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☀️ ⁝ Shh, Silence...

Jisung miraba por la ventana desde la cama, al estar recién despierto, trataba de conectar sus sentidos a tierra, mientras los bostezos aún se le escapaban y sus ojitos se arrugaban por la acción, el sol marino se colaba por sus ojos y la suave brisa mojada lo abrazaba. Estaba sentado sobre la cama, con su torso desnudo y solo una sábana cubriendo su bermuda en la parte inferior, sintió el movimiento a su lado, y pronto tuvo a Seungmin abrazando su cintura por la espalda, recostando la cabeza en sus hombros mientras aún parecía un zombie.

Uno muy lindo.

— Buenos días, cariño — le dijo él, con esa voz matutina, perezosa y profunda, mientras le daba un suave beso en sus mejillas.

— Buenos días, amor — le contestó, sonriendo, mientras ambos unían sus miradas enamoradas por un segundo, antes de seguir viendo por la ventana.

Jisung y Seungmin se habían casado hace 1 semana y media, así que estaban en el meloso periodo de recién casados, dónde no les apetecía separarse para nada del otro, habían tenido una pequeña luna de miel de 3 días y ahora estaban en su "segunda luna de miel" en compañía de todos sus amigos. Para esto, habían rentado cabañas a la orilla del mar, donde habían estado disfrutando del abrazador sol desde hace 2 días.

El plan original había sido poder rentar una cabaña por pareja, para tener más espacio y comodidad, pero debido a que parecía ser temporada alta, solo pudieron conseguir 4 cabañas, por lo que ahora tenían que compartir, así como en este momento, que mientras ellos disfrutaban de la vista oceánica mañanera, MinHo y Felix dormían como rocas en la otra cama.

A Jisung siempre le había encantado la relación que MinHo y Felix tenían, llevaban 7 años juntos, pero ninguno hablaba de matrimonio aún y tampoco parecía ser un tema que les preocupara, eran literalmente una pareja de gatitos lindos, cariñosos y revoltosos, y ahora con la llegada del bebé, parecían estar felices y exactamente dónde querían estar.

— ¿En qué piensas tanto, bonito? ¿Y por qué no en mi? — le dijo Seungmin, sacándolo de sus pensamientos con voz cargada de dulzura y broma.

— Claro que pienso en ti, en lo guapo que eres y en lo mal que me traes — le dijo Jisung, siguiendo ese tono fluido de conversación, mientras lo miraba a su lado y se volteaba a darle un beso.

Sintió a Seungmin suspirar gustoso, un beso matutino, dejando de lado el aliento de ambos, era siempre un buen inicio de día, Jisung se permitió sentir los labios suaves de su esposo y en algún momento lo dejó tomar el control, hundiéndose en las sensaciones.

Cuando se separaron, Seungmin le dió un corto beso en la mejilla, antes de ambos tomarse de las manos y automáticamente ver sus anillos de boda decorar sus dedos, ambos sonrieron tiernamente y con ilusión, se sentía aún tan irreal, ya eran esposos ahora, pero cada beso y cada toque aún se sentía como la primera vez.

Seungmin volvió a acercarse a sus labios, dándole un beso húmedo y movido, un poco caliente para tan temprano por la mañana, pero sin presiones, Jisung sonrió entre el beso mientras se dejaba hacer, Seungmin parecía haberse levantado muy cariñoso ese día.

Y hubieran seguido si tan solo no hubieran escuchado la puerta abrirse con un estruendo que era característico de una sola persona, ambos separaron sus labios, pero Seungmin siguió besando su mejilla, y apretando su cintura, mientras veían a los intrusos entrar.

— ¡Hello, boys! — dijo HyunJin entrando con su presencia extrovertida característica, y atrás de él venía Changbin, su esposo, un introvertido de primera — ¡Es hora de salir de la cama e ir a desayunar! ¡No es momento de cariñitos!

Cada vez que Hyunjin aparecía en un lugar, todo se iluminaba y se encendía, era roba miradas por excelencia y Changbin siempre lo acompañaba en silencio atrás, viéndolo con esos ojos de amor incondicional. Tenían 8 años de matrimonio y aunque aún parecían adolescentes en su primer amor, parecía que Changbin trabajaba y vivía especialmente para Hyunjin, solo para cumplir sus caprichos.

Ante la algarabía que Hyunjin traía con su presencia, Changbin solo miró a la pareja de recién casados como disculpándose en silencio, luego los tres vieron como Hyunjin había abierto las cortinas de la ventana cerca a la cama de MinHo y Felix, dejando entrar toda la claridad directo a sus caras.

MinHo abrió sus ojos lentamente, aún aturdido y al ver a Hyunjin, solamente tomó la sabana para cubrirse él y su novio hasta la cabeza, mientras lo atraía más hacia su cuerpo, dejando la mano posada sobre aquella hermosa pancita de 7 meses que ambos cuidaban tanto últimamente.

— Oh, vamos, son las 11 de la mañana — rezongó Hyunjin, con un puchero que convencía a cualquiera — ¿No tienen hambre? El buffet aún está disponible.

Al escuchar la mención de comida, Felix sacó su cabeza de la sabana, mirando a Hyunjin con deseo, deseo de comida, este rió automáticamente ante lo lindo que se vio.

— ¿Tienes hambre, solecito? — le pregunto MinHo, besando su frente suavemente y Felix asintió con ganas, mientras se hacía más pequeño al abrazarse a su cuerpo. MinHo juzgó a Hyunjin, derrotado — ya, vamos pues.

Hyunjin celebró mientras Changbin lo tomaba de la mano y lo sacaba de la habitación de las parejas.

— Los esperamos abajo, los otros están viniendo igualmente — dijo el más bajito, antes de salir de la habitación con su animado esposo.

Jisung y Seungmin por fin se separaron, saliendo de la cama mientras trataban de alejar la pereza.

— Jisung y yo usaremos el otro baño, usen ustedes este para ahorrar tiempo — le dijo Seungmin a MinHo, mientras el otro solo asentía totalmente de acuerdo.

Jisung vió a Seungmin alejarse hasta el armario, preparando las toallas y la ropa de ambos, y él solamente regresó su vista a Felix, quien estaba sentado al borde de la cama frente a él, estirándose y aún tallando sus ojitos.

— ¿Dormiste bien? — le preguntó Jisung al rubio, mientras éste sonreía suavemente. 

— Un poco, está criatura se mueve demasiado — le respondió, con un poco de reproche y ternura en su voz, mientras acariciaba su pancita sobre la tela de su camiseta — además, quería comer piña, pero no quería que Min saliera tan tarde, así que me tuve que aguantar, espero poder comer un poco en el buffet.

Jisung rio suavemente, Felix embarazado se le hacía tan tierno, siempre buscando comer algún antojo, visiblemente cansado, pero muy feliz por su bebé, además, MinHo estaba encantado con la llegada de su primer hijo, haciendo todo lo posible para complacer a su solecito y a su rayito de sol.

Jisung silenciosamente se levantó para seguir a su esposo hasta el baño, mientras la otra pareja se quedaba en su mundo. Seungmin parecía feliz de poder tomar un baño con su bonito, por lo que la sonrisa de su rostro brillaba visiblemente.

Ambos tomaron un baño, Seungmin se pegó a su cuerpo desnudo y mojado en toda la duración del baño, Jisung se sentía amado y encantado con su esposo, siempre tan atento con él. Al salir, ambos se cambiaron aún estando en el baño, se arreglaron el cabello, y lavaron los dientes,  mientras Jisung trataba de aplicar un poco de bloqueador solar en sus brazos, Seungmin se le acercó tomándolo de la cintura y ambos se vieron a través del espejo con una sonrisa.

— Te ves tan hermoso hoy, señor Kim Jisung — le dijo cariñoso, besando la parte trasera de su cuello, mientras el más bajito sonrió tan hermosamente — Feliz 10° día de matrimonio.

Jisung sonrió más, mientras se dejaba atacar en besos por su marido y su corazón vibrando de amor, Seungmin decía eso todas las mañanas desde el primer día que se habían casado, y a Jisung le parecía tan romántico, tanto que esperaba escucharlo decir eso cada vez que se levantaban.

— Feliz 10° día — le repitió igual, dándose la vuelta para encararlo e iniciando otro beso movido.

Se separaron pronto, ya que estaban tomando demasiado tiempo, recogieron sus pertenencias básicas y bajaron a la planta principal, viendo a todos los demás ya listos, solo esperándolos.

— Buenos días a la linda pareja de recién casados — les dijo Chris, y a su lado, Jeongin sonriente, haciendo que la pareja se llenara de la mirada cómplice de los demás.

Chris y Jeongin eran un mundo aparte, habían estado juntos desde la escuela, pero habían pasado por tantas cosas en el camino, hace 1 año y luego de llevar tantos años de relación con Christopher, Jeongin había comenzado a sospechar que era asexual, ya que jamás había necesitado tener sexo con su pareja para sentirse completo y de hecho no es algo que le llamara la atención, y contrario a esto, Christopher era un persona que necesita constante contacto físico para sentirse bien, así que ambos habían entrado en conflicto.

Luego de algunos meses de debatirse y luego de Jeongin haberle expresado sus preocupaciones, Christopher decidió apoyarlo e intentar tener una relación meramente romántica, sin nada físico involucrado, ya que Jeongin solo sentía atracción romántica por él y su compañía es lo único que le interesaba de Chris.

Así que ambos han estado llevando e intentando ese tipo de relación, Chris ha renunciado a muchas cosas desde entonces solo por Jeongin y lo mucho que lo amaba, ahora ambos lucían más cómodos a comparación del principio.

— Vamos ya, realmente tengo hambre  —  lloriqueo Felix, casi arrastrando su novio con él, todos les siguieron el paso animadamente.

Tuvieron un desayuno-almuerzo lleno de risas, Felix se atascó con toda la piña que pudo encontrar en el buffet, mientras MinHo lo miraba animado y amoroso, con un poco de asco después de que lo vió ponerle salsa de pescado y chile la piña, mientras que, Chris, Jeongin y Changbin escuchaban atentamente como HyunJin les contaba el sueño que había tenido la noche pasada, y ellos, ellos vivían su romance paradisíaco sin importarle los demás.

— Te amo, bonito — le decía Seungmin, mientras lo besaba repetidas veces sin importarle si Jisung aún masticaba — mucho, mucho, mucho.

— Yo más — le decía Jisung, mirándose ambos a los ojos, conectando los latidos de sus corazones incluso, tan enamorados — mucho, mucho, mucho más.

— Mnh, mentira yo más — le alegó, mientras ambos rieron suavemente cuando Seungmin en el próximo beso le arrebató el pedazo de sandía que Jisung había intentado comerse.

— No es justo, te dije que yo más — le contestó, con ese tono caprichoso que calentaba tanto a Seungmin y que lo hacía no poder parar de besar esos labiecitos hermosos de su esposo.

Ambos se hundieron en un beso movido y lento, que luego tantos picos, resultaba delicioso, no les importaba si sus amigos en la mesa los miraban, solamente deseaban sentirse tan cerca uno del otro, fundir sus esencias. Al separarse, Seungmin  observó sus labios, tan rojitos y brillosos por la reciente acción, luego se acercó a sus oídos con cautela.

—  ¿Deberíamos irnos, dejar a estos tontos solos e ir a repetir lo de la noche de bodas? — le dijo, tan suave, pero tan seductoramente — aún me tienes fantaseando con lo que ví esa noche, tan precioso.

A Jisung se le puso toda la cara roja, y hasta sus oídos dejaron ver el golpe de vergüenza que sintió, le repartió varios golpecitos suaves a Seungmin en su pecho y este rió encantado.

— ¡Seung, por dios! — lo regaño, al unísono que escondía la cara en su pecho, al notar la mirada de los demás sobre ellos.

Seungmin solamente mantuvo su sonrisa triunfadora mientras bebía otro sorbo de su café y acariciaba el rizado y lindo cabello de Jisung, los demás simplemente los miraron curiosos y sonrientes, parece que la pareja recién casada derrochaba miel a cada segundo.

La comida pasó así, luego pasaron el resto del día en la playa, los chicos estaban jugando voleibol fervientemente, Jisung se había unido por un momento, pero se había cansado, así que ahora sólamente se dedicaba a mirarlos entre risas por las peleas y demandas de Hyunjin cada vez que no se le hacía justo algo, y por supuesto, encantado de ver a Seungmin sin camisa, mientras sudaba a la luz del sol.

Él estaba lindamente sentado lo suficientemente lejos para que la pelota no lo fuera a golpear, sentado en una manta puesta sobre la arena, con una grandísima sombrilla cubriéndolo del sol y envuelto en una toalla, ya que aún seguía húmedo.

El único aparte de él que no jugaba, era Felix, debido al embarazo, pero Jisung lo vió sonrientemente al notar que este estaba en la orilla del mar, mojando sus pies tranquilamente mientras parecía recolectar algo, le tranquiliza a ver qué por lo menos había encontrado algo con que entretenerse mientras MinHo dejaba su alma en aquel juego de playa.

Luego de mucho rato, vió a Felix regresar, con su cabello mojado y su mano puesta sobre su espalda baja mientras la otra acariciaba al bebé en su pancita, al parecer con un poco de dolor, el rubio le sonrió al notarlo y se sentó a su lado en la sombra, viendo a los chicos gritar y reírse mientras jugaban.

Jisung en silencio le pasó una bebida de las que habían traído y este encantado la recibió, tomando con tanta necesidad y gusto, Felix a su parecer era precioso, sus pequitas parecían aparecer más a la exposición al sol y la forma atenta en la que observaba a MinHo jugar, tan hermosa.

— Mira, traje caracolitos — le dijo el embarazado, sacando una pequeña bolsa plástica con muchos caracolitos de mar preciosos — La hermana de Min comenzó a trabajar en una joyería, así que le llevaré estos para hacerle una bonita pulsera a nuestro rayito de sol, su primera pulserita.

Jisung sonrió encantado y veía la forma amorosa y maternal en la que Felix le contaba encantado, y ahora entendía porque lo veía buscarlos y escogerlos con tanta delicadeza en la orilla del mar.

— Son hermosos — le dijo sincero — es una idea preciosa.

— ¿Verdad? — le sonrió este — anda, deberías tomar algunos, podrías hacer tu propia pulserita cuando el primer bebé llegue.

Jisung hizo un puchero conmovido y asintió, metiendo la mano en la bolsita donde miles de esos caracolitos estaban, todos de un conveniente tamaño para una pulsera, tomo algunos y felizmente los metió en el bolsillo del pequeño bolso donde sus pertenencias y las de Seungmin estaban.

— Gracias, Lix — le sonrió este, haciendo que el rubio se pusiera más feliz — lo haré cuando nuestro primer bebé llegue.

Ambos se quedaron hablando más, de cosas triviales, de el embarazo de Lix y de sus parejas, pero entre la plática un jadeo asustado salió de los labios de Felix, y MinHo como si tuviera un radar anti peligros instalado, rápidamente corrió a su lado para verlo.

— ¿Qué sucede, mi amor? — le dijo, con sus ojos oscuros, analizandolo y sintiendo la pancita del contrario al ver que se la acariciaba suavemente.

— Sentí una patadota — le sonrió Felix un poco adolorido, quitándole el peso de encima a MinHo — el rayito de sol casi no patea, así que me asustó, pero no pasa nada.

MinHo asintió, mientras solo lo veía cuidadosamente asegurándose de que todo estuviera bien, pero al verlo tranquilo de nuevo, se relajó igualmente.

— ¿Estás cansado? — le preguntó atento, mientras le acariciaba su mejilla y le dejaba algunos granitos de arena en su piel.

— Si — contestó Felix, un poco infantil mientras un puchero se colaba en sus labios, MinHo rio embelesado mientras lo atraía para abrazarlo.

— Chicos, sigan sin mi, me llegó la hora de ser papá responsable — les dijo, los otros rieron y siguieron jugando.

MinHo se sentó con Felix entre sus piernas, acunandolo y abrazando su pancita con cuidado mientras escuchaba atento como Felix le contaba de su idea para la pulserita del rayito de sol, luego Jisung sonrió al ver que luego de un rato parloteando, Felix se había dormido sobre el pecho de MinHo, y parecía tan cómodo, que al otro no le quedaba más que quedarse quieto. 

Vió a Seungmin llamarlo para unirse a jugar en lugar de MinHo así que, se levantó sonriente y se unió al juego.

Al atardecer, habían decidido hacer una pequeña cena frente a la fogata, en el área verde de la cabaña del MinLix y el SeungSung, ya que era la que mejor locación tenía, todos comían y disfrutaban de un poco de alcohol, excepto Felix, quien miraba a todos un poco celoso mientras le tomaba a su jugo de naranja.

La ardiente fogata brillaba al frente, llenando el ambiente de calidez mientras cada pareja parecía disfrutar de su propio mundo, Chris y Jeongin hablaban amenamente mientras se sostenían la mano, Min y Lix comían como si no hubiera mañana, Hyunjin besaba a Changbin mientras éste avergonzado le decía que dejaran eso para después cuando estuvieran solos, haciendo que el más alto tuviera incluso más ganas de molestarlo y Jisung trataba de mantener la compostura mientras  Seungmin le acariciaba los muslos de manera intencionada.

Jisung trataba de ignorar eso, tomando la mano de Seungmin y quitándola de allí en repetidas veces, pero el otro aprovechaba la parcial oscuridad y que los demás estaban distraídos, para lograr alterarle los nervios, haciendo que cerrará las piernas inconscientemente.

— Seung, basta — le regaño Jisung, sintiendo que perdía el control cada vez más — ahora no.

— ¿Y entonces cuándo? — le reprochó suavemente mientras le lamía la oreja y hacía que Jisung sintiera escalofríos — con los chicos en la habitación no podremos y no me puedes hacer esperar más.

Jisung casi se ahoga en su propia saliva al sentir como Seungmin le guiaba la mano hasta su entrepierna, haciéndolo sentir la erección que tenía.

— Mira como me tienes, bonito — le volvió a susurrar — hazte cargo, estoy así por ti.

Conocía a Seungmin, sabía que se había estado conteniendo desde la noche pasada, lo sabía por la forma en la que lo había abrazado toda la noche, metiendo su pierna entre los muslos del bajito, robándole la respiración.

— P-Pero... — quiso negarse, pero Seungmin se levantó, tomándolo de la mano y comenzando a caminar sin más palabras.

A nadie pareció importarle que ambos se fueron, pero a Jisung le latía el corazón a mil por hora, Seungmin solo lo guiaba entrando a la cabaña y llevándolo a la habitación, y cuando llegaron, Jisung jadeó cuando Seungmin lo estampó contra la puerta, tomándolo del cuello y comenzando a besarlo con necesidad.

Sus oídos lograron identificar el sonido del seguro de la puerta, al unísono que sentía sus piernas perder fuerza al sentir como Seungmin tomaba su cintura profundizando más aquel violento beso, robándole el aliento y mareando sus pensamientos.

Jisung vestía una camiseta, acompañada de una camisa de botones abierta encima, así que jadeo al sentir el aire frio pasar por sus pezones cuando Seungmin le había levantado la prenda para estampar sus labios en sus botoncitos, lamiendo y mordiendo uno, apretando y jalando el otro.

— S-Seung... a-ah... e-espera — intentó decirle mientras enrollaba sus dedos en el cabello de Seungmin, en un intento de que se calmara.

Pero Seungmin no paró, y Jisung gimió suavemente cuando sintió las amplias manos de Seungmin meterse en su bermuda y llegar hasta su entrada.

— E-Espera — le dijo ahora más fuerte, viendo cómo Seungmin lo miraba a los ojos con una mirada oscura y lujuriosa, jadeante y penetrante, a Jisung se le fue el aire de los pulmones.

— Me encantas tanto, me fascinas — Le dijo, con tanto deseo, admirandolo mejor que a una perla preciosa — me la pones tan dura, agh, necesito hacerte el amor ahorita mismo.

Jisung sintió las manos del mayor irse de su trasero, pero lo vio sacar una pequeña botellita de lubricante de la bolsa, y tras embadurnar sus dedos, volvió a llevar sus dedos hasta la entrada ceñida de Jisung, está vez introduciendo dos dedos a la vez, haciendo que el más bajito se retorciera en su puesto.

— Dios mío, tan apretado — jadeó Seungmin mirando embelesado como Jisung gemía al tomar sus dedos — Shh, silencio... Te escucharán...

Jisung sentía las corrientes de placer invadirlo, y apretó sus labios tratando de no hacer ruido, mientras sentía aquellos dedos abrir su interior con sonidos y chasquidos húmedos y obscenos, tan delicioso.

—Dios Kim Jisung, jamás tendré suficiente de ti— le dijo, mordiendo sus botoncitos por ratos — me tienes tan mal, tan bobo por ti.

— A-Ah, Seung... — jadeo Jisung, preso de sus placeres — D-Despacio, por favor...

Shh, silencio mi amor... — volvió a decirle y Jisung solo pudo recostar su cabeza sobre Seungmin, temblando en cada embestida que esos dedos le regalaban.

Cuando Seungmin creyó que su pequeño estaba listo, soltó a Jisung y lo volteó, dejando su apetitoso trasero frente a él y Jisung solamente jadeo ante el movimiento repentino, mientras su mejilla tocó la puerta y las manos de Seungmin lo obligaron a levantar más el trasero.

Seungmin se mordió los labios al ver el trasero de Jisung, tan redondito y prominente, tan atractivo, y no pudo evitar soltarle una fuerte nalgada, que hizo sisear el cuerpo entero del rizado, demasiado caliente.

— No sabes cuánto me enciendes, eres solo mío — le dijo, manoseando su trasero con ganas, y solo viendo cómo Jisung dejaba salir suspiros entrecortados cada vez que sus manos se abrían paso por su trasero — te haré el amor tan bien que dejaré tu entrada y mente llenos solo de mi.

Seungmin desabrochó su pantalón, sacando su miembro ansioso de atención y lo alineó con la entrada de Jisung, presionandose deliciosamente dentro, pero la mano del contrario rápidamente detuvo sus caderas, un poco exaltado.

—¡E-Espera! ¿Y el condón? — le dijo, volteando a verlo aún estando de espaldas, acortando un poco la distancia y mirando el deseo desbordante en los ojos de su marido.

— No hay tiempo, no importa — le dijo, apegándose a su cuerpo, manoseandolo todo y besando su cuello aprovechando que Jisung se había enderezado — que importa si te embarazas con mi bebé, me corro de solo pensarlo, eso solo me calienta más.

Jisung sintió su cuerpo entero arder, joder, él amaba ver a Seungmin así, tan necesitado de su cuerpo, deseándolo tanto hasta no poder pensar con claridad.

—¿Quieres que continúe?— le preguntó impaciente, abriendo con sus dedos las nalgas de Jisung y observando ese agujero que tanto deseaba — ¿Puedo? ¿Puedo?

Jisung asintió, al unísono que tomaba a Seungmin del cuello, atrayendolo en un beso caliente, húmedo, chasqueante, dejando a Seungmin bobo del placer, tan adicto y embriagado por la presencia de su esposo, demasiado atrapado por él.

Jisung gimió encantado al sentir el miembro de Seungmin hacerse paso en su entrada, tan doloroso, pero tan delicioso, y sabiendo lo excitado que traía a su marido, el mismo empujó su trasero contra las caderas de Seungmin hasta tenerlo todo dentro.

—O-Oh, dios — jadeó Seungmin totalmente estumulado, llevando su cabeza hacia atrás automáticamente — m-me encantas tanto, te amo, dios, se siente tan bien.

Una de las cosas que amaba y encendía a Jisung, era escuchar a Seungmin gemir y jadear por él, con esa voz tan profunda y sexy, estremeciendo cada cabello de su cuerpo. Seungmin no esperó tanto y tomando a Jisung de sus caderas, comenzó a penetrarlo, fuerte, estable y arrazador.

Jisung bajó su cabeza mientras sus manos se apoyaban en la puerta, para tener más estabilidad, sus piernas temblaban en cada embestida, arrancando de él una nube de placer y jadeos que intentaba callar, ya que no quería que sus amigos llegaran a escucharlo gimiendo como una puta por su esposo.

Seungmin atrás suyo jadeaba tan complacido y hundido en su placer, mirando hipnotizado como el trasero hermoso de Jisung se estremecía en cada estocada y como tiernamente él intentaba no hacer tanto escándalo.

Entre las embestidas, Jisung lo atrajo nuevamente hacia su cuerpo para besarlo, enrollando sus dedos en el cabello sedoso de Seungmin, no dejándolo alejarse bajo ninguna circunstancia. Ambos jadeaban ahogados entre sus labios, con Jisung casi gimoteando sollozos.

Seungmin luego paró sus embestidas de golpe, sosteniendo a Jisung del trasero, ambos temblando al sentir el orgasmo tan cerca, y Jisung lo miró deseoso, como pidiéndole que continuara. Seungmin giró su cuerpo, besándolo y cuando Jisung sintió que era tomado de sus muslos para elevarse, pensó que Seungmin quería que él enrollaba sus piernas en su cintura, pero jadeo sorprendido cuando en su lugar, este solamente paso los brazos atrás de sus rodillas, doblandolo y estampandolo en el aire contra la puerta, jamás habían hecho eso.

Jisung automáticamente lo miró, avergonzado y sorprendido, se sentía tan abierto y expuesto a él, pero Seungmin lo observó tan deseoso, como a un delicioso pedazo de carne al cual devoraría, Seungmin lo observó, cada detalle, cada parte, deteniéndose en su entrada, tan abierta y rojita para él, demasiado apetecíble.

Jisung apartó su mirada con vergüenza, la posición era difícil y la vista de Seungmin aplastadora, pero luego lo vió nuevamente tras unos segundos de silencio.

—N-No me culpes por esto, es tu culpa por ser tan candente — le dijo, Jisung se confundió, pero luego dejó salir un sonoro gemido al sentir a Seungmin entrar en él de una sola vez, con fuerza y precisión.

A Jisung se le fue el aire, Seungmin siguió duro, sin parar, tan difícil de aguantar, y él, estampado contra la pared de esa forma, no tuvo más remedio que solo aferrarse a Seungmin.

—T-Te voy a romper, te llenaré de mis bebés hasta que ya no puedas más — le dijo, con su voz entrecortada del esfuerzo — te dejare sin caminar correctamente por un buen tiempo, te lo prometo, todos sabrán que te hice el amor tan deliciosamente.

—¡Ngh, despacio! ¡P-Por favor! — le pidió, entre jadeos y sollozos de placer, sintiendo que explotaría en cualquier momento — ¡E-Es
demasiado profundo, n-no puedo!

Pero Seungmin no atendió sus palabras, totalmente sumido en su placer.

Por otro lado, Hyunjin venía animadamente caminando por el pasillo, ya que los chicos habían tardado mucho, Felix lo había mandando a traerlos, porque era hora del postre.

— Chicos, es hora de comer past... — dijo en voz alta al llegar a la puerta, pero se congeló al escuchar los sonidos viendo desde dentro, tapándose la boca de la sorpresa.

— ¡Seung, p-por favor, m-más despacio! — gimoteo Jisung — ¡Ngh, dios! ¡Ah!

— Ups, creación de bebés en proceso — dijo Hyunjin riendo para si mismo, mientras se tapaba los oidos al alejarse de la escena — de todos modos ellos ya están comiendo postre jajaja.

Adentro la pareja no escucho a Hyunjin llegar y menos irse, Jisung solamente sintió su vista nublarse cuando al unísono a él, Seungmin derramó su esencia en su interior, dejandolos a ambos jadeantes y temblorosos.

Seungmin bajó a Jisung y lo aplastó en sus brazos rápidamente, sintiendo como Jisung igualmente le correspondía el abrazo, dejando sus pieles tocarse juntas, tan humedas y calientes al tacto.

—Te amo, Kim Jisung — le expresó, tan sincero que una sensación cálida se extendió sobre el pecho del mencionado — mucho, mucho, mucho.

—Yo más — le respondió él más bajito — mucho, mucho mucho, más.

Ambos compartieron un par de besos más, mientras recuperaban fuerzas y se limpiaban, luego salieron de la habitación para regresar con los chicos. En el camino la mano posesiva de Seungmin decoraba la cintura estrecha de Jisung, aún observando con una sonrisa como algunos chupetones hechos por él mismo se dejaban ver en su ropa y Jisung, sintiendo aún sus piernas sin fuerzas y su mente llena de las pecaminosas imágenes que no lo dejarian en paz por ahora.

Solo esperaba haber guardado el suficiente silencio para no hacer sido descubierto en su fechoría.

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©𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘_𝐇𝐀𝐍𝐍

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