ArgBol (segunda parte)
Argentina para su suerte camino tan lento que no le ocurrió nada, pero aun no se rendía y quería esa cita con Julio, fuera lo que fuera, camino hasta la casa de este, ya que vio que hora era, y supuso que quizás el menor ya habría llegado.
Paso un buen rato hasta llegar allá, y toco la puerta esperando a que este lo abriera, para su suerte si ocurrió, el menor abrió la puerta, pero se le notaba muy cansado producto de tanto trabajo que tuvo.
-¿Qué quieres y que haces aquí? - Fue lo que dijo mientras bosteza de sueño, y haciéndose a un lado dejando pasar al mayor.
- Ya te dije, quiero salir contigo. - Fue lo que dijo el argentino caminando dentro de la casa.
- Martin no puedo tengo sueño ahora mismo. - Pero para el otro eso no fue un impedimento.
- Entoces vamos a dormir - le dijo mientras lo arrastraba al cuarto del otro sonriendo de oreja a oreja, al ver que el otro se dejaba, después de todo el sueño le estaba ganando al máximo, no podía pensar tanto como siempre.
- No, ve a tu casa. - Hasta que llegó a su cuarto y se sentó en este, bostezando de nuevo, el mayor acomodo al otro en la cama, mientras él hacia lo mismo, no tardó mucho tiempo al ver que Julio quedo completamente dormido, miro a su alrededor, y se fijo que las luces seguían encendidas, así que se levantó y fue apagando todas, hasta llegar al cuarto de Julio y apagarlo también, echándose a su lado, ahí el menor se veía tan inofensivo, no hacía mucho solo respirar con tranquilidad, aun se preguntaba porque no era así todo el tiempo, tranquilo a cada rato el otro sacaba lo peor de su carácter, y que ahora que no podía hacer eso se veía tal vez de la forma en como dice Miguel "Julio es tan adorable", ahora también tenía sentido.
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A la mañana siguiente el mayor se levantó y miró a su lado, no había nadie luego también se dio cuenta que no estaba en su casa, a lo que supo que estaba en la casa de Julio.
Se levantó y camino donde escuchaba hablar a alguien aunque no entendía nada, cuando miro era Julio murmurando cosas en otro idioma y supuso que era el Quechua, se acercó por detrás y dijo.
- Buenos días Julito - Esto causó un sobresalto en el menor, por el susto llevado.
- Martin - Dijo ahora enojado, como siempre.
- Si, que haces - Miraba lo que el otro estaba haciendo, la verdad era lo que iban a desayunar (:'^ piensen en algo, porque la verdad yo no se, no tengo hambre así que no se que estaría cocinando Julio).- Huele muy bien - Empezó a decir mientras se apoyaba en el hombro del menor.
- Apártate no me dejas moverme - Dijo, tratando de apartar al otro.
- Julio - Respondió, mientras se mantenía en esa posición - Tú ya sabes, verdad.
Esta parte es difícil de explicar, pero esto es una casualidad, Julio su tenía la idea a que había venido el mayor, ya que su mejor amigo se ponía medio chismoso cuando tomaban mucha cerveza, aunque Julio por algún modo logro recordarlo. Daniel le dijo que Martin trataría de tener alguna cita con él, pero que era una broma, sino que se trataba de algo distinto.
Y ahora mismo en estos momentos, aunque no se notaba, Julio sabia que aquellas palabras eran muy certeras a lo que respondió - Si, porque preguntas. - Ya dejo de pelear con apartar al otro de su lado, mientras apagaba la hornilla.
- Entoces porque no quieres aceptar, y tratas de evitarme - De apoco se acercaba a los labios del menor, pero se detuvo cuando escucho lo que el otro dijo.
- Me siento nervioso - Con eso bastó, para saber que aceptaría, a lo que el beso sucedió, suave pero con experiencia departe de una persona, el cual estaba enseñando muy bien y de la mejor manera como debía hacerlo, las manos del mayor bajaron hasta las caderas del otro , acariciando el pequeño cuerpo que el otro tenía, mientras el beso empezaba a fundirse.
Con suavidad iba retirando la ropa del otro, dejando al descubierto los pesones de este, dio la vuelta a Julio, para que quedarán frente a frente, y arrastró al otro hasta mesón libre levantando al boliviano, quedando este sentado en la mesa, lamio el peson izquierdo, mientras su mano iba bajando la ropa inferior del menor.
A lo que el argentino retiraba lo último de ropa que le quedaba, Julio empezó a hacer lo mismo pero con la ropa del otro, aun así con algo de vergüenza retiraba aquella ropa, el cual empeza a caer quedando sin nada.
Los cuerpos ya sin ropa se estaban encontrando por primera vez, mostrando así también sus miembros erectos producto de la excitacion del calor de ambos cuerpos, el mayor no tardó mucho en tomar su propio miembro, para tratar de meter en el interior del menor, sin lastimarle, como es que Julio lograba ser muy apretado, al empezar las penetraciones el placer se sentía, además de que lograba escuchar como el otro gemia varias veces su nombre, le gustaba escuchar eso, y además le incitaba a ir más rápido.
Con el ritmo que iba, las cosas lograban descontrolarse, aunque la cita que quería hacerle era más romántico, pero aun así esto no estaba tan mal, pero aun estaba el hecho de que si o si, le invitaría a esa cita.
Aquella mañana culminó, y ambos estaba cansados, de tanto movimiento, el cual los hizo dormirse, ir a la cama y dormir.
Ya en la tarde, se bañaron y tuvieron su tan esperada cita.
- :^
- Bueno aclaro que aquí Martin y Julio ya estaban saliendo, pero solo saliendo.
- Julio sentí nervios de arruinar la cita.
- Pero al final si tuvieron la cita.
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