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Día 7 - Cita

Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, sólo el amor que les tengo.

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Revuelo de sentimientos

Ese día fue realmente difícil levantarse, más que nada si se tomaba en cuenta que sólo logró dormir dos horas; peor aún, cuándo llegará a clase vería a Monoma feliz por su nueva relación. Le sería difícil acostumbrarse a eso.

Salió un poco más tarde, así que no se cruzó a ningún compañero en el camino. Cuándo llegó al aula inspiró profundo y soltó aire antes de animarse abrir la puerta. El salón estaba sorprendentemente silencioso, había algunos hablando junto al asiento continúo; pero no se escuchaba la burlona risa de Monoma ni sus conspiraciones contra el curso 1-A. Caminó hasta su asiento, mientras de reojo iba buscando al rubio. No tardó en encontrarlo, ya que se encontraba sentado en su asiento.

Monoma se encontraba con los brazos cruzados sobre el pupitre y la vista gacha. Frente a sí, tomando prestado el asiento de enfrente, se encontraba Tsunotori; que acariciaba con delicadeza el cabello de su amigo mientras le hablaba. Cuándo Shinsou se sienta, cruza miradas con la extranjera. Nota cómo ella se inclina hacia delante y le dice algo a su amigo. Este levanta levemente el rostro, y lo gira; observa un instante a Shinsou y revela una sonrisa delicada de saludo, como también falsa. El de Orbes violentas no sabe cómo responder así que no lo hace. Monoma no tarda en volver la vista hacia el frente y fingir compostura.

Poco después Vlad llega y empieza la clase. Shinsou no para de pensar en aquellos hermosos ojos grises que tantas veces se pierde a sí mismo observando, teñidos de un leve rojo. Puede intentar todo lo que quiera que eso no le importe, pero al final no lo puede alejar de su cabeza. Monoma estuvo llorando; el sólo pensarlo lo destruye por dentro.

Su voz detrás de la puerta sonaba animada, ¿Habrá pasado algo después? ¿Lo habrán rechazado? Vlad lo llama y hace una pregunta, no tiene una idea de lo que está hablando y lo hace notar. Se vuelve a sentar sintiendo la mirada y un par de risas de sus compañeros. Observa nuevamente a Monoma, al igual que el resto lo está mirando y riendo, pero nota nuevamente que su risa es fingida.

Basta —piensa para sí mismo Shinsou— sólo ríete de mí como lo haces siempre. Se un fanfarrón. Búrlate.

Realmente le desagrada esa expresión, esa mirada. Pero el no es nadie para aliviarlas. Y eso debería estar bien, todo tendría que andar sobre ruedas. Aquellos sentimientos que lo agolparon por el de la sonrisa burlona, tienen la oportunidad perfecta para alejarse de sus pensamientos. Monoma tiene a alguien más, fuera cual fuera el resultado de su confesión.

Aprieta con fuerza la tela de sus pantalones, mientras lanza fugaces miradas hacia el rubio. Llega el primer receso y tres chicas de la 1-A cruzan por la puerta, ocasión perfecta para que Monoma sea Monoma y él pueda respirar tranquilo.

Las chicas son Yaoyorozu, Ashido y Hagakure, que entran rodeando a la primera y saludando emocionadas. Los compañeros que estaban por salir, esperan para escucharlas hablar.

—Buenos días compañeros —comienza la delegada de la clase contraria— seguramente en un aviso tardío y me lamento por eso...

—Nos acaban de dar el visto bueno -interrumpe la chica invisible.

—La cuestión es —sigue hablando tras tocar el hombro de su amiga— que nuestro curso hará una celebración por el día de amistad y amor en nuestros dormitorios.

—¿Se suman? —pregunta Ashido alegre- será esta noche. Habrá música, comida y... cosas que hay en fiestas.

—Es una oportunidad para unir ambas clases y conocernos mejor. —Concluye Momo.

—Es genial —se apresura a responder Kendo— Nos encantará ir, nosotros llevaremos algo de comida y bebida para que no tengan que cargar con todo.

—Será muy agradecido, los esperamos —dice Yaoyorozu y sale junto a sus compañeras por la puerta.

Kendo saluda con la mano a las chicas, mientras un par de compañeros salen hacia el pasillo; y un preocupado Tetsutetsu se acerca hacia Monoma.

—¿Estás bien? -pregunta preocupado, llevando su mano hacia la frente de su amigo— vinieron de la clase A y no soltaste ninguna palabra.

Monoma aleja su mano y responde:— Estoy bien, sólo me duele la cabeza.

La representante de clase aleja la vista de la puerta y la dirige hacia él.

—Entonces ve con Recovery girl.

—No iré por un dolor de cabeza.

—No era un consejo —tanto Monoma como Tetsutetsu la observan sorprendidos, ella le hace una indicación con la cabeza a este último para que se lo llevara. Él, sin entender sus intenciones pero confiando en ella, toma el brazo de Monoma y se lo lleva arrastrando. Comúnmente este se quejaría o usaría el quirk de Tetsutetsu para quedarse en el lugar, pero no tenía humor para prestar pelea. Antes de darse cuenta Monoma ya había sido alejado del salón y Shinsou tenía a la pelirroja frente suyo.

—Ya sé que no debería ser mis asuntos, pero esto me preocupa —dice Kendo sentándose frente suyo— ¿Me podrías decir qué sucedió?

—¿Perdón? —¿A él le lo preguntaba?

—¿Lo rechazaste? —Shinsou no hacía más que mirarla sorprendido.

—Así que fue a él a quien le cocinó. —Se suma Awase, Shinsou no entendía qué estaba pasando.

—¿De... de qué hablan? —logra articular.

—Anoche Monoma estuvo cocinando un postre para alguien, creo que para ti —dice Tsunotori, parece haberse convertido una conversación de toda la clase.

Shinsou pasa la mirada desde la chica extranjera, hasta la representante de clase. Lleva su mano hasta su nuca, sin entender lo que estaba sucediendo.

—Nadie te está obligando a corresponder sus sentimientos, y menos aún a salir con él —dice Kendo— pero por lo menos deben arreglar las cosas de forma clara o no sé, explicarnos lo que sucedió para poder apoyarlo debidamente.

—Él no quiso hablar -concluyó Tsunotori apenada.

—Esperen, yo... no entiendo lo que está pasando —observa a Kendo— ¿Él no se te confeso o tiene algo contigo?

La susodicha lo observa sorprendida y luego mira para ambos lados sin poder creer que le esté hablando a ella.

—¿Que? —pregunta Kuroiro

—¿Kendo? —pregunta Rin. A su lado, la cabeza de Fukidashi se convierte en una expresión de "WTF". Shinsou se empieza a sentir un idiota. Kinoko tapa una ligera risa y Tsuburaba pregunta entre risas si eso no podría considerarse un tipo de incesto.

—Con un simple "no" era suficiente —dice apenado Shinsou— Yo, no sé —intentando seguir al tema de Kendo— anoche no le abrí la puerta.

—¿Te dio el postre? —siguió la delegada, alejando las risas de su rostro.

—Le dije que se fuera —dice mirando hacia la mesa—. No supe de ningún postre.

—Pobre alma en desgracia —susurra Ibara en su asiento— ¿Será un castigo de los cielos por su comportamiento usual?

—No sé si un castigo de los cielos, pero aunque sea Monoma da pena —continúa Awase con Ibara afirmando con la cabeza.

—Con lo delicado que fue para que el crepê le saliera perfecto —siguió Kendo con un rostro apenado— y el cariño con el que miraba el postre al pensar en entregarlo.

Shinsou siente la mirada de sus compañeros sobre sí, como si hubiera lastimado al hermano menor de todos. Y de cierta forma, así se sentía.

Finalmente Monoma vuelve acompañado de Tetsutetsu, poco después entra Vlad para continuar con la clase. Shinsou se siente una basura.

El resto del día poca atención le dio a lo que le rodeaba. Fue él quien es el culpable de borrar aquella sonrisa y llenar de lágrimas tan bellos ojos. Nadie más que él. Observa la mirada de Monoma que encuentra gacha durante todo el día.

¿Acaso siente algo por él? ¿Que era lo que deseaba del día anterior? ¿Será capaz de limpiar aquéllas lágrimas?

Las clases terminan, y todo lo que no hizo las anteriores horas debía recuperarlo ahora. Monoma es uno de los primeros en salir, y él va detrás suyo.

Tras salir de la Academia y seguir sintiendo unos pasos constantes que lo siguen, Monoma finalmente se da vuelta.

—¿Que quieres? —pregunta, fingiendo en su rostro que no hay nada mal.

—Y-yo... —empieza Shinsou, notando cuánto le cuesta hablar teniéndolo frente suyo— ... yo, yo... —sigue he intenta mirarlo a los ojos, sintiéndose aún más idiota.

—¿Tú que? —pregunta cabreado Monoma, ¿Ahora lo irá a rechazar en la cara? Lo suficiente mal lo hizo lucir todo el día haciéndolo tras la puerta—. No es necesario —tras decir esto se apresura en seguir su camino. Shinsou no puede hacer más que ir detrás suyo. Entran a los dormitorios y lo sigue hasta su habitación. Monoma abre su puerta y pasa, dejándola abierta.

—Vete —dice sujetando la puerta, de espaldas al contrario.

—No, déjame hablar -puede ver como la mano se afirma a la puerta, como también un pequeño temblor en esta—. Me gustas —súbitamente la mano deja de temblar y el agarre pierde su fuerza— Yo... pensé que te gustaba alguien más. Soy un idiota.

—Lo eres —responde, y girándose; lo observa mientras le cierra la puerta en la cara.

Shinsou se queda quieto en el lugar, pensando en la mirada. Pensando en una mueca que llegó a ver antes de que la puerta se cerrase, mueca que se estaba convirtiendo en sonrisa. Suspirando al pensar que no era fingida por el tinte burlón que tenía; y rememora la primera vez que lo vio. En la que quiso golpearlo por haberle mostrado una expresión parecida; y que ahora no puede sentir más que aprecio por esto ¿Ahora qué? —piensa al observar la puerta cerrada.

Sus sentimientos son correspondidos, ¿Verdad? Monoma tiene sentimientos por él. Le cocinó algo especial para celebrar San Valentín y según sus compañeros, habría puesto mucho cuidado en ello.

Awase pasa a su lado para dirigirse a su habitación y él levanta su mano para taparse los labios. Había comenzado a sonreír, que tonto debía verse en esa situación. Parado frente a una puerta, sólo en un pasillo y sonriendo. Pero le gustaba esa sensación. Monoma le cocinó para él.

Pasa los minutos y espera, sin saber qué esperar. Finalmente vuelve a abrir Monoma, pero ahora habiéndose cambiado el uniforme de la Academia. Su ropa de diario realmente le queda. Neito sonríe por un instante al ver su expresión al observarlo, luego sale de la habitación dirigiéndose a los ascensores. Shinsou va tras él, sin saber dónde se dirige.

—¿Vas a ir así? —se arregla el cabello tras la oreja, viendo su uniforme—. Bueno, es tu decisión. Harán el ridículo la clase A y tú.

Ahí se encontraba el acostumbrado Monoma y sus mañas odiosas que tanto le hacían falta. Se sube junto a él en el ascensor y se lo queda viendo. Que bien que le quedaba su ser natural.

—Me gustas —vuelve a decir y Monoma vuelve a mostrar aquélla sonrisa llena de altanería.

—Eso es obvio.

Entran a la sala y se dirigen la puerta —¿Dónde vas? —pregunta Kendo desde el sillón. Notando que Monoma iba con la vista en alza y una sonrisa en su rostro.

—A la fiesta de la clase A, mamá —responde burlón.

—Empieza a la noche.

—Seguramente me recibirán felices.

—Espera —lo detiene antes de que toque la puerta— si vas a molestar por lo menos lleva algo de comer, el grupo todavía no volvió de comprar.

Monoma se gira fastidiado y se dirige hacia la cocina, abriendo la heladera para ver que podía llevar. Shinsou, detrás suyo, no sabe bien dónde situarse. Si hablar o sólo observarlo en silencio.

—Al final no los comieron —dice sacando una bandeja llenas de crepês. Todos estaban rellenos de crema y con frutillas, después de apoyarlo en la mesada también saca chocolate que sobró del día anterior. Se acerca a la pileta y se lava las manos, luego pone a derretir el chocolate. Mientras espera se pone un delantal y se cruza de brazos frente a la cocina.

¿Así habrá estado el día anterior? —piensa Hitoshi— aunque en esa oportunidad tuvo que empezar todo desde cero.

Monoma baja la mirada verificando el fuego y en el movimiento su cabello le tapa los ojos. Sin pensarlo, Shinsou acerca su mano y lo corre, sintiendo el contacto con la suave piel del contrario.

—Estos no son tan bonitos como el de ayer —se escucha de una chica con acento, Shinsou aleja la mano como si la piel quemara. Monoma sonríe por su reacción y luego mira a su compañera que se había puesto a su lado.

—Estos son los que me quedaron o muy grandes o muy chicos, pero se pueden comer —toma azúcar impalpable y empieza a esparcir de forma cuidada sobre cada uno. Luego apaga el fuego del chocolate.

—¿Puedo ayudar con los dibujos? —dice emocionada, Monoma afirma con la cabeza poniendo el chocolate en una manga con una forma muy fina. La chica se pone frente a uno de los crepê y antes de darle la manga, Monoma observa a Shinsou y se pone detrás de ella. Poniendo la manga entre las manos de la chica y explicando tan cerca de su oído como había que aplicar, guiando sus manos entre las suyas. En medio del dibujo constantemente giraba la mirada para observar a Shinsou y sonreírle de forma coqueta, mientras seguía susurrando instrucciones innecesarias en el oído de la chica. Terminó el dibujo de gato que estaba haciendo y dejó el resto de los dibujos a su amiga. Se alejó hasta la otra punta de la cocina y se cruzó de brazos, esperando a que Tsunotori termine los adornos y que Shinsou se ponga a su lado; cosa que no tarda en hacer.

—¿Qué fue eso? —dice Hitoshi masajeando sus sienes, intentando alejar el ceño fruncido.

—Fui amable con mi amiga, esa es mi forma de ser —sonríe, quitándose el delantal.

—Eso fue algo más que ser amable —sabía que sólo lo estaba haciendo para molestarlo, pero no se podía creer el efecto que tenía.

—¿Y porque te molesta? —lo observa, como si esperara un chiste.

—Te debes imaginar porque —intentó sonar calmado, pero habían llegado los compañeros que habían salido a comprar y algunos de ellos habían entrado a la cocina para guardar la comida hasta que se haga la hora.

—No se me ocurre ninguna razón —dice negando con la cabeza— y creo que nuestra amiga necesita ayuda —agrega; fingiendo preocupación.

No le había gustado verlo tan acaramelado con la chica, como el día anterior no le gustó la familiaridad que mostró con Kendo. Lo toma de la muñeca cuando está a punto de alejarse.

—¿Qué quieres que diga? —pregunta en tono bajo, para que sólo él pueda escucharlo.

—Lo mismo que dijiste en mi habitación y en el ascensor —responde en el mismo tono, luego lo sube para que tanto los que se encuentran alrededor como en la sala los escuchen:- Habla más alto que no puedo escucharte.

Eso es despiadado —piensa Shinsou— pero mentiría que esa parte de él no le gusta. Además, acepta que merece algún tipo de castigo por haberlo hecho pasar mal.

—Me gustas —dice tan fuerte como antes habló Monoma, este se finge sorprendido.

—Realmente tiene que ser así, ¿Verdad? —quienes se encontraban alrededor se sorprenden y se reúnen a hablar en la sala—. Digo, para decirlo a los gritos.

Quienes estaban en la cocina ya hubieron salido, salvo Tsunotori que se giró a verlos apenada.

—Mejor los dejo solos —dice la chica apresurándose para salir. Monoma ve que dejó dos sin adornar y se acerca para terminarlos y poder irse.

Hace dos dibujos feos de alumnos de la 1-A al azar y deja la manga a su costado. Observa a su lado, para encontrarse con unos ojos violetas que lo estudian. Al cerciorarse de que no había nadie que pudiera verlos, mancha su dedo con chocolate y lo acerca hasta los labios de Shinsou.

—Prueba —dice. Este mira el dedo y luego a él, cumpliendo lo pedido. Saboreando un instante el dedo de Monoma y luego relamiendo sus labios- ¿Cómo está?

—Dulce —dice mientras intenta mirar hacia sus labios, donde su pulgar buscaba limpiar una mancha de chocolate.

—Déjame probar —Shinsou no llega a levantar la mirada que Monoma esta hundiendo su mano en su cabello y lo atrae hacía sí. Tocando sus labios con los propios, de una forma tan suave que desea rogar por que dure más tiempo. 

Pero rápidamente el beso se separa y Monoma comienza a pasar algunos de los crepê a un tapper, que tras cerrarlo lo empuja a su pecho para que él lo lleve; mientras él toma una bebida de la heladera. Sale de la cocina revisando por ambos lados, cerciorando que no hubiera nadie. En el sillón aún se encontraban un par de compañeros —la mayoría había subido a vestirse— aprovecha que estaban de espaldas para apresurarse y salir por la puerta junto a un confundido Shinsou.

—¿Me puedes explicar que pasa? —pregunta cuando lo ve cerrar la puerta.

—Cambio de planes —dice llevando su brazo alrededor de su hombro— No tengo ganas de ver a la clase A. Hay un parque cerca, vayamos allá.

En el camino, como en el mismo parque; se encontraron a diferentes años y departamentos de la UA. Varias parejas entre ellos, que seguramente aprovechaban ese día para celebrar el festejo del día anterior.

—Sacate el saco —le pide Monoma tomando lo que anteriormente cargaba. Este obedece y se lo entrega. El rubio lo apoya en el suelo y se sienta encima. Después de todo es otro el que se tiene que preocupar si se ensucia.

—Dime Shinsou —saca la comida y la bebida para ponerlas a ambos lados, el susodicho se sienta frente suyo— ¿Que es lo que te gusta de mi?

Shinsou lo observa, como la cantidad de personas y el alto tono de su voz. Al parecer iría hasta el final.

—Vas en serio...

—Es lo último, intenta hablar bien fuerte -se sirve un poco de gaseosa y toma. Shinsou sonríe, rascándose el cuello apenado. Suspira y comienza.

—Tus ojos.

—Mis ojos, ¿Qué pasa con mis ojos? —Shinsou se pasa la mano por el rostro y mira el suelo.

—Me gustan tus ojos.

—Ah, ¿Si?

—Me gusta tu pelo.

—¿Que más?

—Tu cara... —lo observa y luego se repite— Me gusta tu cara.

—¿Sólo mi apariencia? —se burla, golpeando con el codo a una chica que está cerca para hacerle partícipe del sufrimiento de su chico— Eso es un tanto superficial.

—Me gusta tu sonrisa —señala su boca con la mirada baja— esa que tienes ahora —Monoma se sonroja, pero igual se inclina hacia adelante para seguir escuchando.

—¿Que más?

—Sorprendentemente, me gustan tus burlas —Shinsou había bajado la voz y a Monoma no le importa— te distinguen del resto y me gusta tus expresiones cuando las haces, como tu humor —Monoma se encontraba sentado con las piernas cruzadas y sus manos sobre las rodillas. Abre su mano y Shinsou entrelaza sus dedos con los suyos— ¿Quieres que siga?

—¿Tienes más? —dice mirando hacia sus zapatillas, con el rostro en un fuerte tono carmín.

—Muchas.

—No es necesario.

Shinsou se inclina y besa su mejilla, hablando cerca suyo:— Lo siento por lo de ayer.

—Ya está perdonado —dice levantando levemente el rostro para que sus miradas se encuentren. Monoma podría ponerse a alabar los ojos de Shinsou en cualquier momento, como también su cabello; y tantas otras cosas más que perdería la cuenta. Levanta la mano llevándola hacia la nuca de Shinsou, atravesándola con su cabello; se divierte al verla perderse en esa mata de pelo.

—Realmente me gustas —dice Shinsou, dejando otro beso en su mejilla. Junto a su boca.

—Si, a mi también —sonríe, para luego cortar la poca distancia y besarlo; terminando confundiéndose como otra de las tantas parejas en el parque.

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Dato random, hasta casi el final de la historia pensaba que el tema de este día era "Fiestas" y sólo cuándo me quise cerciorar los temas de este día haber si me podía escapar de alguna forma para que no vayan a la fiesta, noto lo de la cita (que me sirvió al propósito).
Esta Week fue la primera vez que escribo de la pareja, y me gusto el resultado 😘 Amo a Monoma y me gusta tener la oportunidad de usarlo bastante en una historia.
Gracias por leer y espero que les haya gustado.

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