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Artista imagen multimedia: DaddaWho (twitter)
Ángela había sufrido bastante la pérdida de Micah. Luego de su muerte, su corazón se endureció, y decidida a no volver a pasar por el mismo dolor, fundó la Academia Brightmoon. Gracias al apoyo de Castapella y también de Weaver, quien logró escapar de un temible cazador, lograron llevar adelante el proyecto, porque sabían que tarde o temprano volverían a enfrentarse a los cazadores restantes, y debían preparar a los jóvenes shifters para eso, para que no volviera a repetirse la historia.
Sin embargo, los shifters hicieron una enorme asamblea para resolver cómo se seguiría adelante luego de la guerra. Para resguardarse de posibles espías o enemigos, acordaron ocultar toda información o documentación relevante a guardianes, los cuales fueron escogidos de la especie de los alados, quienes destacaban más por su sabiduría. Por lo que muchos libros, biografías, diarios entre otras cosas, se repartieron según el territorio que abarcaría cada guardián.
Fue también en esa asamblea, que Ángela solicitó resguardar toda documentación histórica de los shifters, porque se encargaría de tenerlos en un lugar seguro y lo suficientemente grande. Casi todos estuvieron de acuerdo, ya que su familia tenía los recursos necesarios para tal tarea. Escogió documentación más heterogénea respecto a las diferentes especies, lo que serviría para orientar a los shifters cuando se graduaran de la academia y por lo tanto, hayan alcanzado cierta madurez.
Esta iniciativa se replicó en otras zonas de la enorme reserva natural en la que vivían los shifters, por lo que se fundaron otras 3 academias, que siguieron la guía de Ángela en la línea administrativa. Por lo que, el hecho de que hubiera una guardiana secuestrada tenía a todo el mundo en alerta. Cuando se supo que atacarían la Academia Brightmoon, Ángela decidió elaborar un plan en conjunto con otras academias, fue entonces que conoció a Emily, la amiga de Entrapta, quien juró hacer entrar en razón a su amiga.
Pero no podían confiar sólo en el poder de la amistad, por lo que elaboraron una estrategia esperando lo peor, para ello necesitarían la colaboración de shifters con presencia alfa de todas las especies, y tenderle una trampa perfecta al enemigo.
De alguna manera, Ángela se las arregló para que ninguno de los estudiantes de la academia se enterara de lo que estaba pasando, ya que luego de aquella fiesta de fin de año la mayoría regresaba a sus hogares. Por lo que Glimmer, Bow, Adora, Catra, Scorpia, Perfuma, Lonnie, Kyle, Rogelio, Mermista y Sea Hawk, no tenían idea del peligro que corrían, y por lo tanto estaban muy relajados.
Nada podía arruinar esa noche, eso pensaba Adora, quien de inmediato se llevó bien con los amigos de Catra, a excepción de Scorpia, quien parecía distante. Por un momento pensó que estaba celosa, pero cuando vio que estaba acompañada de Perfuma, entendió por qué la había ignorado. Miró a la morena por unos segundos, su sonrisa le hacía sentirse en casa. Casi olvidaba el dolor de haber perdido a su hermana recientemente, porque aunque hubiera transcurrido poco más de un año, siempre lo sentía reciente.
Catra pensaba que aunque hubieran fracasado como detectives a la hora de encontrar esa librería secreta de la academia, estaba feliz de poder compartir ese momento con Adora y sus amigos. La única que se esforzaba por no irse de aquel lugar era Glimmer, pero no por Catra, sino porque no podía quitarse esa sensación en la garganta, de que algo malo iba a pasar. Su madre no había hecho ningún tipo de anuncio o alerta a los estudiantes, lo cual sólo lograba inquietarla más.
Su único consuelo era que aquella noche había luna llena, por lo que faltaban algunos días para que la tragedia de su premonición se desatara. El verlos a todos tan felices, sólo la angustiaba más, pero lo peor de todo era no poder decirle nada a Bow, que claramente estaba preocupado por su actitud. Pero decidió enfocarse en la penúltima fiesta de fin de año en esa academia.
La fiesta de fin de año en la Academia Brightmoon era enorme, por lo que se usaba la cancha de fútbol y atletismo, era más bien como una feria. En un pequeño escenario, varias bandas tocaban por turnos, siempre música bailable, en una pista de baile improvisada en el pasto, que constaba de la mitad de la cancha. Mientras que el resto eran tiendas de varios tipos de comidas, bebidas, e incluso había tiendas de juegos.
Adora estaba fascinada, ya que era la primera vez que asistía a la fiesta de fin de año, lo cual a Catra le parecía adorable, por lo que le hizo un tour gourmet, de lo mejor que vendían en cuanto a comida de todas esas tiendas.
—Adora, en serio pareces una niña de 5 años al comer, tienes toda tu ropa manchada —dijo riéndose Catra.
—¡Pero valió la pena, estaba delicioso! Además, estar aquí contigo, hace todo mejor —respondió con una sonrisa sincera, lo cual hizo que la morena quisiera besarla, y así lo hizo. Se sentía mucho más tranquila ahora que todos sabían de su relación, había sido estúpido de su parte ocultarla como si fuera algo malo.
Ninguna de las dos volvió a hablar sobre aquella horrible sensación de que algo malo les pasaría, simplemente lo olvidaron, embriagadas por ese amor tan fuerte que las unía. La noche estaba fresca y agradable, el ambiente festivo logró contagiar incluso a Glimmer, quien bebió lo más posible para no pensar más en esa premonición que hasta a su madre le había preocupado.
Nadie se imaginaría, ni siquiera la misma Ángela, que Entrapta estaría ahí esa noche. Nadie a excepción de Emily, que fue capaz de encontrarla, gracias a su perceptivo olfato. Había tenido la corazonada de que su amiga podría asistir a aquella fiesta para pasar desapercibida, y espiar mejor la academia. Incluso DT apoyó su idea, pero no pudo asistir para ayudarla.
Cuando Emily vio a Entrapta, su corazón saltó de alegría, llevaba meses angustiada, pensando que había perdido a su amiga para siempre. Estaba llena de esperanza, de que todo volvería a la normalidad, hasta que estuvo frente a ella, y notó que la había olvidado hasta ese momento.
—¿Emily? —preguntó sorprendida Entrapta, no esperaba encontrarse con ella.
—Sí, soy yo. ¿Qué haces aquí Entrapta? Llevamos meses buscándote. Llevas meses desaparecida, y ahora apareces aquí como si nada.
—Oh, sí... Respecto a eso, ¿puedes no contarle a la gente que me viste aquí?
—No, no puedo. Así como no puedo entender por qué ayudas a un cazador.
—Hordak no es un cazador, es un científico investigador como yo...
—No —la interrumpió Emily—, ese "Hordak", no es como tú Entrapta. Es un cazador, es decir, un enemigo. Va a decir lo que sea para que estés de su lado, para que de alguna retorcida manera lo ayudes a matar a tu propia especie.
—¡No! Eso no es lo que quiere Hordak, él de verdad está interesado en nuestra especie, sólo que necesita...
—Más información, ¿verdad? Necesita más información acerca de nuestras debilidades, para poder matarnos de forma eficiente, Entrapta. Tienes que dejarlo. Te está usando.
—No, Emily. No lo conoces, es mi amigo.
—¿Amigo? Él te secuestró, y ahora piensas que es tu amigo. Él te hace creer eso, pero en realidad no es así. ¿Tienes un micrófono encima, o algún rastreador, verdad? No eres más que una mascota para él, aunque, en términos exactos, eres una presa capturada con éxito.
Entrapta guardó silencio, sopesando las palabras de Emily.
—Me tengo que ir —dijo Entrapta.
—¿Te está pidiendo que vuelvas, o vuelves con él por tu cuenta?
—Estoy consciente de lo que hago, Emily, todo esto lo hago por voluntad propia.
Dicho esto, caminó alejándose del lugar. Emily le agarró del brazo, obligándola a voltearse para verla.
—Entrapta, por favor... Regresa a tu hogar, regresa con nosotros. No nos nos traiciones... no me traiciones. No es demasiado tarde para dejar a ese cazador, puedo ayudarte...
—Tengo que irme —la interrumpió Entrapta, zafándose del agarre de Emily. Siguió caminando rápido, sin voltear, o vería los ojos brillosos de su amiga derramar las lágrimas que contenía.
Emily no podía creerlo, Entrapta estaba sufriendo el clásico síndrome de Estocolmo, y se negaba a ver la realidad. Su traición podría traer serias consecuencias a toda la comunidad shifter. Las lágrimas se derramaban por su rostro. Había intentado recuperar a su amiga, y había fracasado en el intento.
Pero a pesar de lo que creía Emily, sus palabras sí hicieron eco en Entrapta, quien no quiso continuar con la tarea que Hordak le había encomendado, la cual era conseguir la información que resguardaba la Academia Brightmoon. Suspiró largamente, se alegraba de al menos no llevar un micrófono encima, porque si Hordak se enteraba de eso no sería nada bueno.
Lo que ella ignoraba, era que el cazador sí le había instalado un micrófono, porque no confiaba en que cumpliera su misión. Al escuchar su conversación con Emily, se dio cuenta que debía ser extra cuidadoso cuando Entrapta regresara, para que siguiera confiando en él.
Emily, por su parte, tuvo una larga llamada con Ángela, porque a pesar de todo, aún confiaba en que Entrapta entrara en razón.
—Ella va recapacitar, estoy segura —afirmó Emily.
—Entiendo que confíes en tu amiga, Emily, pero ella apenas te reconoció. Está demasiado comprometida. Te dije que era mejor que pusieras un localizador en su ropa.
—No tuve oportunidad de todas maneras. Pero ella es una mujer racional, tarde o temprano, se dará cuenta de quién es este tal Hordak.
—Saber el nombre de este cazador nos será útil de igual manera, Emily, gracias por llamarme.
—De nada, Ángela. Tienes mi número si surge algo, adiós.
Después de aquella conversación, Ángela tuvo claro cuál sería la mejor a estrategia a seguir. De alguna manera, también confiaba en que Entrapta entraría en razón, la había conocido y sabía de sus capacidades y de lo que había hecho por otros shifters. Sin embargo, el plan se ejecutaría tal cual, con o sin ayuda de Entrapta, sólo quedaba esperar que las alfas que había escogido para defender la academia dieran la talla.
Mientras tanto, bajo la luz de la luna, Adora y Catra, transformadas en su forma animal, corrían libremente por el bosque cercano a la academia. El olor a tierra húmeda, a savia y otras plantas, estimulaba los sentidos de ambas, quienes se habían enfrascado en una carrera hacia la cascada que habían descubierto hacía un par de meses atrás.
Adora se lanzó hacia la piscina natural que se formaba al pie de la cascada, para inmediatamente volver a su forma humana. Tras ella se lanzó Catra también, quien observaba fascinada la piel blanca de la rubia, que brillaba de una forma hermosa a la luz de la luna.
—Creí que los gatos no se bañaban —bromeó Adora. Catra le lanzó agua a la cara por toda respuesta. Ambas se rieron.
Se quedaron en silencio un momento, sólo los sonidos del bosque se oían. Adora también pensaba que la piel morena de Catra brillaba de manera especial bajo la luz de la luna. Se besaron sin más dilación. Por alguna razón, besarse y flotar en el agua les daba la sensación de estar en el cielo.
Catra fue la primera en sentir que sus colmillos emergían. Lo mismo le sucedió a Adora, que sentía la necesidad imperante de marcar a la morena, y así lo hizo. Catra gimió ante la mordida, para luego responder de la misma manera. Dos hilillos de sangre llegaron al agua, donde se mezclaron, haciendo el reflejo de la luna rojo por un momento.
Ninguna sabía por qué tenían que hacerlo, sólo lo hicieron por instinto. Fue inevitable que luego de aquel acto se besaran con renovada pasión, avivando nuevamente ese fuego intenso que ardía en ambas. Recorrer el cuerpo de la otra, fundirse como si fueran una sola piel, hundirse más y más en esa creciente lujuria que sentían por la otra, se estaba volviendo tan vital como respirar.
Catra finalmente ya no sentía miedo de sumergirse en esos sentimientos por Adora, porque confiaba su propia vida en la rubia. El destino había hablado, y si la luna quería que estuvieran juntas, ella no era nadie para rechazar su voluntad.
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Nota de la autora: Después de mil años, volví. No fue fácil volver a escribir, estaba tan preocupada por otras cosas que tenía un bloqueo horrible. Al final pude escribir un nuevo relato para Cuentos de Afrodita (son relatos eróticos lésbicos, mi gran orgullo) y actualizar este fic. Lamento la tardanza y espero que hayan disfrutado el capítulo.
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