-¿Como que ella es Yeji?- Preguntó seria la taiwanesa.

-¡Te lo estoy diciendo que es ella!- Respondió Jeong con fastidio.

-Pero yo te dejé a un gato Siberiano Jeong, ¿Por qué la volviste persona?

-¡Ash, que no ella la volvió persona! Yo fuí testigo del grito que pegó Jeong al entrar a su consultorio, cuando entré esa chica estaba desnuda y en el piso- intervino Nayeon señalando a Yeji quien ya estaba vestida y sentada en una sillita jugado con Sana.

Parecían un par de niñas pequeñas riendo y abrazándose que Tzuyu al verlo sonrió inconscientemente.

¿Que tan malo podría ser iniciar una familia al lado de su esposa a solo una semana de haberse casado? Después de todo ya habían disfrutado un tiempo como pareja desde antes de comprometerse y Yeji parecía tan feliz al lado de Sana que a Tzuyu le dolería tener que separarlas.

La taiwanesa suspiró, Sana lucía tan bonita acariciando la cabeza de la pequeña Yeji, había un brillo único en sus ojos mientras arreglaba la camisa de la menor que se había arrugado levemente.

No las quería separar, había recibido la oportunidad de formar una familia y no debía desperdiciarla pero esto era una gran responsabilidad realmente.

-Dios dame una señal- Habló Tzuyu mirando atentamente a su esposa y Yeji interactuar.

-¿Te la vas a llevar o no?- Preguntó Jihyo entrando al consultorio de Jeongyeon

-Ahí tienes tu señal de la diosa Jihyo, ahora llevate a tu esposa e hija, necesitamos continuar trabajando Tzuyu- Habló Nayeon comenzando a empujar a Tzuyu hacia su esposa y Yeji.

-Tzuyu mira que linda es- Habló Sana emocionada tomando entre sus manos el rostro de Yeji para mostrarselo a Tzuyu.

Y Tzuyu sonrió, sus pequeñas eran una bomba de ternura juntas.

Había tomado una decisión, ¿Cómo se había tan siquiera atrevido a pensar en abandonar a Yeji? Era una total ternurita.

-Sana vamos a casa- Habló Tzuyu sonriendo.

-Pero... ¿Y Yeji?- Preguntó la menor con notable tristeza y temor en los ojos.

Yeji por su parte no entendía que pasaba, simplemente se mantenía mirando la interacción de las mayores.

-Ella viene con nosotras- Respondió la taiwanesa con una sonrisa.

Y Sana se emocionó tanto que abrazó a su esposa primeramente y después tomó a Yeji de la mano para llevarla hasta la salida de la veterinaria y posteriormente correr hacia casa.

Yeji todavía no entendía muy bien que pasaba pero aún así sonrió y corrió tomada de la mano de quien ahora sería su madre, a pesar de no entender la situación ella se sentía segura al lado de Sana, se sentía amada y solamente quería permanecer abrazada a ella, la japonesa tenía un aura cálida y Yeji había comenzado a amar eso a tan solo unas pocas horas de haberla conocido.

Por otro lado Tzuyu aún estaba en la veterinaria.

-Le hice varios análisis de sangre a Yeji y le compré un suero para que beba, salió negativo en todas las pruebas por enfermedades pero igual no me creas mucho porque como dije solo soy veterinaria- Comentó Jeongyeon.

-¿Cuánto te debo?- Preguntó la menor sacando su tarjeta.

-No es nada, me basta con la lagartija que me regalaste.

-¿Una lagartija? ¡Será excelente compañía para la mía!- Habló emocionada Jihyo intentando tomar la pecera de Jeong.

-¡Ey no! Ya te robaste una, conformate con esa- Habló Jeongyeon comenzando a discutir con Jihyo.

-Gracias por todo a tí tambien Nay- Expresó Tzuyu mirando a la mayor.

-No hay de qué, cuida mucho a mi sobrina Yeji y a Sana también, las quiero lindas y saludables siempre.

-No lo dudes.

Y con esto la menor hizo una marcada reverencia para comenzar a abandonar el lugar caminando lentamente escuchando aún la discusión entre Jeongyeon y Jihyo.

Estaba llegando a la esquina de la veterinaria cuando sintió a alguien tomar su brazo.

Jeongyeon había logrado alcanzarla antes de que se fuera a casa.

-Ten- Habló ofreciendo un frasco de pastillas a la menor -Se que Yeji no presenta características híbridas pero es mejor prevenir, Sana tampoco las tenía.

-Gracias Jeongyeon- Y tomando las pastillas dió un fuerte abrazo a su amiga sintiendo sus ojos humedecerse.

Jeongyeon había sido tan buena con ella y eso lo apreciaba mucho.

Al llegar a casa dejó su sueter en el perchero, sus zapatos en la entrada y las pastillas que Jeongyeon le había dado sobre la mesa escuchando la voz de Sana y Yeji hablar animadamente.

-¿Entonces no tienes familia?

-No, estoy sola desde que tengo memoria.

-Pues eso acabó a partir de ahora- Se unió Tzuyu a la plática -Ahora nosotras seremos tus mamis.

-¿En serio?- Los ojos de Yeji parecieron iluminarse -¡Tengo familia!- Exclamó lanzandose a los brazos de Tzuyu.

-Gracias familia- Susurró Sana para después unirse al abrazo.

-¡Esperen!- Habló Yeji de pronto -¿Que pasó con la cosita verde que me mordió?

-¿La lagartija? Jeongyeon la adoptó y ahora está en una pecera- Respondió Tzuyu.

-Uff que bueno, esa lagartija no seguirá volviendo animales en gente con sus mordidas- Habló Yeji con tranquilidad a lo que las otras dos asintieron suavemente.

-Espera ¡¿QUÉ?!- Gritaron alteradas las Satzu al mismo tiempo.

Eaa, los veo en el próximo fic.
🐷Cerdito.