Miro la puerta del salón, se que está en clases y a mi me toca esperarla aquí para que nos vayamos a casa, no me gusta cuando se va sola porque ya han pasado dos altercados con la misma persona, su ex novia, una idiota que la confundió todo el tiempo y le rompió el corazón cientos de veces, es una mala persona y puedo entender que por eso no abre su corazón a mi, desde que tuvimos sexo no hemos hablado del tema y me la he pasado tratando de pensar en otras cosas cuando me voy a dormir, comer o simplemente estar sentada.

Cómo ahora aunque la verdad es que me gustaría analizar la situación para que cuando nos toque hablar sobre eso no esté esperando a que ella tenga la primera y última palabra en todo, ya no soy la misma que espera la aprobación de los demás, con tal de no romperme haré hasta lo imposible, estiro un poco el cuello y me recuesto en la pared, algunos afiches se mueven detrás mío, no entiendo por qué les encanta tanto dejar cosas que nadie va a leer, algunos hablan acerca de grupos de bailes, otros de cuidar mascotas.

En ésta universidad nadie necesita trabajar son unos mimados, todos menos Tzuyu quien le debe interesar lo de cuidar mascotas, tomo uno de los papeles que tiene el número de la persona y lo guardo en el bolsillo trasero del pantalón, me encantaría tener más tiempo para pensar las cosas pero veo al primer estudiante salir, no es nada más ni nada menos que Nayeon, sonrío pero la verdad es que estoy aterrada de que esté aquí conmigo, no es que las cosas entre nosotras acabarán bien.

- Hola Sana ¿Como te va? -. Acomoda el bolso detrás de su espalda, me sonríe con esa típica felicidad que la caracteriza, no le preocupa nada, de seguro irá a su casa a ver series mientras espera que su tutora, por quién me dejó, llegue y la ayude con las tareas.

- Me va excelente, me imagino que a ti te va muy bien con Mina -. Asiente, se ve tan feliz, me resulta agradable su presencia sobre todo sabiendo que esa tutora sólo la usa para tener sexo con una chica menor y rica, ya que está completamente enamorada de, justo acaba de salir del salón,- Hola Chaeyoung -. La hija de su mejor amiga.

- Hola Sana unnie -. Salta para abrazarme adorable como siempre, les sonrío a ambas y miro por arriba de sus hombros a Tzuyu quien no se ve muy contenta de verme con ellas dos, nunca le cayó bien Nayeon, todos los días me decía que no era una buena novia y que sólo me utilizaba para romperme el corazón y usarme como un juguetito, exactamente lo que ella hizo esa noche.

Hay veces que las personas se convierten exactamente en lo que tanto criticaron, sigo hablando con Nayeon hasta que da un paso hacia mi, cuando digo seguir hablando me refiero a sonreír y asentir a lo que me dice porque mis ojos no dejan de mirar a Tzuyu, ella se supone que debería venir hacía mi para ir a casa como todos los días, no entiendo el por qué de su cambio de parecer si venía feliz.

- Chaeyoung me contó que estás viviendo con Tzuyu -. Cierto que no le había dicho nada, es que desde que terminamos dejamos de hablar, la amistad tan linda que teníamos se rompió en un instante sólo por mezclar las cosas, ese es el miedo que tengo con Tzuyu, no quiero dañarla porque me conozco y sé como soy cuando me siento amenazada.

- Es una excelente compañera de piso -. Ahora es su turno de llegar, se había tardado demasiado y ya me estaba cansando, quiero ir a casa y dormir ya que no lo he hecho por una prueba bastante importante que tenía hoy, resultó ser más fácil de lo que creía,- Quién me acompañará para no irnos por caminos separados -. Me toma de la cintura y acerca a su cuerpo, noto la mirada confundida de Chaeyoung al verla hacer esa acción que no es muy común en ella.

Sus labios tocan el lóbulo de mi oreja,- Vamos a casa antes de que se haga tarde -. Siento la piel de gallina, no estoy muy segura de que sentir por ese acercamiento, no es normal lo que me está haciendo sentir, cada vez me está volviendo más y más loca, me encantaría actuar como alguien capaz de detenerla cuando lo amerite la situación pero no es así, ella va a seguir haciéndolo una y otra vez mientras yo espero que mi corazón se calma y dejé de gritarme ese amor que siento por ella desde hace bastante tiempo.

- Bueno chicas, nosotras ya tenemos que irnos -. Veo a Nayeon mirar impaciente su reloj mientras que Chaeyoung se ve despreocupada, ambas comparten a la misma persona sin saberlo, me encantaría saber qué es lo que ocurrirá en esa historia de amor, pero no tengo tiempo para tonterías de chicas que no saben cómo comportarse y mucho menos que hacer con sus vidas.

Me siento en la encimera de la cocina, ella me está mirando mientras prepara la cena, siento que se va a cortar así que bajo un poco el short que llevo puesto y sigo mordiendo la manzana, me gusta acompañarla en silencio ver como las venas de su brazo se marcan cuando aplica demasiada fuerza en alguna verdura, sobre todo como se ve ese delantal negro ceñido a su admirable cuerpo.

Es tan hermosa que me da miedo saber que alguien como ella existe en este mundo de mierda, desde que vi a Nayeon me he sentido, no lo se, nostálgica, recordando todo lo que me hizo sentir y por todo lo que pasamos, el amor que le tuve y como me terminó rompiendo el corazón por alguien que no la valora, es curioso y bastante gracioso saber qué es una buena chica con una mentalidad tan pobre.

- Te gusta mucho la manzana -. No es una pregunta, me lo está diciendo con ese tono burlón que solo ella sabe hacer, con una sonrisa juguetona hago que no la escuché, porque se lo mucho que eso le molesta, se acercó a mí con esa mirada penetrante que me mantiene serena, y me la quita de la boca, mordiendo justo la parte que faltaba para luego lanzarla en el bote de basura,- Te estoy hablando -. Gruñe y me acorrala,- ¿Hoy también quieres que ocurra lo de la vez pasada? -. Es una grandiosa sugerencia que llevo días esperando.

Sin embargo mantengo la expresión neutra que le caracteriza en estas situaciones y me encojo de hombros,- ¿Tanto me deseas? -. Pregunto sin dejar el contacto visual, soy más fuerte que ella, tengo la capacidad de doblegarla, puedo hacer que haga todo lo que yo quiero con una sola expresión facial, tengo su control ella no tiene el mío y es algo que debo dejarle bien en claro porque no quiero salir herida ya no mas dolor, no más llanto ni risas vacías cuando tengamos que separarnos.

Porque la amo pero si lo único que quiere es tener sexo conmigo como método de relajación cada que algo le sale mal, entonces que así sea, porque aunque sé que siente cosas fuertes por mi, no dará su brazo a torcer y entiendo su posición, tampoco quiere salir herida, venimos de relaciones que terminaron super mal pero nunca llegamos a expresar lo que realmente sentíamos ahora tenemos miedo de rompernos porque ahí nos daremos cuenta de lo importante que somos la una para la otra.

- Ambas nos deseamos ¿Crees que no noto tus miradas, Minatozaki? -. Soy demasiado evidente, desde que la conozco mi vista no puede ni se fija en nada que no tenga que ver con ella, la sigo a todas partes con la mirada en busca de una cosa que me parezca más atractiva que la otra, y siempre la consigo, es bastante divertido ese juego en el que trato de buscar algo que me haga odiarla y termino cayendo cada vez más en ella.

- ¿Crees que no noto tus miradas, Chou? -. Elevo una ceja y coloco la mano en su mentón, acariciándolo hasta que la arrastro para llegar a su nuca y acercarla peligrosamente a mis labios,- Si tanto me deseas entonces ve a mi habitación, hazme tuya que no me voy a quejar -. Rio,- Nunca voy a dejar de sentirme bien...porque cuando estás a mi lado se podría decir que me relajo -. Me callo antes de decir lo que se me vino a la cabeza, es muy pronto todavía para decirlo, tengo miedo de romper lo que tenemos porque me divierte este jueguito que tenemos haber quien es mas fuerte que la otra, llegar a caer sería lo peor de este mundo.

Porque me gusta, diablos, me encanta cada parte de su maldito cuerpo, su personalidad y la capacidad que tiene para verse adorable con todo, aunque eso no hace que quiera decirle lo que siento entonces mantendré los sentimientos apagados y la pasión encendida.

Por un bien mayor.