Your footprints spread
Ella me mira y yo la miro, no estamos haciendo nada más que ver televisión, me estoy quedando dormida porque es realmente aburrido, no es que no me agrade la idea de pasar tiempo con ella de esta manera pero siento que el silencio entre nosotras es un poco incómoda cuando se trata de ver un programa de cocina, no me gustan y ella lo sabe muy bien pero aún así lo sigue viendo con una sonrisa que me hace creer que lo hace por maldad, no me está prestando la atención que necesito ahora mismo, estoy prácticamente ronroneando.
Pidiendo que me toque porque ya hace mucho que no lo hacemos, dos semanas, se que para muchos es poco y que de vez en cuando hay temporadas en las que es mejor hablar, conocerse y comprender algunas cosas de la otra persona, pero es que ese tiempo ya pasó, quiero tenerla ahora mismo encima de mi.
Suspiro y asiento a lo que me dice, no entendía que fue lo que dijo pero en serio necesitaba escuchar su voz, me relaja bastante, sonrío y poco, antes de acercarme a su cuello y morderlo un poco, quiero que se de cuenta que en serio quiero que lo haga, dándole la oportunidad de que me toque,— Hueles a chocolate —. Murmuro en su oído, de seguro se comió los míos, le dije que no lo hiciera pero aún así lo hizo, frunzo las cejas y me acomodo en su regazo,— Te dije que no lo hicieras —. Digo antes de reírme un poco, es que no puedo con ellas sus ojos brillan y parece que está a punto de decir algo pero se detiene y mira hacia otro lado.
Quiero que sea sincera conmigo pero la verdad es que no es capaz de hacerlo, espero que en algún momento de nuestras vidas logré abrirse lo suficiente conmigo, necesito sentirme segura con ella, porque aunque probablemente ahora estemos más cerca de una relación estable eso no quita que necesite que a veces me diga por donde vamos, el camino que vamos a tomar el que realmente necesitamos, para estar tranquila, quiero estarlo.
Quiero que los fantasma en mi cabeza se hayan y dejen de atormentarme, me están volviendo loca porque se que lo que me dicen es verdad, debo preguntarle todo lo que sea necesario para poder impulsarme, para que se de cuenta que soy capaz de todo por ella pero es que tengo miedo de que me vuelva a pasar lo mismo que me pasó con Nayeon, se que Tzuyu no es así, pero aún así nunca se termina de conocer por completo a la personas y muchas veces gracias al enamoramiento no vemos lo malo, nos cegamos y creemos que las cosas están perfectas cuando no es así.
— Estaban deliciosos y por eso te compre más para que no te estuvieras quejando como una bebé gigante —. Me aprieta las mejilla, sabe que no me gusta que lo haga, me desespera y siento que se me corta la respiración cuando sus labios se unen a los míos, es la sensación más hermosa que puede existir en el mundo, es tan delicada pero a la vez quiere llevar el control de todo, es la Tzuyu que quería que me demostrará, la misma que quise desde la primera noche que pasamos juntas.
Esa dulce chica que hacía que mi corazón latiera con mucha fuerza, esa misma que no podía dejar de ver por horas y que lograba sacarme una sonrisa con una simple palabra, suspiro y le sonrío,— Te lo agradezco mucho —. Beso sus labios, despacio, que note que realmente quiero que ella sienta el amor que le tengo, todo lo que hemos pasado no ha sido fácil, tanto juntas como separadas, nuestras familias nunca han hecho algo, real, por nosotras, nada más que preocupaciones o vergüenza, no culpó a la familia de Tzuyu, ellos tienen muchísimos problemas económicos, que obviamente tuvieron que evitar, pero aún así no lo hicieron.
Total un error lo comenté cualquiera, me separo un poco y uno nuestras frentes, ella sabe lo que quiero, incluso más de lo que yo lo sé, me muevo un poco, al abrir los ojos noto esa sonrisa coqueta que me hace saber que vamos a hacer algo más que besarnos, suspira y lentamente hace círculos en mi abdomen, siento sus labios en mi cuello, succionandolo, dejando marcas que seguro no se irán tan fácil.
Echo la cabeza hacia atrás dándole más acceso, jadeo cuando muerde un poco y tira,— Estaba esperando para hacer eso desde hace rato —. Rio, sabía que lo pensaba tanto como yo, es que estamos conectadas y nada podrá separarnos, sonrío mientras niego con la cabeza, en un parpadeo me da la vuelta, mi espalda chica contra sus tetas, muerdo mi labio inferior y trato de mirarla pero no me deja, me obliga a ver hacia abajo, donde su mano está.
Posada en mi vientre acariciandolo, ese cosquilleo pasa por todo mi cuerpo, puedo sentirlo incluso cuando quiero dejar de hacerlo, abro un poco los labios y dejo escapar un suspiro ahogado, quiero que siga, me estoy alterando, necesito que esté dentro de mi, poder ver como sus dedos entran y salen, escuchar los latidos de su corazón y sentirme bien sabiendo que le hago sentir algo a alguien que lo merece.
— Quitate el short —. Asiento y eso hago, se va junto con mis bragas, no me pidió que me las quitará pero entre más rápido vaya mejor, por laguna razón se siente diferente, ya no es la adrenalina de hacerlo en la sala, sin saber si Chaeyoung vendrá a visitarnos o si habrá algún pervertido asomado en una ventana viéndonos, ahora es una conexión entre ambas que va más allá del placer físico,— Siéntate en la misma posición y abre las piernas para mi —. Amo con la delicadeza en la que expresa lo que quiere que haga, con cuidado lo hago.
El corazón me late super fuerte, con ganas de que me toque hasta que no pueda más, es mi chica, es la misma que hacía que mi corazón latiera fuerte y aún lo sigue haciendo, es la misma que creí que nunca me miraría con los mismos ojos, un ángel caído del cielo,— Vamos bebé te quiero dentro —. Le digo en el momento preciso, su dedo medio acaricia mi clítoris despacio, puedo ver cómo lo hace y siento que se me contrae el abdomen, sentirlo es lo mejor pero verlo es lo máximo.
Su mano izquierda se mete debajo de mi suéter, gruño cuando sus dedos presionan mi pezón, lo pellizca a su antojo, no se qué es lo que está tratando de decirme, volviéndome loca con toques tan delicados que me llevan al cielo,— No sabes cuánto te quiero —. Y yo la quiero a ella, la necesito y quiero que estemos juntas para siempre, porque merecemos ser felices,— Bebé...nunca lo olvides —. Asiento mientras entre cierro los ojos, sus dedos entran despacio, no es rápido es más delicada de lo que me gustaría que fuera pero se siente lindo que lo sea, me hace saber que me está cuidando, no quiere que salga lastimada de esto.
— Tzuyu —. Gimo su nombre por primera vez, entra y sale de mi tan lento que no puedo evitar jadear, siento absolutamente todo, como aprieto sus dedos y se mueve con más dificultad, como su mano masajea mi seno izquierdo, aturdiendome por completo, no estoy escuchando bien lo que sucede, ya perdí la cuenta de cuántas veces gemí y moví tratando de escapar de sus toques aunque claramente quiero que siga,— Justo así —. Lleva sus labios a mi cuello, nuevamente, lo muerde dejando marcas que mañana tendré que ocultar.
— Estás muy apretada —. Dice, entre más apretada este mejor siento, una descarga eléctrica me hace fruncir las cejas y arquear la espalda, lo está haciendo bien, no es rápido ni fuerte, es lento y cargado de sentimientos que me hacen suspirar, tal vez no es el camino correcto o puede que todo lo que está sucediendo no es lo que se supone debería ser, pero aún así, sin importarme la opinión de los demás, estamos aquí, en la sala, esperando que mi anhelado orgasmo me deje sin vida, me haga rodar los ojos hacia atrás y gritar su nombre tan alto hasta quedar ronca,— Y mojada —.
— Solo para ti bebé —. Se me nubla un poco la vista, no estoy cerca pero puede que sí necesite que lo haga más rápido para ver si llego, me muevo contra sus dedos, eso hace que me quiebre en un gemido, cuando mi clítoris chica directo con su dedo pulgar, una presión que hace que mi cuerpo vibre y vuelva a la normalidad en muy poco tiempo.
— Quiero que cuando estés cerca me avises —. Me quita de su regazo y ayuda a sentarme a su lado, la miro confundida hasta que veo como su rostro queda frente a mi intimidad, ¿Hará lo que tengo pensado que hará?.
Las miles de pregunta se desvanecen rápido cuando siento su lengua directo en mi interior, sus brazos rodeando mi cuerpo y sus manos están aferradas a mis glúteos acercándome, siento vibraciones por todo mi cuerpo, no recordaba que su lengua fuera tan buena como hoy, llevo una mano a su cabello y otra a mi pezón derecho, pellizandolo, mientras muevo la cadera directo a su cara, quiero que haga que termine lo más rápido posible.
Mis jadeso constantes se convierten en gemidos, siento gotas de sudor rodando por mis mejillas, es demasiado para mi, entre abro los labios,— Tzu-Tzuyu por favor —. Siento que me estoy muriendo, algunas lágrimas salen de las esquinas de mis ojos por la desesperación, quiero que se apresure, creo que me hizo caso porque enseguida aceleró.
Abel los ojos impresionada y la acercó aún más, sintiendo como chupa mi clítoris y mete dos dedos en mi interior de golpe, se me escapa el aire, se separa y me mira a los ojos,— Quiero que te corras en mi boca —. Eso es suficiente para cerrar los ojos y dejarme llevar por las sensaciones, el sonido de mis fluidos chocando contra sus dedos, el sofá que parece que se va a desarmar, ella gimiendo, abro un ojo y me doy cuenta je tiene los suyos directo hacia mi, como si quisiera que cuando termine la mire a los ojos, que sepa que realmente lo disfruto y mucho.
Sigo con la mirada en sus ojos, son profundos y oscuros,— Dios...Chou —. Murmuro entre dientes su apellido antes de correrme en su boca, dejo mi cuerpo caer mi cuerpo en el espaldar, jadeo buscando aire, necesito oxígeno, de pronto siento sus labios en los míos, dándome una probadita de lo que soy.
— Espero que se repita muchas veces más —. Y yo también pero quiero algo más.
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