CAPITULO 5 : Takumi Aldini
NOTA EXTRA
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En el cual Takumi intenta (y falla) esconder su enamoramiento, Soma se impacienta y decide actuar.
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Takumi, por mucho que valió lo intento, hizo todo lo posible (y falló) en esconder sus sentimientos por Yukihira Soma. Tanto que Soma se había dado cuenta en el momento en que le había dicho que debía quedarse con el mezzaluna hasta que la derrotara en un Shokugeki para que se la quitara mientras se sonrojaba. Soma no era ajena al romance, sin importar lo que dijeran los demás sobre que era tan densa como una roca. Simplemente no había nadie que valiera la pena en su círculo de amigos. Es decir, hasta que Takumi Aldini la tomó por sorpresa.
Cuando vio por primera vez a Takumi, quedó un poco impresionada porque tuvo las agallas de declararse como su rival en la cocina. Para ella, su pequeño ataque de valentía y valor era entrañable, especialmente su propio objetivo de heredar su propio restaurante familiar en Italia. El problema era que no estaba haciendo nada para llamar su atención, excepto para desafiarla.
Eso tenía que cambiar.
Ahora Soma estaba de pie en la cocina, recogiendo su bolígrafo y sus documentos sobre la experimentación en un plato que se suponía que sería su tarea para la clase de Chapelle-sensei la próxima semana. Echó un vistazo a su compañero de clase actual, que resulta ser el chico italiano en el que había estado pensando. Estaba a su lado, mirando su cuaderno de recetas que había estado mirando en los últimos minutos. Cuando terminó de colocar sus cosas en su bolsa, se acercó a él.
-Oye, ¿Qué estás haciendo allí?-Soma preguntó.
Takumi casi saltó cuando la miró a ella, que ya estaba a unos metros cerca de él. Sus mejillas se tiñeron de un ligero tono rosado mientras la miraba. Sin embargo, no pasó desapercibido para Soma.
-¡No te me acerques de forma sigilosa!- se quejó mientras aumentaba la distancia de ella.
-¿Qué estás haciendo? Estuviste ignorándome todo el tiempo y mirando tu libreta- Preguntó Soma mientras echaba un vistazo al cuaderno.
Takumi suspiró e intentó calmar su corazón mientras le explicaba-Estaba pensando en usar una receta de la que mi madre me enseñó antes-Dijo mientras deslizaba el cuaderno hacia él y lejos de Soma.
Ella supo al instante lo que él estaba tratando de hacer, y no le estaba gustando. Ella necesitaba subir la apuesta. Ella dio un paso aún más cerca e invadió su espacio personal inclinándose frente a él mientras miraba a través del cuaderno que tenía, asegurándose de que su cabeza estuviera lo más cerca posible de él.
-Bueno, mirando estas recetas, creo que algunas se ajustan al tema que Chapelle-sensei nos dijo, ¿no crees?- Soma preguntó mientras giraba la cabeza para que su rostro quedara a escasos centímetros de Takumi.
La mirada de sorpresa y vergüenza en su rostro fue de oro para Soma, y se aseguró de que todo lo que le estaba leyendo era exacto.
-¿Qué dices que intentamos cocinar algunos de ellos?- Soma preguntó inocentemente.
El italiano se puso rojo de remolacha ante la cercanía de sus rostros, se retractó y corrió hacia los armarios.-B.Bien, ¡bien! ¡Tengo que obtener algunas especias!
Sonriendo, ella siguió el italiano hacia los armarios.-Oye, ¿por qué siempre me evitas cuando intento hablar contigo correctamente?-se preguntó, cubriéndose cuidadosamente con su rostro neutral que parece molestar a la mayoría de las personas que no le gustan.
-¡NNNada en particular!-Takumi dijo mientras buscaba a tientas en el gabinete-Estabas u demasiado cerca, eso es todo-Él murmuró.
-Hmm...- tarareó mientras lo seguía a los armarios.-Sabes, Takumi, si sientes que tu espacio personal está siendo invadido, deberías haberlo dicho. Nunca pensé que los italianos pudieran sonrojarse como vírgenes-Ella bromeó.
Takumi se giró hacia ella, sus mejillas todavía rojas-¿¡QQuién dijo que estaba avergonzado?!-el demando.- ¡Esto no tiene nada que ver con mi herencia italiana! Te haré saber que los italianos son famosos por ser románticos- él defendió débilmente.
-Heh, ¿es así?-Soma dijo mientras le sonrió y fue hacia el único movimiento que definitivamente lo irritaría. Ella se le acercó paso a paso, y Takumi se encontró retrocediendo inconscientemente en cada paso que daba. Le estaba yendo tan bien hasta que su espalda llego hasta tocar la pared, atrapándolo entre el mostrador de la cocina y los armarios de especias.
-Sabes, Takumi, por la forma en que actúas, no suenas italiano-Ella bromeó con una sonrisa.
Ire se levantó a través de la cabeza de Takumi y gruñó-¡Cómo te atreves! ¡Soy italiano!
-¿De Verdad?- ella dijo mientras hacía lo único que haría que esta escena valiera la pena.
Ella golpeó su mano en la pared, aterrizando justo al lado de la cabeza de Takumi. Cuando vio que los ojos del italiano se abrían en estado de shock, se alzó sobre él, contenta de que ella era tres centímetros más alta que él.
-Sabes, Takumi, te ves tan lindo con ese rojo excesivo en tu cara. ¿Lo veré con más frecuencia ahora que estamos unidos?- dijo Soma
En todo caso, la cara de Takumi se puso aún más roja que antes al ver su rostro a pocos centímetros del suyo.
-Eeso es... eso es...!-él murmuró, ante la pérdida de palabras mientras se veía forzado a mirar a los ojos ámbares de Soma que parecían desafiarlo a mentirle a la cara.
Soma se rio entre dientes.-Si realmente eres italiano como dices ser, entonces pruébalo. No sere la primera en invitar a alguien-Ella dijo en voz baja que hizo temblar a Takumi, y Soma vio que su columna se estremecía ante sus palabras.
A Soma le satisfacía tanto que quería seguir adelante y besarlo, pero entonces, ¿Dónde estaría la diversión en eso?
Retrocediendo, se aseguró de que los ojos de Takumi siguieran cada uno de sus movimientos y agarró su bolso de una de las mesas.
-Te veré mañana para poder trabajar en el plato otra vez. Traeré algunas de mis recetas para ver si podemos hacer algo por un compromiso- Dijo normalmente mientras se acercaba a la puerta.
Antes de que ella abriera la puerta dispuesta para irse, se volvió hacia Takumi, quien todavía estaba congelado contra la pared.
-Piensa en lo que acabo de decir, ¿eh Takumi?-ella dijo con un guiño y cerró la puerta, dejando a un sonrojado italiano que ahora se cubría el rostro con las manos y se deslizaba por el suelo avergonzado mientras chillaba.
...
Soma se sonrió a sí misma en un trabajo bien hecho. Claro, ella podría haberse ido por la borda, pero ¿Qué otra cosa podía hacer para obligarlo a moverse? Definitivamente no sería ella la que diera el paso al noviazgo. No fue así como le enseñaron.
-Recuerda a Soma, si te gusta un hombre, haz que se mueva. Puedes hacer todas las medidas drásticas que puedas para ponerlo nervioso. Incluso puedes aplicarle Kabe-don y bloquearle el pene- dijo Joichiro.
Ella nunca supo que un consejo de su padre sería realmente útil en su vida.
Ahora todo lo que tiene que hacer es esperar.
...
-Entonces a Yukihira-san le gustas, ¿Cuál es el problema de Nii-chan?-Isami se preguntó mientras miraba a su hermano que estaba acostado en su cama y abrazando su almohada como si su vida dependiera de ello, con la cara enrojecida.-Has estado planeando cómo lograr que ella te observe, y ahora que ella quiere que hagas un movimiento, te estás poniendo nervioso.
-¡No entiendes a Isami!- Takumi chilló.-Ella me tomó por sorpresa y lo siguiente que supe fue que se convirtió en una mujer muy hermosa e impredecible.
-¿Qué hizo ella que te dejaría sin palabras?- su hermano se atrevió a preguntar.
Takumi miró a su hermano a los ojos,-Isami. ¡Ella me dio Kabe!
-¡Kabe-oh...!-Isami dijo con una sonrisa.-Tengo que decir que Yukihira-san sabe cómo hacer que funcionen-Él bromeó.-¿Y te pusiste nervioso y no pudiste hacer otra cosa que mirar y chillar?
-¡ISAMI!- grito Takumi indignado
-Así que tenía razón- dijo Isami
-¡¿Qué hago ahora?!- él le preguntó.
Isami levantó sus manos en señal de rendición,-¿Por qué me miras? Tú eres Kabe-don-ed. ¿Qué dijo ella?
-Ella dijo... ella dijo... ella dijo que no es alguien que fuera la primera en invitar a alguien a salir...- Takumi chilló mientras gruñía en su cama, su cara todavía medio oculta por la almohada.
-Suenas más como una colegiala enamorada que un italiano, Nii-chan- Isami dijo con un suspiro-Pobre Yukihira-san
Takumi quitó su cara de la almohada y golpeó a Isami en la cabeza,-¿De qué lado estás?!-cuestionó enojado.
-En este momento, estoy de tu lado, pero realmente, Nii-chan, ¿por qué no solo hacer lo italiano y pedirle que vaya a algunos lugares que involucran ir por la ciudad y pasar tiempo con ella como lo haría un adolescente italiano normal y apropiado?? Si lo desea, podríamos llamar a Mamman y a Papá para que nos aconsejen sobre el cortejo- Isami dijo mientras comenzaba a desplazarse por sus contactos para encontrar los números de sus padres.
-¡No!-Takumi se levantó de su cama.-Yo... lo haré yo mismo...
Sintiendo que su trabajo estaba hecho, Isami se levantó de donde estaba sentado al lado de la cama y salió de la habitación,-¡Asegúrate de contarles todo, especialmente el Kabe-don!-él bromeó. Cerró la puerta antes de que la almohada que su hermano mayor le arrojó lo alcanzara.
FIN
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