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03.


AU MUSICAL
Denki jamas pensó que infiltrarse a un camerino le cambiaria la vida

Bien, si alguien se lo pregunta el jamas se consideraría un "busca problemas", más allá de los conflictos en los que se metía en el colegio por hacer alguna travesura o defender lo que el creía como "una causa justa" jamas iba por la vida con la finalidad de encontrar problemas.

Pero...

Cualquiera que lo viera justo ahora podía calificarlo como ese tipo de chico.

¡Hasta el mismo se clasificaría como ese tipo de chico!

— Será rápido, sera rápido. —murmuro para si mismo intentando convencerse de que no terminaría en la cárcel por ese incidente—. Más te vale, Haru, que me hagas un altar como hermano.

Miro hacia ambos lados y luego dio vuelta en uno de los pasillos recordando todas las instrucciones que Kirishima le había dado esa misma mañana.

Su hermana apenas dos años mayor que el cumpliría años ese mismo fin de semana y como no quiso quedarse atrás con todos los geniales regalos que seguro recibiría de sus millones de amigos y familiares pensó en tomar la que posiblemente seria la peor decisión de su vida.

Se infiltraría al camerino de su cantante favorito y obtendría algo de el.

No esperaba acercarse mucho al chico, sabía de antemano que apenas los de seguridad se dieran cuenta de que algo estaba mal lo sacarían a patadas, pero si podía entrar a su camerino y robar su botella de agua o hasta su camisa calificaría esa misión como exitosa.

Kirishima, quien había trabajado el verano pasado como ayudante en ese mismo edificio le había dado las instrucciones necesarias para llegar a la zona de camerinos y dado que la suerte estaba de su lado hoy, había podido llegar con seguridad hasta los pasillos.

Ya solo faltaba descubrir cual había sido el camerino designado al artista, tomar cualquier cosa que tuviera enfrente y salir huyendo de ahí.

Sonaba fácil.

Aunque claro, era Kaminari Denki y nada le podía salir realmente bien.

— ¿Que haces ahi?

— ¿Ehhh? —cual gato asustado dio un brinco en su lugar, girando temeroso a ver al responsable de su micro paro cardiaco.

El chico de cabellos índigo y mirada cansada lo observaba con desinterés, como si su presencia en ese lugar en realidad no le interesará.

— Ah, yo... no se...

— Oh, bien. —el chico quien cargaba una caja con botellas de agua lo siguió mirando de manera aburrida.

— ¿Quieres que... te ayude?

— Puedo solo.

— ¿Enserio?

— Si, solo voy a llevarlo al camerino 102.

La palabra "camerino" despertó los sentidos de Denki; llevar el paquete de agua era una buena excusa para revisar ese camerino y ver si su objetivo estaba ahí.

— ¡Oh, pero no puedes llevarlos solo! ¡déjame ayudarte!

Sin esperar respuesta del chico tomo unas cuantas botellas de la caja y comenzó a caminar por el pasillo.

— ¡Hey, genio, el camerino esta por allá!

— ¿Eh? —miro hacia donde señalaba—. Oh, si, ya sabia, solo te ponía a prueba.

Su falsa excusa hizo sonreír al chico quien le hizo un gesto de cabeza para que lo siguiera por el camino correcto.

— No te había visto por aquí antes.

— ¿Trabajas aquí?

— Momentaneamente, ¿y tu?

— No exactamente.

— ¿Eres un pasante?

— Nop.

— ¿El hermanito de algún trabajador por aquí?

— Nop.

— ¿Un alma en pena?

— Tampoco.

— ¿Entonces?

— Pues...

El mayor espero una respuesta que jamás llego. Al final el chico le sonrió y Denki lo miro confundido.

— Comienzo a pensar que no deberias estar aquí.

— Bueno...

— ¿Cómo has entrado? Debes ser muy inteligente como para pasar por toda la seguridad de allá afuera.

— Tuve mis trucos.

El extraño rodo los ojos con diversión. Kaminari no pudo evitar pensar que aun con el rostro cansado no dejaba de ser atractivo.

— Es aquí. —señalo la puerta marcada con el numero 102 y una hoja pegada con las iniciales S.H

Pasaron al camerino y dejaron todo en una mesa repleta de bebidas, comida y golosinas, después Denki miro todo el camerino en busca de cualquier cosa que le indicara que ese era el lugar que estaba buscando.

Ahora se arrepentía mucho de ni siquiera recordar al artista que estaba buscando.

Era muy famoso, eso si lo sabia, pero ¿su nombre? ¿su apariencia? ¿su signo zodiacal? si, eso no lo recordaba.

— Toma, ponte esto o te sacaran a patadas apenas te vean. —le dijo el chico, extendiéndole un gafete que consiguió de uno de los cajones.

Denki lo tomo con un suspiro. No había ningún jaguar cerca o una estatua de oro en medio de la habitación, así que suponía que esa no era el camerino del artista principal.

— ¿Decepcionado? —le pregunto el de cabellos índigo al oirlo suspirar.

— Desesperado, mejor dicho.

— ¿Por qué?

—¿Puedo confiar en ti, chico extraño?

El mayor rió ante el apodo y asintió.

— Bien, me escabullí aquí para conseguirle un regalo a mi hermana porque ella ama a este tipo que tocara esta noche y ahora estoy perdido sin poder encontrar su camerino para robarle su botella de agua porque estoy seguro de que ella seria feliz hasta con su saliva en una botella, lo cual me parece totalmente asqueroso, porque, ¿quién querría la saliva de un extraño? Es raro y hasta psicopata, pero como sea, ella está muy ilusionada con su cumpleaños y en lugar de conseguirle un regalo súper genial solo me meteré en problemas y terminaré fracasando como siempre.

El chico frente a el parpadeo un par de veces intentando procesar la información.

— ¿Entonces tu... estas...?

— ¡Desesperado!

Dejo salir un sonidito de lamento y después se dejo caer al sofá mas cercano en una pose dramática, el mayor viendo todo su teatro intento esconder su risita.

— Terminaré comprándole un oso de peluche y seré su peor regalo. —se lamento, sintiéndose la persona más dramática de todo el universo.

— ¿Un oso de peluche es mal regalo?

— ¡Por supuesto que si! ella esta rodeada de personas geniales que siempre le regalan cosas cool. —hizo un puchero y enterró el rostro en una almohada—. Pensara que no la quiero lo suficiente.

— No creo que lo piense. Es tu hermana; yo no tengo hermanos pero supongo que no odias a un hermano solo porque no te regale algo "cool", de hecho, creo que ella apreciara cualquier cosa que le obsequies por el simple hecho de recordar su día especial... pero, si eso es lo que te tiene tan desesperado... —Kaminari alzo la cabeza al escuchar una serie de ruidos en la habitación, al levantar la vista se encontró con una botella de agua frente a sus narices.

— ¿Eh?

— Tienes razón con lo de la saliva, es raro, así que llévale una botella sellada y pídele disculpas de mi parte ¿si?

Tomó el objeto, viendo un rayón hecho con marcador cruzar la etiqueta y una pequeña leyenda que dictaba "feliz cumpleaños" con una letra apenas entendible.

— Pero-

— ¡Shinso! ¿Donde crees que te has metido? Llevó toda la tarde buscándote. Te dejo en tu camerino y cuando vuelvo ¡nada!, voy a buscarte a la cafetería y me dicen que ya no estás ahí, regreso al escenario y dicen que te acabas de ir, ¿se puede saber que has hecho todo este tiempo?

Kaminari miró con miedo al hombre rubio y ruidoso que invadió repentinamente la habitación, detrás de él otro hombre con cabello negro y expresión aburrida lo seguía.

— Baja la voz, Yamada, pueden oírte hasta Alaska.

— Pero Shou, estaba tan preocupado por mi cachorro.

— Okay, ni es un perro, ni eres su padre, así que baja la voz y deja que nos explique.

— Tu ganas. —suspiro. De pronto la vista de ambos hombres estaban sobre el adolescente quien no se veía ni asustado ni interesado en la conversación.

— Me dio sed. —confesó encogiéndose de hombros—. Fui por una botella de agua y me distraje un poco en el camino.

— ¡Fueron dos horas!

— Bueno, tal vez me distraje mucho.

— Los ensayos ya va a comenzar, cámbiate la ropa y ve a al escenario lo antes posibles, ¡y no se te ocurra entretenerte otra vez!

— Bien, como digan.

Los hombres salieron de la habitación sin siquiera reparar en la presencia del rubio, Hitoshi tomó una botella de agua nueva y se sentó a su lado en el sofá.

— Y bien, ¿Te quedas al concierto?

Denki está seguro que pudo coronarse como el mejor hermano del mundo cuando su hermana casi sufre un ataque cardiaco al ver la botella y la camisa autografíala por Shinso Hitoshi.

— ¿Cómo lo lograste? —le preguntó con la emociona a flote.

— Amm... larga historia, dejémosla para después ¿si?

— ¡Gracias, hermanito, este es el mejor obsequio del universo!

Denki sonrió.

Misión cumplida.

Esa misma tarde, después de tener un ataque de azúcar por comer demasiado pastel y que su madre lo obligara a irse a dormir para bajarle un poco la hiperactividad tomó su celular y miró las nuevas notificaciones.

NUEVO MENSAJE DE:
Shinso
¿Le gustó el regalo?
¿Si era hoy...no?

Denki
Si, justo hoy.
Te aseguro que le encanto, aún puedo escucharla gritar desde su habitación
Perdón por hacerte firmar también la camisa

Shinso
No es nada, no te preocupes.
Me alegra hayas podido cumplir tu objetivo.

Denki
Todo gracias a ti
Por cierto
Como te fue en tu ensayo de hoy?
Tienes concierto mañana, no?

Shinso
Pues...

Si se lo preguntan, llegar a tu casa y ser recibido con una revista estrellándose en tu rostro jamás fue su estereotipo de una cálida bienvenida.

— ¿Gracias? —dijo, tomando la revista que anteriormente lo había golpeado y viendo a su hermana con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados frente a él.

— ¿Donde estabas?

— Fui con Bakugo y Sero a conseguir el regalo para el cumpleaños de Kiri, creí que te había avisado.

— ¿Y en verdad estabas con ellos?

— ¿Si?

— ¡Demuéstralo!

— ¿No notas la escénica de odio que deja Bakugo al acercarte a más de un metro de él?

— ¡Mentiroso!

— ¿Que te sucede hoy? Estas neurótica.

— Abre la revista en la página 38.

— ¿Quién lee revistas hoy en día? ¿La abuela?

— ¡Ábrela!

— Bien, bien. —se apresuró a buscar la pagina con la amenazante mirada de la rubia sobre el—. ¿A ver, qué quieres que...? Oh...

— ¿Entonces?

— No sabía que Bratt y Angelina habían terminado, aunque si me lo preguntas, ellos-

— ¡No, idiota, esa es la 34!

— ¿Eh? Oh, si, mi error. —cambió la página y la respiración se le corto al ver la nota que ocupaba dos paginas de la revista.

"Así se viven las giras de Shinso Hitoshi"
"¡Descubre cómo vive su fama detrás de los escenarios!"

Y justo debajo de la foto de uno de los ensayos, estaban ellos dos, sentados uno junto al otro en el sofá de su camerino mientras se reían de algún chiste malo que seguramente había hecho Denki.

Kaminari está casi seguro de saber cuando se tomó esa foto, sin embargo, de lo que no está seguro es de cómo le explicaría a su hermana la amistad de meses que había entablado con su cantante favorito desde el día de su cumpleaños.

— ¡Ese no soy yo, mira, yo no tengo ese lunar!

— Es una mancha en la revista, tonto.

— Da igual, no puedes comprobar que sea yo.

— Ese es tu cabello, esa es tu nariz, esa es tu sonrisa y ese es el suéter que llevas puesto justo ahora.

— Bien, tal vez si puedes.

Su hermana lo volvió a mirar amenazante con los brazos cruzados.

Denki rezo por salir vivo de esa conversación.

— Y al final me dijo que solo me perdonaría porque Angelina y Bratt habían roto y estaba muy triste por ellos. —terminó.

— ¿Enserio tu hermana no sabía que me conocías?

— No me pareció buena idea decírselo, ya sabes, está esa frase que dice "nunca conozcas a tus ídolos", además, no quería que se pusiera intensa y te molestara.

— No sería una molestia. —tomó otro mechón de cabello y le puso un broche en forma de sandía.

Ese día se encontraban tirados en el piso de la disquera durante el descanso de Hitoshi. Denki con la cabeza en su piernas y Shinso jugando con su cabello y el paquete de broches y pinzas que había encontrado por algún lugar.

— Deberías llevarla al concierto de mañana como disculpas, yo te daré los boletos.

— No es necesario, descuida, encontrare la forma de que lo olvide.

— Jamás lo olvidará.

— ¡Lo se!

Shinso rió. Denki tembló.

— Tráela al concierto de mañana, los invitaré a cenar cuando acabe. Eh descubierto que me agradan muchos los rubios caprichosos.

— ¡Hey, yo no soy así!

— ¿Ah, no?

— No. —infló las mejillas en un gesto infantil que hizo reír aún más al mayor.

— Lo que tú digas, caprichoso.

— Como sea, no creo que pueda venir mañana, debe dormirse temprano para presentar un examen importante que tendrá.

— El concierto acaba temprano, si no quiere ir a cenar puedo pedir que la lleven directo a su casa al terminar.

— Me siento mal porque te esfuerces tanto en un problema que no es tuyo.

— No me molesta, además, yo también tengo algo de culpa en todo esto.

— Pero haces demasiado. —hizo un puchero—. Dime cómo quieres que te recompense y lo haré, no importa qué cosa sea.

— No necesito que-

— Solo por esta vez, Toshi, por favor, si no me sentiré culpable.

— Bien, si ese es el caso... acepta salir conmigo mañana


Okay, ya debería de acostumbrarse a ser recibido con algo golpeando su rostro.

Esta vez, la revista había golpeado su mejilla y caído al piso mientras su hermana frente a él lo miraba con los brazos cruzados y una sonrisa intentando inútilmente ser escondida detrás de una expresión seria.

— Página 12.

— ¿Angelina y Bratt regresaron?

— ¡Eso fue hace un mes, supéralo!

— ¿Entonces qué hay de importante en....? Oh...

— Si, "oh".

La chica le arrancó la revista y comenzó a leer en voz alta.

— "¡Shinso Hitoshi atrapado en una cita! La razón del porqué ignora a sus pretendientes tiene nombre ¿Sabes cual es?"

— Dios, que títulos más amarillistas y horribles.

— ¡Ignora eso, están hablando de ti!

— Claro que no.

— Hermanito, estás en la foto de la portada con Shinso en su cita de ayer.

— Bueno, puede que si.

— ¡Dios, Den! ¿No te das cuenta de lo increíble que es esto? Anda, dime, ¿Cuando se lo presentaras a papás? ¿Será en una cena? ¿Que debería ponerme?

— Espera, espera, no comiences a crearte cuentos en tu cabeza, nosotros aún no somos nada.

— ¡Pero han ido a un montón de citas!

— Solo fueron cuatro, no exageres.

— Den, estás en todos sus ensayos y conciertos, literalmente vives pegado a él cual chicle en el zapato

— Mira, nosotros apenas estamos dejando en claro a donde nos dirigimos; Shinso es famoso, lo se, no soy ciego, la mayoría de las relaciones públicas suelen fracasar por la presión y las opiniones externas; si queremos entablar algo que no fallará después de un par de semanas debemos de entablar una base sólida, estamos en ese proceso. Quiero que las cosas funcionen entre nosotros y si para conseguir eso debemos tardarnos veinte años en hacer una simple base que los medios y los fans no puedan destruir, entonces me arriesgaré, se que esto vale el esfuerzo.

La rubia lo miró con ojos brillantes y una sonrisa orgullosa, antes de poder predecirlo ya lo estaba estrujando en un abrazo.

— Se que ustedes serán la mejor pareja que el mundo haya visto, confió en ello —le susurró antes de separarse—. ¡Seré cuñada de Shisno Hitoshi! Dios, le contaré a mis amigas.

Denki rodó los ojos con diversión, volvió a tomar la revista abandonada en el piso y la tiró al bote de basura más cercano.

Jamás pensó que infiltrarse en un camerino le cambiaría la vida, pero ahora, con un nuevo mensaje de Hitoshi con la foto de su gato mordiendo cual juguete uno de su prestigiosos premios, pensó que no había forma de arrepentirse de eso.

Ya después se encargaría de lo que dijeran todas esas tontas revistas de chismes, por ahora, lo único que quería hacer era preguntarle a Hitoshi porque carajos su gato se llamaba zanahoria.

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