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9 | Escondite


9 de mayo de 2021

| ESCONDITE |

AU: Kote, Dō, Men

El cielo se estaba tiñiendo de naranja por cada minuto más que pasaba, y aunque a esas alturas yo ya estaba un poco cansado por llevar varios minutos caminando cuesta arriba, ver las sonrisas de todos hacía que la mía siguiera allí y me esforzara por seguir.

—Chicos, ¿están bien? —preguntó Chizuru volteándose siendo ella junto a Heisuke quienes encabezaban nuestra pequeña fila por toda la calle.

—Sí, no pasa nada —asintió Sōji recogiendo un poco su fleco tras las orejas y sonriendo aún jadeando un poco—. ¿Hajime?

—Igual —asentí.

—Okay, cualquier cosa, nos dicen y paramos —dijo Yamazaki mirándonos y asentimos a la vez antes de seguir. 

Desde casi el principio de la cuesta, Yamazaki se ofreció para llevar en la espalda la mochila con el oxígeno de Sōji que aunque no es realmente pesada, si estás tan débil y cansado como Sōji, ese kilo y poco más se convierte en una tonelada.

Yo iba junto a Kaoru ya hasta el final de la fila, y realmente no nos tomó mucho más hasta llegar a la cima. Hay un templo hacia la izquierda, pero ahí no era precisamente donde nos dirigíamos, aunque toda la parte superior era un pequeño bosquecito por no decir un parque, nuestro objetivo era el lado completamente opuesto.

Nos salimos del camino hacia la derecha y seguimos hasta que llegamos al barandal que cierra la colina para evitar que se baje por la zona más empinada y peligrosa. No es que sea un punto muy alejado, de hecho mucha gente que viene al templo cruzan estos pocos metros de bosque para venir a este mirador y ver la zona oeste de la ciudad. Pero nosotros seguimos el barandal hasta una zona donde había tres árboles prácticamente juntos, una vez llegamos allí nos quedamos callados mirando el lugar.

—Dios mío, es más pequeño de lo que recuerdo —rio Chizuru poniéndose en cuclillas contra un árbol.

—Sí, éramos muy chiquitines —Heisuke se quedó de pie a su lado.

Realmente se formaba una especie de semicírculo gracias a los árboles y allí, sentados sobre las raíces y recargados en los troncos nos pasábamos muchas horas a finales de la primaria e inicios de secundaria.

Era nuestro escondite secreto, veníamos casi todos los días, era nuestro punto de reunión. Durante primero y casi todo segundo de secundaria nuestra tradición era comprar comida y venir a comerla aquí, yo iba por las bebidas a la máquina que está un poco más abajo del templo acompañado de alguien mientras los demás iban al mini supermercado que está un poco más abajo si es que no ya habíamos comprado la comida en otro lugar.

Cenábamos juntos, veíamos los atardeceres, escuchábamos música e incluso nos quedábamos a ver las luces de noche antes de volver todos juntos a casa.

Cuando teníamos cosas importantes que decirnos siempre nos encontrábamos aquí para hablarlo o incluso era ese pequeño escondite donde te podías refugiar de todo.

Recuerdo que aquí fue donde yo vine tantos días solo o acompañado para intentar tranquilizarme por la angustia que a veces me invadía cuando recién empezaba a ponerse agresiva la enfermedad de Sōji, justo a principios de la secundaria. De hecho dejamos de venir cuando Sōji se fue a Tokyo, cada vez frecuentamos menos el lugar y empezamos a reunirnos en las casas o en la escuela una vez todos entramos en la preparatoria, y por eso quisimos aprovechar para venir ahora que finalmente Sōji ha vuelto a Kyoto después de casi tres años.

—¿Aún están las cosas que escondimos? —preguntó Kaoru poniendo las manos en su cintura y mirando hacia el árbol cuyas ramas eran más bajas.

—A ver... —inmediatamente Yamazaki se subió al árbol con gran facilidad y después de unos segundos de mirar en las ramas rio en alto— Oigan, ¡aquí está el toldo que nos hicimos!

—No es cierto... —Heisuke rio viendo también a Yamazaki quien lo sacó enseñándolo un poco.

En el verano de primero de secundaria nos fabricamos un toldo para cubrirnos del sol del mediodía. Yamazaki lo hizo con un pedazo de lona que Heisuke le dio ya que había sobrado de un arreglo que hicieron en su casa, le puso dos palos a cada extremo y le ató una cuerda a uno de ellos para dejarlo sujeto a una rama, luego colocamos dos clavos, uno en cada una de las ramas que formaban una V y ahí atorábamos el toldo cuando lo íbamos a colocar. Y para guardarlo sólo lo quitábamos de los clavos que lo sostenían , lo enrollábamos dejando un tubito y lo atábamos en una rama disimulándolo con las hojas.

Yamazaki lo colocó cubriéndonos del poco sol que había a esta hora y luego rio bajando de un salto.

Yo me senté en el queño hoyo que había en el tronco del centro y me acomodé quedando hecho una bolita de forma en la que mi cuerpo encajaba perfectamente en el agujero como si fuera un respaldo.

—Ese siempre fue el lugar de Hajime —rio Heisuke con los brazos en jarra mientras Sōji se ponía de rodillas a mi lado acariciándome el pelo.

—Sí, y sigue cabiendo como si nada.

Me reí aún encogido en ese lugar y luego Kaoru finalmente dejó su mochila en el suelo sacando varias botellas de refresco que nos repartió a los demás mientras Chizuru también empezaba a sacar comida de su mochila.

—¡Es la hora del picnic! —rio ella repartiéndonos los sándwiches que hizo con su hermano esta mañana precisamente para nuestro plan de venir al antiguo escondite de la montaña.

Recibí una botella pequeña de refresco y la abrí cuidando que no se saliera toda la espuma por haber subido la colina y agitar la botella en el trayecto, una vez lo conseguí di un trago incluso mareándome un poco por el contraste de la sed y el calor por la caminata contra el refresco frío gracias a las bolsas de hielo de Kaoru llevaba en la mochila.

Nada más pasar ese trago vi a los demás empezar también a comer y colocarse en sus lugares casi como hacíamos en la primaria, y después de varios minutos de charla en los que yo estuve callado y escuchando mientras miraba el sol ponerse lentamente en la ciudad, aproveché el silencio para hablar.

—Oigan... hay que volver a reunirnos aquí, en serio extrañaba esto.




¡Otro capítulo listo! Cosas bonitas, amistad, recuerdos... belleza enlatada <3 Capítulo tranquilito y amoroso porque son necesarios para la vida.

Espero que les haya gustado y nos vemos mañana OwO

Atsushi~

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