Esto no era nada bueno, más aún cuando ambos sabían que eran hermanos, aunque todos pensaban que esos cariños y celos que se dedicaban era porque entre los dos hermanos se querían tanto que se defendían, pero nadie se acercaba o acertaba a lo que pasaba realmente.

Cuando nadie miraba, cuando una nadie estaba presente ambos hermanos "se ponían más cariñosos que lo normal", más aún cuando ahora mismo se encontraban besándose, y sus manos viajaban de un lado a otro del cuerpo contrario.

La reunión había terminado, y si salían de esa habitación ese mismo instante debían irse, pero en vez de eso, aprovecharon que la soledad para tomarse con más "cariño".

Aunque corrían el riesgo de que alguien entrará, ambos se sentían seguro que eso no ocurriría.

Los besos y las caricias aumentaban de intensidad, y ahora tanto la mano del uno como del otro, se encontraba en otros lados más privados, disfrutando del momento.

Los suspiros y las caricias ya se escuchaban, aún peor fue cuando Miguel hizo que el menor se apoyará en la mesa que tenían en frente.

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El sonido de los cuerpos haciendo contacto entre ellos, ya se podía escuchar, ahora ya no solo suspiros acompañaban el salón, sino también gemidos, y uno de otro jadeos mientras se nombraban entre ellos, para los dos, esto estaba bien, mientras nadie lo supiera.

Mientras nadie supiera que ambos hermanos se querían más de la cuenta. Mientras sean solo los dos.