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Artista imagen multimedia: LillyLux1 (twitter)
Ser un shifter en un mundo humano no era fácil. Ocultar quien realmente eres nunca lo es. Por eso, Ángela, conocida como la mujer halcón, e incluso como Freyja, fundó una Academia que preparara a toda clase de shifters para que convivieran con humanos sin exponerse, y también convivieran consigo mismos en armonía, ya que durante mucho tiempo la rivalidad entre clanes los dividía, lo cual siempre le había parecido absurdo.
En concreto, Ángela fundó la Academia Brightmoon luego del trágico deceso de su marido, con la ayuda de su cuñada y Umbra, con quienes compartía un pasado algo tormentoso. A pesar de esto, ambas la apoyaron con su idea, y se dedicaron de lleno a buscar tanto instructores como profesores capacitados, que además debían ser shifters.
A pesar de las numerosas burlas que recibió, la apertura de la Academia fue un total éxito. Resultó ser que una gran cantidad de shifters no sabía si enviar a sus hijos a una escuela normal, debido a que si no controlaban correctamente sus instintos, corrían grave peligro. De esta manera, la Academia Brightmoon se convirtió en un lugar seguro para los futuros shifters.
Con el pasar de los años, la iniciativa se replicó en otros lugares del mundo, inaugurándose otras Academias con misiones similares a la de Brightmoon, lo que dio paso a alianzas para intercambios estudiantiles, torneos y concursos para los alumnos también. Se entrenaban en variados deportes, ciencias, humanismo y artes, por lo que egresaban a los 21 años con el grado de bachiller, lo que les permitía continuar sus estudios en universidades si así lo querían e incluso conseguir becas.
Por todo eso, ni Catra entendía cómo había terminado en esa elegante Academia. Vivió en un orfanato hasta los 7 años, cuando la entrenadora Weaver la sacó de ahí y se convirtió en su tutora legal. Le dio un techo, comida y ropa, pero nada de apego emocional. Incluso con ella, siempre se comportó como una entrenadora, como todo el mundo le llamaba en la academia. Aunque eso no era del todo malo, había aprendido a ser independiente y a decidir lo mejor para sí misma. Del cariño y las formas de expresarlo, lo aprendió de su amiga Scorpia y sus madres, quienes siempre fueron excesivamente amables con ella, a pesar de que la morena no sentía que lo mereciera.
Gracias a la entrenadora estaba en aquella prestigiosa Academia exclusiva para shifters, que de alguna manera, luego de su fase de rebeldía en plena adolescencia, donde ponía el romance por sobre el deber, se dio cuenta que era una gran oportunidad estar en ese lugar. Por lo que, al cumplir los 17 años, Catra tomó la decisión de callarle la boca a todos y convertirse en la número 1, lo cual logró, sin muchos problemas, porque la entrenadora tenía razón, ella tenía todo el potencial del mundo, sólo había que explotarlo.
Ahora, en su penúltimo año, se sentía orgullosa de sí misma, de todo lo que había logrado, y tenía la esperanza de graduarse como la mejor de su generación si todo continuaba tal como estaba. Todo iba bien, estaba enfocada, seguía teniendo a sus amigos a pesar de ser un desastre emocionalmente y de vez en cuando ser golpeada por alguna ex, nada malo podía ocurrir. Obviamente, cada vez que uno se siente en paz y confiado, el universo se encarga de demostrarte lo contrario.
Porque ese año, una nueva estudiante llegó a la Academia Brightmoon: Adora Grayskull. Nadie sabía de dónde había salido, nadie quiso preguntarlo tampoco, porque se había establecido una regla implícita luego de un enfrentamiento entre Catra y Glimmer, no era aconsejable molestar a alguien por su origen, como tampoco era un gesto muy amable.
Algo muy extraño ocurrió cuando Adora ingresó al salón de clases, al entrar, su olor golpeó fuertemente a Catra, ella supo de inmediato que la rubia era una loba. Mientras que para Adora, el fuerte olor a felino que le llegó, lo asoció enseguida a la morena. Ambas cruzaron miradas unos segundos, segundos que fueron bastante tensos. Los clanes licántropos y felinos tenían una rivalidad tan antigua como inexplicable, así que era difícil que alguien como Adora y Catra se llevasen bien, debido a que ambas tenían la llamada "presencia alfa".
Entre los shifters, a veces salía uno que otro cambiaformas con "presencia alfa", a los cuales se les reconocía por ser líderes naturales, quienes de alguna manera dominaban a los demás con facilidad. Pero aquella costumbre arcaica de elegir a un alfa para liderar las manadas o clanes poco a poco se había ido perdiendo a medida que se hacían más "civilizados", sin embargo, esto no quería decir que los alfas no podían utilizar su presencia a su favor, como tampoco era una costumbre del todo perdida, sobre todo en algunas manadas de lobos.
Toda la clase se dio cuenta de que Adora era alfa, por lo que probablemente se enfrentaría con Catra tarde o temprano. Para empeorar las cosas, apareció la entrenadora Weaver, quien luego de saludar a la profesora Castapella, se dirigió a toda la clase.
—Adora, te doy la bienvenida a la Academia Brightmoon. Debido a que siempre asististe a escuelas para humanos, deberás acostumbrarte al ritmo académico que tenemos aquí. Para ayudarte a ponerte al día, te asignaré un tutor académico, que será alguien de tu misma clase. Catra, ponte de pie por favor. Ella es la mejor de la clase, tal vez de la academia, por lo tanto un ejemplo a seguir, al final de clases irás con ella para que te ayude a ponerte al día con todas las materias.
—Gracias, entrenadora—respondió Adora, sin dejar de mirar a Catra con el rostro inexpresivo.
Se sentó cerca del grupo de Glimmer, sentía la mirada clavada en ella por parte de la morena, pero no le prestó importancia. La clase comenzó, y muy a su pesar, Adora notó que estaba retrasada respecto al resto, lo que significaba que tendría que pasar tiempo con Catra después. Pero se animó al pensar que el resto del día tendría deportes y la clase de metamorfosis.
Se acopló muy bien socializando con el resto, Adora solía ser amable por naturaleza, por lo que se hizo amiga enseguida de Bow, que le presentó al resto, es decir, a Glimmer, Mermista y Sea Hawk. En la pausa para almorzar conoció a Perfuma, de último año, quien parecía demasiado relajada, a diferencia del resto.
Catra charlaba sobre trivialidades con Scorpia, Lonnie, Rogelio y Kyle. Pero su mente estaba inquieta, debido a la llegada de Adora, trataba de convencerse que todo estaría bien, que seguiría siendo la mejor. Pero sus instintos podrían traicionarla y mandar todo su trabajo a la basura. Si terminaba envuelta en una pelea, todo se iría al carajo.
—¿Estás bien? Pareces distraída hoy —le preguntó Scorpia, sacándola de su abstracción— ¿es por la nueva? —dijo en un susurro.
Catra miró molesta a Scorpia. Ella siempre sabía lo que le pasaba, algunas veces estaba bien, pero otras no. No podía ni estresarse tranquila.
—No quiero hablar de eso— respondió la morena.
—Ok. Pero ten cuidado en la clase de metamorfosis.
Catra lanzó un respingo.
—Lo sé —contestó entre dientes.
—¿Viste cómo está vestida Perfuma hoy? Se ve tan hermosa con ese peinado de trenzas...
—Scorpia, tienes un crush con ella hace más de un año. ¿Cuándo piensas hacer algo?
—Sí Scorpia, lo único que haces es babear por ella. Al menos invítala a salir —saltó Lonnie, que le gustaba molestar a todo el mundo.
Rogelio asintió con la cabeza, mientras que Kyle se llevaba una mano a la cabeza, en señal de desaprobación. Luego toda la conversación se trató de molestar a Scorpia con Perfuma, cosa que hizo reír bastante a Catra, lo que llamó la atención de Adora. Miró sutilmente en dirección a su mesa, muy a su pesar, su risa le había parecido adorable. La morena percibió que la estaba mirando, y cruzó su mirada con la de la rubia unos segundos.
Luego del almuerzo, tocaba la clase de metamorfosis. La clase era dirigida por la misma Ángela, para la vergüenza de Glimmer. Antes de comenzar, todos debían desnudarse, incluso los que aún no habían sido capaces de transformarse. Adora se alegró de no estar atrasada al menos en eso.
—Buenas tardes a todos —saludó Ángela — me informaron que tenemos una nueva estudiante, así que explicaré esto una sola vez. Quienes aún no puedan conectar con su espíritu animal para poder transformarse, deben ir a la pérgola de la meditación. Los que puedan transformarse se quedan aquí conmigo. Todas las dudas se responden al final de la clase.
Glimmer, Sea Hawk, Kyle y Rogelio se marcharon a la pérgola donde se sentaron a meditar.
—Hoy, practicaremos la proyección mental de pensamientos, para que puedan comunicarse mientras están en su forma animal. Pueden transformarse.
Mermista se transformó en una nutria marina, Bow y Adora en lobos, Scorpia en una tigresa de las nieves, Lonnie en jaguar y Catra en una pantera negra. Otros dos compañeros se transformaron en hienas, lo cuales instintivamente se alinearon al grupo de Adora.
—Ahora, deben trabajar en equipo para liberar al prisionero de la jaula que cuelga del árbol que está unos metros detrás de mí. Yo iré a ayudar a sus compañeros en la meditación, volveré con ustedes en seguida.
Catra, transformada ya en pantera, era la mejor en comunicarse con los demás en su estado animal, por lo que siempre tomaba la iniciativa.
—Lonnie y yo subiremos al árbol, romperemos la cuerda que sujeta al prisionero. Si la jaula no se rompe, los lobos y hienas deberán romperla hasta abrirla. Scorpia y Mermista vigilarán el perímetro por si hay trampas y darán aviso.
Todos asintieron, a excepción de Adora, que le impresionaba que todos se dejaran dominar de esa manera por una felina.
—¿Y por qué tenemos que hacerte caso a ti? ¿Quién decidió que estabas a cargo? —la desafió Adora. Catra la miró por unos segundos, pensó que no sería tan estúpida como para crear caos en un ejercicio en equipo. Todos se quedaron quietos, esperando atentamente.
—Primero, novata, eres la más atrasada de nosotros. No puedes cuestionarme en medio de un ejercicio grupal. Si tomo la iniciativa, es porque soy la mejor en proyectar mis pensamientos en el resto.
—¿Qué te hace pensar que eres la mejor? —Adora se acercó, gruñendo.
—Adora...—la llamó Bow, intentando calmarla.
—Mientras tú perdías el tiempo en una escuela para humanos, yo me crié aquí en Brightmoon, y me convertí en la mejor.
—Sólo eres una engreída porque nunca has tenido competencia.
Catra se acercó, gruñendo también, Adora ya le tenía harta.
—Que yo sepa, sigo sin tener competencia.
—Catra, recuerda que lo prometiste... —le dijo Scorpia sólo a Catra, pero ya era demasiado tarde.
En un movimiento rápido, la pantera quedó encima de la loba, ambas seguían gruñendo. Catra levantó una pata delantera, dispuesta a darle el zarpazo de su vida en la cara, total, de todas maneras sanaría después. Miró intensamente a aquel par de ojos azules, brillaban desafiantes. Pero detrás de esa fachada airosa, estaba Adora, que estaba ligeramente arrepentida de provocarla.
En ese momento apareció Ángela, que por alguna razón nadie escuchó llegar. Con voz autoritaria les ordenó separarse. Ambas se separaron rápidamente, con la cabeza gacha.
—Continuarán con el ejercicio y no quiero escuchar ni una sola pelea. No me importa si creen que por ser felinos o cánidos deben ser enemigos. Terminarán el ejercicio y punto —les ordenó a todos, estaba furiosa.
Al final, hicieron exactamente lo que Catra había sugerido, Mermista y Scorpia se encargaron de algunas trampas de cazadores, mientras las felinas se encargaban de hacer caer la jaula, que terminó por romperse por los lobos y hienas. Sacaron al prisionero, que consistía en un muñeco que simulaba ser humano, y fue Adora quien lo sacó cargándolo en la espalda.
Catra observaba a la loba gris, parecía como si tuviera experiencia haciendo labores de rescate, pero no pensaba alabarla por eso. Ángela les indicó que volvieran a su forma humana, ya que la clase había terminado.
—Los felicito por haber completado satisfactoriamente el ejercicio. Pueden regresar a los vestuarios con el resto de sus compañeros, excepto ustedes dos —dijo mirando a Catra y Adora.
El resto se retiró, sin hacer comentario alguno. Bow estaba algo preocupado por la actitud de Adora, se dejaba llevar demasiado por sus instintos. Pero no podía hacer nada al respecto.
—Ustedes dos, no quiero que el comportamiento de hoy se repita —comenzó a decir Ángela.
—Profesora, yo... —comenzó a hablar Adora, pero una mirada severa de Ángela la hizo callar. Catra negó con la cabeza, jamás había que interrumpir a la directora de Brightmoon.
—Adora, eres nueva aquí, así que tal vez no lo sabes. En esta academia nos esforzamos para formar a shifters que usen su raciocinio y no sólo se dejen llevar por instintos primitivos. Lo que hiciste hoy fue provocar a Catra, cuestionar su liderazgo, liderazgo que no llegó de la noche a la mañana, sino que se lo ganó —Catra infló su pecho, orgullosa —, esto no quiere decir, que vas a amenazar a cualquiera que te desafíe, Catra, no te acostumbres a solucionar todo por la fuerza. Aprenderán a trabajar en equipo, les guste o no. Hoy ambas limpiarán y ordenarán la bodega del gimnasio, luego, Catra te ayudará a ponerte al día con lo que tengas dudas, Adora. Y no quiero saber que estuvieron peléandose.
Se retiró, dejándolas a las dos solas. Catra miró de reojo a Adora, su cuerpo estaba bastante trabajado, lo que indicaba que probablemente era una cabeza de músculo, sería una larga tarea ponerla al día. Adora también la observó de reojo, notó que Catra a pesar de ser algo delgada, estaba completamente tonificada. Y su piel morena, por alguna razón le daban ganas de tocarla. Sin embargo, pensó en que ahora se pasaría la tarde ordenando y limpiando con ella, lo cual no sería tarea fácil.
—Te espero afuera de los vestuarios, Adora. Te mostraré la academia y luego nos pondremos a ordenar —dijo mientras se marchaba. La rubia no pudo evitar fijarse en el trasero de la morena, pero levantó la vista rápidamente, y la siguió hasta los vestuarios. Intentaría mantener la paz mientras tuviera que trabajar con ella, se pondría al día, y luego le demostraría quién manda. Sonrió ante la idea. Catra sabría quién era ella.
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