I am dying inside
Sus labios se esparcen por todo mi cuello y me pregunto ¿Sentirá lo mismo que yo?. Los latidos de mi corazón que no se detienen ante su toqueteo que me deja pidiendo más, tan necesitada que debo subir un poco la mano y enredarla en su lacio cabello, la acerco un poco más y jadeo al sentir como clava los dientes en mi piel, quiero que me devore, que me haga suya para dejar de pensar en la estupidez que mi mente me está diciendo, la amo y debo detener esto antes de que sea muy tarde pero si lo hago la estaría perdiendo.
No quiero perderla porque la necesito, quiero que ella me destroce hasta que no puedo más, cuando mis labios la detengan con un beso que se de cuenta que no podré más y que debe detenerse, verla tocándose, gimiendo mientras me dice las cosas que me hará, deseo, quiero, y necesito que me haga volar esta noche en la que lo único que estaba pensando era en el amor que le tengo y que no puedo dejar de sentir.
Lamentablemente, porque a pesar de todo lo que me está haciendo, de que me ha dicho miles de veces que no siente nada por mi, yo sigo aquí con la esperanza de que me mire a los ojos y mientras me folla hasta el cansancio me diga "te amo" sellando nuestro amor, ese que ocultamos para no rompernos, porque no queremos hacerlo, preferimos ocultar todo porque así no tendremos que curarnos el corazón más adelante.
Toma mis manos y las coloca arriba de mi cabeza, no quiere que la toque, no entiendo por qué si es lo que más deseo ahora mismo, saber que está aquí y no estoy alucinando, fantaseando con ella mientras me toco, necesito saber que es real, siento que me estoy ahogando, sus labios bajan por mi abdomen, arrastra los dientes, no puedo evitar respirar erráticamente, siento que se me está volando la cabeza.
Alzo las caderas cuando sus dedos se enganchan en mis bragas pero no las quita, las mantiene ahí mientras me ve a los ojos, una mirada que me hace pensar, parece que quiere saber si le doy el permiso para que lo haga, me nuevo tratando de quitármelo, ella sonríe y lo hace de un solo tirón sin importarle el dinero que gaste en ella, aunque claro, tengo dinero no debería preocuparme por eso.
— ¿Que quieres que te haga? —. Siempre tratando de que le diga las cosas sabiendo que eso me avergüenza, estoy completamente segura que a pesar de su tono serio y mirada penetrante se esconde una chica que se está riendo de mí cara porque no esperaba que dijera eso, acerca su rostro a mi centro y vuelve a mirarme,— ¿A caso quieres que te coma? —. Mis músculos se contraen cuando pasa la lengua lentamente, me está provocando de que lo hace, quiere que le grité para que pueda hacerlo, pero lo que no sabe es que me mantendré en silencio, bajo la mano y frente a su cara comienzo a acariciar mi clítoris, hay que jugar.
Provocar a la chica que se altera cuando la desobedecen, siempre ir por lo difícil porque si te vas por lo fácil ¿Donde estaría la diversión?. Muerdo mi labio y vuelvo a alzar mis caderas, ella está estupefacta, con los labios entre abiertos y los ojos pegados a mis dedos, puede ver lo mojada que estoy, como mi intimidad se contrae al pensar que es ella la que me está tocando.
— Detente —. Esa voz era la que quería obtener, toma mi muñeca y sin pudor alguno mete los dedos con los que me estaba acariciando en su boca, siento como pasa la lengua y succiona, está sedienta,— No te dije que lo hicieras —. Se acerca y tira de mi labio inferior, lo está mordiendo tan fuerte que me suelto un quejido, duele pero se siente bien, simula una embestida mientras clava los dedos en mi cintura, se me va el aire por completo debido a esa acción, echo un poco la cabeza hacia atrás deslizando mi lastimado labio por sus dientes hasta que logró zafarme, por fin estoy libre, paso la lengua y me doy cuenta de la sangre en éste.
— Estás loca —. Digo un tanto enojada, tendré que cubrir muy bien eso para que no se den cuenta y me comiencen a preguntar qué fue lo que sucedió.
No le importa nada y cuela una de sus manos entre ambas,— Abre las piernas —. Lo hago lento para que se desespere, lo que no sabía es que aunque no estuviera tan abierta metería tres dedos, abro los ojos impresionada viendo esa sonrisa que me hace saber que tenía todo planeado, tomarme por sorpresa con algo que sabía que tarde o temprano iba a suceder, es impresionante.
— Ven —. Si hay algo que me gusta que haga es que me bese mientras se mueve dentro de mi, porque lo hace con tanta ternura y tranquilidad que me relaja, mis músculos igual, puedo sentirla mejor al cerrar los ojos y solo centrarme en lo que ella me hace no en lo externo, ni en mis gemidos, solo en ella y en lo bien que me hace sentir.
Se separa y sonríe,— Eres lo más hermoso que he tenido en mucho tiempo —. No, debo dejar de escucharla, clavo mis uñas en su espalda, muerde su labio inferior pero parece que eso no la callara porque a los pocos segundos ya está perfecta otra vez sonriendo,— Por favor quédate —. Me retuerzo, esto era exactamente lo que no quería escuchar, me dije que me cogiera hasta que se me olvidará todo, el amor que le tengo y las ganas de tener algo serio, necesito que eso se esfume porque se que no siente lo mismo y no quiero pasar otra vez por una mala ruptura, lo horrible que es tener que enamorar a una persona tendiendo siempre una mínima esperanza.
— Detente —. Le cubro los labios, no quiero que siga hablando solo quiero sentir como sus malditos dedos se mueven dentro de mi, no es mucho pedir, el silencio o tan solo sus gemidos cerca de mi oído, escucharla decir lo bien que se siente estar haciéndolo, lo apretada que estoy, no que me quedé, porque sabe que lo más probable es que me vaya, no puedo quedarme por mucho tiempo en un sitio donde me rompen, me están destrozando y quiero vivir, quiero poder ser feliz con alguien y se que lo más probable es que con no sea ese alguien.
Me muerde y logra zafarse,— Sé solo mía esta noche, sin pensar en lo que ocurrirá más adelante, di todo lo que sientes por mí yo te diré todo lo que siento por ti...necesito que seas sincera conmigo Sana —. Es sencillo decirlo pero no ponerlo en práctica, decirle todo lo que siento conllevaría a días de arrepentimiento y desdicha, al saber que solo lo está diciendo por el calor del momento, porque no estamos pensando con coherencia, me está tocando, está dentro de mi moviendose tan lento que logró sentir todo, pero hasta ahí, no puedo arriesgarme a amar, no debo abrir mi corazón demasiado porque si lo hago terminaremos mal.
No quiero terminar con esto, deseo que las cosas se queden como están, ambas enredandonos en mi cama pasando la noche y algunas veces el día, para luego actuar como amigas, sin ningún tipo de compromiso, le tengo un miedo terrible al abandono y no quiero que ella se haya de la nada, no tiene otro lugar a dónde ir, la estoy protegiendo de tantas cosas aquí que prefiero que todo quede igual, aunque eso sea peor para mi, es lo mejor para ella y a veces hay que pensar en los demás.
— Te quiero Sana —. Mis ojos pican, no sé si es por el orgasmo que se aproxima o por el dolor de escucharla decir que me quiere, lo hace, siente algo por mi pero no debo descontrolarme.
— Tz-Tzuyu —. Quiero que se calle pero las palabras no salen, me muevo al ritmo de sus dedos, cierro los ojos y mis labios se abren soltando todo lo que me he estado callando desde que comenzó a hablar, mis gemidos opacan sus palabras y es algo que me calma, por fin puedo concentrarme en otra cosa que no sea en ella prometiéndome cosas que se que no va a cumplir, me ve la cara de tonta solo porque me tiene debajo suyo, lista para acatar cualquier orden.
Pero es solo eso, me está tocando, estoy gimiendo su nombre cerca de sus labios mientras me trata de besar y yo lo único que deseo es que todo lo que me dijo se quede aquí, porque cuando se lo pida al estar triste llena de dolor porque ya no es capaz de demostrarme nada cuando no estamos enredadas en la cama, las cosas entre nosotras se acabarán y esto...
Esto nunca sucedió, ella no es para mí.
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