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Artista imagen multimedia: artslahh (twitter)
Catra evitó pasar con Adora la noche de luna llena, no quería arriesgarse a ser "bendecida por la diosa", bajo ninguna circunstancia. Pero a pesar de esto, no hizo nada para evitar sus encuentros luego de sus continuos desafíos en clases, donde quien ganaba hacía lo que quería con la otra. La mayoría de estos desafíos o apuestas los ganaba Catra, porque Adora no aprendía que no podía ganar en todo.
Adora estaba a punto de soltar todo lo que tenía con la morena a sus amigos, era tal la frecuencia con la que se veían que tenía gran dificultad para no mencionarla todo el tiempo. Aunque pasaba tiempo con Bow y Glimmer, sobre todo después de clases, lo cierto era que le era imposible resistirse a una llamada de Catra. La rubia a veces le decía que se vieran en los dormitorios, algo a lo que la morena tampoco se negaba.
Así fue como transcurrieron tres meses, el año ya iba a acabar, Catra no dejó de hacerle tutorías a Adora aunque estuviera al día, sólo porque le gustaba estar con ella. Scorpia tenía sus sospechas, intuía que algo pasaba entre ambas, pero cada vez que iba a preguntarle a la morena al respecto, aparecía su crush, Perfuma, que la distraía totalmente. Tenía que hacer algo antes que terminara el año. A fin de año se realizaba una celebración que reunía a todos los alumnos de la academia, aunque en el día era la fiesta de los menores, y en la noche la de los mayores de edad.
Hacía dos años, en una noche así, Scorpia le dijo a Catra que estaba enamorada de ella. La morena estaba sorprendida, sobre todo porque su amiga intentó besarla, pero ella le dijo que jamás podría corresponderla, porque la consideraba su hermana. Luego se disculpó y desapareció de su vista, se sentía mal por herir a Scorpia, pero prefería herirla con la verdad a mentirle. La chica se quedó llorando, arrepentida de haberse confesado, estaba tan ensimismada que no notó que alguien se acercó a hablarle.
Era Perfuma, quien le preguntó si se sentía bien, y de alguna manera, terminaron hablando por horas. Para Scorpia hablar con ella fue terapéutico, se sentía cómoda con ella. Desafortunadamente olvidó pedirle su número y sólo supo su nombre y que era un año mayor que ella. Desde entonces habían hablado un par de veces, pero Scorpia no tenía el valor suficiente de pedirle una cita. Además, no la veía siempre, al parecer pasaba el menor tiempo posible socializando. Esa era su última oportunidad, porque Perfuma se graduaba ese año.
Scorpia estaba recordando el pasado porque, después de hablar con Perfuma, se dio cuenta que no valía la pena sufrir por un amor no correspondido. Catra siguió tratándola igual que siempre, pero había puesto una barrera más entre las dos. Seguían siendo amigas, pero la morena se alejó un poco más de ella. Lonnie en ese tiempo trató de animar a Scorpia durante al menos un mes, ya que ella la había instado a confesarse a Catra, pensando en que le correspondería.
Poco tiempo después, Catra tuvo problemas con Glimmer, quien la trató como si fuera una basura porque según la pelirosa se había aprovechado de ella. Lo que en realidad pasó fue que ambas estaban ebrias y se acostaron. Glimmer fue incluso más allá, menospreciando a Catra por ser una "muerta de hambre", ya que estaba becada en la academia gracias a la entrenadora. Scorpia evitó que Catra peleara con ella, ya que ella era una shifter completa, por lo tanto más fuerte que Glimmer, quien estaba bastante avergonzada de haberse acostado con esa "mujeriega".
Poco después de ese incidente, Catra decidió enfocarse en estudiar y ser la mejor de la academia, para que nunca más se le echara en cara que era "una muerta de hambre". Estaba harta de sus relaciones fallidas, de que una malcriada la insultara y ni siquiera poder darle su merecido por ser la hija de la directora además de una debilucha. La entrenadora notó este cambio de actitud, por lo que le exigió sutilmente más que al resto. Ella sabía que la morena tenía presencia alfa, por lo que iba a explotar su carácter para hacerla más fuerte.
Catra se hizo más fuerte física y mentalmente, se había convertido en el soldado ideal. Ángela pudo comprobarlo al leer sus expedientes de años anteriores hasta el actual. En su penúltimo año, curiosamente, había tenido un aumento exponencial en su presencia alfa, ya que según Weaver, lideraba a sus compañeros con bastante facilidad. La sorpresa de aquel año, era la nueva alumna, Adora, una joven alfa también, que estaba casi a la par de Catra.
La entrenadora había notado la fuerte competitividad de ambas, como también las feromonas que emanaban cuando estaban en alguna actividad física cerca de la otra, por lo que supuso que ambas se habían marcado. Sus compañeros aún no tenían la experiencia suficiente para distinguir el sutil olor de las feromonas que ellas emanaban, ya que se mezclaba con el olor del sudor corporal.
Ángela sonrió satisfecha al saber que las dos talentosas de su generación se habían marcado, por lo que eran aun más fuertes. Un shifter cuando debe proteger a su ser amado, puede ser mortífero en su forma animal, e incluso de mayor tamaño. Eso explicaba el ligero aumento de volumen de la pantera de Catra, como también la loba de Adora. Dejó sus expedientes apartados del resto. Estaba algo decepcionada de su hija, que aún no despertaba su animal interior.
Suspiró, leyó el informe de su agente, cuyo nombre clave era "DT", un ser bastante peculiar, pero con un don único: era un shifter humano, es decir, podía transformarse en otra persona. DT era excelente a la hora de espiar, disfrazado de prácticamente cualquier persona, podía contactar directamente al enemigo.
El informe decía que estaban reuniendo refuerzos para adentrarse en la reserva donde se hallaba la Academia Brightmoon, que el operativo se llevaría a cabo en el mes de enero, pero aún le faltaba confirmar la fecha. DT afirmaba que casi habían descubierto a su personaje, por lo que tuvo que alejarse antes de perder toda la información reunida. No era una revelación muy alentadora.
Decidió que luego de la celebración a fin de año, comenzaría los preparativos. Los shifters que necesitaba estaban listos, aunque, le hubiera sido más útil si Glimmer lograba convertirse en halcón.
Así fue como llegó la última semana de clases de la academia, y el ambiente en general se había vuelto más relajado. Sólo quedaban un par de exámenes y quedaban libres. Adora se sentía muy positiva aquel lunes, había rendido el examen de matemáticas y le había ido bastante bien, porque estudiaron juntas el fin de semana con Catra, además de follar por toda la casa de la morena, lo que explicaba su sonrisa sincera.
Glimmer ya no aguantaba más la intriga, por lo que al llegar al lado de la rubia sólo lanzó la pregunta.
—Adora, ¿estás saliendo con alguien? Te ves tan radiante, como alguien que tuvo sexo todo el fin de semana.
Adora la miró impactada, y de inmediato se puso roja, se sintió muy avergonzada. Bow apareció en ese momento, había escuchado la pregunta de Glimmer y estaba conteniendo una risita.
—Glimmer, nunca te va a responder si le preguntas así —dijo riendo Bow.
—No estoy saliendo con nadie —dijo mirando hacia otro lado Adora, justo en ese momento pasó Catra con sus amigos caminando hacia la salida.
—No te creo —insistió su amiga. Bow notó que la rubia había mirado en dirección al grupo de Catra, y que la morena había mirado hacia Adora por unos segundos.
—Vamos, Glimmer, déjala tranquila. Además, tenemos que estudiar para mañana, y tú tienes tu clase especial con tu mamá.
—¡Es cierto! Creo que estoy a punto de lograrlo, estoy a punto de conectarme con mi espíritu animal. Además, mi mamá no pierde su fe en mí, tengo que lograrlo. ¡Nos vemos mañana!
Dicho esto, Glimmer salió corriendo de vuelta al campus para buscar a su mamá en su oficina. Bow se quedó unos minutos con Adora, los cuales no desaprovechó.
—Adora, no te preocupes por lo que diga el resto, mientras seas feliz. Si no quieres hablar de tu pareja es totalmente respetable, nadie te va decir nada, y si Glimmer te molesta, puedo hablar con ella.
—Gracias Bow —respondió Adora con una sonrisa sincera.
Ambos se despidieron, la rubia se encaminó hacia los dormitorios. Sacó su teléfono y le escribió a Catra, quería estudiar con ella, pero le daba flojera ir a su casa. La morena le respondió que en un rato iría. Adora sonrió embobada con su respuesta, pero por mirar el teléfono se tropezó y casi se cae, por suerte no había nadie cerca.
Una hora más tarde, Glimmer se encontraba meditando junto a su mamá, en la pérgola de meditación de las clases de metamorfosis. Había seguido las indicaciones de la voz calmada de su mamá, que le explicó que convertirse en un ave podía ser algo más difícil que convertirse en un animal cuadrúpedo.
Contra todo pronóstico, Glimmer logró conectarse con su espíritu animal, transformándose en un halcón, no esperaba que la metamorfosis doliera tanto, pero su mamá le dijo que era normal. Volar le resultó tan natural como caminar, al parecer tenía un talento innato. Su madre se transformó para seguirla, y darle algunos consejos sobre el vuelo, cómo utilizar su potente vista al estar arriba, cómo planear para no cansar sus alas, entre otras cosas.
Fueron las mejores horas de su vida, se sentía feliz volando como halcón, la libertad que le daba el viento era una sensación única e inigualable, aquel dolor al transformarse había valido totalmente la pena. Ángela se sentía orgullosa de su hija, ya que al llegar a tierra volver a su forma humana no le costó para nada.
—Debo explicarte una última cosa, Glimmer. Tal vez, de ahora en adelante, tengas sueños, sobre el futuro, y siempre será a través de tu ojo de halcón. Si esto sucede, aunque sea una vez, tienes que acudir a mí, no a tus amigos, ni tampoco a Bow. Es importante, amor. Prométemelo.
—Lo prometo —dijo Glimmer con solemnidad.
—Mañana continuaremos nuestro entrenamiento, hay otras cosas que debo enseñarte. Debes dormir bien hoy, tu cuerpo debe descansar. Poco a poco te acostumbrarás, la metamorfosis no te quitará tanta energía, se volverá parte de ti. Puedes irte.
—¡Gracias mamá!
Glimmer no cabía en sí de alegría, le contó primero a Bow, quien la felicitó y le dijo que mañana celebrarían. Por más pataletas que hizo, él se negó a reunirse con ella, ya que necesitaba concentrarse en estudiar. Así que le habló a Adora, que como no le respondía, decidió llamarla. Al ver que le colgó, se quedó unos segundos mirando su teléfono. Se preguntó si tal vez estaba con alguien. Una sonrisa maliciosa se apoderó de su rostro.
Le escribió a Adora que debía verla, porque tenía algo importante que decirle, no le importaba si estaba "estudiando". Luego de un minuto, la rubia le respondió si se podían reunir en otra parte. Glimmer se rio a carcajadas, claramente Adora estaba estudiando la anatomía de alguien más. Se negó a reunirse en otro lado, ya que estaba cerca de los dormitorios.
Pensó que la rubia le iba a dejar el visto, porque no respondía nada. Al final le dijo que no había problema. Glimmer corrió hacia los dormitorios con la esperanza de encontrarse a la amante fugitiva de Adora, pero no se encontró con nadie. Notó que su olfato era más sensible ahora, justo después de la metamorfosis, tal vez demasiado. Pensó en que debería hacer una lista de las cosas que debía preguntar a su madre, o las olvidaría.
Cuando entró al dormitorio de Adora, notó que la ventana estaba abierta, pero aun así, el lugar olía muy levemente a sudor, además estaba la esencia de alguien más en la habitación, alguien que no era Adora, y también se encontraba en la rubia. Aspiró un poco más, lo que puso nerviosa a Adora. Entonces, al aspirar más el aroma, la primera imagen que vino a su cabeza fue Catra.
Como si hubiese desbloqueado una especie de repertorio de olores y esencias, se sintió segura de lo que su olfato le indicaba.
—Tengo una muy buena noticia Adora. ¡Logré transformarme en halcón como mi mamá!
—¡Qué buena noticia! Hay que celebrar.
—Sí, totalmente. Pero antes, me vas a decir, porqué te acuestas con Catra. Me mentiste, Adora, dijiste que no salías con nadie. Y toda tu habitación, incluyéndote, huele a ella.
Adora palideció. No sabía que decirle.
—Lo siento, no quería mentir, pero... Catra me pidió que fuéramos discretas. Y yo la respeto, además, me gusta demasiado...
Glimmer la observó con seriedad por unos segundos. Luego sonrió con malicia.
—Sólo guardaré el secreto si me cuentas todo.
Adora la miró con cierta culpa.
—Está bien, pero de verdad, no le puedes decir a nadie, ni siquiera a Bow —Glimmer asintió con la cabeza, ansiosa por escucharla. Adora no tuvo más remedio que contarle cómo habían terminado juntas, omitiendo la parte de la marca en el festival de Leneas.
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Nota de la autora: Ya estoy esperando las preguntas de ciertos usuarios jajaja 😈
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