Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cuando esta avergonzada | Satsuki Momoi

La pelirrosada de aquellos ojos rosas tan bellos se encontraba muy sonrojada, tanto que se echaba con leves movimientos de su mano derecha con una hoja, a sí misma un poco de aire:

«¿Cómo era posible que ante tan simples palabras aun la afectara como la primera vez?»

El equipo de Tōō me observa desde hace unos minutos, tal vez sea por mi ridícula sonrisa, creo que ya es momento de mostrar mi verdadero yo. Aunque no creo que les interese mucho, ya de por si, sólo soy su mánager.

—Vendrá ella, ¿no?

Siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal, temblando volteo para encontrarme con Daichan. Mis labios se abren y chillo amortiguado por el repentino susto y sorpresa, era un milagro que él estuviera aquí.

—¿Cómo es eso que estas aquí?

—Tks, que molesta eres Satsuki. Además no me perdería por nada, la mirada de incredulidad del equipo cuando ella este aquí.—sonríe cínico y burlón en peliazul de piel morena.

—Si no te conociera, pensaría que estás aquí, porque ella te pagó, porque ella lo hizo, ¿no?

La mirada fingida de indignación, que luego se convirtió en una carcajada gruesa.

—No estés celosa, no te lo puedo robar mas. Es tu novia no la mía.

Siento como me da palmadas en la cabeza, sintiendo mis mejillas sonrojadas, y con todo mi orgullo me separo, para terminar mis obligaciones.

«No entendía porque aun me sentía así, celosa, indignada e insegura, pero por sobre todo rabiosa, cada vez que me molestaba con ese tema.»

El tiempo fue pasando rápido, el entrenamiento había ido muy bien, estábamos listos para el próximo encuentro.

Cuando iba guardando mis cosas iba hablando un momento con el entrenador de los últimos datos que había recolectado, un escalofrío me recorre y me hace mirar hacia fuera del gimnasio. Y eso fue su presencia.

—También quiero avisarte Satsuki, que apartir de ahora en adelante tendremos una fisioterapeuta como parte médica para el equipo. Estará por llegar...—dice el entrenador.

Aquello me había dado una corazonada, pero no podía ser, ¿o si? Con una tranquila postura la vi presentarse y pedir permiso para entrar, el entrenador enseguida se acercó a ella y le saludó gustosamente.

—Buenas tardes, Hattori-san, un placer tenerla en nuestra plantel. —dice el entrenador Katsunori Harasawa, con aquel pelo negro rizado llegandole hasta el cuello.

Shoichi Imayoshi, se acercó curioso al ver entusiasmado al entrenador. Por mi lado, siento mis mejillas arder, pero debo mantenerme tranquila.

—Buenas tardes, ¿algo nuevo que festejar entrenador? —pregunta el capitán de pelo lacio negro, con ojos grises con un par de lentes. Imayoshi.

La veo levantar la mirada violacea despreocupada, pero con un poco de sueño.

—Muchas gracias, usted debe ser el capitán, un placer, soy Hattori Nuna, del plantel médico para el equipo. —agacha levemente su cabeza en respeto.

—Oh, ¡que buena noticia!. Un placer Hattori-san, soy Shoichi Imayoshi, espero que le sea fácil cuidarnos. Puede consultar conmigo o con Satsuki lo que pueda necesitar.

La veo sonreír levemente al capitán, y siento como mi corazón se queda estático.

—Oh, que sorpresa. Me alegra que pueda contar con ella. Y con usted. —sonríe plenamente, y es allí cuando siendo erizarse toda mi piel.

—Bien, la dejaré en sus manos chicos, guarden los balones y nos vemos el lunes. —se retira algo incómodo el entrenador.

—Fiush, que alivio. Sentía demasiada tension con un adulto más en la conversación —admite mientras se acaricia la nuca agotada, mientras bosteza.

Sorprendiendo a Imayoshi, pero haciendolo sonreír levemente, solo esperaba que no se pareciera a Daiki.

—Si... Suele ser algo incómodo. Pero bueno, ¿quieres presentarte hoy al equipo o la proxima semana?—pregunta cortesmente.

—Daichan vino.

Eso fue lo único que pude decir, sentía un monton de nervios.

—Hmm... Mejor ahora, así no hay imprevistos o malentendidos. —sonríe tranquilamente, puedo ver el brillo en sus ojos violetas.

—Genial. Vamos entonces.

[....]

Despues de llegar al grupo que ya estaba cambiado y ya por salir del gimnasio, algunos aun estaban ordenando por ser su obligación en ese día. Cada uno se fue presentando, hasta que Daiki la saludó como si fuera su par. Mientras que esta parecía quitar de su mochila revistas de chicas y una malteada.

—Un placer hacer tratos contigo.

—¿¡Que?!—todo el equipo estaba sorprendido, mientras que yo intentó mantenerme enojada.

Ambos lo habían planeado, pero sentía mucha bulla dentro. Me iban a pagar ambos, yo...

—¿Son novios?

—¿Es acaso tu novia, Aomine?

—Hattori-san...

—Bah, yo no soy novia de este pequeñin malcriado. / Mejor muerto que a lado de esta vieja.

Ambos habían dicho al mismo, tiempo pero yo estaba nerviosa, no me gustaba que siempre le emparejaran con alguien mas.

Ella... Ella es mía.

Es...es mi novia.

Es...

—Quisiera dejaros en claro, seré parte del plantel médico pprque tengo recursos aprendidos para todo tipo de lesiones. Pero...fuera del gimnacio y ser de su mánager. Soy y siempre seré la novia de Satsuki Momoi, a quién le vea coquetear con ella los voy a machacar. Solo es mía. —dice seria, sin tapujos.

Acercandose a mi, y antes que pudiera decir algo, toma mi mentón, siento su mano derecha deslizarse por mi mejilla, uniendo nuestros labios como si fuera rompecabezas.

Un beso posesivo, con sabor a melón dulce, pero suave ya que solo veo alegría de sentirme cerca. Correspondo a flor de piel, nerviosa y con calor en mis mejillas, no dudo en que este muy avergonzada de la escena que estemos mostrando.

Cuando nos separamos, la veo con su pulso acelerado, pero con solo un suspiro parece calmarse, una vez que me abraza por la cintura, marcando su face  dominante, su territorio entre tantas hormonas masculinas.

Sin embargo, a algunos chicos los encontramos desmayados con derrame nasal, y si entre ellos estaba daichan. Mientras que el sonrojo e incómodo de postura en Imayoshi-san era épico.

—Vaya, esto si que es una sorpresa para todos. —dijo un poco incómodo. Reacomodandose los lentes.

—¡N-nuestra manager! Waaa.. ¡Nos han timao chicos! —algunos se indignan.

Otros se empiezan a carcajear, y por el lado de Daichan que se va recuperando, no deja de reírse ante las bromas que van soltando. Las tristezas de corazones rotos, al parecer nunca vieron que fuera de esta orientación, y no les culpo. Tampoco me veía en este punto.

—Así que... Mi querida novia, espero estes lista, esta noche serás solo mía.

Nuna me susurra al oído, y es allí cuando me sonrojo abruptamente, mi cabeza va mil por hora pensando en lo que pasaría. Juraría que sale humo por mis orejas.

Pero...¿porque hay tanto silencio de repente? Salgo de entre mis pensamientos y los veo mirarme con una sonrisa pícara.

—Momoi-san se encuentra demasiado acurrucada a su pareja, ¿está celosa?

—¡Satsuki está sonrojada! Mira que hermosa, Dios...veo el cielo.

—Pfff...jajajaj estará pensando en cómo será su noche.

—¡Momoi, nunca la imaginé pervertida! ¿Hattori-san puedo...puedo observarla en-...?!

Esa fue la mala pregunta que hizo uno de los chicos. Aunque claro, ninguno iba a saber que como la vieron posesiva y marcando territorio, iba a ser igual de bruta.

—Que les haya dejado ver a mi novia sonrojada, es por mero hecho que estoy dejando en claro de quien es. Nunca dejaré a hombres promiscuos ver algo que solo yo, puedo ver. Es una relacion de dos, que tengas dos bolas entre las puertas no te hace ser el hombre necesitado por ver algo de una pareja yuri como tal. —la voz fría, seria, taan kundere.

Hizo temblar el gimnacio, mientras que Hattori Nuna defendía nuestra relación.

—L-lo siento... T-tienes razón.

—Eso espero, porque a la próxima, vosotros solos se la verán en aprietos. Mi trato con vosotros será profesional, saldrá de ustedes si realmente desean una enemiga cerca o una amiga en quien poder contar. —la pelivioleta suspira, para luego acariciarse la nuca— somos ahora un equipo, por lo tanto espero ver ese equipo.

Todos habían quedado bastante serios, pero calmados. Entendieron que con ella no se podía ir con esos tipos de juego, tal vez vieron lo sobreprotectora que era conmigo.

Después de aquel momento, todos nos despedimos, y ambas ibamos hacia un destino que conocía perfectamente.

—¿Vamos a nadar?

—Si, necesito relajarme. Con tu presencia será un plus —la escucho bostezar.

—Por un momento creí que ibas a asesinar a sangre fría a ese pobre chico de segundo año —admito al mismo tiempo que suspiro.

—No me gusta ese tipo de insinuaciones. Sabes perfectamente que el sueño de un hombre, su patética fantasía es tener a dos chicas entre sus piernas —la mandibula tensa y mirada seria en aquel atardecer demostraba cuanto le molestaba el asunto, a Nuna.

—No todos son iguales...

—Tal vez, pero no permitiré que alguien mas nos tome por joda. No voy a dejar que te usen por mi culpa —dijo finalizando la conversación ya que abrió la puerta del lugar.

Encontrandonos con una pileta amplia rodeada de una gran muralla donde se privatizaba lo que pudiera suceder. Justo a lado se encontraba el Departamento donde Hattori-san vivía actualmente.

—¿La alquilaste solo para nosotros?

—Si, también pensé en que este conjunto te iría perfecto. —dijo pasandome una bolsa con dos bikini de una pieza bastante justo.

—Uno es para tu guardaropa cotidiano, y uno es para usarlo conmigo. —explicó antes de que pudiera siquiera preguntar.

—N-no tenías que molestarte y-yo...—mis mejillas avergonzadas no podía con tanto regalo.

—Es lo menos que puedo hacer, mimarte un poco, despues de todo. Estuvimos ocupadas estos días y no me has mimado —un puchero veo en los labios de Nuna, mi novia.

—E-esta bien... Tan solo espero que...

—No te molestes es preocuparte, solo pruebatelo y luego pensamos en las consecuencias.

Despues de unos minutos fui a cambiarme, y cuando salí, quise que me tragara la tierra al ver como todo era perfecto, todo demostraba que hoy de aquí no salía virgen.

Y realmente lo disfruté cada minuto, aunque me muriera de vergüenza o pena.

Hattori Nuna es mi sombra pero tambien mi luz, y hoy me demostró mucho, y lo mucho que significo para ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro