Las cosas pasan de cualquier forma, aunque no todo en la vida puede ser feliz, no todo el tiempo puede ser así.
Paso mucho tiempo, desde la ultima vez que ocurrió eso, quizás hubiera sido mejor que él no hubiera dicho algo, varias veces se ha escuchado chiste referente a los soldados caídos, da chiste mientras no te pase a ti mismo, pero cuando a ti ya te ocurrió duele mucho, y siempre va haber alguien que te comprenda en ese sentido.

Todo paso en un tranquilo día, todo parecía estar de tranquilo, era el día perfecto, aquel día, Julio visitó a su hermano, y por motivos que hasta él mismo desconoce, le contó sobre algo que le pasaba, y como siempre su hermano muy alegre le dijo que lo hiciera, se animará; quizás esa no hubiera sido la respuesta correcta.

Para el Boliviano eso significaba que era todo muy fácil y tranquilo, porque de la forma en como su hermano lo decía todo era o parecía sencillo; pero nunca nada es sencillo.

Fue hasta donde ciertos lugares, no se animaba a comprar algo, ya que para él le daba un poco de vergüenza hacer algo como eso, pero al final se animo, y compro un ramo, era muy lindo el color rojo y las flores estaban recién cortadas, muy frescas para ser verdad.

No le tomo mucho tiempo en llegar al lugar el cual había citado a Venezuela, no sentía muy seguro para lo que estaba por hacer, es mas estaba medio temblando de los nervios, después de todo confesar algo como eso no era sencillo, pero como es su hermano, no iba a saber nunca que lo era.

Paso Quince, y para Julio ya se le notaba muy nervioso, mucho más de lo que estaba anteriormente, ya estaba a punto de irse, hasta que escucho la voz de su amiga a lo lejos, decidió no tomar el ramo y dejarlo en la banca, como le desagradaba ser de menor estatura, Maria le pasaba por unos cuantos centímetros, cuando se acercó a ella, le saludo como de costumbre, como un día normal entre amigos.

Pero ya fue la chica quien noto algo distinto a su amigo, por lo cual le pregunto que era lo que le pasaba, a lo que el menor se ponía peor que antes, estaba muy nervioso, y empezaba a sonrojarse.

Tardó unos minutos en reaccionar, y solo le dijo de la forma más sencilla posible, mientras volvía a la banca y le entregaba las flores a la chica, confesando al fin sus sentimientos a ella.

Ahora la cosa se veía distinto, Maria solo pudo soltar un increíble discurso, aunque ya se sabía a que iba todo eso.

Ella veía a Julio como un hermanito menor, siempre lo vio así, para Julio, el cual varias veces sabia hacer de buen actor, oculto aquella sensación en su interior, de saber que acaba de ser rechazado, y para evitar aun mas problemas, temiendo que la chica se de cuenta, prefirió solo decir que se tenía que ir, y que entendía lo que decía.

Fue cuando el menor llego a su casa, en donde el chico solo llego a sentarse en el sillón, solo bastó con mirar al piso, para que después sentir como aquella sensación de rechazo le invadió, empezando a llorar, mientras las lágrimas caían, rodando por sus mejillas.

Mientras lloraba, dijo que mejor es no decir nada y quedar en silencio si alguna vez vuelve a sentir algo así, es mejor quedarse callado, a sufrir una sensación de rechazo de alguien quien te gustó mucho.