar sus pantuflas y pasar su tiempo cómodamente en compañía de alguno de sus amigos en las orillas del Lago Negro en vez de estudiar durante todo el día.

            Sin embargo, no está más decir que esta no es una situación usual.

            En vez de eso, está despierto más temprano de lo común en búsqueda de una persona que no desea verlo ni en pintura.

            Ah, las ironías de la vida.

            Al conocer por primera vez a Noah Mercury, la impresión que se llevó fue la de estar hablando con un actor. Noah Mercury aparenta ser de esas personas abiertas con todo el mundo pero Scorpius es mejor que creerse ese cuento viejo.

            Uno no le echa cuentos al cuentero, por favor.

            ¿Honesto a Merlin? Noah Mercury ha sido el enigma más entretenido al que se ha enfrentado en mucho tiempo.

            La afinidad por la privacidad de Noah es sólo una de las tantas excentricidades sobre él que Scorpius todavía se ve incapaz de comprender.

            Desde la primera clase, el león ha hecho evidente su enorme desagrado hacia él casi se muere al saber que tendrían que trabajar juntos durante todo el año.

            Todos digan Gracias, Neville a la cuenta de tres.

            El problema es: Scorpius reconoce que él mismo es una persona mezquina, pero considera otro nivel de mezquino ignorar completamente la existencia de alguien más... Puede que le digan que está exagerando porque Noah lo saluda cordialmente cuando tienen que compartir en clases de Defensa y le habla lo necesario para realizar las prácticas juntos como corresponde, ¡pero no responde a los llamados de Scorpius para obtener su atención, ¿okay?!

            El rubio moriría antes de admitir que probablemente esté comportándose como un crío, pero, en su defensa, es la frustración hablando por él.

            Es claro que necesita la amistad de Noah Mercury para acercarse como desea a la princesa de Gwen Golightly. No obstante, el león se rehusa a disponerse a algo más que a saludos cordiales e intercambios sarcásticos.

            También está esta cosa de haber sido llamado bastardo presuntuoso en su primer encuentro y Scorpius aún no sabe cómo sentirse respecto a ello.

            Si es honesto, toda la situación le dio mucha gracia. ¿Ver a alguien tan compuesto como aparenta serlo Noah Mercury sucumbir fácilmente a sus comentarios y hacerle justicia al pequeño apodo que le puso? No tiene precio.

            Aún no entiende con exactitud qué hizo para desagradarle tanto al castaño, pero necesita remediarlo lo más rápido posible si quiere lograr su objetivo antes de salir de vacaciones de invierno.

            Por esa razón, el rubio se encuentra caminando con dirección a los alrededores del Sauce Boxeador, rezando a dioses en los que no cree para dar con la ubicación del león. Es decir, ¿helarse voluntariamente el trasero en un día inusualmente frío como este cuando podría estar en la comodidad de su cálida y confortable, confortable, cama? Scorpius suelta un silbido, admirando su propia determinación.

            El rubio se siente tiritar, resguardando sus manos en los bolsillos de su abrigo color crema. Scorpius apresura el paso por los pasillos alargados del castillo gótico, alzando la cabeza y arrugando el ceño al recibir una bofetada de aire frío cuando sale de la estructura.

            Afuera, el viento helado que alza las hojas de los árboles desnudos también desordena ligeramente su cabello platinado y él, honesto a los dioses, siente como si el frío mismo personalmente se hubiera enfrascado en la tarea de congelar su nariz. Scorpius se remueve con violencia, un ruido estrangulado saliendo de su garganta; ¿cómo es posible que el reconfortante clima otoñal haya sido de pronto suplantado el día de hoy por un vistazo casi caprichoso del invierno?

            No es como si precisamente le disgustara, invierno es su estación favorita. ¿Pero saber que corre la suerte de caminar hasta los alrededores del jodido Sauce Boxeador con un viento tan helado como este sólo para que sea en vano? El rubio aprieta los dientes ante la visión, considerando seriamente por un segundo la idea de poner a prueba la teoría de su cuñado sobre el auto-Avada.

            Pero después el recuerdo de escuchar toda la discografía de Taylor Swift el día anterior vislumbra su mente y él se rehusa por sobre su cadaver a que su esfuerzo pase desapercibido.

            Así que ahora está en el predicamento de huir nuevamente a su cama o echar a perder sus esfuerzos de sobornar a una Gryffindor de Séptimo para prestarle sus vinilos de Swift y revelarle la posible ubicación de Noah Mercury.

            ¿Se consideraría como acoso haberlo espiado el sábado pasado? Le gusta pensar que no.

            El pensamiento de que existe cierta similitud entre Noah y él cruza por un momento su mente. ¿Cuál es la probabilidad de que el león también tenga una rutina preestablecida para los sábados?

            Aparentemente alta.

            Ni se imaginan la sorpresa que se ha llevado después de descubrir que Noah Mercury también lleva a cabo cierta rutina ritualística durante los fines de semana.

            Si Scorpius decide levantarse tarde e ir al Lago Negro, Noah decide levantarse poco después del alba y encaminarse hacia el Sauce Boxeador.

            ¿Que cómo sabe eso...?

            Él prefiere omitir esos detalles.

            De cualquier manera, helo ahí, congelándose el trasero como un estúpido y sin garantía alguna de que pueda encontrar al Gryffindor donde se supone que debería estar.

            El rubio blanquea los ojos hacia sí mismo, murmurando algo entre dientes muy parecido a: «Tengo que dejar de hacer esto». Entonces decide apresurar su paso, sintiendo el alivio llenar cada rincón de su friolento cuerpo al divisar una figura lejana en las cercanías del condenado Sauce Boxeador.

            Una sonrisa un tanto depredadora se plasma en el rostro del platinado. Huh, pan comido.

            Ahora le debe 6 galeones a Rose Weasley pero no se arrepiente de nada.

            Porque el bendito, adorado, increíble Noah Mercury sí se encuentra sentado en un banquito a unos metros del Sauce Boxeador. Le está dando la espalda a Scorpius, pero el rubio no tiene ni que mirarlo a la cara para imaginarse su rostro sumido en pensamiento.

            Al acercarse lo suficiente, Scorpius puede notar la postura tranquila del castaño, todavía inconsciente de la presencia de alguien más acompañándolo. Noah, como nunca, luce increíblemente pacífico en el centro de lo que imita ser un pequeño campo. Los árboles desnudos rodean su figura y la brisa alborota levemente sus ondas castañas.

            Scorpius permanece en silencio por un momento, absorbiendo la imagen de calma absoluta. Se pregunta brevemente si así se supone que en realidad debería ser el personaje de Noah Mercury, porque ciertamente el aura de serenidad que lo envuelve le sienta mucho mejor que la usual agresividad pasiva que mantiene con él.

            Pero no esta ahí para admirar a poetas con inclinaciones ofensivas, él tiene un objetivo que cumplir. Por lo que finalmente el rubio se posiciona detrás del Gryffindor y toma aire antes de exclamar:

            —¡Noah! —La palabra colmada con fingida sorpresa. El anteriormente pacífico castaño se sobresalta con brusquedad. Scorpius reprime la urgencia de sonreír—. ¡Qué coincidencia encontrarte por aquí!

            Noah parece sopesar seriamente el voltearse, a sabiendas de que ya no podrá librarse de su presencia una vez lo haga. Sin embargo, algo finalmente lo convence a encararlo, pues se gira con renuencia para conectar sus miradas. Scorpius muerde su mejilla interna al notar la expresión para nada impresionada del contrario, quien le observa cansadamente— Ah, Malfoy —musita con suavidad—. No sé a qué coincidencia te refieres exactamente. Este campo me espera todos los sábados —entrecierra los ojos—... A la misma hora siempre.

            Scorpius abre la boca en falsa impresión, colocando sus manos a cada lado de su cintura— ¡En serio! —Suena incrédulo. Noah le mira con mayor cansancio— ¡No tenía ni idea!

            El castaño dirige su mirada hacia el cielo por unos segundos, como haciendo una súplica. Enfrente suyo, Scorpius le regala una sonrisa brillante.

            —Malfoy, ¿qué deseas de mí?

            El rubio deposita una mano en su pecho, viéndose ofendido con las meras palabras—¿Así piensas de mí, leoncillo? —Sí... Noah no se cree ni una mierda lo que está diciendo, si es que su expresión impasible es un buen indicativo. Scorpius muerde su mejilla interna, decidiendo pasar a la segunda fase de su plan—... En realidad es muy bueno encontrarte por aquí. Quería decirte que escuché a Swift para ver qué tanto de lo que decías era cierto... Resulta que no es tanto pop como creía.

            Noah Mercury entonces lo mira por entre sus pestañas. El leoncillo parece estar suprimiendo las ganas de sonreír con suficiencia— ¿Lloraste con cardigan, cierto?

            Qué pequeña mierda es.

            Scorpius chasquea la lengua, cruzándose de brazos— Me insulta que me tomes como un llorón.

            Noah suelta una risita— Eso es un sí —Scorpius muerde su labio para evitar sonreír. El Gryffindor levanta la mirada, haciendo contacto visual e inclinando un poco la cabeza, como pensativo—: Umh, había contemplado la posibilidad de que te inclinaras más por Reputation.

            Él ya entiende lo que realmente quiere decir: pensé que eras un tipo mezquino. Una vez le coges el hilo a la peculiar forma de hablar de Noah Mercury, todo se vuelve más fácil; el Sol brilla, las aves cantan, las flores florecen y el mundo se encuentra feliz.

            Blanquea los ojos, una pequeña risita danzando entre sus labios. Noah Mercury es una persona tan extraña como de interesante. A él le gustan precisamente este tipo de personas.

            El rubio vuelve a conectar sus miradas, notando que Noah ya le observa atentamente. Los ojos azules se encuentran entrecerrados de una manera particular, reflejando su propia expresión; el rostro del Gryffindor irónicamente le recuerda a una serpiente, calculando sus siguientes movimientos con atención. Scorpius le brinda una pequeña sonrisa cómplice— En mi defensa, solo un ser sin sentimientos no lloraría con Getaway Car.

            Una sonrisa vacila en el ojiazul, pero desaparece tan pronto percatarse de ello. Entonces, de la nada, voltea la cara estratégicamente, casi dándole la espalda; Noah dirige su mirada hacia los árboles deshojados de enfrente, mordiendo su labio fuertemente. Aguarda en silencio. Scorpius opina que su postura mansa y aire calmado no concuerdan en absoluto con el fuego que se propaga ferozmente cada vez que habla, en ese tonito que es una apuñalada a su orgullo.

            Él muerde su lengua. ¿A quién se está enfrentando, precisamente?

            ¿Y por qué parece un leoncillo enojado cuando finalmente se decide a mirarlo otra vez con una expresión más agria que él comiéndose un limón?

            Comprensible, se dice, porque ni él sabe qué está haciendo aquí.

            —Malfoy —la manera en cómo pronuncia su apellido lo pone de puntas. La voz de Noah Mercury se siente en el cuerpo de la misma manera que una pluma cosquillosa y no sabría decir si eso es algo bueno o malo... Probablemente la última—, ¿qué es lo que quieres?

            —¿Yo? —Remoja sus labios. Casi reprime el impulso de reír al observar el asco del contrario. Es definitivamente un niñato con sus caras de caricatura y ropa sacada del armario de su abuelo. Scorpius sonríe involuntariamente, encorvándose para ver el rostro del contrario desde más cerca, respondiendo a un impulso que no sabría explicar—. Umh, yo quiero muchas cosas. ¿No has visto esos últimos modelos en espejos mágicos? ¿O las túnicas de cuero de Wiz-...?

            —¡Pero qué insensato!

            Mira nada más qué encantador es este niñato. Tiene tantos modales como Scorpius mal gusto.

            Noah Mercury se levanta del banquito, apoderado por una pasión que Scorpius no tiene ni idea de dónde ha salido, pues de pronto se ve amenazado por la punta de una varita acariciando peligrosamente su yugular.

            Quisiera admitir que eso no fue inusualmente caliente, y él es normalmente muy bueno distorsionando la realidad según le convenga, pero no se cree capaz de mentir al degustar el sabor metálico de la sangre en sus labios delatándolo completamente. Huh, así que Albus no mentía cuando le dijo que debería cuestionarse seriamente sus prioridades.

            El platinado nota entretenidamente cómo las pecas de las mejillas de Noah lo hacen parecer una fresa bajo el efecto de un sonrojo prominente. La mano del castaño tiembla de la rabia, pareciendo intensificarse al divisar la sonrisa burlona que se plasma en su rostro. Noah Mercury parece ser entonces la marioneta de la pasión momentánea, con sus ojos destilando de furia y su magia humeante levantando las pocas hojas otoñales rodeándolo.

            —¡Tú eres un...!

            —¿Galán? ¿Irresistible? ¿Genio?

            Scorpius podría seguir todo el día con esto. ¡Cómo le encanta que el tono rojo de Noah parece volverse imposiblemente más oscuro con sus palabras!

            —¡Eres un bastado presuntuoso, eso es lo que eres!

            —¿Ah sí? —Su sonrisa se pronuncia—. Creo haber escuchado esas palabras antes, leoncillo. O te estás quedando sin ideas o ya nos estamos volviendo mejores amigos, una de dos. Me gusta pensar que es la segunda.

            Noah blanquea los ojos, pero parece rendirse bajo sus palabras, hombros caídos instantáneamente y varita retirada de su yugular a regañadientes. No sabe con exactitud qué hizo (está dándose cuenta de que nunca sabe con exactitud qué hace con Noah Mercury. Le ha encontrado nombre y apellido a la anomalía de su vida), mas algo bueno debió haber sido porque el castaño toma una respiración profunda y conecta sus miradas nuevamente en un exhalo resignado.

            El recuerdo de las fotografías del océano de los diarios de su padre viene a su cabeza.

            —Tu carácter resulta ser la campaña más difícil a la que me he enfrentado, ojos de perro y corazón de ciervo.

            Mira, puede que él no sea la persona más indicada para decir esto, pero, si hay alguien aquí que definitivamente debería replantearse sus prioridades es Noah. No hay forma en que alguien vaya por la vida llamándole ojos-de-perro a alguien, si sabes a lo que se refiere.

            El platinado hace el ademán de objetar, pero es rápidamente interrumpido por el otro.

            —¿Podría tomarse la molestia, ea sublime todopoderoso, de esclarecer el motivo por el que perturba mi tan apreciada paz y requiere de mi humilde presencia, oh amada figura? —Noah se distancia unos pasos de él, cruzándose de brazos en su atuendo absurdo y mirándolo bajo sus pestañas de la manera más insufrible a la que se ha enfrentado.

            Okay, primero que todo: ouch. Segundo: no hay manera en la que este sea el supuesto amigo de todos, dulce de la caridad que ha escuchado. ¿Con un sarcasmo tan grande como él mismo? Ni en chiste.

            La única persona de la que ha escuchado provenir un tono tan ácido es Albus Potter y esa comparación le parece en extremo turbia porque el modo predeterminado de Albus es el sarcasmo, así que está haciéndole competencia al rey de las serpientes e ironías.

            El castaño alza las cejas, lleno de sorna. Se siente mal que la belleza antigua de Noah Mercury se vea distorsionada por la mofa y la ironía cuando Scorpius lo ha visto hace unos minutos sumergido en pensamiento, su cuerpo siendo arrullado por el clima otoñal.

            El platinado abre su boca ofendidamente, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. Él entiende que no sean mejores amigos después de haber interactuado dos veces, ¿pero de dónde viene la actitud tan borde del niñato este, eh? No recuerda haberle hecho nada.

            Resopla, incrédulo, observando la expresión llena de sorna que le regala el contrario, quien se inclina en forma de reverencia.

            Es una pequeña mierda, no lo puede creer.

            Scorpius reprime una risa incrédula y comienza a hablar, hinchando el pecho—: Tú eres el peor dramático que he conocido en mi vida, Noah Mercury.

            —¿Ah sí? Porque aquellas palabras me evocan una imagen muy familiar, Scorpius Malfoy, y considero que un espejo te permitiría conocer al verdadero objeto de dicha descripción.

            El Slytherin rueda los ojos, levantando los brazos—: Mira, vengo en son de paz. Incluso te dije que había escuchado Taylor Swift por ti.

            Noah suelta una risa burlona— ¡Por supuesto! ¡Cómo no he de derretirme frente a las acciones no pedidas de un hombre oh tan caballeroso! Permíteme ponerme de rodillas para recitar las súplicas de tu perdón ante un ultraje de tal magnitud.

            Scorpius ahoga una risa. ¡Es una pequeña mierda Noah Mercury! ¡No puede creer que no lo ha conocido antes!

            Sospecha que próximamente habrá una adición interesante en su vida.

            Si es que vive para contarlo.

            Él ladea la cabeza, remojando sus labios y no rompiendo el contacto visual que se mantiene en una pelea de orgullos desafiantes—: ¿Crees que puedes dejar de ser sarcástico por un segundo de tu vida?

            El Gryffindor resopla, blanqueando los ojos. Sin embargo, sus palabras parecen resonar de alguna forma en él, pues finalmente respira profundamente como por cuarta vez en la tarde y voltea a verle con mayor tranquilidad. El viento levanta levemente la bufanda tejida que adorna su cuello, sus ondas oscuras desordenadas creando una armonía interesante con sus rasgos atascados en el tiempo.

            Seguramente son toda una vista: Scorpius Malfoy, heredero de un prestigio arruinado por la mala reputación, príncipe de Slytherin, con pantalones más costosos que la casa de algún estudiante promedio y las manos en los bolsillos, encarando en su metro ochenta al poeta de Gryffindor con su jersey beige, abrigo de cashmere en conjunto y esa absurda, ridícula, innecesaria bufanda roja que no combina en absoluto con su atuendo pero porta con el orgullo con el que solo podría hacerlo un león resuelto.

            Scorpius muerde su mejilla interna hasta sacarse sangre.

            —Malfoy —exclama Noah en un suspiro, inclinando la cabeza de la misma manera en cómo lo haría un cachorro regañado. Los ojos de Scorpius vislumbran los indicios de un tatuaje en su antebrazo al observarlo pasar una mano por su cabello en un intento por apaciguar los efectos de la brisa. Huh, ¿tatuajes? Este niñato se pone cada vez más y más interesante—, dejaré de ser sarcástico cuando tú dejes de ser un interesado arrogante —determina. Después alza la mano en el aire, como tanteando una posibilidad imaginaria—. Ambos sabemos que aquello no sucederá mientras los luceros del firmamento iluminen el camino de los marineros o la luna deje de escuchar los secretos murmurados a ella por la noche-...

            Siendo honesto, Scorpius se quedó recalculando la mitad de lo que estaba diciendo. ¿Luceros del qué de qué?

            Noah sonríe sin dientes, poniendo inesperadamente sus manos sobre los hombros del rubio—... Por ese motivo, no desperdicies tus ánimos intentando conversar conmigo —hace el ademán de voltearse e irse, sin embargo, el rubio es lo suficientemente rápido para tomarlo firmemente de la muñeca y jalarlo nuevamente en su dirección.

            Jura que la satisfacción que inunda su cuerpo no se debe a la expresión hastiada que le dedica el contrario, quien trata inútilmente de liberar su muñeca del agarre del platinado. Lo jura.

            Él le brinda una sonrisa brillante, con cejas alzadas y todo. Aquello parece irritar aún mas a Noah, quien aprieta los labios rosados y forcejea nuevamente—: ¿A dónde vas tan rápido, leoncillo?

            Le responde un ceño fruncido—: Estoy seguro de que aquel conocimiento no es de tu interés.

            O sea, y a ti qué te importa, imbécil.

            Scorpius chasquea la lengua— Todo lo que tenga que ver contigo me interesa, ¿quién te dijo esa mentira?

            Si hay un premio de la vez en que Noah Mercury blanqueó los ojos más veces, ese debería de ser el día. Scorpius casi que reprime el impulso de reír, ¡es tan fácil hacerlo rabiar que resulta hasta entretenido! Aún no comprende con exactitud qué sobre él parece desagradarle tanto, sin embargo.

            A ver, que sí se ha enfrentado antes al odio de la gente en realidad, no es inusual para él. Hay muchas personas que continuan viéndolo como el hijo de un mortífago, por lo que no es desconocido recibir palabras de odio de alguien con quien en su vida ha interactuado. La cosa aquí es: Noah Mercury es la única persona que conoce quien aún viste sus emociones en su rostro de la misma forma en como los niños lo hacen; sin disculpas, ni vergüenza, ni consciencia de ello.

            A decir verdad, él siente que está tratando con un niño. Un niño de metro ochenta con atuendo de poeta y vocabulario sacado de una enciclopedia, pero un niño al final del día.

            Está un ochenta por ciento seguro de que casi puede percibir un puchero en el rostro pecoso del contrario — ¿esto es en serio?

            Noah hace una cara que da la impresión de haberse comido un limón segundos atrás, aún tratando de librarse del toque del platinado— Malfoy —advierte, forcejeando. Scorpius entrecierra los ojos al divisar nuevamente los retazos de tinta escondidos debajo de la manga del castaño. ¿Pero qué...?—, no sé qué deseas de mí. No obstante, ser retenido en contra de mi voluntad no es un escenario ideal para conseguirlo. ¿Acaso no posees el conocimiento sobre el concepto tan elemental de decencia humana? ¿No resuena por tu mente el término "acoso"?

            Scorpius hace caso omiso a sus palabras, concentrándose únicamente en la tinta resguardada debajo del abrigo de cashmere y jersey beige. Aquí va un dato sobre Scorpius: el 90 por ciento de las veces consigue lo que quiere. Y esta vez lo que quiere es descubrir por qué alguien tan santurrón como Noah Mercury podría tener un tatuaje mágico, sabiendo que están directamente enlazados con el núcleo mágico del poseedor.

            Verás, un tatuaje mágico se pudre después de la muerte del poseedor, imposibilitando el robo del cadáver por el hedor fétido que desprende. O, en todo caso, protege el cuerpo de deteriorarse haciendo el mismo efecto que una barrera mágica — solo que depende del tamaño, el costo y la tinta empleada. Los tatuajes mágicos son un asunto serio, utilizados también como marcas de posesión y tortura cuando la magia negra se ve involucrada... El antebrazo de su padre sigue siendo una muestra de ello, sin importar los años de Medimagia que ha dedicado a tratar de librarse de un recordatorio tan desagradable como eterno.

            Por lo mismo, el hecho de que el leoncillo de palabras rebuscadas, belleza clásica y ropa sacada del armario de su bisabuelo, posea un tatuaje mágico lo descoloca tanto como aquella vez en la que se enteró de que aparentemente su padre está aterrado de los bichos pequeños son de esas cosas que se sienten fuera-de-personaje.

             Scorpius siente sus dedos picar, escuchando todavía quejas lejanas. 

            Víctima de sus impulsos, refuerza su agarre en la muñeca de Noah y levanta la manga de su abrigo con fuerza antes de que el castaño tenga la oportunidad de reaccionar. Necesita verlo.

            Siendo franco, realmente fue una víctima de sus impulsos.

            Y del puño de Noah Mercury en su nariz.

             Ah, de puta madre.

            Noah le propina al rubio un golpe firme con su mano libre, reaccionando al shock de su súbito movimiento (después diría para sus adentros que no fue en absoluto su intención y actuó por reflejo... Pero Scorpius no confiaría mucho en sus palabras).

             El rubio se tambalea por el impacto, llevando inmediatamente ambas manos a su nariz, el líquido cálido chorreando a borbotones, manchando sus pálidas manos con las consecuencias de sus acciones. Mira, que eso ha dolido como la mierda.

             ¿Así se sintió su padre después de haber sido golpeado por Hermione Granger?

            Ouch.

            Lo bueno de esta situación: su nueva lista de prioridades mentales acaba de actualizarse.

            Punto número uno: jamás interferir en el camino de Hermione Granger... O el de Noah Mercury, en todo caso.

            No cree que cumpla eso último.

            Trata de encorvarse un poco, intentando respirar por la boca, sus manos aún sosteniendo su nariz con cuidado... Aunque no considera que haya sido la mejor idea, francamente, si el sabor metálico en su paladar es un buen indicativo.

            La verdad es que él se lo buscó, no va a mentir.

            Pero tampoco se ha esperado que el compuesto caballero haya caído tan bajo como para romperle la nariz, a juzgar por la sangre que no parece detenerse pronto.

            —No vuelvas a tocarme —ah, hablando del rey de Roma.

            Noah Mercury lo observa desde su postura erguida con una mueca en los labios, muy similar a como uno miraría un residuo en el suelo. Scorpius se siente empequeñecer. Bravo, campeón, te acabas de hacer tu propio trabajo aún más difícil. Bravo, bravo.

            Las gotas de sangre cayendo de la mano del león empapan el césped descolorido, inculpándolo como el victimario sin escapatoria alguna. Los inicios de la manga del abrigo de cashmere se han tintado de un escarlata viejo que Noah trata de borrar inútilmente al frotarlo con su otro brazo.

            La mirada de Scorpius se concentra en el antebrazo causal de todo este caos. No sabe si valió la pena o no el golpe en la nariz porque quedó con más preguntas que respuestas.

            El rubio se incorpora con dificultad, una migraña expandiéndose rápidamente por su cabeza. Merlin, tiene que ir donde Albus, no hay forma en que pueda permitir que esto deje marca. Traga sangre, haciendo una mueca al musitar las siguientes palabras—: ¿Por qué es un árbol?

            Noah se congela.

            Scorpius alza las cejas, encantado.

            Dio en el blanco.

            Noah 5, Scorpius 1.

            El Gryffindor detiene sus movimientos en el aire, como si le sorprendiera el mero hecho de siquiera escuchar nuevamente su voz. Scorp le brinda una sonrisa ensangrentada cuando éste voltea a verlo con una ceja alzada.

            Él se acerca dos pasos.

            Noah retrocede dos.

            Su sonrisa se engrandece y está consciente de que muy probablemente esté luciendo como un sociópata en estos momentos con la nariz rota y los dientes rojos, sus brazos en forma de jarra.

            —Yo lo vi —confiesa, ladeando un poco la cabeza. Sus ojos se entrecierran, notando la manera en cómo Noah intenta esconder su brazo detrás de su espalda, como si aquello hiciera menos real el hecho de que Scorpius logró vislumbrar la imagen plasmada en él. Huh, esto se vuelve cada vez más interesante. Sonríe—: ¿Por qué tienes un tatuaje mágico a los diecisiete, Noah?

            El aludido frunce el ceño en su dirección y el rubio puede ver en su mente de manera clara la imagen del Gryffindor conteniéndose de mostrarle el dedo corazón y enseñarle los dientes como un salvaje. Por el contrario, éste sólo se limita a chasquear su lengua y observarlo fijamente, sus hombros caídos en una forma que se siente incorrecta, ajena.

            Scorpius, por su parte, cree que se está ahogando.

            —¿Quién te crees con el derecho de realizarme tantos cuestionamientos, Malfoy? Yo no sigo las palabras de hombres en los que no creo.

            Uff, Noah Mercury sí que sabe cómo apuñalar su ego. Lo mató sin miramientos.

            La sonrisa flaquea en el rostro del platinado por un momento.

            Gran trabajo que estás haciendo aquí, Malfoy. Diez de diez, campeón.

            Ignorante de la pequeña crisis interna que acaba de desencadenar, Noah continúa hablando; su tono resignado pero firme sigue dando la impresión de un poeta declamando a un público imaginario. Vale, que Scorpius nunca accedió a ser el antagonista de la obra y se siente ofendidísimo. Al menos desearía el papel de anti-villano, tienen los mejores vestuarios siempre—: No vuelvas a posar una mano sobre mí, Malfoy. Las consecuencias no serán exactamente benevolentes —se cruza de brazos, mirándolo de arriba a abajo—. Por una razón la mano del hombre simboliza la dualidad de éste mismo; la potencialidad de invocar a la Vida como a la Muerte son semejantes, pues con el mismo miembro que acaricia también destruye.

            Jura que este tipo va por ahí soltando frases con la mayor tranquilidad del mundo como si no fueran lo más rockstar que Scorpius ha escuchado jamás.

            El rubio alza las manos en señal de paz; su abrigo crema permanece completamente arruinado con nuevas motas escarlata como un recordatorio de su impulsividad.

            —No te tocaré ni un pelo, a menos que tú quieras, Noah —exclama, un tono vacilante colmando sus palabras. Scorpius sonríe suavemente con ojos cerrados por un instante.

            El mencionado arruga la nariz—: No requiero nada de ti, Malfoy, solo que no perturbes mi paz.

            Vaya forma de llamar a alguien un estorbo.

            Aquello borra completamente la sonrisa del rubio. Esto será mucho más difícil de lo que pensé. Scorp parece sopesar algo por un instante, alzando la mirada al cielo en silencio por unos segundos. Seguidamente, se limita a suspirar, negando con la cabeza; sus manos van a los bolsillos de su abrigo, resignándose en mancharlo aún más.

            —Noah —dice. Éste le observa con ambas cejas alzadas—... No digo que seamos los mejores amigos pero ¿al menos dejemos los golpes de un lado? —Se suponía que para este momento ya habría convencido al león de ayudarlo a conquistar a su amiga, no que en primer lugar tuviera que conquistarlo a él simplemente para evitarse más golpes en la nariz.

            Aún así, algo en sus palabras parece funcionar, pues, desde que tuvieron la pequeña conversación sobre Taylor Swift, el castaño parece bajar la guardia — sólo un poco pero algo es algo.

            Noah Mercury se descruza de brazos, largando un suspiro. Sus manos reposan en sus bolsillos. Parece resignado, con una cara que se asemeja bastante a un adulto lidiando con un niño irritante. Scorpius sigue ofendidídimo—: Malfoy, no considero que nuestros espíritus sean compatibles en lograr el platonismo —murmura, finalmente.

            Él sonríe de lado— ¿Y el romanticismo?

            El Gryffindor suelta un ruido, luciendo completamente espantado con la posibilidad—: Ni si volviera a nacer en alma y espíritu.

            Noah 6, Scorpius 1.

            Aunque no es como si llevara la cuenta.

            El rubio lleva una mano a su pecho, abriendo la boca exageradamente—: Leoncillo-...

            Noah rueda los ojos—: En primera instancia, no me siento particularmente motivado a la atracción por los especímenes ignaros incapaces de comprender conceptos tan elementales como la decencia humana, que poseen también tendencias acosadoras y, aún más, presentan cierta afición por apodos infantiles con tintes zoofílicos.

            El castaño le regala una sonrisa falsa sin dientes, perfeccionada por el hábito—: ¿Te son necesarias más razones?

            La verdad: Scorpius tiene ganas de reír.

            Está todo incrédulo respecto a esta situación. ¿Scorpius Malfoy tratando con alguien más descarado que él mismo? Imposible.

            El rubio echa su cabeza para atrás, una sonrisa genuina decorando su rostro—: Noah Mercury, déjame ser tu amigo. Por favor.

            Se sorprende a sí mismo por la sinceridad de sus palabras, sin embargo, no hay manera en que desee dejar ir la amistad de alguien que le da tantas ganas de reír por la impresión. Así que, en realidad, aquí está matando dos pájaros de un tiro: (1) se vuelve amigo del enigma que le resulta Noah Mercury y (2) recibe su ayuda para conquistar a su amiga. ¡Perfecto!

            La cosa es: Noah simplemente no se cansa de asesinar sin piedad a su ego, apuñalándolo con la franqueza de sus palabras. Scorpius ni siquiera cree que el castaño es consciente de ello.

            Gracias a Merlin.

            De cualquier manera, necesita que Noah se vuelva su amigo.

            La imagen de piel dorada, piernas largas y ojos azules inunda momentáneamente su cabeza. Gwen Golightly es demasiado buena para ser verdad. ¿Preciosa, mejor de su clase y buena reputación? Ella es sencillamente la princesa perfecta y Scorpius ansía un pedazo de ese pastel, si sabes a lo que se refiere.

            El sonido de un chasquido de lengua lo hace enfocar su atención nuevamente en el Gryffindor, quien luce a punto de rendirse—: Te creía incapaz de saber pronunciar la palabra "por favor", así que me has sorprendido con una nueva muestra de inteligencia, enhorabuena.

            Scorpius rueda los ojos— Mira, Mr. Sarcasmo-...

            —Ah, ah, ah —lo interrumpe, alzando la mano como para callarlo—. No he terminado, Malfoy —el aludido refunfuña en su puesto, profundizando el agarre en sus bolsillos. Noah le brinda un atisbo de sonrisa—. Confiaba en que el hado escucharía mis súplicas de no cruzar nuestros caminos, pero tú persistes en desafiar lo sacramentado, ¿no es así?

            —Nunca he sido un tipo religioso-...

            —... Cómo decía, una amistad no se logra invadiendo el espacio personal de una persona ni violando sus límites-...

            —... Estás exagerando lo que pasó-...

            —¡... Por lo que aceptarte como amigo sería indudablemente cuestionable!

            —... Me estás haciendo sonar como una mala persona-...

            —... Entonces, declino tu oferta de amistad.

            —... ¡Noah-...!

            —... ¡Sin embargo....! Aquello no significa que no crea en la redención de los seres humanos. 

            —... ¿Ah?

            Scorpius casi se va de espaldas al observar la mirada azuleja del Gryffindor escanearlo de arriba a abajo, pensativamente. Noah entrecierra los ojos—: Somos compañeros de puesto, Malfoy. Lamentablemente no podré librarme de ti.

            Scorpius frunce el ceño, boqueando un silencioso "¿Lamentablemente?" mientras el castaño continúa hablando:

            —Por lo tanto... —Noah mira hacia el cielo, juntando ambas manos detrás de su espalda—: Lo mejor sería tratarnos cordialmente para mantener la paz —baja la mirada, conectándola con la grisácea del Malfoy, quien permanece inusualmente quieto—. ¿Estás de acuerdo?

            Scorpius no es tonto. Es lo más lindo que le ha dicho Noah Mercury desde que lo conoció. O toma esta oportunidad ahora o perdió la carrera.

            Y es de conocimiento general que Scorpius Malfoy nunca pierde. Jamás se lo permitiría.

            Sonríe— De acuerdo con tus términos —alza las manos en señal de paz—. Ya verás, león, pronto seremos los mejores amigos.

            El Gryffindor rueda los ojos por enésima vez en ese rato, soltando un resoplido. No se molesta en siquiera despedirse antes de darle la espalda y caminar unos pasos lejos de él, la ridícula bufanda haciéndolo lucir como una imitación de alguna ilustración de El Principito.

            Scorpius muerde su labio, pensativamente. Por un momento se cuestiona si realmente conquistar a Gwen Golightly merezca todo este esfuerzo y el riesgo de llevarse más golpes a la nariz. Pero, si es honesto consigo mismo, hay algo más acerca de Noah Mercury que necesita tratar de descifrar.

            Su carácter volátil y comportamiento impredecible le llenan de intriga. Scorpius simplemente sabe que hay algo acerca de ese leoncillo más allá de su pequeña máscara de aparente dulzura y hermano de la caridad. Así que con esto en realidad está matando dos pájaros de un tiro.

            Sólo espera no llevarse más golpes en la nariz durante el proceso.

            A unos metros, el cuerpo del castaño detiene abruptamente su caminata, pasando desapercibido para Scorpius, quien continúa sumido en pensamiento.

            —¿Malfoy?

            El aludido levanta la cabeza, asombrado— ¿Ah?

            Noah se voltea ligeramente para poder observarlo. Hay cierta resignación en su postura—: Cuento de invierno por William Shakespeare.

            Scorpius parpadea. Una, dos, tres veces—: ¿Perdón?

            Ahí, por primera vez, las comisuras de los labios de Noah se alzan en una verdadera sonrisa suave sin dientes. El gesto en el aludido es expresivo, sus ojos cerrados casi en dolor. Scorpius no sabe qué hacer con una mezcla tan confusa y pura enfrente suyo, sintiendo una extraña incomodidad en la parte de atrás de su cabeza. Él sujeta su nuca, inseguro sobre cómo proceder.

            Noah finalmente posa su mirada en la suya, la intensidad de ésta haciéndolo sentir un tanto abrumado—: El tatuaje —musita con suavidad, como saboreando sus propias palabras. Entonces gira nuevamente su cabeza, un movimiento abrupto—. Lee a Shakespeare, gran bruto.

            Sin darle tiempo a responder, Noah apresura su paso, alejándose a trompicones de él. Scorpius quiere soltar una carcajada.

            En realidad lo hace.

            Pero si alguien pasó por ahí con la vista del heredero de los Malfoy modelando una nariz rota, un rostro ensangrentado y un abrigo crema con las suficientes manchas de sangre como para ser inculpado de un asesinato, riéndose solo a carcajadas y sosteniendo sus rodillas con sus manos por la intensidad de éstas... En realidad no han visto nada.

            Noah 6, Scorpius 2.

            ¡Y está de vuelta en el juego!

            ¡Bravo, campeón!


🌙

hOLAAAAA

vieron que cumplí? dije que iba a actualizar esta semana y lo hice

¿opiniones? ¿comentarios? ¿dudas? ¿partes favoritas? ¿análisis?

yo leo todo :>

capítulo en conmemoración a que noah cumplió el 22 de agosto y a que taylor swift sacó lover el 23 de agosto eeeeee KASJDFDSJAJAJA

DISCLAIMER DEL CAPÍTULO: no vayan por ahí invadiendo el espacio a la privacidad de las personas e irrespetando sus límites + no vayan por ahí dándole golpes en la nariz a las personas

ESTOS DOS SON UN POCO CAÓTICOS

al fin capítulo desde el punto de vista de scorpius <3 te adoro scorpius

no me mal entiendan, pero los capítulos de noah son densos man. ¿en cambio scorpius? scorpius es: 0 pensamientos, solo calentura

JASHDFGJDSAJAJAJAJA

nono, en realidad scorpius tenía un monólogo interno en el capítulo sobre su relación con la disciplina y las rutinas y blah blah blah. se parecía mucho a la pequeña disertación que hizo noah en el capítulo pasado sobre el sedentarismo y conformidad de las personas

pero quedaba muy largo, entonces eso lo veremos en un próximo capítulo 🤠

yo cuando scorpius hablaba sobre gwen y "querer un pedazo de su pastel": 

todos son iguales, mi tesis:

oh cause you're just a maaaaaannnnn, it's just what you dooooo

gracias lana del rey por haber escrito norman fucking rockwell

KAJSHDFJA NO PERO ??? SCORPIUS??? PORFA BÁJALE A LA URGENCIA SEXUAL Y TOMA TU JUGUITO DE RESPECT WOMEN. ASTORIA ESTARÍA DECEPCIONADA

en fin, vivo por las interacciones de esos dos

no me cansaré de reírme de que noah le dice malfoy a scorp desde el día 1 y scorp nunca llama a noah por su apellido (como todo el mundo lo hace)

noah cada vez que scorpius le dice noah y no mercury:

KAJSDHFJS ESO ME DA TANTA RISA

todos como: él es mercury

mientras tanto scorpius desde el día 1: "el bendito, adorado, increíble Noah"

scorpius porfa sólo admite que también le tienes ganas a noah CHALLENGE

es que estos dos...

cada uno en su capítulo individual describiendo que el otro les parece increíblemente atractivo. aaaah pero después hablan y todo es un desastre

noah matando el ego de scorpius con cada palabra que salía de su boca me daba vida

todo el rollo del tatuaje pasando y yo ASÍ

KJSDHGFHDJAJAJA no pero bueno, ahora sí, cosas más serias

ese tatuaje de noah nos dice cosas interesantes

en los próximos capítulos se hablará más sobre él

noah no mintió exactamente de que viene de la obra de Shakespeare, pero al mismo tiempo como que sí lo hizo AKSJDHFDJS

van a haber muchas otras escenas en las que noah no mienta necesariamente pero sí omita gran parte de la verdad verdad para proteger su tan preciada privacidad y vulnerabilidad

su tatuaje sí tiene relación con la obra de Shakespeare, pero esa no fue exactamente la razón por la que se lo hizo

y scorpius ahora deberá descubrir qué es lo que significa

 mua ja ja ja jaaaaa *inserte risa malévola*

la parte y explicación del tatuaje me parece muy significativa, porque scorpius también deja entrever un poco el por qué lo impactó tanto que noah tuviera uno cuando empezó a hablar sobre su papá y la marca tenebrosa

en shooting star se va a explorar un poco la dinámica entre scorpius y draco. me parece muy importante enfatizar sobre su dinámica familiar y cómo impacta en la personalidad/forma de ver el mundo de scorpius

viva scorpius estando orgulloso de ser un Malfoy !!!1 viva !!!!

finalmente, y valga la redundancia, el final: 

NOAH YA ESTÁ MÁS ABIERTO A CONOCER A SCORPIUS 😭💔

la razón por la que lo hace es por la sinceridad PURA y DESESPERADA en las palabras de scorpius, pero analizaremos esto en próximos capítulos

yo viendo cómo noah usa "cuento de invierno" como una metáfora para "me convenciste con eso de conocernos mejor":

en fin, pasos de pinguino 

nuevo acto: noah deja de ser un poquito menos hdp con scorpius 🤗

AKJSHDFJAJAJAJA LA PARTE ESA EN DONDE SCORPIUS BROMEA CON INTENTAR EL "ROMANTICISMO" Y NOAH CASI SE VOMITA

scorpius:

igual tremendo foreshadowing, qué épico

bueno, yo estaré pendiente leyendo todos sus comentarios y el próximo capítulo estará listo el 4 de septiembre

adivinen quién lo narra

LUCA VALUTTOOOOOO 🥳

yo y todos los luca valutto/interstellar fans:

la verdad es que el capítulo que viene es yo siendo auto-indulgente porque extraño a luca y sus divagues sobre ciencia

aquí un sneak peak:

El platinado sujeta su cabeza con sus manos, volteándolo a ver estresado— ¿¡No se supone que leyeron eso?! ¿Tú eres mitad muggle, cierto?

—Scorp... Te recuerdo que vine a Inglaterra y a Hogwarts hace dos años —responde lentamente, como tratando de que sus palabras resuenen en el Malfoy. No parece servir de mucho, sin embargo. Una pequeña mueca se forma entre sus labios—. Soy italiano, ¿recuerdas? Lu-ca Va-lu-tto.

Scorpius chasquea la lengua, negando con la cabeza. Luca parece notar su indignación hacia algo en específico. El platinado entrecierra los ojos en su dirección, señalándolo con una mano— Tienes que dejar de rodearte de Albus, italianito. No eras así de sarcástico antes. Te está corrompiendo.

Aquello lo hace reír. ¿Albus? ¿Corrompiéndolo? ¿Estamos hablando del mismo Albus que se disculpó cuando le dio su primer beso porque no le pidió permiso antes?

El pensamiento le resulta divertido.


nos estamos viendo, sweet creatures. gracias por leer <3 cuídense

los amo de aquí a andrómeda y de vuelta,

sofs




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