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Artista imagen multimedia: DandyVela (twitter)
Adora no fue a buscar a Catra, aun cuando podía hacerlo sin dificultad, pues el rastro de olor de la felina aún estaba fresco. Prefirió dirigirse a los dormitorios, quería tirarse en su cama y dormir el resto del día. Si Catra no quería estar con ella, a pesar de la noche mágica que tuvieron, no iba a obligarla, no pasaría por lo mismo de la última vez que la siguió.
Parecía que su plan seguiría su curso sin contratiempos, pero se encontró con Huntara a medio camino, quien tuvo que gritarle para captar su atención.
—Ah, Huntara, ha pasado un tiempo —le saludó Adora con una sonrisa fingida, porque en realidad se estaba formando un nudo en su garganta.
—No te ves bien, rubia, ¿quieres hablar un rato? —Huntara siempre había leído las expresiones de Adora, quien siempre había envidiado y admirado su madurez.
Adora negó con la cabeza, estaba a punto de llorar.
En ese momento el rostro de Huntara palideció, por lo que la rubia volteó hacia atrás, dos chicas parecían mirar en todas las direcciones buscando a alguien. Entonces comprendió.
—Adora, tenemos que salir de aquí —dijo tomando de la muñeca a la rubia y echando a correr. Terminaron en la parte trasera del campus, bastante cerca de los dormitorios.
—¿De qué estábamos huyendo? —preguntó entonces Adora.
—Ah, bueno, anoche estuve con un par de chicas... y yo... antes que despertaran me largué, dije cosas muy vergonzosas anoche, no quiero volver a verlas... estoy muy avergonzada...
Adora se echó a reír, recordó que cuando estuvieron juntas en la escuela, también tuvo bastantes malentendidos con varias chicas.
—Gracias por hacerme reír, lo necesitaba.
—De nada estúpida. Que no es gracioso, deja de reírte. ¿Esto te trae recuerdos, cierto?
—La verdad es que sí. Siempre terminaba salvando tu trasero.
—Pero gracias a mí conociste muchas chicas.
—Eso es cierto, no lo voy a negar.
—Hacer el papel de novia celosa te quedaba bien, rubia. ¿Ahora me vas a decir por qué te veías tan deprimida?
La expresión de Adora cambió, volviendo a ser triste. Luego miró a su vieja amiga, y decidió que no seguiría así, no iba a pasar el resto del festival deprimida.
—Si me invitas a comer algo te cuento —respondió con una sonrisa.
—De hecho, hay un concurso de comida picante, para mí suena a comida gratis, ¿quieres perder contra mí?
—No seas ridícula, obviamente te ganaré.
Ambas se rieron, Adora se sentía algo más relajada. La rubia fue primero a su dormitorio para vestirse, ya que había perdido su ropa la noche anterior, y de paso también le consiguió algo que ponerse a Huntara. Luego fueron a la cafetería a desayunar, para después inscribirse en el concurso de comida picante. Extrañaba a su amiga, ya que aunque llevaban años sin verse, al reencontrarse todo seguía igual entre ellas, y realmente necesitaba alguien con quien pasar un buen rato, sin cuestionarse mucho sobre sus sentimientos.
Por otro lado, Catra estaba bufando mientras cocinaba algo para su amigo Kyle. Al amanecer, había huido de Adora porque sentía que había hecho algo que no debía, que no debía estar con la rubia, se sentía totalmente fuera de lugar. Y al llegar a su casa, luego de darse un baño y vestirse como vagabunda, sonó el timbre, teniendo así que recibir a Scorpia, Lonnie y Rogelio cargando a Kyle, que se había intoxicado con todo lo que bebió y comió.
Dejaron a Kyle en la habitación que era de la entrenadora, y el resto fue a dormir al sofá cama de la sala de estar. Catra, luego de chequear que todos estuvieran bien, fue a dormir un rato. No logró conciliar el sueño, se sentía mal por haber huido de Adora. Ella no era consciente que lo que pasaba en Leneas no debía tomarse en serio, no era su culpa. Haberse ido sin dar una explicación no era lo correcto. Sin embargo, no podía dejar de pensar en ella, en su forma de tocarla, en su mirada llena de deseo, lo que sólo lograba aumentar su confusión.
Al final, decidió levantarse, para darle un caldo de pollo al debilucho de Kyle. A veces se preguntaba si su amigo realmente era un shifter. Y ahí estaba, rabiando con la cocina, porque no tenía todo lo que necesitaba. El refrigerador estaba casi vacío, necesitaba trabajo con urgencia, el dinero que le había dejado Weaver no le alcanzaría para mucho tiempo.
Sus amigos terminaron despertando por el bullicio que hacía en la cocina, la cual estaba ubicada al frente de la sala donde dormían. Lonnie y Rogelio fueron a ver a Kyle, mientras que Scorpia fue a ayudar a Catra, ya que era la única capaz de lidiar con la felina enfadada.
—Catra, ¿sucede algo? —dijo mientras bostezaba Scorpia.
—Sucede que no hay nada en esta casa, e intento hacerle una sopa a Kyle. En serio, me sorprende que sea un shifter y sea tan debilucho. Tal vez lo cambiaron en el hospital, y en realidad es humano —terminó riéndose.
—Todos nos dimos cuenta que tienes problemas de ingredientes, créeme. Mi pregunta era por...
—¡Listo! La sopa de pollo está lista. ¿Se la podrías llevar?
Catra puso una bandeja en las manos de Scorpia, luego el plato hondo con la sopa servida. Su amiga suspiró, eso sólo confirmaba que algo le pasaba a la felina, pero como siempre esquivaba el tema. Sin embargo, sabía que debía esperar el momento adecuado para hablar con ella.
Catra suspiró largamente cuando se fue Scorpia. Seguramente no sería capaz de ocultarle mucho tiempo lo que había sucedido con Adora, pero en realidad no pensaba decirle nada a nadie. Tenía la extraña idea de que si no se lo contaba a nadie, no se volvería real lo que pasaba con la rubia. No entendía por qué no era capaz de controlarse con la rubia, como si el destino insistiera en jugarle una mala pasada.
Se llevó una mano al cuello, gesto que hacía cada vez que estaba preocupada. Entonces, la sintió. La marca de los colmillos de la rubia no se había curado. En ese momento Scorpia volvía con la bandeja junto con el plato vacío, y Catra no pudo evitar que viera su rostro asustado. Antes que su amiga dijera algo, tomó las llaves de la casa y se fue sin dar explicación alguna. Por extraño que pareciera, en ese momento, sólo tenía ganas de hablar con las madres de Scorpia.
Cada vez que tuvo alguna duda, ellas siempre le explicaron amablemente, siempre la libraron de toda confusión. Aunque era algo vergonzoso esta vez, seguramente podía mentir algo acerca de la marca. Tocó el timbre rogando que alguien abriera, estaba más nerviosa de lo normal.
—Maldita Weaver, nunca me explicó nada —murmuró, justo antes que abriera la puerta una de las mamás de Scorpia, Lauren.
—¡Catra, que sorpresa! ¿Qué te trae por aquí?
—Yo... eh... necesitaba hablar con alguien...
—No hay problema querida, pasa —le contestó, dedicándole una mirada compasiva. La felina entró, ya conocía el lugar, así fue directo al sofá a sentarse. Estaba ansiosa por respuestas.
Linda le ofreció un café, el cual rechazó, por lo que se sentó junto a Lauren para escucharla mientras bebían del líquido caliente. En cierta manera, Catra se sentía como en una terapia.
—Bueno, pasa que... anoche tuve un encuentro con otro shifter, y, me mordió en el cuello. Hoy me di cuenta que la marca no se ha ido, y ya debería haber cicatrizado.
Las mujeres intercambiaron una mirada entre ellas antes de responder.
—Querida, ¿podrías ser más específica respecto al encuentro con este shifter?
Catra tragó saliva, no era capaz de mentirles, pero lo hacía porque le daba vergüenza contarles que se había acostado con Adora justamente en las Leneas.
—Fue... en una pelea —volvió a mentir.
—Está bien si sientes vergüenza y no quieres contar los detalles —dijo Lauren amablemente— así que te lo explicaremos de la mejor manera, mostrándote nuestras marcas.
Ambas le mostraron unas marcas similares a las que tenía Catra, ubicadas en la unión entre el cuello y el hombro. La felina quedó estupefacta. Su mente llegó rápidamente a la conclusión.
—No... no puede ser... ¿Cómo... esto se puede deshacer?
"¿Me emparejé con una loba? ¿Acaso eso es posible?" La mente de Catra bullía llena de preguntas.
—Catra, como shifter, puedes marcar a tu pareja. Eso te permite tener una conexión mucho más profunda, aunque varía en especies. En general, es como el matrimonio en los humanos, sólo que es un compromiso más sólido y que tiene ciertas ventajas, como por ejemplo, puedes percibir cuando el otro está en peligro y acudir en su ayuda —le explicó con calma Linda.
Catra se levantó, alterada, no creía que eso era posible. No era posible que se hubiera casado con Adora, que apenas conocía hace algunos meses.
—Díganme, ¿de verdad no se puede deshacer?
—No, tu espíritu animal te guía hacia tu pareja destinada, no es posible evitarlo una vez hecha la marca —respondió Lauren.
—No te pongas así Catra, encontraste a tu pareja ideal, eso no lo logran todos los shifters, aunque no lo creas —intentó en vano animarla Linda.
—Por favor, no le digan a nadie... y gracias por decirme —Catra caminó hacia la puerta de salida, pero Lauren la detuvo sujetándola de un brazo.
—Catra, si te resistes, es decir, si rechazas a tu pareja ideal, será mucho peor que aceptarlo. Incluso tu cuerpo se verá afectado, como eres alfa, el efecto podría ser mucho mayor.
—¿Mi cuerpo? ¿Qué significa eso?
—Entrarás en una especie de celo, que por lo general viene acompañada de una fiebre muy alta, por eso lo mejor es que aceptes a tu pareja, podrías incluso morir.
Catra giró la cabeza, por lo que Lauren la soltó, dejándola ir.
—Pobre chica —dijo Linda.
La morena corrió hacia el campus, ya que sabía que Adora vivía en los dormitorios. ¿Cómo habían terminado las cosas así? Se preguntaba una y otra vez. Siempre pensó que estaría sola, ella no era capaz de tener una pareja, porque simplemente no se sentía suficiente. Las lágrimas recorrieron sus mejillas, descontroladas. Si ni siquiera sus padres la habían querido, tampoco la entrenadora que la había adoptado ¿por qué alguien se quedaría a su lado para siempre? No tenía sentido.
Esos pensamientos que había evitado desde hacía tanto tiempo volvían a florecer. Antes de ponerse la meta de ser la número 1, siempre pensó eso, que nadie nunca la amaría más que por su cuerpo. Adora no había sido la excepción, obviamente se sentía atraída físicamente por Catra, eso era todo. No podía ser su pareja destinada. Siempre se había alejado de sus anteriores parejas por lo mismo, porque sabía que si no lo hacía ella la abandonarían tarde o temprano.
Sintió el olor de Adora cerca, por lo que se secó las lágrimas, no quería que la viera así, llena de inseguridad. Le había costado mucho superar ese sentimiento de insuficiencia, había trabajado duro para demostrar que era digna de amor, aunque aun así, la entrenadora jamás la vio como su hija. Sin embargo, aún tenía a Scorpia, a sus amigos, por lo que no se podía rendir aún.
Aspiró una larga bocanada de aire, decidida a ir a hablar con Adora, tal vez ella sabía la forma de remediar lo que hicieron. Se concentró para seguir su olor, lo que no le costó en absoluto, lo cual la puso nerviosa, porque podía ser a causa de la marca. La encontró cerca de las tiendas de comida del festival, sentada en el pasto, riendo relajadamente con Huntara.
"¿Por qué me molesta tanto verla así de felizcon Huntara?" pensó de inmediato. Entonces, cayó en la cuenta de lo que lepasaba. Por primera vez, Catra sentía celos, el primer indicio de que Adora leimportaba más de lo que creía. Apretó los puños, intentando calmarse. Susmiradas se encontraron, pero la morena se esfumó entre la gente, huyendo otravez.
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