━CAPÍTULO 3
El pasado y la decisión final
Pudieron velas al rededor de la niña herida,
a madre no estaba muy convencida de lo que su marido le acaba de comentar. Sí es verdad
Comenzaron a poner velas encendidas al rededor de la niña mordida por la serpiente, seguía aún quejándose del dolor que sentía.
La madre acarició la frente de ella para tranquilizarla.
Vieron como sus cabellos de color café se tornaban a un color blanco tanto como la nieve y ellos pensaron que representaban el blanco de la pureza.
Observaron cómo la menor se elevaba y con sigo su grande cabelleras color marrón se transformaba en color blanco puro, convirtiéndose poco a poco en serpientes, transformándose en una medusa.
Ya había llegado...
—Dios serpiente, Shirohebi.
Pero todo lo bueno que habían pensado en ese momento se esfumó en tan solo un segundo.
Cuando el padre escuchó como de golpe las serpientes se habían comido a su esposa, haciéndola quedando solo pedazos de ella.
Y ahora era el turno del varón...
—Ťęŋğø ĥąmɓřę...
Cuando la muchacha recuperó la conciencia, ella estaba recostada en el suelo, aun algo atontada y su hermano sostenía la mano de ella con tanta fuerza que tembraban sus manos.
—Hermano, ¿mis padres?
Todos los presentes en la sala estaban callados ante tan macabra historia. Pero quién está más ansiosa es la misma chica, Chiho, pues no quería contarla porque sabía que la iban a tomar aún más como amenaza.
—Te haré una última pregunta.
La castaña trago la saliva con mucha amargura, como si le costara hacerla, además de que comenzó a sudar frío pudiendo escuchar cómo su corazón latía a toda velocidad y sentía que en cualquier momento podría salir de la boca, porque tenía miedo de responder mal.
—¿Alguna vez has hablado con el Dios Serpiente Shirohebi? —preguntó.
Le comenzaba a dificultar la respiración ya que no sabía qué decir, si decir sí o decir no, pues creía que si lo afirmaba, pensarían que podría ser una amenaza pero si lo negaba, también existía la posibilidad de que no la vieran ninguna buen uso a la joven ya que al hablar con una deidad, por más que sea maldita, llegaría a ser de gran ayuda.
En cualquier caso tenía que responder ya. Todos los presentes la miraban con algo desconcertados.
—No... no he llegado a hablar con el Dios serpiente.
Los de arriba murmuraban entre ellos. Chiho alcanzó a escuchar que ello decía que ella mentía, o que decía la verdad; que tienen miedo, que lo mejor sería ejecutarla.
Ya no podía aguantar más, si antes mantenía un poco la calma, ahora ya no, quiere llorar y salir de ahí lo antes posible, siente que algo muy fuerte quiere desencadenar dentro de ella, algo quería quebrarse.
—Yonezawa Chiho —habló una figura oscura teniendo la mirada fijamente sobre ella—. Como no hablas con ese Dios y hemos debatido entre todos nosotros, te consideramos que no eres una amenaza por ahora —la joven suspiró aliviada, ya toda su pesadilla terminó y pronto volverá a casa donde estaba su hermano—. Podrás volver a casa mañana en el primer tren hacía Ishikawa-ken.
Pero, de repente, la aptitud de la joven juzgada dibujaba en su rostro una sonrisa maliciosa, como si en ese momento era otra persona.
—Sí que eres una mentirosa, Chiho-chan.
"¿Quién habló?" pensó sin darse cuenta que era ella quien movía los labios para pronunciar aquellas palabras.
—¿Cómo se te ocurre decir que nunca has hablado conmigo, mocosa?
No podía creer, tenía que ser una broma, ¿por qué justo ahora? Todos los jurados presentes en la sala la miran atónitos. Esa voz mezclada con la vocecita de ella y un eco monstruoso, todos ellos tanto como la menor sabían de quien se trataba. SHIROHEBI, el Dios serpiente. Usaba el cuerpo de Chiho a su capricho.
—Mierda, qué tan fácil es engañar a alguien hoy en día —dijo soltando algunas risas.
—¿Tú... eres Shirohebi? —preguntó uno de los miembros del jurado.
—¡Y quién más carajo piensas que soy, ah! —gritó aquel dios—. Joder, puto, dan vergüenza ajena —llevó una mano en su cabeza comenzando a sobarse como si le indignaba demasiado—. ¿Cómo no pueden reconocer a un dios cuando lo ven?
—Pero, tú... Yonezawa dijo que no podía hablar contigo.
—¡Pues mintió, imbécil!
"No es cierto"
—¿En verdad creen que yo no diría nada todo este tiempo? Que estúpidos...
"¿Por qué tenía que hablar justo ahora?"
—¡Damas y perros! ¡Aquí la mocosa esta, es una rata mentirosa!
La sala se había vuelto en un silencio totalmente desagradable. Y se notaba claramente que los jurados estaban hablando entre ellos y claramente iban a cambiar la sentencia.
—¡Yonezawa Chiho! —gritó aquel anciano—. ¡Este acto es una maldición de categoría sumamente peligrosa y por ello, te condenamos a ejecución lo más pronto posible!
Pappara pa~m
Hi! Como les va?
A los tiempos que actualizo esta historia, al final se decidió que ella será ejecutada y ahora se viene lo emocionante xd
Cualquier comentario que no sea destructivo es bienvenido y recibido 😉
Y los votos y comentarios me animan mucho~
Sin más que agregar, se despide Fifinixx
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