dulces sueños mini Keller
chicos y chicas, muchas gracias por su apollo. Izzim0reau, gracias por tus correcciones ortográficas.
Helen se encontraba en Baker Street vigilando a Holmes como había prometido.
Podía hacerse invisible para que el inglés no la viera, y eso le daba ventaja.
-¿así que un ángel se te apareció ayer? -preguntó el doctor Watson a Holmes
-si. Suena difícil de creer pero lo era. Y te aseguro que era hermosa -dijo Holmes suspirando.
Helen no daba crédito a lo que oía. ¡la había llamado hermosa!
-¿es una ella?
-si. Su nombre es Helen y alparecer es mitad humana
-¿humana?
-si. Pero es insoportable
Helen no lo resistió. deshiso la invisivilidad y extendió sus alas frente a Holmes
-con que insoportable ¿no?
Holmes se dsobresaltó y la fulminó con la mirada. Estaba vestida con un vestido azúl y unas zapatillas blancas
-¡Helen! ¡no deberías estar aquí! -dijo Holmes
-yo soy la que decide eso. Te dije que te estaría vigilando
-hay por dios, enserio eres insoportable
la chica bajó la cabeza y suspiró
-mucho gusto su celestial majestad. Soy...-ahórrese la presentación doctor Watson. Y puede llamarme Helen -dijo la joven sonriente.
-es un gusto Helen
-el gusto es todo mío doctor Watson
-suficiente de presentaciones. Helen, te quiero fuera de aquí ahora mismo -bufó Holmes
-si, claro. No voy a irme. Tu no me das órdenes.
-¡mini Keller! ¡fuera!
-vuelves a decirme mini Keller, y te juro que voy a...-tranquila Helen, yo lo haré entrar en razón. No se preocupe -susurró el doctor Watson
-gracias -dijo Helen apenada-creo que usted y yo seremos buenos amigos doctor Watson
-llámame John por favor
-¡mini keller! -dijo Holmes
-Sherlock, haces que pierda la paciencia. Creo que aún no te das cuenta de que solo quiero ayudarte
-¿ayudarme a que?
-¡a que entiendas muchas cosas! pero lo volveré a intentar mas tarde. Por ahora, debo irme.
la chica se tele ransportó a su casa de nuevo y el doctor Watson le dijo a su amigo.
-Sherlock, no deberías tratarla así
-de que hablas
-es una buena muchacha y solo quiere ayudarte. Además, es un ángel
-no la necesito en lo absoluto.
el doctor Watson sabía que si la necesitaba y su amigo es tan arrogante que no lo aceptaría. Pero no iba a darse por vencido.
-si, claro que si. No puedes ser tan idiota Sherlock
-a que te refieres
-tal vez ella te enseñe lo que yo no te pude demostrar pero lo entenderás muy pronto. Por ahora, creo que lo mejor será que intentes aceptarla
-bueno, está bien. Es una linda chica
-lo ves, te lo dije.
Helen se tiró a su cama a llorar desconsoladamente. No era posible que Sherlock la tratara de esa manera. Ella lo único que quería era ser un buen ángel para el y no esperaba que fuera tan cruel
-ánimo, no te des por vencida -dijo Amenadiel mientras secaba las lágrimas de su hermana
-Amenadiel?
-si, soy yo. Escucha. Se que el está muy malumorado, pero terminará aceptándote.
-¿como estás tan seguro?
-porque tu eres una chica que no se rinde. Ve allá y demuéstrale que no puede tratarte así
-¿crees que funcione?
-si, claro que si
Helen tomó aire y se tele transportó a el 221 B de Baker Street. El doctor Watson ya no estaba y eso le proporcionó mayor control sobre si misma.
-Helen, ¿que haces aquí? -preguntó Holmes
-demostrarte que no puedes tratarme así. Soy tu ángel de la guarda y vas a aprender a respetarme
Holmes la observó por un momento. Aquella joven era hermosa. No podía creer que se estaba enfrentando a el
-si, eso lo se. Puedo ser muy difícil a veces, pero te pido que me tengas paciencia -dijo Holmes tomando su mano para dirigirla a una silla junto a él
Helen, al sentir el tacto de Holmes, intentó mantenerse cuerda. Eran las manos mas perfectas que ella había sentido jamás.
-muy bien. Lo haré porque no tienes idea de cuanto me alegra escuchar eso
-no, no no no. Soy malo para expresar mis emociones pero no tanto. Esto no quiere decir que me agrades
-¿a si? -dijo la chica acercándose a el
-ajá. No me agradas aún
-pero a mi si -respondió Helen acarisiándo su hombro.
Holmes sintió un escalofrío. El corazón le latía muy rápido y sus manos temblaban ¿qué estaba pasándole?
-aléjate de mi mini Keller -dijo Holmes al sentir la mano de Helen
-¿por que me dices mini Keller? -preguntó Helen retirándo su mano
-por Helen Keller. Esa gran escritora
-aah, me lo imaginé. Pero no me digas así
-si, por supuesto mini Keller -Helen sonrió
-está bien. Voy a dejar que me digas así pero solo porque eres tu
Holmes también sonrió. No sabía por que, pero comensaba a agradarle aquella chica de ojos café.
ambos hablaron por un rato sobre distintos temas. Helen se mostraba felís y relajada.
y Holmes no había conocido a alguien como Helen. El también estaba muy felís.
-tengo sueño -dijo Helen
-mmm, ya deberías irte -dijo Holmes mirándola
-si, claro
Sherlock se dio cuenta de que no había sido muy cortés y dijo
-no, de hecho puedes quedarte si quieres
-¿enserio? ¿me lo dices enserio? -dijo Helen incrédula
-si, lo digo enserio mini Keller. puedes quedarte en el cuarto de John
Helen sonrió emocionada.
y-o...bueno...es que...está bien. Si -dijo por fin
-eccelente. Te ayudaré a subir -dijo Holmes tomando la mano de Helen
-gracias
ambos caminaron hacia el cuarto de el doctor Watson y al abrir la puerta, Sherlock le mostró el lugar a Helen.
-gracias. Creo que voy a dormir bien hoy -dijo ella con una ligera sonrisa
por- nada. Si me necesitas, estaré en el cuarto de alado -respondió Holmes intentando ser caballeroso
-ok. Buenas noches Sherlock
-dulces sueños, mini Keller -susurró Holmes
la chica se recostó en la cama y Holmes la contempló por un instante.
una extraña censasión surgió dentro de el. Por inercia, sonrió y salió de la habitación.
la chica se acomodó en la cama después de que Holmes se fuera. De repente, música de un violín comenzó a sonar y Helen sabía de que se trataba.
se sentía feliz de poder escuchar a Holmes tocando y en pocos minutos, se quedó profundamente dormida.
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