Conocerse fue complicado, más aún cuando antes no se podían ver por varios otros motivos.

Pero aunque para Julio, Iván era bastante intimidante por su tamaño, pero conforme se iban conociendo, notaba que era alguien con ideas impresionantes, más aún tenía sentimientos bastantes sensibles.

Aquella charla tomó otro rumbo y punto ver entre esa sonrisa falsa, las lágrimas provocadas por el hecho de perder a su familia, o a lo que Rusia consideraba familia, volver a estar solo y sin nadie quien le acompañé.

Quizás porque los sentimientos del otro eran reales, hizo que su mente se dijera a si mismo "no importa si eres mayor, si pasaste por muchas cosas, trataré de proteger esos lindos sentimientos que tienes muy profundo de ti", aquello solo hizo que el menor limpiará las lágrimas del ruso, para luego acariciarle las mejillas del otro, para luego levantarse y darle un beso en la mejilla, al estar sentado el ruso era más fácil.

El menor pudo ver por fin una sonrisa sincera departe de aquel enorme país, cosa que hizo que le abrazara, y luego decirle — Iván, no importa lo que pase, estaré de tu lado — dijo sinceramente Julio, para luego sentir los enormes brazos del ruso en su cuerpo.

En aquel abrazo pudo escuchar un — Gracias —, para el menor ese sería un gran día, ese día solo estaría con él, no importaba que se vea extraño, estar con aquel hombre que más de uno de daba miedo, para Julio él no daba miedo, él era alguien en quien confiar siempre.