feliz cumpleaños. a benedict cumberbatch 🤩💙
Izim0reau, gracias por darme la idea de la fiesta para el cap. Te quiero musho.
Un mes después...
Londres, 221 B de Baker Street.
- ¿cómo se ve? -pregunta Helen a Sherlock que sostiene un collar en la mano izquierda
- Demasiado escandaloso así que asumo que no es tuyo -responde Sherlock con hosquedad
- No, no lo es ¡es de la esposa de Venedict Cumberbach! -dice Helen emocionada
- ¿de quién?
- ¿no sabes quién es Venedict Cumberbach? -pregunta Helen incrédula
- No, ni idea -responde Sherlock haciendo como que piensa.
- El señor Cumberbach es uno de los mejores actores que te ha interpretado. ¿no has visto la serie Sherlock de la BBC?
- Si, pero la verdad es que es demasiado sentimental -responde Holmes sentándose en la cama
- Bueno, es que tú sabes que a los fans nos gustan esas cosas
- Mmm, ¿me decías?
- Oh ¡sí! Te decía que Venedict Cumberbach es un actor increíble, sin mencionar que se parece mucho a ti. Solo que él tiene los ojos azules y a veces verdes y tú los tienes...—grises -completó Holmes —mis ojos son grises.
- Si, exacto. Grises -repitió Helen boquiabierta.
- Y a todo esto... ¿por qué tienes tu el collar?
- Bueno, resulta que mi padre tiene contactos en Londres y se enteró que la esposa de un actor muy famoso estaba buscando alguien que puliera los diamantes de éste collar. Mi mamá a veces lo hace cuando tiene tiempo y por obra del destino, ésta semana no fue a trabajar, así que ella lo pulió y yo se lo voy a entregar ¡que genial! -explicó Helen
- Bueno, y como te dejaron traerlo.
- Resulta que si viajé después de todo hasta aquí y convencí a mi papá de que me dejara entregárselo yo ¿no es increíble?
- Entonces por eso no habías venido a verme en todo este tiempo -pensó Sherlock
Y era cierto. Helen no había ido a verlo en todo el mes por lo del viaje y Holmes se imaginaba muchas razones, pero jamás creyó que sería por ese collar.
- Ahora se leer mentes así que puedo decirte que sí, fue por eso que no vine en todo el mes
- Excelente. Así estarás casi a mi nivel -dice Sherlock con altanería
- Si, claro. Lo que tu digas-responde Helen con una sonrisa.
- A propósito ¿Cuándo se lo entregarás?
- Como a las 7. Hoy es el cumpleaños del señor Cumberbach así que lo usará en su fiesta -responde Helen con emoción
- Muy bien
- ¿puedes ir conmigo? Es que no conozco Londres tan bien como tu -pidió Helen con sutileza
- Bueno, creo que no tengo ningún caso...si...creo que...está bien, yo iré contigo -dice Sherlock haciendo como que lo piensa mucho
- Que bueno. Por un segundo creí que me iba a perder -responde Helen suspirando.
Si, claro. Como si ella se fuera a perder. Sabe a la perfección donde está el lugar para la fiesta, pero cree que es una buena oportunidad para Sherlock de conocer a el actor que lo representa mejor. Además, estar en una fiesta le hará relajarse por lo menos un poco.
- Por nada. Estaré listo a las 5.
- Perfecto. Yo estaré aquí unos minutos antes. Creo que Gleri va a venir así que...—¿Gleri? -le interrumpe Sherlock
- Si, Gleri. Asumo que ya sabes que es mi amiga ¿verdad?
- Si, por supuesto que lo se.
- Bueno, entonces vendrá conmigo ¿puede?
- Si, claro.
Helen hace una ligera inclinación de cabeza y guarda el collar en un pequeño joyero.
- Bueno, debo irme. Tengo algunas cosas que hacer antes de la fiesta. Nos veremos dentro de un rato -dijo Helen con alegría
- Si, nos vemos -respondió Sherlock levantándose de la cama.
Sherlock no sabía cómo despedirse y Helen se dio cuenta así que se acercó a él y le dijo
- Cuando alguien se despide de otra persona, o se dan un abrazo, un beso en la mejilla o simplemente una palmadita y ya. NO tiene mucha ciencia
- Mmm. No sé cómo hacer estas cosas -dijo Sherlock
- Ya vas a aprender -respondió Helen acercándose más.
Estaban tan cerca uno del otro que incluso podían sentir la tención en el ambiente. Sherlock, algo indeciso, cortó el espacio que lo separaba de Helen y le dio un pequeño abrazo.
Helen al no saber como reaccionar, solo le acarició el brazo con ternura y le sonrió.
Luego, se tele transportó a su casa.
Narrador, Sherlock Holmes.
Después de que mini Keller se fuera, me puse a revisar mi teléfono para ver si no había algún caso.
Mientras lo hacía, recordaba lo que esa chica me había hecho sentir.
Desde que se apareció con esas majestuosas alas doradas, hasta esa caricia en el brazo.
Siempre había sido un desastre con las mujeres y la verdad no me importaba mientras yo consiguiera lo que quería. Era un rompecorazones y cuando Irene Arler llegó, comprendí que las mujeres no eran como yo pensaba.
Eran listas, hermosas y podían destrozarte en cualquier momento.
Soy un razonador perfecto y mi cerebro jamás me ha fallado. Pero Mini Keller estaba haciendo que todo en lo que se basa mi carrera y mi persona fuera una total farsa.
Esa mujer no solo estaba confundiéndome, si no que también estaba enseñándome que
no todo en esta vida es el trabajo y yo. Esa mujer ¡esa mujer me estaba volviendo loco!
No había absolutamente ningún caso que necesitara mi intelecto en todo el maldito internet y ya estaba comenzando a ponerme furioso cuando de repente, escuché a alguien subir las escaleras.
—hola John ¿cómo estás? -dije intentando recomponerme
—muy bien. Supe que vas a acompañar a Helen a una fiesta. ¿crees que pueda ir contigo? -preguntó John con emoción.
Ay, mi amigo John. Siempre tan emocional con estas cosas
—si, si puedes. Me ayudarás a no perder la cordura -respondí por fin
—muchas gracias Sherlock -dijo con un brillo de emoción en sus ojos.
—por nada John, por nada -respondí con algo de amargura
La señora Hudson nos hiso el almuerzo y los tres comimos con tranquilidad.
Al parecer, mini Keller le había invitado a la fiesta también y algo me decía que esto se iba a poner interesante.
Todos nos vestimos y arreglamos y aunque John no tiene sentido de la moda, ésta vez se veía bien.
se vistió con una camisa blanca y un smoking azul y yo vestía un traje elegante de color blanco y gris.
La señora Hudson también vestía muy elegante. Llevaba un vestido largo color Nude y unos zapatos blancos.
Narradora, Helen Harrison.
Terminé de vestirme a las 5:30 y llamé a Gleri para saber dónde nos veríamos.
Mi familia y yo nos habíamos hospedado en un bonito hotel en el centro de Londres. El hotel Strand Continental y me encantaba sentir la tranquilidad de el lugar.
De ahora en adelante, ese sería mi lugar feliz.
Pero toda esa tranquilidad se fue por el canal del desagüe cuando las personas comenzaron a correr de aquí para allá serrando, recojiendo, limpiando, ordenando el hotel y organizarse para ir a la fiesta.
Helen, nos veremos a la salida de tu hotel. Ese fue el mensaje de mi amiga Gleri.
me terminé de pintar los labios y me puse el vestido.
Me había decidido por uno morado con flores azul cielo y unas zapatillas de tacón bajo de color plata y lo reconozco, no me había puesto ese vestido desde hacía mucho.
Me lo puse y aún se ajustaba a mi cuerpo como lo recordaba. Me quedaba un poco apretado de los hombros, pero era muy cómodo.
Sabía que solo me lo pondría para ésta ocasión.
Mis padres me dieron el visto bueno y salí de la habitación.
Llegué a la salida del hotel y unos brazos pequeños me estrecharon con fuerza
—¡Helen! ¡te ves hermosa! -dijo Gleri
—¡santo dios, tu también! -dije tocando su vestido.
—Es muy lindo ¿no? Es de color rojo pastel y las zapatillas son blancas y tienen una flor rosada -describió mi amiga
—¡me encanta!
—¡y a mi el tuyo! Hay amiga ¡como te extrañé! -dijo ella abrazándome de nuevo.
Yo hice lo mismo y cuando nos separamos comenzamos a caminar hacia Baker Street.
Gleri es una chica chaparra, de ojos color miel y nariz pequeña, Labios delgados y cara perfecta en mi opinión.
Su cabello es negro y lo llevaba en una trenza que le caía un poco por la espalda.
Ambas platicamos por el camino y ella me contó que está estudiando dibujo en una universidad de su estado.
Ambas nos conocimos en Wattpad, pero ella es de los ángeles y yo de Chicago así que no nos vemos mucho. Me sentí muy feliz de que estuviera conmigo en esa ocasión tan especial.
Llegamos a Baker Street y Gleri no dejaba de admirar todo.
La señora Hudson nos recibió con mucha amabilidad y le encantaron nuestros vestidos.
Caminamos hasta la sala y todo mi mundo se detuvo.
Amenadiel me había dicho que probablemente padre me diera el poder de ver, pero solo en los momentos que son muy especiales para mí y agradecí infinitamente que ese fuera uno de ellos.
Miré hacía en frente y pude ver a Sherlock sentado con su lánguida sonrisa.
Estaba vestido con un hermoso traje blanco con detalles en gris y unos zapatos negros.
Si hubiera tenido que pintar un cuadro, definitivamente lo pintaría a él.
Tuve que tragarme mis lágrimas porque no era el momento.
Pero sabía que no lo resistiría mucho tiempo.
Serré los ojos para no llorar más, pero Gleri y Sherlock se dieron cuenta.
—¿qué ocurre? -preguntó Sherlock
—ya sabes que ocurre. No me hagas decirlo -respondí intentando sonar segura
—tengo tres ideas distintas pero la verdad no lo se -dijo reflexivo
—Helen. Dime que pasa -pidió Gleri
—luego te explico -susurré.
Fui al baño para poder limpiarme las lágrimas y Gleri me arregló el maquillaje.
—¿segura que estás bien? -preguntó
—sí, estoy muy feliz -respondí sonriendo.
Y vaya que lo estaba.
- Está bien. Pero ya no llores porque se te va a correr el maquillaje otra vez -dijo ella
- No, te lo prometo.
Ambas salimos del baño y le presenté a Gleri al señor Holmes.
—es un placer conocerle -dijo Gleri estrechándole la mano con fuerza
–igualmente, señorita Brown -respondió Sherlock
Todos platicamos hasta que llegó la hora de ir a la fiesta.
Fue una de las mejores fiestas de todo el mundo.
Le entregué el collar a la señora Cumberbach y ella me dio las gracias.
Es una persona muy amable y se veía tan elegante.
El pastel, fue una delicia. Me dio pena preguntar de que era, pero lo amé por completo.
Y por fin, el momento más esperado de todos.
- Cariño, ella es la hija de la señora Harrison. La que me pulió el collar -dijo la señora Cumberbach mientras señalaba su collar
- Mucho gusto, señorita Harrison. Mi nombre es Venedict Cumberbach -dijo el actor con una sonrisa.
Enserio, tenía muchísima suerte de ver en ese momento
- Es un honor conocerle. Soy americana, pero me encantan sus series y quiero decirle que usted es mi motivación para estudiar idiomas y seguir mi sueño de ser maestra -dije casi llorando
El señor Cumberbach sonrió y me dio un abrazo mientras decía.
- Me da mucho gusto escuchar eso. Siempre e querido ser la motivación de alguien
- ¡ay, que lindo! Y por favor, llámeme Helen -respondí con muchísima emoción
- Y a mi llámeme Venedict
Dios, como me encantó escuchar eso.
- Gracias, Venedict.
Ambos platicamos sobre muchas cosas y me encantó saber que a el no le molestaba que yo fuera americana. Al contrario, le fascinaba conocer sobre mi país.
Y cuando supo que yo era débil visual, se le saltaron las lágrimas y yo casi me desmayo.
Tal vez veía en esos momentos, pero no podía dejar que sospechara. Si lo conocía un poco más tal vez se lo diría, pero eso jamás pasaría.
¿o sí?
También conocimos a sus hijos. Christopher Carlton, Hal Auden y Fin. Los tres una ternurita en mi opinión. Siempre me han encantado los niños y si eran hijos de mi actor favorito ¡aún más!
El señor Holmes, John y la señora Hudson conocieron a sus actores y todos estaban tan impresionados que no lo podían creer.
Todos, menos Sherlock que de vez en cuando discutía por vanidad con Venedict. Pero en general, se llevaban bien y hasta podía decir que serían buenos amigos.
La música era de los 80 y eso me encantaba. Todos bailaban y reían.
- ¿quieres bailar? -le pregunté a Sherlock cuando comenzó a sonar Can't fight this feeling de Reo Speedragun
- No se bailar -respondió
- Yo tampoco así que no importa -dije
- Está bien, pero solo una -accedió
Eso me pareció extraño porque nunca creí que fuera a acceder, pero no le tomé importancia.
La canción era un poco lenta, pero ambos intentábamos movernos al ritmo de la música.
Puse mis manos en los hombros de Sherlock e hice que se moviera conmigo. Tenía muchas clases de música así que por lo menos sabía seguir el ritmo.
Todos aplaudían y reían, y Gleri no dejaba de mirarme.
John tomaba fotos y la señora Hudson sonreía de la emoción.
Estaba nerviosa y podía notar que Sherlock también pero poco a poco eso se fue.
Narrador, Sherlock Holmes.
No lo podía creer. Esa canción representaba todo lo que comenzaba a sentir dentro de mi por mini Keller y no podía con los nervios.
Nunca había estado así y menos por estas cosas. Siempre dejé que mi cerebro me dominara y era imposible que ahora, todas esas veces que me repetía una y mil cosas sobre que los sentimientos eran inútiles y que las emociones no servían para nada, todas esas veces que le dije a John que no valía la pena enamorarse porque solo perdía el tiempo, todas esas veces que me negué a sentir algo por alguien...todo eso era una mentira.
mis pies temblaban, mi corazón latía muy rápido y mis manos sudaban. Intenté controlarlo, pero no podía. Mi cerebro estaba fallándome.
Narradora, Helen Harrison.
- ¿sabes que es lo mejor? -le pregunté gritando a Sherlock para que escuchara.
- ¿qué?
- Que puedo verte y a cada uno de ellos -respondí con alegría y el mismo tono de voz
- ¿qué?
- ¡que puedo verte y a cada uno de ellos! -repetí.
- ¿es enserio?
- Si, claro. Por eso casi lloro en Baker Street -expliqué
- ¡por dios santo! ¡es increíble! -susurró
- ¿Se los decimos a los demás?
- No, aún no. Esperemos a que termine la canción -respondió
Y así lo hicimos.
Todos aplaudieron y Sherlock me dio una palmadita en la mejilla mientras caminábamos.
Comenzó a sonar Live is life de Opus y Gleri y yo vailamos.
- Muy lindo el Venedict ¿no? -gritó para que la escuchara
- Si, demasiado respondí con una risa.
- Me hubiera gustado que te diera un beso Sherlock -dijo ella mientras se carcajeaba
- Si, mucho me lo iba a dar -respondí
- Lo se, lo se -dijo fingiendo desepción.
Cuando la canción terminó, ambas volvimos a sentarnos y después de un rato, comenzó a sonar I still haben't found what i'm looking for de U2y el doctor Watson tomó mi mano y fuimos a bailar.
El elenco de Sherlock se nos unió y al igual que la señora Hudson y hasta el mismo Sherlock.
Se resistió pero todos lo convencimos.
Ese definitivamente fue uno de los momentos más preciados de la fiesta y de toda mi vida.
Bailamos otras canciones como Crazi Little ting calld love de Queen, you should be dacing de Bee Gees entre otras.
Después, se reprodujo Human de The human league y Gleri, Sherlock y yo nos tomamos de las manos para seguir bailando.
Serré los ojos y me teletransporté a cuando Sherlock y yo nos conocimos y comenzaron a pasar lentamente todos mis recuerdos hasta ese día.
Mejor imposible.
Cuando me di cuenta, Sherlock y yo bailábamos solos al compás de la música y todos nos miraban pero a mi no me importó en lo absoluto.
No dijimos ninguna palabra. Solo disfrutamos el momento tanto como nos fue posible.
Venedict miró a Sherlock como dándole ánimos y ambos intercambiaron miradas cómplices por un minuto.
No tenía idea de por que pasaba esto pero de nuevo, no me inmuté. Bueno, tal vez un poco.
Cuando les dije a los demás que podía ver, me abrazaron y lloraron de felicidad conmigo.
Eso fue bellísimo..
Y después de mucho bailar, aplaudir, reír y hasta cantar, la fiesta terminó.
Nos despedimos de el elenco de Sherlock y de Venedict y su esposa para irnos a casa.
- Fue un verdadero placer conocerte Helen -dijo Venedict
- El placer fue todo mío, Señor cumber...es decir Venedict -respondí.
- Gracias por venir, chicos. Helen, dile a tu madre que le mando muchos abrazos y dale las gracias por haberme pulido el collar, quedó increíble -dijo la señora Cumberbach
- Yo le diré, no se preocupe. Y gracias a usted -respondí con una sonrisa.
- Gleri, ese vestido está precioso -dijo la señorita Louise Brealey
- Muchas gracias señorita Brealey. El suyo también lo está -respondió mi amiga.
- Puedes decirme Louise -dijo la señorita Brealey
- Gracias Louise ¡que honor!.
La señora Hudson nos ofreció quedarnos en Baker Street pero John no aceptó por Rosi y aunque Gleri y yo nos resistimos, al final nos convencieron.
- Pueden quedarse en mi habitación -ofreció John
- ¡aaaaah, muchas gracias! -dijimos ambas al mismo tiempo
- Por nada chicas -respondió el doctor Watson dedicándonos una sonrisa.
Oh baya, que persuasivos resultaron ser.
Entré al cuarto y de repente, mi visión comenzó a ponerse cada vez más borrosa hasta que estuvo como antes.
Fue increíble mientras duró
Me cambié de ropa y Gleri hiso lo mismo. Después de darle las buenas noches a todos, nos fuimos a dormir.
Happpi Virday ¡mister Cumberbach!
Es un gran honor escribir este capítulo y quiero decirle que si es una gran motivación para mi porque si quiero ser maestra de idiomas y su inglés me da la fuerza para lograrlo.
aún estoy graduándome de la secundaria pero espero poder serlo algún día.
Escuché por ahí que usted quiere aprender francés e italiano y si tengo la oportunidad, algún día le enseñaré.
También quiero decirle que lo admiro muchísimo y si está leyendo esto no olvide votar el capítulo.
Usted es un gran actor ¡y su papel de Sherlock es genial! ¡y no olvidemos a Doctor Strange!
¡Muchas gracias por existir!
Y éste mensaje, es para ustedes. Éstas canciones son para el inicio del cap hasta donde se van a la fiesta.
Las demás canciones y éstas las podrán encontrar en la plailist que les daré en los comentarios.
¡gracias a todos! ¡los quiero!
Histori de Beren Olibia.
Blue de Elina.
I don't mind if you don't mind (draft) de Elina.
The way a Friend wold de Heater Sommer.
You'll miss me someday de Tiler Adair.
Atención, porque esta canción es en donde Helen ve.
Let love in de Wravel.
Blames de John Adams.
It's you de Wrabel, Magical Tinker.
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