Tal vez para poder entender lo sucedido en el día de hoy sea necesario regresar tiempo atras. Mucho antes, incluso, de la entrada al instituto.

Tantos soldados caídos.

Todo por una mala decision suya.

Por que?

Habia confiado plenamente en ellos.

Él creía que estaban lo suficientemente capacitados como para poder manejar esto.

Era obvio que se equivoco.

Ahora él iba de árbol en arbol, utilizando su equipo de maniobras tridimensional, viendo los cuerpos de todos sus compañeros y amigos completamente mutilados.

Llego hasta la rama mas alta de un árbol y noto que en ese mismo lugar estaba el cuerpo de ella.

No iba a llorar. Ya lloraría mas tarde, cuando se aseguro que la persona que mas le importaba estaba a salvo.

Aunque no negaria que estaba llorando por dentro.

-Ayuda!- escuchó a lo lejos- Ayudenme!

Esa voz... Era...

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Beep.

Beep.

Beep.

Beep.

Levi abrió los ojos con irritación.

Ese maldito despertador. Siempre molestando cuando uno esta en la parte más interesante del sueño.

Enojado, trató de apagarlo pero al no sentirlo se destapó completamente y lo golpeó con su puño con todas sus fuerzas.

-Tsk. Puto- le dijo Levi a su despertador una vez que dejó de sonar.

Una vez dicho esto se levantó con pereza de la cama y se dirigió al baño.

Después de que salió de allí, volvió a su cuarto para poder ponerse el uniforme. Cuando terminó de vestirse notó que todavía tenía bastante tiempo antes de ir al instituto, por lo que decidió tender su cama y barrer un poco.

-Listo- dijo él cuando terminó de limpiar. Miró de nuevo su reloj y vio que todavía hacia tiempo como para poder desayunar algo.

Salió de su cuarto y bajo a la cocina para poder prepararse algo sencillo: Cereal con leche.

-Levi- lo llamó una voz desde la habitación principal de la casa.

-Voy- le contestó él y se dirigió al lugar de donde lo llamaban

-Me llamaste, mamá?- preguntó Levi.

-Si cariño- le dijo Kuchel, su madre, mientras le hacia señas para que se acercase cosa que él hizo.

Algunas cosas que tienen que saber es que Kuchel es una mujer hermosa. De piel pálida, cabello negro como la noche y ojos de un color grisáceo.

Ella provenía de una familia pobre. A pesar de trató de ayudar a sus padres, junto con su hermano Kenny, nada de lo que hacía parecía ayudar. Sobre todo cuando Kenny los dejó sin dejar rastro.

Su familia lo conocía lo suficiente bien como para saber que él no había muerto.

Con el peso de su familia sobre sus hombros, Kuchel tuvo que dejar de estudiar y se las tuvo que rebuscar hasta que encontró un trabajo. A pesar de que no le era de su agrado lo tenía que hacer para poder manenerlos. Ella consiguió un trabajo en un lugar en donde tenía que trabajar de prostituta. Su familia no lo sabia. Sólo creían que trabajaba en algún bar.

En su primer día ya tenía un cliente, el cual había pagado una gran cantidad de dinero para que ella se acostará solo con él.

A medida que pasaba el tiempo, Kuchel, a pesar de que suene raro, se empezó a encariñar con aquel hombre a tal punto de que se enamoró de él.

En una de las tantas visitas que hacía ese sujeto, Kuchel quedó embarazada.

Ella pensó que con esto el hombre se quedaría a su lado pero fue todo lo contrario: cuando se lo dijo él fue inmediatamente a hablar con el dueño del lugar para informar que una de sus empleadas estaba embarazada. Cuando él le dijo cual de todas era, el tipo hechó a Kuchel y le prohibi'que volviera a trabajar ahí puesto que él no quería a ninguna mujer que tuviera hijos.

Y por si fuera poco, el padre de su futuro hijo la llevó hasta su casa en donde le dijo a sus padres que su hija se acostaba para ganar dinero y que ahora, debido a eso, ella estaba embarazada. Y sin más que decir se marchó del lugar dejando a Kuchel sola con sus padres que no dudaron en echarla a la calle sin importarle su estado.

Pasó días en las calles y, cuando creyó que ya estaba a punto de morirse, apareció Kenny.

Ella le contó todo lo ocurrido y él le consiguió una pequeña casa para que se quedara y pudiera cuidar de su hijo y que por el dinero no se preocupará ya que él daría lo que necesite.

Y así fue como después de unos meses nació su hijo Levi.

Kenny aparecía de vez en cuando por si necesitaban alguna ayuda aunque Levi prefería ingeniárselas él mismo.

Aunque últimamente necesitó más la ayuda del bastardo de Kenny (como lo había apodado Levi) debido a que ella estaba muy enferma y su estado de salud varia de estable a peor.

-Como te sientes mamá?- le preguntó Levi una vez que se sentó en la cama-sofá, haciéndole algo de compañía a su madre.

-Un poco mejor que la otra noche cariño- le respondió ella con una sonrisa.

Levi nunca entendió como su madre podía sonreír en ese estado. Casi siempre lo hacía sobre todo cuando las cosas estaban mal.

Hubo un pequeño silencio entre ellos que fue rompido por Kuchel.

-Y como te va en la secundaria titán? Eh? Escuché un rumor de que empezaste una banda y que tu eres el cantante.

-Tsk. Son solo rumores. Aunque lo hice para salvarle la vida a un mocoso y su grupo de amigos.- contestó Levi recordando el incidente que hubo unos pocos meses atrás.

-Y de casualidad... Ese mocoso al que todos los días mencionas tiene un nombre?- Le dijo Kuchel tratando de sacarle algo de información a su hijo.

-No. Por qué? Que te dijieron?- le preguntó Levi a la defensiva.

-Ya. Tranquilo pequeño. Yo solo quería saberlo ya que no paras de mencionarlo y si, se que es hombre porque si no dirías mocosa.

A pesar de que a Levi no le gustaba que le recordase su altura, no le importaba que su madre le dijiera así... Esperen... Acaso dijo...

-Mamá, que estas insinuando?- le preguntó Levi con cuidado.

Conocía muy bien a su madre como para saber que estaba insinuándole algo.

-Nada...

-Segura?

-Sí.

-Segura segurisima?

-Sí.

-...

-Esta bien te lo diré- dijo Kuchel rindiéndose- De casualidad no te gusta ese mocoso?

-...

-...

-QUÉ?- Gritó Levi mientras caía al suelo.

Kuchel se rio ligeramente.

-Mamá que cosas dices? Yo enamorado? Y de un mocoso- dijo Levi resaltando la parte de mocoso en masculino- eso es... ja... eso... pff. Estas leyendo muchas historias... jajajaja... No en serio, detente.- dijo Levi primero nervioso, luego divertido y finalmente serio.

Y antes de que se lo pregunten Levi solo actuaba de esa manera cuando estaba con ella, sus amigos que viven cerca de él y de vez en cuando con el bastardo de Kenny.

-Vamos hijo. Eres joven. Tienes la suerte de no haber salido feo.

-Como Kenny.

-Exacto.

-Aún así mamá, hay cosas más importantes en que enfocarse ahora que en el amors.

Kuchel suspiró.

-Tienes razón pero la verdad me gustaría verte feliz con alguien más. Ese mi último deseo

-Mamá, por favor no digas- comenzó a decir Levi pero fue interrumpido por su madre.

-Levi. Tu y yo sabemos que con el dinero que tenemos no nos servirá de mucho.

El joven estudiante no dijo nada ya que sabía que lo dicho por su madre era verdad.

-Bueno... come algo que si no se hará tarde para ir a la escuela.

Levi asintió y se fue a comer su desayuno rapidamente.

Una vez que terminó, agarró todas sus cosas y, dandole un beso en la mejilla a su madre se marchó a la secundaria titán.