-Dios, estoy muy nerviosa Mina

-A ver, cállate y respira

-Estoy nerviosa, estoy nerviosa

-Cállate y respira

-¡Pero estoy muy nerviosa Minari!

-¡QUE TE CALLES Y RESPIRES!- Mina le dió una suave cachetada

-Wow, ¿Mina gritando? Eso si que es nuevo- Bromeó Nayeon entrando a la habitación

-Más bien sonó como un fuerte susurro- Esta vez fué el turno de Dahyun en molestar a Mina

-¡No se quiere callar y respirar!- Se defendió la japonesa

-¡Es que estoy tan nerviosa!- Volvió a discutir Sana

-Mira yo ya pasé por esto así que te entiendo pero necesito que te relajes y dejes de temblar si no quieres que tu maquillaje salga mal

Sana suspiró y tomó la mano de Dahyun quien intentaba tranquilizarla. Tras un par de visitas más a la tienda de la coreana en busca de un buen conjunto para su luna de miel con Tzuyu, Sana logró conseguir una nueva amistad con las cajeras de aquel lugar y volverlas parte de su grupo de amigas quienes ahora la acompañarían en su boda.

Una vez Mina acabó el maquillaje Sana estaba totalmente lista. Ahora solo debía salir y casarse con Tzuyu de una vez por todas.

Cosa que la asustó bastante, ¿Por qué se sentía tan nerviosa? Era solamente Tzuyu, la chica con la que había vivido por más de dos años.

Así que se armó de valor y salió hacia el altar quedando anonadada con la belleza que tenía frente a ella.

Podría jurar que los trajes se crearon para que Tzuyu los usara.

A medida que el tiempo avanzaba el sacerdote seguía hablando y hablando, estaba tardando demasiado para el gusto de la pareja, parecía como si llevase cinco horas repitiendo lo mismo, "el matrimonio era una unión sagrada" eso ya lo sabían y por culpa de aquel hombre su unión sagrada se estaba retrasando, ambas estaban tan ansiosas por esas cinco palabras, "puede besar a la novia".

El recitar de sus votos individuales pareció más un rap que cualquier otra cosa a causa de la emoción, desesperación y nervios pero justamente ahora ambas habían dicho el tan ansiado sí para después colocarse los anillos.

Solo faltaban las palabras del sacerdote que todos los presentes, pero más la pareja esperaban.

-En vista de que nadie se opone a la unión de estas dos almas no me queda más que decir que lo que el Dios juntó no lo separe el hombre, pueden besarse- Habló el sacerdote

Automaricamente Tzuyu tomó a Sana de la cintura para acercarla a ella, levantó su velo y al fin unió sus labios con los de su ahora esposa en un suave beso mientras acariciaba sus mejillas, fuertes aplausos inundaron el salón en donde la boda se celebraba para después tirar arroz a la pareja que caminaba por el pasillo que había entre los asientos de la miltitud presente.

La fiesta transcurrió con tranquilidad, mientras todos disfrutaban de la música y la comida, sobre todo Momo quien permanecía parada al lado de la mesa de postres, mientras tanto la pareja bailaba un vals lento en medio de la pista.

Sana tenía las manos al rededor del cuello de Tzuyu y la taiwanesa mantenía su agarre en la cintura de su esposa, ambas se movían de un lado a otro fundidas en un cálido abrazo. No había mejor sensación que la que experimentaban estando al lado de la otra, a pesar de toda la gente que había ahí, de los ridículos pasos de baile de Dahyun a un lado de ellas y el grito de todas sus demás amigas, sentían como si solamente fuesen ellas dos, Sana y Tzuyu.

Poco a poco el sol fué bajando hasta dar paso a una linda noche, la pareja seguía bailando pero ahora habían salido a la terraza del salón para bailar bajo las estrellas estando abrazadas a la otra, ninguna de las dos hablaba, solo se concentraban en disfrutar de la cercanía y calidez que les brindaba el cuerpo de la contraria.

Siguieron en silencio por un momento más hasta que Tzuyu lo rompió.

-Adoro esta cálida sensación, es todo lo que quiero- Se sinceró la más alta

-¿No hay algo más que quieras esta noche?- Preguntó la menor mirando a los ojos de su amada

-Todo lo que quiero esta noche es a tí y a mí bailando a la luz de la luna, besarte en el momento correcto, no quiero a nadie más que a tí, bebé- Respondió convencida -¿Hay algo que tú quieras ahora?

-Quiero follar- Expresó la menor con total sinceridad

Y Tzuyu rió ante eso.

-Que romántica- Ironizó a lo que Sana respondió

-Si soy

-Entonces no hagamos esperar a la princesa- Habló cargando a Sana como una princesa de Disney

-¡Ah! ¿Tzuyu que haces?- Gritó al sentir como Tzuyu la levantaba del piso

-Cumpliendo las peticiones de mi esposa

Y con esto Tzuyu caminó en dirección a la salida del lugar escuchando a sus amigas gritar y aplaudir de la emoción hasta que llegaron al auto que las llevaría a su hotel.

Cuando el auto se llegó ambas bajaron y fueron hasta su habitación previamente apartada para este momento.

Tzuyu miró por última vez a su mujer en ese hermoso vestido blanco antes de pararse tras ella para comenzar a desatar los listones que mantenían el vestido en su lugar y comenzar a dejarlo desender por el cuerpo de su esposa admirando su espalda con un delicado conjunto de encaje gris.

Acarició suavemente los brazos de la menor y dejó un suave beso en su hombro para después voltearla y verla de frente, definitivamente su esposa era preciosa, era la mujer perfecta ante sus ojos. (Y ante los míos también, cuidado Tzuyu que te la robo).

Sana por su parte también estaba maravillada de lo hermosa que Tzuyu lucía, se había vuelto adicta a mirarla en ese traje pero también estaba tan impaciente por quitarselo.

Sin esperar más tomó la corbada de Tzuyu y tiró de esta para acercarla y robarle un beso el cual la mayor continuó gustosa abrazando la desnuda cintura de su japonesa.

Lentamente Tzuyu empujó a Sana hasta llegar a la cama en donde cuidadosamente acostó a la menor como si tuviese miedo de romperla y se posicionó sobre ella mientras la seguía besando sintiendo como la contraria desataba su corbata y le quitaba el saco.

Todo lucía tan romántico, el olor a vainilla de las velas aromáticas, el cuerpo de Tzuyu sobre el de Sana y la luz de la luna filtrándose por la ventana siendo complice y testigo de lo que en esa habitación ocurría.

Y una vez más aquella pareja se entregó en cuerpo y alma a la contraria confirmando el amor que se tenían y prometiendo sin palabras que solo se pertenecían la una a la otra.

Lloro😭
Falta epílogo gente