15 de mayo de 2021

| VIAJE |

AU: Touken Ranbu Hanamaru

Suspiré mientras dejaba los platos secos en su lugar teniendo especial cuidado con la vajilla nueva que el maestro compró para celebraciones especiales.

La verdad es que hoy no hacía un clima muy alegre: el cielo estaba nublado y lleva todo día soplando un viento que ha terminado por provocarme dolor de cabeza.

Una vez terminé todas mis tareas me sequé las manos viendo cómo se me habían caído unos pedazos del esmalte de las uñas, no me parece raro teniendo en cuenta que hoy me tocó lavar los platos del almuerzo y en la mañana lavé también un par de sábanas.

—Debería retocarlas antes de que alguien me vea —suspiré con bastante pesadez antes de mirar una vez más el gran cerezo rodeado por esa aura gris y opaca.

Llegué a mi habitación, bueno, la que tendría que compartir con Yasusada si estuviera ahora, saqué el esmalte rojo que recién había comprado y me quité toda la pintura antes de tomar el pincel y pintarlas de nuevo.

Me tomó alrededor de una hora en total, pero finalmente terminé. Aprovecharé para pasear un poco por la ciudadela y con suerte encontrar a alguien con quien hablar en lo que terminan de secarse para que no se arruinen.

Dejé las cosas así para no estar tocando nada y usé la muñeca para abrir la puerta. Se escuchaba bastante ruido así que seguro que alguna locura está sucediendo. Eso es algo que amo de vivir aquí: no tienes idea de qué aventura u ocurrencia tendrán los demás al día siguiente, seguro que Tsurumaru está satisfecho con su trabajo y el ambiente.

—¿Qué pasa? —le pregunté a Ichigo quien salía de su habitación después de que varios de sus hermanitos salieran corriendo.

Él iba a hablar pero entonces Izuminokami le puso la mano en el hombro provocando una sonrisa antes de mirarme fijamente.

—Kashuu, mira...

Moví la cabeza hacia donde él había señalado y realmente no creí lo que veía.

No pensé, no tenía control sobre mi cuerpo, ni siquiera me preocupé por ponerme las sandalias, simplemente bajé de la tarima corriendo hacia la entrada de la ciudadela donde se encontraba él.

—¡Yasusada! —grité al verlo estar allí de pie junto a Hasebe e incluso Mikazuki.

Él me miró y sonrió contrastando su expresión con mi cara prácticamente de desesperación por necesitar llegar hasta él.

Extendió un poco los brazos y yo choqué contra él en un abrazo que nos tiró a ambos al suelo. Ya de rodillas yo no podía soltarlo, simplemente lo apretaba más y más convenciéndome a mí mismo de que esto estaba sucediendo en verdad, de que finalmente él estaba aquí.

Apreté un poco mis uñas contra él realmente sin importarme que el esmalte se estaba maltratando o lo manchara a él, sólo quería abrazarlo como tantas veces quise hacerlo pero él no estaba.

—Hola, Kiyomitsu —sonrió acariciándome la cabeza suavemente.

—Bienvenido a casa, Yasusada.

Drabble rápido, coqueto y amoroso de los Touken Ranbus inspirado en cuando Yamatonokami se fue de retiro espiritual y tuvo a Kashuu llorando en la ciudadela.

Espero que les haya gustado y nos vemos mañana :3

Atsushi~