🌼 ፧ CAPÍTULO TRES:
¿quien es esa chica...? 🌾
      

IDARA ABRIÓ SU CASILLERO bajo la atenta mirada de Cameron. Abrió la mochila sacando la polera.

— ¿Tú tenías mi polera de Rolling Stones? ¡Estuve más de una semana buscándola! — Chilló Cameron, sacándose la polera sucia dejando a la vista sus abdominales.

Idara se sonrojo mirando hacia otro lado, aunque ayer los había tocado en su sueño.

Piensa en la Biblia, Idara. En la Biblia.

— En mi defensa, nunca preguntaste Cam. Además, tú me la prestaste ese día que me quedé en tu casa.

— Tienes razón. Bueno, ya pasó. — La chica cerró su locker, mientras acompañaba a Kweller a guardar la ropa sucia. —. ¿Qué te había sucedido ayer en el baño, Dara?

Aquella pregunta la tomó por sorpresa, sintió el calor aumentar por todo su cuerpo, debía estar sonrojada a más no poder.

— ¿Estás bien? — Preguntó al ver a la chica roja, puso su mano en la frente de ella. — Estás caliente, Dara. ¿Necesitas algo...?

— S-si, lo estoy. Es que ayer en la ducha me estiré por eso ese gemido, que en realidad era un quejido. Lamento que se haya escuchado como otra cosa. — Su corazón dolió, no le gustaba nada mentirle a Cameron.

El chico asintió no volviendo a tocar el tema, aunque le extrañó aquello no quiso volver a preguntar. Ambos caminaban hacia una mesa, Idara llevaba una manzana en la mano, que había sacado de la casa de Cameron. Así es, habían pasado la noche juntos, gracias al todopoderoso que no tuvo otro sueño húmedo con él; Al despertar está mañana vio a Cameron jugando con su cabello, quién al verla despertar sonrió.

— Buenos días, preciosa. — Sonrió juguetón, depositando un beso en su mejilla.

— Buenos días, lindo. — Siguió el juego la rubia, el chico la tenía abrazada en la misma posición que habían dormido. Le sorprendía aquello, ya que cuando dormía sola terminaba con cama toda desordenada.

Amaría despertar así toda mi vida, pensó la rubia.

— ¿Iremos a ver a Belle y Gilly? — Preguntó emocionado Cameron, tenía aún amor por los caballos que era impresionante.

— ¡Obvio! Amo ver a Belle. — Sonrió emocionada. — Aunque a ella no le guste verte a ti. — Cameron la observó entre cerrando los ojos, Idara empezó a reír sin control.

Recordó cuando hace algunos años el castaño se puso a llorar cuando se enteró que los unicornios no existen. Entre lágrimas ese día le dijo: —¿¡Qué hay de Rarity de My Little pony!? ¿¡También es mentira!?

— Sí, Cam. También es mentira, lo siento mucho. — Idara abrazaba con fuerza al chico, limpiando sus lágrimas.

Cameron llevaba bastante rato tratando de obtener la atención de su mejor amiga.

— ¡Idara! — La nombrada lo observó, saliendo de sus pensamientos.

— ¿Qué sucede?

— Llevó hablándote hace rato y no me prestaste atención. ¿En qué piensas?

— Estaba recordando cuando te enteraste que los unicornios no existían. — La expresión de Cameron pasó a una sería totalmente.

— Acordamos no mencionar eso hasta la muerte, Dara. — Le recordó, ambos habían jurado ese día, habían cerrado ese trato con la garrita. ¡Era importante! —. Te decía si vas a hacer el programa de Viktoria.

— Sí, debo hacerlo. Porque si no lo hago podría perder la competencia, además ya no hay tiempo para hacer otra coreografía o elegir otra canción. — Aquello era verdad, no perdería contra Riska por un programa que no le gustaba. —. Por lo menos la canción es linda.

— Estoy orgulloso de ti, Darita. — Mencionó Cameron, pasando su brazo por su cuello para tenerla abrazada.

Idara disfrutó de aquel abrazo, oliendo todo su perfume. Miró a lo lejos viendo a una chica observarla con los ojos entrecerrados, lo dejo pasar, tal vez no veía bien a causa del sol.

— ¿Puedo escuchar la canción? — Cameron le hizo unos ojos de perrito, que la rubia no pudo resistirse. — Por favooooor, Darita de mi corazón. ¡Di que sí!

— ¡Esta bien! Pero no le digas a nadie, es sorpresa aún. Mis padres no saben nada. — Sacó su teléfono, pasándole un audífono a Cameron para escuchar la melodía.

Al reproducirla no imagino estar con él, siendo de lo que trataba aquella canción.
Eros, el amor sexual y la persona que despertaba todo eso... estaba abrazándola en ese mismo instante, si la cordura no existiera se lanzaba a los brazos de Cameron para besarlo sin parar. Kweller no negaba que aquella melodía era preciosa, imaginaba a Idara bailar con aquella sensualidad y belleza que representaba. Cuando terminó la canción, Cameron estaba sorprendido.

— Es hermosa la canción, Dara. No puedo creer que trate de eso.

— Al menos no tuviste una erección con mi canción, como la otra vez. — Recordó empezando a reír, Cameron la abrazo por nerviosismo.

— Tú hoy estás quemándome, llevas dos. — Le susurró al oído, por aquello su corazón empezó a latir rápidamente.

Fowler volvió a mirar hacia la castaña de hace un rato, quién tenía la misma expresión en su rostro. ¿Qué le sucedía?

— Cam, ¿Quién es esa chica que tanto nos mira...? — Idara apunto discretamente y Cameron observó sin ser disimulado, la chica al ver que él la miró se fue inmediatamente.

— Ni idea, tampoco me interesa. Tú estás aquí, así que no me importan los demás. — Confesó, depositándole un beso en la mejilla a Idara. — No le digas a Nisha que dije eso, nos mataría.

— Corrección, te mataría.

( . . . )

Viktoria sonrió al ver llegar a Idara junto a Cameron, a veces estaba que los encerraba en una habitación hasta que confesaran sus sentimientos. ¡Eran el uno para el otro, estaban destinados a estar juntos! Era como si el hilo rojo se tratara de ellos, la sacaban de quicio ambos jóvenes.

— ¿Vendrás por mi? — Preguntó la chica sacando el bolso de la parte trasera. Se dio la vuelta apoyándose en la puerta del conductor, el chico bajo la ventana para que pudieran hablar.

— Sí, pero iremos a tu casa porque ya veo que tú padre me va a buscar con un rifle porque no has aparecido por allá.  — Bromeó Cameron, Idara se acercó a él besándole la mejilla. — Que te vaya bien, Dara. Cuídate, concéntrate. Y no olvides que te quiero muchísimo.

— Muchas gracias, Cam. Nos vemos más tarde, cuídate, yo también te quiero muchísimo. — Se despidió empezando a alejarse de la camioneta. Viktoria la veía con picardía. — Hola, Vik. ¿Por qué me miras así?

— Hola, Dara. Él necesita urgentemente un date cuenta amiga, ¿Puedo golpearlo? — Viktoria e Idara entraron a la pista, mientras la chica estiraba.

— No, me niego a que lo golpes. Además, quería informarte que haré el programa de Eros. — Viktoria se emocionó comenzando a saltar. —. Quiero que sea sorpresa aún que se revele el día de la competencia, ninguna palabra a mis padres, a nadie.

— ¡Me alegro que vayas aceptado! Aunque de cierta manera estabas obligada, entonces nuestro programa está bajo secreto. Supongo que... ¿Cameron ya lo sabe?

— Sí, lo sabe. Aunque te odio por el mal rato que me hiciste pasar en su casa. Por tu culpa y tu Eros.

— No me digas que Cameron y tú... — Viktoria se apoyó en una pared, por la sorpresa. — Me voy a desmayar.

— No, ojalá eso hubiera pasado. Estuve todo el día pensando en tu Eros y como demostrarlo, que cuando me fui a bañar en su casa, en el baño que está en su habitación. Soñé despierta, y soñé que lo hacíamos, lo peor de todo eso es que me escucho gemir. ¿Puedes creerlo?

Viktoria empezó a reír sin control alguno, a la mujer le salían lágrimas de los ojos. Cruzó las piernas por miedo que se pudiera orinar de la risa. Idara entrecerraba sus ojos, mientras se colocaba los patines.

— Eres imposible, Viktoria.

— Idara, pero Idara. — La mujer reía más controlada. —. Eres un sol, Dara.

— ¿Terminaste de burlarte de mi?

— Creo que sí. Ya mira recuerdas la coreografía, debido a que es extensa tiene en total cuatro saltos, en primero es un Águila, seguido de un Triple Axel, seguido de Salchow cuádruple, un toe-loop cuádruple seguido de uno triple. La dificultad está en el baile, y el los saltos en la segunda mitad del programa, porque estarás más cansada, etcétera. Si no clavas todos, no importa porque tú enfoque será la actuación, obviamente los saltos.

Idara entró a la pista junto a su entrenadora, recordando como se había sentido en aquel sueño, de manera increíble el calor de su cuerpo había aumentado. Al empezar la canción recorrió con sus manos su cuerpo, como si fuera Kweller quien la estuviera tocando.

Piensa en Cameron, te verá bailar de esta manera.

El programa estaba dividido en dos, primero era la coreografía y segundo los saltos, aquello era algo muy arriesgado ya que al estar en segunda mitad normalmente se notaría más el agotamiento de la patinadora, esa era la complejidad. Viktoria se tomó un descanso del patinaje luego de ganar el Grand Prix Mundial en el que solamente competía gente de su edad, al ver que Idara ganó en el Grand Prix Junior decidió entrenarla; la mujer sabía ballet había aprendido a bailar para añadirlo a sus programas y valió la pena completamente. Su entrenadora notó que la rubia había encontrado su Eros, tenía esa chispa que hace algunos entrenamientos anteriores no estaba, muy bien sabía que Cameron Kweller fue el causante de aquello. Viktoria rezaba porque el castaño no le gustará alguien más, porque lamentablemente el corazón de Idara era muy dependiente del de Cameron, no le gustaba eso pero lo comprendía, siempre habían estado juntos después de tantos años sería imposible que no estuviera esa dependencia.

Comparado con el baile de ayer, este tenía el toque de Eros que Viktoria tanto buscaba, Idara le había dado justo en el clavo, superando las expectativas y ¡Lo había hecho asombroso! Idara Fowler tenía un gran talento sobre el hielo, demostraba que la pista era su hogar, su territorio, por esto es que era ganadora.

— Idara, ¡eso fue maravilloso! — La mayor se acercaba hacia la chica emocionada para darle un abrazo lleno de orgullo.

— ¿Lo logré? — Al ver a Viktoria asentir con felicidad, gritó de emoción. —. No creí que lo haría, Vik. Nos hemos superado ambas con este programa. Lo único que debo decir que agregar los saltos a la mitad, es algo espartano.

— ¡Lo es! Pero la idea es que vean tu potencial, en el inicio, o en el final. Lo importante es que destaques como siempre, Dara.

( . . . )

Cameron aparcó la camioneta fuera de la casa de los Fowler, bajó sus cosas ya que hoy se quedaba con Idara. La rubia bajó sus cosas, con su llave ingresó a la casa. Dominic y Camille al notar que había llegado su hija la observaron seriamente.

— Hasta que te dignas a traer a mi hija a casa, Cameron. — Bromeó el rubio algo sarcástico.

— ¡Idara Fowler! — Exclamó su madre con enojó, ya que la menor no fue capaz de avisarle que se quedaría con Cameron. —. Te voy a matar, yo misma. ¿Cómo no sé te ocurrió avisarnos que te quedarías con Cam? ¡Casi nos matas del susto!

— Si no fuera por la abuela de Cameron, tu madre estaría buscándote por cielo, mar y tierra. Ya que fue ella quien nos avisó donde estabas. — Informo Dominic mirando a su hija detenidamente. — Te agarraría a patadas por el susto tremendo que nos hiciste pasar, rubia.

— ¡Hey! No me digas "rubia" como insulto, porque sabes que lo saque de ti, papá. — Dominic se ofendió, mientras Cameron reía atrás de la familia.

Amaba a esta familia, eran tan divertidos, Dominic y Camille Fowler siempre lo habían recibido con las puertas abiertas de su casa, se preocupaban del menor ya que al igual que Idara, él pasaba mucho tiempo en la casa de ellos. Dominic sabía que Cameron Kweller siempre buscaba el bienestar de Idara y viceversa, era por eso que le tenía bastante confianza al joven, porque si no fuera así, nunca dejaría a su hija dormir con él. Además, vamos, el mayor de los Fowler muy bien sabía que Idara estaba enamorada de Cameron, era bastante notorio porque él tenía la misma cara cuando se enamoró de Camille, aquello era una broma cotidiana cuando no estaba el chico, ya que sus padres amaban molestarla con el castaño.

— ¡Pasando a noticias más importantes! ¿Adivinen quién ya tiene listo su nuevo programa? — Cameron apunto a su amiga, la cual asintió orgullosa. Sus padres al oír esto, formaron una sonrisa más grande que la del gato de Alicia. Un poco aterradora pero lo importante era que Idara estaba lista —. Sí, ¡yo!

— ¿ES EN SERIO? ¡IDARA SI ME ESTAS MINTIENDO TE CASTIGO! — Gritó su madre emocionada, quién apretaba el brazo de su esposo con fuerza.

— Es totalmente en serio, mamá. — Idara se caracteriza por bromear bastante con sus padres; sus progenitores desconfiaban un poco de las noticias importantes de su hija, debido que sucedió una vez cuando bromeó que rompió la televisión.

Qué día de ver furiosa a su mamá, aquella mujer era como la explosión de un volcán.

— Yo lo confirmo esta vez, no es broma. Va a ser increíble. — Afirmó Cameron

— ¡Cam! Bueno él tiene razón, va a ser increíble. — La menor de los Fowler salto de emoción, mientras que sus padres envolvieron en un abrazo a los dos adolescentes.

— ¿Qué canción es? — Camille hablo ilusionada, a la mujer le brillaban los ojos.

— Es sorpresa, lo sabrán el día de la competencia.

— ¡Vamos, Idara! Dinos. — Suplico su madre.

— Nop. — El castaño sonrió con burla hacia los mayores, quienes se dieron cuenta.

— ¡Él lo sabe! — El rubio lo apunto con indignación—. Me siento totalmente ofendido, prefieren a Cameron antes que a su bello padre.

— Sí. — Bromeo la chica haciendo que su padre quisiera golpearla, pero no lo hizo.

— ¿Cam se queda? — Cambió el tema la progenitora; ambos chicos eran tan dulces juntos. Idara asintió sonriente. —. Entonces, ¿vemos una película?

— Me parece una buena idea, ¿qué opinan los demás? — Cameron e Idara tenían la última respuesta.

— Está bien. — Hablaron al unísono, al notarlo se rieron entre si.

( . . . )

La mañana siguiente ambos jóvenes fueron al establo, Belle estaba feliz de ver a la rubia, no podría decirse lo mismo sobre la presencia de Kweller allí. Estaba seguro que si algún día, se le ocurría montar a la yegua esta lo sacaría volando por los aires. Por lo menos era sincera, mostrando su desgrado por el castaño con cabello largo. Después fueron por Brin quién estaba feliz de verlos juntos, la menor de los Kweller esperaba que su hermano hiciera un movimiento por su mejor amiga, pero aún no lo hacía... Le daban ganas de golpearlo hasta dejarlo sin consciencia. La camioneta azul se acercaba cada vez más a la escuela, al momento de estacionar la castaña que ayer miraba mal a Idara se apareció al frente de ellos con una sonrisa y saludando.

— ¿Qué mierda...? — Musitó Kweller confundido.

— Esa es la que nos estaba mirando mal ayer, Cam. No sé su nombre. — Informo Idara mirando extraño a la chica.

— Bueno, yo sí lo sé, es Padgett Sawyer, es bastante popular. — Les dijo Brin a los chicos.

Cameron e Idara bajaron del vehículo, Padgett fijó su vista en el castaño ignorando por completo a la rubia. Idara rodó los ojos.

— Hola. Cameron, ¿verdad? — Preguntó la castaña sonriente.

— Sí, ¿puedo ayudarte en algo? — Idara paso por el lado de la chica para situarse junto a Cameron, quién pasó su brazo por el hombro de Idara.

La cara de Padgett se desfiguró por completo al ver esa acción.

— Soy Padgett. Estábamos juntos en la clase de español de la señora Parker. ¿Te acuerdas? — Se presentó tratando de ser amable pero cada fibra de su cuerpo quería borrar a esa rubia del mapa.

— Sí, eso creo. — Idara solamente quería reír, porque sabía que él no lo recordaba.

— Hola. — Padgett habló en un español no tan perfecto, le había faltado prestar atención en esa clase.

— Hola. — Saludo el chico incómodo por aquella conversación.

— Buenas épocas. — Cameron e Idara se dieron la vuelta, empezando a alejarse.

— Espera, ¿Adónde vas? — Padgett solamente preguntaba por Kweller; estaba siento molesta al ignorar a Idara de esta manera, parecía que no tenía buenos modales, lo peor de esto es que Kweller aún no lo notaba.

— Creí que habías terminado. — Aquello estaba siendo una total tortura para ambos chicos.

— No, lo siento. Estaba preguntándome, eres fotógrafo, ¿cierto?

Había algo en el tono de Padgett que Idara le hacía no confiar en ella.

— Sí.

— Entonces, la semana que viene lavaremos autos...

— No. — Respondió tajante el chico y Brin quién estaba detrás de la castaña le hacía señas a su hermano.

— No me dejaste terminar. — Comentó la chica, tratando de evitar mirada de Fowler.

— Lo siento, termina.

— Necesitamos que alguien tome fotos para la escuela.

— No. — Brin rodaba los ojos al notar lo pesado que estaba siendo Cameron.

— Pero recaudaremos fondos.

— ¿Para qué? ¿Es contra el cáncer o el desamparo? — Preguntó Cam, no esperaba que le dijera que era por alguna de estas causas. Era notorio que sería para una estupidez.

— En realidad para el baile.

— Bien. — Cameron se burló, nunca se planteó ir a ese baile, de hecho hasta lo había olvidado.

— ¿Es gracioso? — Padgett estaba confundida, ¿Qué era de malo el baile?

— No, en realidad es triste, pero buena suerte con eso. — Cameron e Idara se fueron en la misma posición, y el chico le besó la frente.

Sawyer apretó los puños con fuerza, necesitaba demostrar que podía crear otro Jordan. Tal vez... Tendría que sacar a Idara Fowler del camino, como fuera posible.

— Oh dios mío, lo siento mucho por él. Es así con todo el mundo, bueno... Excepto por Dara. — Brin sentía vergüenza de como su hermano había tratado a la chica.

— ¿Cómo lo conoces? — Preguntó extrañada, ¿tendría que eliminar a otra chica del camino?

— Es mi hermano. Solo sanguíneo. Mira, prefiero que no se sepa.

— Lo siento, creo que no... — Padgett nunca había notado a la chica hasta ahora.

— Brin Kweller, segundo año. — Se presentó la chica con una sonrisa, estrechando su mano. — Quería decirte que creo que eres increíble, lo que te paso fue horrible. Jordan es un idiota. —  Sawyer hizo una mueca, aún no quería por nada de ese imbecil. — Al menos que regreses con él, en ese caso...

— No, está bien. Es un idiota. — Afirmó, empezando a caminar con la pequeña rubia. — ¿Tu hermano también?

— No, no es un idiota, pero es un poco misántropo.

— Lo noté. — Padgett entregaba afiches sobre que iban a lavar autos. — Si no le gusta la gente, ¿Qué le gusta?

— Bien, veamos. La fotografía, supuestamente.

— ¿Supuestamente? — La chica se extrañó al oír esto.

— Nadie vio sus fotos, espera creo que Dara si las ha visto.

— ¿Qué hay de la música?

— Solo cosas raras y viejas que nadie escucha, como Bad Brains, Bad Religion. Cualquier cosa con "bad" en el nombre. Algunas otras que clasifican con Idara.

— Vaya. ¿Y películas? — Estaba empezando a hartarle el nombre de la otra rubia. ¿A caso hacia todo con él?

— Es lo mismo, todo es Kurosawa, kung fu o Kubrick. Casi siempre ve Grease con Idara.

— Cielos, son muchas K.

— ¿Por qué de repente te interesa tanto mi hermano? — Brin sabía que algo andaba mal, era extraño. Nunca había visto a otras personas interesarse en su hermano. — No me malinterpretes, lo quiero, pero es porque debo hacerlo.

— Curiosidad, supongo. — Mintió la castaña, solamente quería acercarse a él para cumplir con la apuesta.

— Caballos. — Dijo Brin haciendola salir de sus pensamientos.

— ¿Lo siento?

— Ama los caballos y también ama a Idara. Trabaja todos los días en el parque Will Rogers, junto a Dara. — Pagdett quería rodar los ojos de molestía pero se contuvo.

— Como un vaquero, ¿no?

— No, más como una niña que ama los caballos. Él lloró cuando supo que los unicornios no existen.

— ¿Por qué siempre mencionas a esa chica... Idara? — Preguntó Padgett inocente, quería confirmar si tenían razón sus amigas. — ¿Es su novia?

— Es porque hacen todo juntos, salen juntos, duermen juntos, siempre ha sido así. La verdad es que no sé como ella puede pasar tanto tiempo con él. No sé si están juntos, actúan como pareja en todos lados, me sorprende que aún no lo sean. ¿Ósea los has visto? Están siempre abrazados, él la besa en la frente, la cuida. Es como si estuviera enamorado de ella, dudo que no lo esté.

El corazón de Padgett comenzó a latir más fuerte, no porque le gustara Cameron, si no por enojo que le hacía sentir las palabras de la menor.

Estaba claro, debía borrar a Idara del mapa. Lo haría, definitivamente.

¡Hola, espero que
les haya gustado
el capítulo!

Creo que es el capítulo
más largo que he escrito,
espero que lo hayan
disfrutado.

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