La miro, está sonriendo mientras acaricia mis mejillas, está tan cerca de mi rostro que se le acelera el corazón y me hace sentir tantas cosas que no se por cual empezar, estoy confundida ya que nunca me había sucedido eso, ahogandome en mis propios pensamientos y decisiones, muerdo mi labio inferior mientras le correspondo la sonrisa, es la mujer más hermosa que he tenido frente a mí, es la primera vez que mi corazón se lo entrego a alguien tan rápido, claro, todavía tengo miedo, hay cosas que no puedo callar y se las digo pero cuando el miedo se acerca a mí me quedo callada viendo su rostro.

Ese que me dice que las cosas saldrán bien por más que mi pesimismo haga que vea que todo estará mal, cada cosa hace que crea que acabaré con el corazón roto, que estaré llorando por las esquinas de cada parte de Seúl lamentando haber confiado en el amor nuevamente, como antes, cuando Nayeon me rompió el corazón, se que no son iguales y que muchas cosas las diferencian pero aún así, a pesar de saber tantas cosas las inseguridades salen de la nada y me dan una bofetada haciéndome caer nuevamente en la realidad.

— ¿Vas a seguir mirándome así? —. Pregunto, me encanta cuando sonríe de esa manera, verla tan feliz me hace querer estarlo junto a ella, que sepa que a pesar de todo lo que siempre he llevado, y que sabe muy bien lo que tengo que soportar todos los días, siga haciéndome feliz por muy difícil que eso sea, que se invente cada cosa rara para que yo me siento bien a su lado, cómoda y con ganas de querer vivir la vida mejor que antes, es simplemente perfecta haciendo que los demás se sientan bien, ya entiendo porque muchos están enamorados de ella.

Porque por más que no sonría mucho y se la pasé todo el tiempo seria viendo a un punto fijo o hablando solo con las personas que conoce, tiene un gran corazón y se que me podrá proteger de todo lo que se venga, porque entre ambas nos apoyaremos y saldremos de todo lo que en algún punto de nuestras vidas nos hizo daño, trabajaremos para las dos y lograremos amar sin ataduras, sin sentir la heridas porque a pesar de que lo esté, haré de todo para que su corazón sane, para verla sonreír hasta que ya no pueda más.

— Quiero besarte hasta que se me escape todo el aire y no pueda más —. No pensé que sería tan linda, sus labios se unen a los míos, encajan perfectamente, su lengua tímidamente toca mi labio inferior pidiendo permiso para entrar, sonrío y abro un poco más los labios bajando las manos hasta su cintura, su cuerpo me vuelve loca, no se cómo le hace para ser tan perfecta y tener una hermosa personalidad, es alguien que no se encuentra en ninguna parte, única e inigualable, nuestros hombros chocan y eso hace que me mueva un poco, siento el suave colchón sosteniendo mi cuerpo.

Se separa un poco, supongo que para comprobar que me encuentro bien, nunca había estado mejor, la luz del sol entra por la ventana dándome una perfecta visión de sus ojos cafés tornándose cada vez más oscuros, esa sonrisa que me mata y la única mirada que me acelera el corazón directa a mis ojos, quiero morir, realmente quiero hacerlo en sus brazos, hacerle saber que es la chica que necesito para pasar lo que sea pero a su lado, a pesar de todo los malos entendidos o la agonía de no poder estar con ella por miedo.

Siempre lo tuvo ya que no sabía que también sentía lo mismo por mi, que alguien corresponde, sinceramente, mis sentimientos no es para nada fácil de encontrar, todo el mundo me usa por la fama de mis padres o porque no tienen a nadie con quién estar, entonces cómo sabe que soy alguien que deja que los demás entren a su vida sin ningún problema, se aprovechan de eso, necesito dejar de hacerlo pero es que cuando alguien necesita mi ayuda no puedo evitar extender mi mano y ayudarla en todo.

Es lo que mi madre me enseñó, no como debió, porque si que exagero en muchas cosas pero dijo otras que eran ciertas, todo lo que sentía y creía que era correcto me los transmitió a mi,— Tzuyu —. Musito su nombre dejando que se escape en el aire como mi voz que se quiebra al momento que sus dientes se clavan en mi cuello, estoy inmóvil e indefensa, no tengo nada que hacer y se me hace bastante difícil aguantar los jadeos, sabe justo en donde tocarme para tenerme lista para ella,— Quisiera seguir pero recuerda que Chaeyoung sigue aquí —. Se separa lentamente, si, la pequeña chica está en mi habitación, lleva dos días ahí y puedo entenderla, lo bueno es que si se baña y come bastante.

Se la pasa durmiendo y varias veces he tenido que ir a ver si se encuentra bien, más bien viva, me preocupa bastante su bienestar, la escucho llorar y luego parecer que no le duele nada, sé lo que es sufrir por alguien que te rompió por completo y aunque sabes que no vale la pena sigue ahí, destrozándose porque estás segura que se encuentra bien mientras tú estás llorando, lamentando cada cosa "mala" que hiciste y que por eso se fue, tratas de buscar excusas y en todas eres la culpable, es bastante doloroso de sentir y por eso es que es decidí que se quedará unos días con nosotras, tenemos que hacerla sonreír o algo.

Porque me preocupa bastante, no quiero que esté sola porque viví por eso y siempre necesite a alguien que lamentablemente nunca estuvo para mi, porque no existía, me sentía sola y eso que probablemente si tenía personas que trataban de ayudarme pero yo como siempre rechace todo porque según la Sana del pasado necesitaba reflexionar.

— Te dejo hoy pero en alguna de estas noches no te me escapas —. Comenzó a hacerme cosquillas, mi cuerpo se contrajo por completo, ella no sabe cuál es el mecanismo de defensa de mi cuerpo  cuando recibo un ataque de la nada, me enrollo y se me escapa el aire por completo, tanto que parece que me estoy ahogando de verdad, es algo que no he logrado dominar pero sí que disfruto la cara de arrepentimiento de Tzuyu al separarse de mi, me abraza y da besos por todo el cuerpo, creo que puedo llegar a acostumbrarme a ésto de parecer novias en vez de amigas con derecho.

— ¡No digas esas cosas! —. Me quejo, siento que mis mejillas arden y entiendo bastante el por qué, es que Tzuyu con tan solo una mirada pícara me hace sonrojar, no puedo con ella provoca que todas esas barreras que he construido se desaparezcan, me siento desnuda ante ella pero con confianza de seguir así sin ningún problema, con una expresión de felicidad en el rostro y la sonrisa más grande que he tenido en toda mi vida.

Se siente un poco extraño llegar a sentir esto tan fuerte por alguien así de la nada, pero no fue así, estuve bastante tiempo analizando todo, buscando cualquier grieta y aunque conseguí varias mi corazón me impulso a decir que debo quedarme aquí por más tiempo del que tenía planeado, para saber y lograr comprender perfectamente lo que su corazón quiere decirme, tal vez sea malo y acabé destrozada pero que seamos algo que yo decidí no por lo que tuve que hacer porque no tenía de otra o porque estaba aburrida y como no tenía nada que hacer decidí saltar al vacío con alguien que puede que me esté buscando solo para tratar de olvide a alguien más.

En la mañana hablamos un poco de lo que ella vio y como se sintió al respecto, por suerte comprendió todo y me creyó, me impresiona que lo haya hecho tan rápido, creo que es porque Jihyo ni es tan de fiar como creí al momento que su cuerpo se pegó al mío, claro que me gustaría conocerla solo para saber si es una buena o mala persona, pero nada más que eso porque no siento nada por ella, ya no es odio pero si desconfianza por todo lo que muchos hablaban de ella y siguen haciéndolo, incluso cuando ya no se quiere hablar del tema o de ella en general, cada cosa mala que pueda llegar a romper a alguien se trata de lo mala persona que fue al estar en una relación con Tzuyu.

Eso me preocupa bastante porque pueden haber más personas con el corazón roto hasta que consiga la que cree que sea la indicada y lo más probable es que también le rompa el corazón unas cuantas veces porque se volvió su mecanismo de defensa para buscar a alguien nuevo en poco tiempo.

— Pero te prometo que cuando podamos dejaré que hagas lo que quieres —. Murmuro en su oído.