CAP. 1: El forastero de ciudad
Hola chicos!
Aquí vamos con el 1er capitulo bien loco~
Recuerden que pueden hacer fanart y enviarlos al correo [email protected] y así publicarlos al final de cada capitulo, dando créditos a los respectivos artistas~
PD: no olviden dejar su voto!~
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Los meses transcurrieron, nuevas apariencias se adquirieron y, la pronta llegada de una persona, removería toda esta historia.
-tengo que guardar estas bellezas en la maleta… ¡ahí estas!-
Un peli rojo, de piel pálida comenzaba a hacer sus maletas, de vuelta a su pasado ir. Vestía de camisa celeste y chaqueta de cuerina azul. Pantalones ajustados de talla perfecta, cinturón de cuero pistolero y botas, listo para la acción.
El viaje fue largo. El tren lento. La ciudad nueva a un pueblo viejo y abandonado…
-han pasado años desde que te vi la ultima vez, tía…- decía- de seguro ya debes estar casada y con muchos hijos, jaja-
Aquella foto fue su ultimo recuerdo, antes de haber ido por nuevas oportunidades.
A los minutos de haber partido de la estación, un joven de buen aspecto, se paseaba amablemente por cada puesto de cada vagón, un arduo trabajo se vuelve al ser mas rutinario.
-su boleto por favor, joven- solicitaba el muchacho, esperando pasar el papel por la máquina de validación-
-si, tome, amable hombre- al recibirlo, la maquina realizó un pequeño sonoro de aprobación y recortó a la mitad el papel, dejándole una copia al vaquero-
-muchas gracias, señor- dijo- que tenga un buen viaje~
¿AL MAS ALLÁ?
(EJEM, EJEM… CONTINUANDO…)
-el tren mas viejo que mis ojos han captado hoy…- decía para sí- mmm… me pregunto como estará mi hogar, mi infancia, mis recuerdos…-
-¿a dónde se dirige, señor?- el servicio de bebidas y refrescos estaba a la palma de su mano, quien no pudo evitar escuchar aquel comentario tan… “constructivo”-
-oh, a San Francisco, California- sonrió-
-oh, me han contado que allá hay varios pueblos vecinos que están desapareciendo…-
-¿d-desapareciendo?-
-así es…- se lamentó el vendedor-
-p-pero, ¿cómo?-
-la delincuencia aumenta, saqueando y arrasando con todo a su paso…-
-y… ¿q-qué pasa con el Sheriff?-
-nadie quiere serlo, porque esos vagos los…-
Aquella confesión le dio a entender al peli rojo que, la vida misma había que apreciarla y cuidarla como hueso santo. O eres el mas rápido del Oeste, o no te darán la oportunidad de decir tus ultimas palabras.
¿El vendedor habrá exagerado la realidad y a hecho que se convirtiera en una historia?; ¿o realmente esta tan mala la cosa como para que su tía lo mandara a llamar?; ¿y si la carta era un grito de auxilio, un llamado indirecto?
-tomaré ese riesgo…- confesó con cautela-
-¿usted será el nuevo Sheriff de San Francisco, verdad?-
-probablemente…-
-se nota que es un tipo serio, rudo y a la vez valiente- sonrió-
-los tipos como yo, también tememos, por eso nunca debemos confiarnos mas allá de nuestras capacidades…-
-oh, y también es humilde, por lo que veo- sonrió mientras sacaba una botella de whisky añejado, del mejor- tome, yo invito-
-¿d-de verdad?, p-pero…-
-tipos como usted ya no quedan, y…- miró con sigilo a los lados, para luego susurrarle- si usted puede hacer la diferencia y poner orden a esos desamparados pueblos sin ley…-
-comprendo…-
-cuando sea Sheriff…- dijo algo tímido y avergonzado- ¿vendrá a visitarme?-
-sería un honor volver a dialogar con usted…-
-Williams Wesley, Señor…-
-Colt Clay, joven- ambos sonrieron-
Por temas de trabajo, Williams debía seguir en su trabajo y, dejándole a Colt, éste miraba la botella de whisky…
-de la mejor, ¿eh?-
La miraba de un lado a otro aquella presentación, terminando por guardarla en su maleta.
Tras el vidrio, se podía notar la gran inmensidad de tierra semi-árida, extensa que abarcaba kilómetros y kilómetros; algo totalmente distinto a la ciudad repoblada y casi nada de vegetación por la explotación ambiental.
-si que huele bien este ambiente- decía al compararlo con toda la contaminación de las tierras lejanas-
Las horas pasaban y este forastero decidió tomar una placentera siesta sobre el acolchado asiento de cuero viejo y desgastado, pero aun útil.
El viaje en tren duraba 12hrs, ya que los pueblos mas lejanos estaban fuera del alcance de alguna capital. Por ende, si Colt partió a las 08:00hrs y recién tomó siesta a las 11:00hrs, ya estaría despierto para almorzar a las 15:00hrs; pero solo alcanzaron a ser las 13:00hrs, cuando un grito de auxilio, despertó al muchacho.
-¡¡¡AAAAAAAHHHH!!!-
-¡¿Q-QUE, QUE, QUÉ?!- el pobre sobresaltó de su sitio-
-¡¡¡ESTA MUERTO!!!-
Aquellas palabras alertaron al forastero, sacando de su maleta su cinturón de cuero y sus dos pistolas cargadas, puestas ahora a los lados de este, listo para la batalla.
Con cautela y sigilo, recorría los pasillos del vagón, aproximándose cada vez mas a las aflicciones de la gente, quienes pedían ayuda.
-¡espera, aun respira!- gritó uno-
-¡paren la hemorragia con una correa!-
-¡¿quién es usted?!-
-¡médico de vacaciones!-
En eso, una bala escapó de una escopeta, reventando el pecho de ese médico que fue obligado a jubilarse, pero al mas allá.
-¡agáchense!- el peli rojo ordenó antes de disparar al otro extremo de la habitación-
Alguno que otro desmayó, pero Colt ya había captado la silueta de alguien que comenzaba a huir. No dudó en ir a por él.
-¡alto ahí, en nombre de la ley!- disparó-
-Señor, ¿es usted el Sheriff?-
En ese instante, notó que uno de los heridos estaba su nuevo amigo Williams… desangrándose…
-No hay tiempo de conversar, solo atienda a los heridos- dijo , antes de alejarse de ellos.
“Me las va a pagar”
Pero en eso que estaba distraído, una bala le zumbó en el oído, pasando por al lado de él y haciendo una perforación en la vieja madera de la pared.
Tragó saliva y no tardó en cubrirse. Una risa se oyó desde el otro lado de la pared.
-ups, fallé, jajaja-
-¡mas vale que te entregues, en nombre de la ley!- volvió a exigir- ¡no me hagas tener que ir a buscarte!-
-¿ley?- volvió a reír- en estas tierras… ¡no hay ley!, jajajargh…-
Ahora fue el bandido, quien estaba distraído y no oyó los pasos silenciosos del forastero, recibiendo un golpe en la cabeza, con una de sus bellezas, quedando mareado.
-si que eres rudo, ¿eh?-
-ay…-
-¡¿por qué has venido a este tren a matar?!- exigía- ¡¿quién te envió?!- él prefirió guardar silencio y sonrió mareado- ¡habla o te meteré un tiro por donde mas te quepa!- hundía su pistola en la boca, mientras le jalaba la cabellera-
-¡g-go, go gog jagoh!-
-¡entonces, habla!- retomó su puntería, pero esta vez en la cien, hundiendo con firmeza, el arma sobre su frente- ¡habla o muere!-
-¡hazlo!- Colt le golpeó en la frente- ay, ay, ay, no, ¡basta!-
-¡entonces empieza a cantar!- hundía aun mas su pistola, girandola de izquierda a derecha como si escarbara en su piel-
-¡s-solo saqueamos los trenes sin ser vistos, esto fue solo un accidente!-
-¡mataste a inocentes, ¿de qué accidente me hablas?!-
-me descubrieron, no deben haber testigos, ¡debes comprender!- volvió a pegarle con su arma, pero esta vez le rompió la boca- ¡basta, ya te estoy respondiendo!- se desangraba por la herida en sus labios, teniendo dificultades para hablar-
-¡a quienes mataste, no volverán a la vida, ¿comprendes eso?!-
-vaaamos, no fue para taan… agh, ¡bo!-
-¡entonces dime, ¿quién es tu jefe?!-
-¡YO!- el sonido de una recarga, alertó al joven, mientras le comenzaban a apuntar con otra escopeta de doble cañón. Disparó, pero el movimiento brusco del tren le hizo disparar hacia el techo, oportunidad perfecta para el muchacho- ¡vuelve aquí, cobarde!-
-¡j-jefe, me muero…!-
-¡AGH!- se quejó- ¡juro que te encontraré y acabaré con tu vida, mal nacido!-
Dicho esto, se llevaron al herido y se bajaron del tren en movimiento.
-que terriiiiiibleeee….- suspiró aliviado el vaquero, viendo por la ventanilla del cómo se achicaban los malos- con que no hay ley en estos lados, ¿eh?-
-manos arriba, idiota- acomodaba la bala de su arma al mover el martillo, mientras le apuntaba en la cabeza-
-tranquilo, soy de los buenos…- obedecía con ambas manos en alto, mientras sostenía cada arma por separado-
-déjalas caer…- Colt obedeció-
-¿qué quieres de mi?-
-¡silencio, las preguntas las hago yo!- tragó saliva- tipos como tu no merecen vivir…-
De pronto, sin previo aviso, el silbato del tren sonó al mismo tiempo en que un trabajador levantó el arma de este desconocido, disparando al techo y forcejeando.
-¡tranquilo, él nos salvó la vida!- la voz de aquel joven…-
-¿q-qué?- volteó-
-que él es el nuevo Sheriff de este condado en California-
-¿q-qué?- ahora terminó por verle la espalda al forastero, que aun no bajaba las manos- ¡imposible!-
-él salió detrás de un bandido, de uno quien ya nos apuntaba, ¡yo lo vi, lo juro!-
-hum… es… ¿es eso cierto, tu?-
-ya te lo dije, soy de los buenos…-
-agh…-
-señor, ¿le molesta que él sea de los buenos?-
-n-no, no es eso…-
-¿entonces?-
-que esta situación se ha vuelto incómoda para mi…-
-tranquilo, es comprensible- Colt ni se inmutaba a moverse- pero le prometo que no le tendré algún tipo de mal hacia usted-
-hum…- las palabras calmadas del forastero hacían que el ambiente se apaciguara- lo…- recogiendo ambas pistolas del suelo- lo lamento…- y le extendió aquello, mientras que éste las recibía-
-no hay problema- sonrió y las guardó- solo espero que ya no hayan mas malos entendidos…-
-si… e-espere- le escaneaba el pecho- ¿dónde esta su placa de Sheriff?-
-de San Francisco me mandaron a llamar por ayuda, solo ellos sabrán mi destino…-
-por eeeesoo… dije que es el nuevo Sheeeeriiiiff-
-¡ya entendí!, ya… entendí-
-¿ahora si, no habrán mas malentendidos?- recalcó-
-s-si…-
-bien- volteó al trabajador- ¿cómo esta mi amigo Williams?-
-¿Williams?-
-si, el que ofrecía bebidas y refrescos, en este… ¿tren?-
-amm… teníamos uno hace una semana, pero… murió…-
-¡¿q-qué?!-
-su nombre era Richard, si no me equivoco… ¡e-espera, ¿a dónde vas?!-
Sin dudarlo, ya corría hacia la sala en donde se resguardaba la gente, pero…
-¡d-dónde están todos?!- en eso, notó que el tren estaba detenido- ¿ya llegamos?- los otros dos le venían siguiendo-
-¡señor Colt, señor Colt!- volteó-
-¿qué ocurre?-
-¡estamos en la estación de Colorado!-
-ah… eso explica de que “llegáramos antes”-
-según el protocolo…- decía el trabajador- cuando alguien requiere atención medica… si no hay nadie a bordo quien pueda ayudar…-
-se llegaría a la estación mas cercana, ¿no?-
-así es, señor Henry-
-mmm…-
-¡señor Colt, espere!-
La luz lo cegó por unos segundos al salir. Voces de auxilio pedían a gritos y pasos apresurados iban de un lado a otro, como si del fin del mundo se tratase.
El estómago del forastero resonaba ferozmente, pero no habría tiempo para ello, no sin antes entender qué estaba pasando y también, ayudar a los civiles.
Como el pueblo era pequeño, solo había un doctor y un policía local, quienes atendieron y tomaron declaración a cada pasajero que viajaba en el ferrocarril Wislord, el mas rápido del condado… bueno, en esos años si.
-así que Colorado, ¿eh?- miraba a los alrededores, donde había muy poca vegetación para contemplar- apenas estamos a casi la mitad del camino y probablemente llegaré tarde…- le crujía el estómago con mas exigencia-
El joven Williams no estaba por ningún lado. ¿Será que habló con un fantasma?, con muertes así… no le extrañaría. ¿O solo estaría soñando?
-mmMMmm…- respiraba el deleite de un manjar- pues este almuerzo se ve muy real como para ser solo un sueño- y no tardó en devorar la primera mordida-
Tres horas después pudieron partir recién. Colt estaba exhausto de ver tanta tragedia y de tener que dar tantas declaraciones…
FLASH BACK
-según la descripción que nos brindó…- decía el policía local- ¿este es el líder de los bandidos, aquella organización que dejó muertos en el ferrocarril transcontinental?- Colt asintió-
FIN DEL FLASH BACK
“Jamás olvidaré ese rostro”- pensó-
El forastero de ciudad dudaba si echarse una siestecita para pasar las horas o no, temía por mas víctimas y era su deber estar alerta.
-no puedo…- miraba constantemente por la ventana- uff…-
Al final, el silbato del ferrocarril dio aviso de la llegada a la ansiosa parada de la estación de San francisco, lo cual… nadie mas bajó por ser un pueblo casi extinto y sin prosperidad.
Entre las sombras, un carruaje aguardaba, solo para él…
-¿le ocurre algo, señor?- preguntó el que era desaparecido-
Aquel hombre miraba un papel, al peli rojo, al papel…
-es…- buscaba en aquel papel…- ¿es usted… Colt?-
-¿si…?- tomaba su equipaje dudoso y comenzaba a acercarse lento sobre el manto de la noche- ¿cómo sabe… mi nombre…?-
-me mandaron a buscarle…- el hombre le extendió el papel que resultó ser una foto- ¿es… usted?-
-¿u-una foto de niño?, ¡jajaja!- reía fuerte- de seguro mi tía se la dejó, ¿no?- afirmó- mire…- de su billetera, extrajo la que había guardado por muchos años y se la extendió a su futuro chofer sin paga- ¿ves?, esta mi tía y yo de niño-
-a-ah…- un suspiro de alivio y paz gobernó en el chofer de caballo- vaya… e-es… igualito…-
-¡pero mas hombre ahora!- posaba mientras ambos reían-
-y dígame, señor Colt- tomaba las maletas de este- ¿y como es la ciudad?-
-es muy grande…- miraba a los lados- tan grande, que…-
-¿si?-
-te podrías perder sin un mapa-
-oh… d-de seguro usted… ya se sabe el camino, ¿no?-
-si… estem… hablando de caminos y ciudades…-
-¿qué?-
-¿dónde esta el pueblo de San Francisco?-
-pues… esta a dos kilómetros de aquí… ¿por?-
-nosotros tuvimos una parada de emergencia en Colorado, y…-
-¿todo bien?-
-si, no hay drama~
-oh…-
-y… bueno, en aquella parada… recuerdo que había pueblo… ahí mismo, cerca de las vías, y… acá…- volvía a mirar a sus alrededores-
-¿si?-
-¡¿estamos en la nada?!-
-jajaja, tranquilo- el peli rojo miró confuso- antes, cuando las cosas en San Francisco eran muy buenas…-
-¿ya…?-
-quiero decir, en esos años… había oro…-
-¿q-qué?, ¿oro?-
-así es…-
-¡p-pero, eso es grandioso; digo, San Francisco debe estar en la gloria!-
-je… lo estaba…- aquella mirada baja, acompañada de una sonrisa llena de recuerdos se reflejó sobre su rostro-
-¿c-cómo?-
-San Francisco se hizo famoso, gracias a un mineral…-
-¿el oro?-
-si, y… literalmente…- aclaró su garganta- fue una época de oro…-
¡eso si que suena grandioso!... ¿qué?-
-el oro fue un mineral que llamó mucho la atención, y… San Francisco prosperó…- sacó la foto que tenía en su bolsillo- mira los trajes…- él sacó la suya y comparó ambas fotos- era una época en donde no nos faltaba nada y la población aumentó considerablemente- se lamentaba- habían tiendas muy bonitas y los, ah, bares, jajaja~
-¿los hombres eran buenos para el alcohol?-
-después de los duelos con la pistola, se iban a celebrar en calma. Todo era tranquilo y alegre…-
-¿hasta que…?-
-el oro se acabó. Las exportaciones se fueron a pique al igual que los pueblerinos…-
-¿y como rayos viven ahora?-
-solo viven de sus cosechas y de pozos. Ya no es famosa esta tierra-
-e-entonces, ¿para qué me habrá mandado a llamar mi tía si no hay mucho que hacer aquí?-
-yo soy el menos indicado para responder algo así…-
-a lo mejor quiere que la ayude con la mudanza o algo…- “¡¡casi muero por eso!!” pensó-
-ellos aman estas tierras y no quieren que este pueblo, ya casi fantasma muera…-
-¿e-entonces?-
-oí que quieren un Sheriff-
-¿Sheriff?, todos hablan de ello, la mala fama y maldición que conlleva tener ese título…-
-la niña que esta haciendo ese labor, o… que intenta hacer algo para proteger el pueblo… se llama Shelly-
-si… algo me mencionó mi tía Pam en la carta…-
-ella es el diablo mismo en persona…-
-¿es a quien debo capturar?-
-no, jajaja. Solo es la imitación barata de un Sheriff-
-oh… explica eso…-
-quiere ser Sheriff, pero nunca pasa la prueba del tiroteo…-
-¿por qué?, ¿no sabe usar el arma?-
-el otro día, de casualidad transitaba por ahí y… creo que es algo torpe y lenta. No es buena, ya sabes…-
-si es así… técnicamente se la comerían viva…-
-exacto, señor Colt-
-vamos, solo llámame Colt-
-esta bien, Colt- ambos rieron-
-así que Shelly, ¿verdad?- admiraba el río de estrellas sobre el cielo-
-si, y creo que… será algo de usted, no sé…-
-pues… trabajo solo. Siempre ha sido así…- estaba molesto por aquel comentario sobre el porvenir- además, no necesito ayuda de una pequeña niña torpe… sin ofender…-
-a mi ni me mires…- levantaba ambas manos a la altura de sus hombros- no mas te aconsejo que no seas su enemigo…-
-uff- suspiró- solo espero que no me manden a ser su niñera…-
-si, claro, lo que tu digas…- se detuvo- bueno… yo…-
-¿hum?-
-Yo llego hasta acá-
-¡p-pero, aun faltan unos cuantos metros mas?!-
-dicen que cuando entras a San Francisco… no vuelves mas…-
-vaaamos, deben ser solo las malas costumbres de campesinos…-
-a-además, te estuve esperando como tres horas o mas, no se…-
-el tren se retrasó por una parada urgente, ya te lo dije…- él no dijo nada- espera, es por temas de dinero, ¿no?-
-bueno, si, aparte, es mi trabajo, ya sabes…-
-bueno, bueno…- sacó su billetera y abrió el organizador de billetes- toma-
-oh, muchas gra…-
-¿qué ocurre?- miraba a su conductor como éste volteaba los billetes de un lado a otro, como si de inconformidad se tratase-
-¡estos billetes no son de Bison Note!-
-son estadounidenses…-
-¡Bison Note son estadounidenses!-
-ha-ha-haber, ¿de qué año me hablas?-
-amm… espere…- él sacó el último billete que le quedaba en su bolsillo- éste es…-
-mil novecientos cinto… p-pero, este billete esta caducado, mire el mío…-
-dos mil… ¿uno?-
-hasta para comprar boletos aceptan estos billetes-
-p-pero, aun podemos comprar boletos con estos billetes…-
-habría que averiguarlo mañana, mas temprano…-
-hum… e-esta bien…-
De mala manera, el chofer aceptó el paga americano moderno, sin saber que en sus manos poseía cincuenta dólares.
Colt tuvo que caminar hasta la entrada del pueblo… “¡este lugar esta desierto!”, pensó mientras refunfuñaba, lo cual se adentró un poco mas a fondo y pudo notar que brotaba luz en una casa. Llamó.
-a-aló- golpeaba, pero nadie salía-
-tía Pam... soy yo… su sobrino Colt…- pero nadie salió- hum… ¿qué fue lo que dijo ese hombre raro de la carreta?... ah, que este pueblo ya esta casi extinto y parece ya fantasma…-
-¡forastero!- el peli rojo volteó asustado, viendo como un loco hombre, con una pala que estaba bien alto, le acorraló contra la pared- ¡muere!-
-¡AY, MAMI!- éste cayó al suelo, asustado, ya que el aspecto del hombre era tenebroso y macabro, aparte, tenía sus dos pistolas guardadas en la maleta y el tiempo no le dio para poder usarlas. Era su fin…-
Una recarga se oyó aun mas fuerte en el eterno silencio y, en fracción de segundos, el disparo rezumbó por los oscuros cerros que se iluminaban apenas con las estrellas.
-¡alto ahí, par de imbéciles!- la voz femenina, una voz de autoridad hizo paralizar a ambos hombres- ¡Mortis, baja tu pala!- obedeció-
-¡p-pero, es un forastero que viene a asaltar!-
-¡¿qué?!- reclamó el blanco- ¡eso no es cierto, yo…!-
-¡silencio, bandido!- volvió a disparar al aire- ¡Mortis, deja de buscar excusas, no habrá un muerto aquí, como para que puedas hacer tu trabajo!-
-p-pero…-
-¡vete a tu cementerio, ahora!-
-¡de seguro en sus maletas tiene el botín que ha intentado robar!- insistió, lo cual, convenció a la muchacha-
-¡¿qué?!- reclamó- ¡solo es mi equipaje de viaje, ya que vengo de la ciudad y también…-
-¡silencio y abre tu equipaje!-
De mala gana, el peli rojo abrió el equipaje, teniendo que mostrar su vestimenta y parte de su ropa… interior…
-jajaja- reía el sepulturero- ¡lindos calzoncillos!-
-b-bueno, se nota que… tu ropa es… de ciudad, jajaja-
-gracias por darme este recibimiento…-
-¡¿qué?!- le reclamó la morena-¡ni creas que te quedarás en este pueblo, o si no, yo misma le pediré a Mortis que te envíe, directo a la tumba!-
-¡será todo un placer!- clavaba su pala en la tierra mientras que Colt encorvaba una ceja-
-bueno, lo que ustedes quieran, pero…- hizo caso omiso a su comentario- primero, quisiera hablar con la señorita Pam…- aquello, alertó a los otros, en especial a ella-
-¿l-la conoces?-
-por eso es que estoy aquí-
-Mortis, ve a llamarla…- él obedeció- y… ¿solo hablarás con ella?; porque niñitas de ciudad como tu, no queremos que estorben, ¿si?-
-ok, lo tendré en cuenta- ni se inmutó a su comentario-
-¿y qué necesitas de Pam?- ella curioseaba-
-me mandó a llamar, ya que necesitan ayuda con ciertos bandidos, y... una tal Shelly, que desea ser Sheriff, pero es muy torpe y lenta, no sé… creo que necesita mi ayuda o algo así…-
-¡hola, buenas noches!- un hombre delgado apareció en medio de ellos dos- tu debes ser Colt, ¿verdad?- asintió- veo que ya conociste a Shelly, ¿no?-
-¿S-Shelly?- una gota rodó por su frente-
-si, ¿no es genial?- pero ella no decía nada- no solo eso…- dirigiendo la vista hacia la peli negro- Shelly, él será tu compañero desde hoy en adelante~
-¡¿QUÉ?!- ambos dijeron a coro-
-¡n-no puede hacer eso!-
-claro que si, soy el alcalde y la situación amerita a que necesitamos toda la ayuda posible-
-¡p-pero, yo trabajo sola!-
-yo también trabajo solo; digo, no la necesito…-
-desde ahora no, muchachos-
-¡no trabajaré con alguien quien me ha insultado, diciendo que soy torpe y lenta!-
-¡p-pero, el hombre que me trajo en su carruaje desde la estación me ha comentado aquello. A-Además, tú me hiciste abrir mi maleta y viste mi ropa interior descaradamente!-
-a-a, pos, tenía que asegurarme de que no estuvieras asaltando y llevándote algún botín!-
-¡claaaro, solo, apenas con dos maletas, cansado y sin caballo para huiiiir, seguuuuro-
De pronto, unos pasos delicados y apresurados se oían aproximar al encuentro…
-¿por qué hay tanto escándal… ah?- el joven de espaldas, volteó hacia ella…- ¡Colt!-
-¡tia Pam!, tantos años que han pasado, y…- la admiraba- ¡sigues igual de hermosa!- la menor balbuceaba-
-¡ay, no exageres, hijo!- ella era la que lo escaneaba ahora- vaya…-
-¿qué?-
-estas todo un hombre ahora, wou…-
-vaaamos, ahora eres tu la que exageras, tía, jajaja-
-si que eres todo un potro ahora, ¿verdad, Jacinto?-
-así es, pero no me llames por mi nombre, me apena…- todos rieron, menos la peli negro que deseaba asesinar en ese mismo instante al entrometido de ese tal apuesto extraño-
-bueno, yo les dejo, ya es tarde…-
-p-pero hija, ¿tan temprano?- decía la señorita- Colt acaba de llegar, digo…-
-ya le dije que serán compañeros-
-me alegro mucho que ahora no estarás sola, querida-
-si… quédate~ encorvaba una ceja tras una sonrisa molesta el forastero-
-¿ves?- le suplicaba la pobre- vaaamooos… dale una oportunidad y conócelo…-
-hum…- llevándose unos segundos para responder- e-esta bien, pero solo unos minutos-
-¡perfecto, vamos entonces!-
-¿señorita?- el peli rojo extendía su antebrazo caballerosamente, para guiarla a donde fuera que el destino les llevara, pero ésta ni se inmutó a verle y, con la frente bien alto y desprecio, siguió su camino, dejándole atrás- bueno, como guste señorita jaja- ella rodó los ojos-
-tranquilo, hijo…- decía el alcalde, golpeando la espalda del peli rojo- es un poco difícil, pero es una buena chiquilla…-
-vaya forma de conocernos, digo… vio mis calzoncillos, ¿no?-
-jajaja-
-¡tenía unos de color rosa!-
Todos se dirigieron a la casa de la señora Pam, un lugar acogedor… antiguo…
-y… ¿dónde esta la luz?-
-idiota…-
-¿qué?-
-n-no tengo fósforos…-
-¿fósforos?, ¿para qué?-
-para quemar tu falsa cabellera…-
-¿cómo?-
-¡listo!- celebraba el alcalde-
-¡bravo, bravo!- aplaudía la señora- ¿cómo?-
-tenía fósforos en el bolsillo y… bueno, lo importante es que ya tenemos luz-
-¿es… enserió?- todos miraron extrañados- digo, ¿no tienen luz?-
-esta es la luz, cariño-
-seguramente la ciudad debe ser muuuuy iluminaaaadaaaaa…-
-así es, querida Shelly- decía orgulloso y en tono burlesco- allá se usa electricidad y es… grandioso…-
-¡ja!, de seguro, al ver este pueblucho, querrás irte, ¿no?-
-noup, jejeje; al contrario…- miraba de un lado a otro en cada par de ojos y con confianza- alcalde, tía Pam…- tomó las manos de los mencionados- con su debido respeto y de su posible aprobación…-
-¿si?- dijeron al unísono-
-¿les gustaría que les ayudara a mejorar el pueblo… así mismo como esto… de la electricidad y otras cosas, quizás?-
-¡¿qué?, no!- el resto la miraron extrañados- digo, no…-
-¿qué pasa, cariño?- la tía le acariciaba el hombro-
-el pueblo ya es especial, tal y como es…-
-pues, se nota…-
-¡basta Colt, basta Shelly!- ambos se espantaron con las palabras del varón- ¡parecen niños, contrólense!- ambos callaron avergonzados- miren, agradezco sus opiniones, pero, no los escucharé si siguen peleando, ¿vale?- asintieron- solo…- suspiró- pongan de su parte. ¿no ven que estamos en decadencia y esos delincuentes… uff…-
-hey, tranquilo…- el peli rojo palmeaba la espalda del mayor- no insistiré con el tema, solo cuando desee saber de ello lo diré, y… pondré de mi parte para llevarme bien… con ella…- la miró y esta lo despreció-
-bueeenoooo…- suspiró otra vez, pero mas exhausto que antes…- es difícil llevar toooda la carga como alcalde…-
-es verdad chicos, he estado a su lado y he visto cómo tiene que trabajar, dar la cara, enfrentar situaciones… uff…-
-yo también he estado a tu lado, tío- ella le abrazaba con mas ganas para darle celos al forastero-
-lo sé, mi pequeña Shelly… lo sé…- sonrió- pero esos delincuentes me superan…-
-aaah, pues… ¡ya no mas!- todos se asustaron al ver caer una maleta sobre la mesa de madera. La abrió- les presento a mis bellezas~
Ambos adultos se asomaron a ver el brillo de dos pistolas de lujo. Su mantención deslumbraban en hermosura, tanto, que la misma morena abrió los ojos, pero, al ver el rostro de Colt sobre ella y, que este levantara sus cejas dos veces a ritmo, junto a su sonrisa de confianza, claramente le volvió a despreciar, pero de brazos cruzados.
-¿les haces mantención constante?-
-son mis bellezas, no hay nada mejor ni mas hermoso que ellas~
Mientras que ellos conversaban sobre armas, Shelly se sentó a unos cuantos metros mas allá, en uno de los sofá de tela y madera, dándole la espalda al resto, dejando su escopeta sobre sus piernas, una… sucia y vieja escopeta…
-tu eres linda para mi- susurraba mientras acariciaba su arma- y útil…-
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