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Veintiuno: Strange feelings!

Jisoo dio un fuerte portazo a la puerta de su oficina. Estaba tan molesta que ni siquiera le importó haber abandonado a Nayeon fuera de aquel restaurante, aún después de darse cuenta que su billetera se había quedado en su auto. Ya después buscaría la manera de pedirle perdón. Ahora lo único que quería era desquitar su molestia.

Comenzó por servirse un trago en el pequeño bar que tenía en su oficina. Normalmente no bebía en Freedom, solo en ciertas ocasiones donde tenía una fuerte carga de trabajo y necesitaba relajarse. Masajeó el puente de su nariz con frustración luego de tomarse hasta la última gota de su copa de un solo golpe y aunque sus ojos estaban llorosos no se permitió llorar.

Por más que intentaba no podía borrarse de su cabeza la imagen de Mina besando a otra mujer, ¿cómo era eso posible? No juzgaba a su hermana por su sexualidad, solo que no supo como reaccionar, había entrado en completo shock.

El problema es que Mina estaba saliendo con la abogada defensora de Kang Daniel. Por Dios, cuánto odiaba a ese hombre por haberle arrebatado a su padre. Hasta hace unas horas estaba segura de que su hermana también lo aborrecía, pero ahora ya no estaba tan segura de eso.

Su teléfono vibró mostrando una notificación de mensaje en la pantalla.

Avocachaeng
Mira lo que he comprado para ti. Te los daré cuando te vea..

[11:18 am]

Jisoo observó con los ojos brillantes la imagen de unos airpods tipo Over-ear color blanco. Una sonrisa brotó de sus labios y por un momento se olvidó de la causa de su molestia.

Jisoo
Son hermosos, no debiste. Eres muy linda conmigo..
[11:19 am]

Sintió una extraña sensación dentro de su interior, algo parecido a un cosquilleo en el estómago como cada vez que recibía un nuevo mensaje de su amiga misteriosa, pero esta vez sentía algo más que eso, algo que no sabía como explicar.

Avocachaeng
Tú eres más linda :)
[11:19 am]

Jisoo
¿Cómo lo sabes? Aún no me conoces...
[11:20 am]

Avocachaeng
No necesito conocerte en persona para saber que eres linda, no solo por dentro sino también por fuera.
[11:21 am]

Jisoo sintió su corazón latir con tanta fuerza que por un momento sintió que se le saldría del pecho. Inhaló y exhaló un par de veces para intentar calmar su tonto corazón, incluso se sirvió nuevamente otra copa con el fin de darse valor.

Jisoo
No puedo soportarlo más, quiero verte... necesito verte ahora. Por favor.. dime que podemos vernos. La estoy pasando muy mal en este momento...
[11:22 am]

Dejó el teléfono sobre su escritorio con las manos temblorosas, ¿había hecho lo correcto? No quería forzar las cosas, sabía que ya tenían el plan de verse este mismo fin de semana pero simplemente no soportaba más las ganas de conocer a aquella mujer que ponía a su corazón en descontrol total.

No la juzgaría si rechazaba su oferta, ella no era dueña de su tiempo, seguramente tendría cosas mucho más importantes que hacer. Al pasar de los segundos y no recibir respuesta Jisoo no pudo evitar sentirse un poco decepcionada. No sabía si era por la reciente pelea con su hermana que ahora se encontraba sensible y con todas las ganas de soltarse a llorar.

Avocachaeng
Uno de mis restaurantes favoritos se encuentra en lo más alto de la Torre Jongno, ¿te veo ahí en media hora?
[11:25 am]

¡La torre Jongno! Siempre había querido ir a ese lugar pero por alguno u otro motivo siempre se arruinaban sus planes. Miró la hora en su celular, si se iba en ese instante apenas lograría llegar a tiempo.

Jisoo
Voy para allá.
[11:26 am]

Por fin después de tanta espera podría conocer a Avocachaeng. Estaba nerviosa, no podía negarlo, su corazón latía todavía más que antes. No era normal, un día de estos tenía que visitar a un cardiólogo.

Jisoo manejaba sintiendo los nervios de punta cada vez que se acercaba más a dicho lugar. Dio una rápida mirada a su atuendo del día y maldijo por lo bajo. Se veía muy formal para ser solo una chica ordinaria vendedora de pollo, ¿cómo le diría que en realidad era abogada? De haber sabido que hoy conocería a su amiga misteriosa, su ropa sería diferente, pero ya no había tiempo para poder cambiarse, con suerte llegaría a la hora acordada por Avocachaeng.

Debería haber comprado algo antes, se negaba a presentarse con las manos vacías, ¿quizás flores? ¿chocolates? No, mejor la invitaría a ir por un helado mientras daban un paseo después de comer.

¿Qué? ¡Un helado no! Ni que fuera una adolescente en su primera cita.

Jisoo se golpeó mentalmente por los pensamientos que comenzaba a tener. Sus nervios eran tantos que por un momento se arrepintió de haberle pedido verla. Debió esperar a que fuera fin de semana para verse como ya tenían acordado, pero no, la señorita Kim tuvo que insistir.

Que tonta eres Kim Jisoo” —murmuró para si misma estacionando su coche fuera de la Torre Jongno. Había llegado justo a tiempo. Dio un vistazo sobre el espejo retrovisor para comprobar que su maquillaje estaba bien y luego de hacerlo por fin bajó de su auto. Se adentró al lugar desconocido y no tardó mucho tiempo en encontrar el elevador que la llevaría hasta el último piso donde se encontraba el restaurante.

Desde pequeña a Jisoo nunca le gustaron las alturas, razón por la cual al ver la torre sintió un poco de vértigo, en su mayoría todo era de cristal, incluso el elevador estaba cubierto por vidrio transparente que le mostraría todo el exterior al momento de subir. Sus piernas se debilitaron, pero tenía que ser valiente, así que sin pensarlo dos veces entró al pequeño elevador y presionó el botón del último piso antes de cerrar los ojos fuertemente para no observar nada a su alrededor. El elevador estuvo a punto de cerrar sus puertas pero fue detenido por una persona quien ingresó también o al menos eso es lo que Jisoo pudo escuchar, ya que ella no se dignaría a abrir los ojos ni de broma.

—Que mala suerte —escuchó esa voz y le fue imposible no abrir los ojos al instante—. ¿Qué tal siguen tus ojos? —bufó con molestia.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jisoo poniendo los ojos en blanco al encarar a Rosé—. Tan bien que la estaba pasando.

—No parecías pasarla nada bien cuando entré al elevador, dime.. ¿te dan miedo las alturas? —se acercó a Jisoo para murmurar la última pregunta cerca de su oído causando un escalofrío en ella—. ¿Ya viste a cuantos metros estamos? ¿te imaginas que pasaría si hay un terremoto y la torre se desploma? No creo que podamos sobrevivir, nos haríamos papilla.

—¡Cállate! —gruñó Jisoo cerrando los ojos nuevamente—. No quiero escucharte.

—No seas aguafiestas y disfruta de la vista —murmuró Rosé empujando a Jisoo al frente para que se pegara al borde del elevador.

—Te mataré, en cuanto baje de aquí te mataré —dijo Jisoo amenazante gateando hasta el centro del elevador. Estando sentada se sentía un poco más segura que estando de pie. Su molestia aumentó cuando escuchó a Rosé reír—. ¿Qué te parece tan gracioso?

—Tú —respondió encogiéndose de hombros. A diferencia de Jisoo, ella si disfrutaba del paisaje a su alrededor. Todo era risas y más burlas hasta que el elevador se detuvo aparatosamente justo a unos cuantos pisos antes de llegar a su destino—. Creo que se fue la electricidad..

—¿Qué? No puede ser —Jisoo comenzó a entrar en pánico por dentro pero por orgullo no se lo haría saber—. No puedo quedarme aquí encerrada contigo, pensé que esto no podía empeorar más.

—¿Crees que yo estoy feliz por eso? —cuestionó Rosé sentándose en uno de los extremos del elevador.

Jisoo no respondió, solo intentó mantenerse tranquila abrazándose a si misma con sus manos. Su corazón latía tan de prisa, se sentía asustada, solo quería salir de ahí. Trató de mantener la calma, tenía que pensar en otra cosa para ahuyentar todo el miedo que comenzaba a sentir. Observó a Rosé sentada con los ojos cerrados, su cabeza estaba pegada al cristal del elevador. En una de sus manos sostenía una gran bolsa de regalo con un bonito moño rojo. Seguramente venía a una cita al igual que ella y hablando de citas al fin recordó que tenía que escribirle a Avocachaeng para disculparse por el retraso.

Jisoo
No me lo vas a creer, hubo un fallo con el elevador de la Torre Jungno, llegaré con un poco de retraso, disculpa :(
[12:08 am]

El sonido de una notificación muy cerca de ella la hizo alarmarse. Rosé miró la pantalla de su celular antes de dejarlo caer. Su ojos buscaron los de Jisoo y luego negó con la cabeza repetidas veces.

—Tú... tú eres... —Jisoo ni siquiera podía articular palabra. Al igual que Rosé comenzó a negar con la cabeza intentando convencerse de lo inevitable.

—No es cierto... debe tratarse de una broma —contestó Rosé poniéndose de pie para darle la espalda a la contraria—. No puedes ser tú, me niego.

—Por un demonio, lo que faltaba.

Avocachaeng, la chica con la que había pasado días enteros platicando no era nada más ni menos que Park Rosé. La misma que le aceleraba el corazón con tan solo un mensaje era la misma que quería arrancarle los ojos cada vez que la veía en persona.

[🫧]

—Señorita Myoui, hemos llegado a su destino —comentó Chaeyoung estacionando su camioneta afuera de Freedom Law—. ¿Me invitas a tomar una copa?

—Tengo mucho trabajo Chaeyoung, será mejor que te vayas a casa con tu madre —respondió Mina de manera seria—. Gracias por traerme.

—Quiero ir al baño —dijo Chaeyoung—. ¿Puedo usar el baño de tu oficina?

—Siempre usas eso de pretexto, lo usaste la última vez para entrar al baño de mi habitación.

—Por favor Mina, ¿quieres que mi vejiga explote? —Chaeyoung hizo un puchero con los labios—. Usaré el baño y me voy.

—Me imagino que no tengo otra opción —murmuró con los ojos entrecerrados—. Que sea rápido, ¿de acuerdo?

Chaeyoung asintió repetidas veces intentando esconder su enorme sonrisa. Siguió a Mina luego de verla adentrarse hasta Freedom. Todos los empleados la saludaban con el debido respeto, de manera muy formal. Nunca antes había pisado sus instalaciones, todo era muy limpio, ordenado y elegante.

—Que bonito es Freedom —comentó Chaeyoung una vez que subieron al elevador. Mina permanecía callada y con la misma expresión fría de siempre—. ¿Te sientes mejor?

—Ahí —señaló cuando el elevador abrió sus puertas—. No será difícil encontrar el baño de mi oficina, es la única puerta que hay dentro.

—Necesito que vengas conmigo  —mencionó Chaeyoung tomando sorpresivamente a Mina de la mano para adentrarla a su oficina y acto seguido cerrar la puerta pegando a la contraria contra esta.

—¿Qué crees que haces? —cuestionó Mina intentando soltarse pero Chaeyoung le sostuvo las manos con más fuerza—. Solo te lo diré una sola vez, suéltame o sino yo...—

Chaeyoung impactó sus labios contra los de Mina quien luchó por apartarse los primeros segundos antes de por fin ceder. No le permitió negarse. Era un beso en el que posiblemente Mina se desconectó del mundo porque su respiración se entrecortó en ese preciso instante. Su beso se volvió intenso, pasional y arrebatador. Las manos de Chaeyoung envolvieron la cintura de Mina quizás con el fin de aprisionarla y no dejarla escapar.

Por un momento Mina pensó en huir, se negaba a la posibilidad de sentir su cuerpo morir con cada toque que Chaeyoung ejercía sobre ella, ¿desde cuándo se había vuelto tan receptiva?

—No... —con la poca cordura que le quedaba fue capaz de apartar a Chaeyoung empujándola con ayuda de sus manos—. ¡Deja de hacer eso!

—Sé que lo deseas tanto como yo Mina, no me mientas —murmuró Chaeyoung pegando su frente con la de ella. Ambas mantenían su respiración irregular por el reciente beso compartido—. ¿Yo también te gusto? Dime la verdad...

—No hagas ésto... —intentó apartarla nuevamente cerrando sus ojos con fuerza—. Por mucho que lo desee, no está bien. No podemos hacerlo más, ya basta.

—No me rendiré, sé que tengo una oportunidad, seré persistente —Mina gimió al sentir los labios de Chaeyoung dejar un beso húmedo sobre un lugar sensible de su cuello—. Me gustas mucho, no puedo sacarte de mi cabeza, ¿qué me has hecho?

—Por favor... —la contraria logró apartarse intentando recuperar la compostura—. Ve a casa, te veré después.

—¿Qué harás hoy por la noche? —preguntó Chaeyoung.

—Hablaré con Jisoo, tengo mucho que aclarar con ella —contestó Mina alejándose lo más posible de Chaeyoung. No quería volver a caer y teniéndola cerca, no se sentía tan segura—. No quiero ser grosera contigo pero tengo mucho trabajo, ya he perdido casi toda la mañana, no tengo intenciones de quedarme aquí hasta tarde.

—Oh, entiendo... —habló bajito metiendo sus manos dentro de sus bolsillos—. Entonces creo que me voy...

—Es lo mejor.

—Bueno... —carraspeó su garganta dando unos pasos al frente del escritorio—. ¿Besito de despedida? —vio a Mina poner los ojos en blanco.

—Adiós Chaeyoung —la cortó severamente.

—Esta bien, suficientes besos por hoy, ¿verdad? —Chaeyoung soltó un beso al aire antes de salir de la oficina con una sonrisa enorme.

Mina pudo respirar con tranquilidad luego de verla partir. Se dejó caer sobre su silla y soltó un pesado suspiro, ¿qué demonios le estaba pasando? Estaba completamente loca por corresponder siempre a los besos de aquella mujer, ¿por qué no podía negarse? Algo en ella estaba mal, tenía que reprimir sus sentimientos antes de que fuera demasiado tarde.

[🐦]

—¿Tienen alguna pregunta jóvenes? —preguntó Jihyo dirigiendo su vista a la clase cuando vio que alguien levantaba la mano—. ¿Sí?

—Yo tengo una pregunta profesora —habló Shuhua—. ¿Por qué el agua hirviendo ablanda una papa pero endurece un huevo?

Jihyo se quitó las gafas mientras fruncía el ceño porque varios alumnos no pudieron evitar reír debido al reciente comentario.

—Me refería a una pregunta con respecto al tema que acabo de explicar señorita Yeh —respondió Jihyo con el semblante serio—. Pero aún así resolveré sus dudas.  La papa tiene almidón, a alta temperatura se gelatiniza y se hace blanda. Por otra parte el huevo tiene albúmina, a alta temperatura se desnaturaliza y se torna más sólido, ¿eso responde a tu pregunta?

—Sí, gracias —murmuró Shuhua apenada.

El timbre tardó cinco segundos en sonar dando por finalizada la clase. Todos los estudiantes comenzaron a guardar sus cosas dentro de sus mochilas.

—Excelente tarde para todos. No olviden el trabajo de su investigación en parejas, el día de mañana estaré revisando sus avances —comentó Jihyo agitando su mano a modo de despedida.

—¿Con quién te tocó hacer la investigación? —preguntó Yuna fijando su mirada en Tzuyu—. A mi me tocó con Niki.

—A mí con Asahi —contestó Shuhua colándose en la plática—. Tan hermoso que hubiese sido si la profesora Park nos dejaba hacer el trabajo a las 3 juntas.

—Me tocó hacerlo con Soobin —mencionó Tzuyu encogiéndose de hombros—. Antes le comenté a la profesora si podía hacer un cambio pero dijo que teníamos que aprender a convivir con todos los compañeros de la clase.

—Soobin es guapo, además creo que le gustas —murmuró Yuna lanzandole una mirada traviesa a su amiga—. Lástima que seas del otro bando.

—Después de tanto tiempo pude descubrir que el lesbianismo es producido por una enzima —dijo Shuhua con seriedad.

—¿Cómo es eso? —preguntó la taiwanesa esta vez intrigada.

—Una encima, de la otra —contestó Shuhua soltando una fuerte carcajada que tuvo que callar cubriendo su boca con las manos—. ¿Entiendes? Una encima de otra —volvió a reír sin parar.

—Que divertido Shu, deberías ser comediante —musitó Tzuyu sin gracia.

—Disculpen... —un joven castaño se acercó hasta el grupo de amigas—. No quise interrumpir pero necesito ponerme de acuerdo con Chou para la investigación.

—Claro, pueden irse chicas, las veré más tarde en casa —comentó Tzuyu a la par que terminaba de guardar todas sus cosas dentro de la mochila. Soobin no dejaba de observar cada acción de ella en silencio—. ¿Te parece si nos dividimos el trabajo y después lo juntamos?

—Eso siempre sale mal Tzuyu, deberíamos hacerlo juntos para que todo salga de manera uniforme.

—Hmm... —la taiwanesa hizo un mohín en busca de opciones—. Solo puedo después de clases, porque trabajo de noche.

—¿Trabajas en las noches? —preguntó Soobin con cierta impresión.

—Sí, soy bartender en un club nocturno —aclaró Tzuyu antes de que el chico comenzará a hacerse ideas equivocadas—. Para mí era más fácil repartimos el trabajo y después juntarlo pero veo que no te agrada la idea.

—Puedo a la hora que tú puedas, organizaré mis tiempos para que podamos hacerlo juntos y entregar un buen trabajo —comentó Soobin con una media sonrisa sin dejar de observar a la contraria—. Me agrada hacer equipo contigo, ya que es la primera vez podemos aprovechar para conocernos mejor.

—Claro —asintió forzando una sonrisa. No es que no le agradara Soobin, es que sabía de sus sentimientos hacia ella y eso lo volvía un tanto incómodo. Hubiese deseado no enterarse de eso, pero Soobin no era precisamente el chico más disimulado del mundo—. Entonces comencemos, ¿aquí en el salón está bien?

—¿Qué te parece si te invito un café y ahí platicamos? Acerca del trabajo —añadió con nerviosismo—. Con una taza de café me fluyen más las ideas.

—Esta bien —aceptó colocándose su mochila detrás de su espalda—. Vamos.

Soobin la llevó hasta su auto y aunque la taiwanesa no estuvo tan de acuerdo en subirse ahí con él, no le quedó más que aceptar, de esa manera llegarían rápido al dichoso café y terminarían lo más pronto posible con su trabajo de investigación. Las miradas sobre ellos se hicieron presentes, los murmullos de algunos estudiantes al ver a Tzuyu subirse al auto de Soobin e irse con él fue algo que no pasó por desapercibido.

Soobin se encontraba nervioso, había estado enamorado de Chou Tzuyu desde el año pasado ¿y cómo no? Si para los ojos de Soobin, Tzuyu era la chica más hermosa que sus ojos hayan visto jamás.

El día que la profesora Park anunció las parejas de trabajo, quiso gritar de emoción pero se contuvo. Era la primera vez que le tocaba trabajar con la taiwanesa y se sentía extremadamente feliz de poder conversar con ella. Lo había intentado antes, pero era difícil, Tzuyu era muy reservada y usualmente solo platicaba con sus mejores amigas, Yuna y Shuhua.

—Es aquí —Soobin estacionó su coche frente a un bonito café, que por cierto era uno de sus favoritos debido a su ambiente tranquilo—. Vengo siempre que necesito concentrarme.

—Se ve muy lindo —contestó Tzuyu bajando del asiento del copiloto.

Soobin caminó tras ella y juntos entraron al bonito lugar en donde no tardaron en asignarles una mesa con vista a la ventana. Tzuyu sacó su laptop de la mochila y la posó sobre la mesa, al parecer quería terminar el trabajo pronto sin distracciones, eso no pudo evitar decepcionar a Soobin, pero intentó de todo para ocultarlo.

—Comencemos con el concepto general de los sistemas de información —dijo Tzuyu a la espera de que Soobin encendiera su laptop para ayudarle. Mientras lo hacía, dió un rápido vistazo alrededor del café, era bastante cómodo, sin duda volvería después. Antes de que sus ojos regresaran directo a la pantalla, pudo divisar una silueta conocida.

Sus ojos se expandieron en grande al notar que se trataba de Sana, sin querer una sonrisa brotó de sus labios, pero se desvaneció al instante al ver que estaba acompañada de un hombre. Sus manos estaban entrelazadas sobre la mesa, parecían una hermosa pareja.

Mentira, Sana no tiene novio, ella me lo dijo.

¿Cómo podría conseguir a alguien de la noche a la mañana? Todo era claro, Sana le había mentido, ella no estaba sola, ¿de verdad Tzuyu era tan tonta como para pensar que una mujer tan bella como Minatozaki estaría soltera? Que ingenua.

Tzuyu sintió un nudo en su garganta, su corazón le dolía. No debió hacerse ilusiones, ella jamás podría estar a la altura de ese hombre vestido de traje. Tan solo era una estudiante de universidad que trabajaba por las noches en un bar, ¿cómo podría compararse?

La mujer que le había robado su primer beso, era la misma que le había roto el corazón en ese instante. La primera mujer por la que Tzuyu se sintió tontamente atraída e ilusionada y por la que ahora quería salir corriendo del lugar sin dar explicaciones. 

Mientras tanto Sana observaba sus manos entrelazadas sobre la mesa sintiendo una terrible impotencia por dentro.

—He hablado con mis padres y decidimos que es momento de formalizar nuestra relación —dijo Suho ejerciendo presión sobre sus manos—. Tenemos que poner una fecha para nuestra boda.

—¿Qué dices? —Sana apartó sus manos enseguida—. ¿Por qué lo decidiste sin consultarme?

—No pensé que tuvieras alguna objeción, nuestra relación ya es de un tiempo, tenemos la edad suficiente para casarnos —dijo Suho de manera seria—. Mis padres solo están esperando a que les confirme para ponerse de acuerdo con tus padres y así organicen todo sobre la boda.

—No quiero casarme... no todavía, podríamos esperar unos meses.

—¿Unos meses? No Sana, ya hemos Sido pareja lo suficiente, debemos casarnos —dijo con firmeza golpeando la mesa con su puño derecho—. Es lo que nuestros padres desean, démosle el gusto.

—Tú tampoco quieres casarte ¿no es así? —cuestionó Sana mirando a Suho fijamente—. No somos una pareja normal, estoy segura de que tienes tus aventuras de una noche.

—En algún lado tengo que buscar lo que tú no me quieres dar —respondió Suho sin vergüenza—. Soy hombre Sana, si tú no quieres acostarte conmigo es tu problema, habrá quien sí lo quiera.

—¿Entonces yo puedo acostarme con alguien más por ahí así como tú? —cuestionó Sana.

—No, ni siquiera lo pienses, es diferente.

—No entiendo Suho, si lo haces tú está bien pero si lo hago yo entonces me convierto en una zorra —dijo Sana tomando todo el líquido de su copa de golpe—. Ambos sabemos que no nos queremos, pero seguimos con esta farsa solo porque nuestros padres así lo quieren.

—Habla por ti misma, a mí no me molesta casarme contigo, eres la mujer más sexy, todos mis amigos me envidian por eso —contestó encogiéndose de hombros—. Nos acostumbraremos, yo te voy a complacer en todo sentido, estarás satisfecha, si tú me mantienes contento yo no buscaré a nadie más, porque ahora sí tendrás que cumplirme como mujer.

—¿Lo único que quieres es sexo? No soy una maldita muñeca de trapo a la que puedas utilizar.

—No te estoy utilizando Sana, yo he respetado que tú no quieras acostarte conmigo, no te he forzado a nada pero una vez que seas mi esposa serás mía.

—No voy a casarme  —dijo Sana observando cómo Suho arqueaba una ceja con impresión—. No quiero hacerlo todavía.

—¿Estás terminando conmigo?

—No... —Sana suspiró con frustración. Aunque quería terminar con Suho, no podía. Pensar en la reacción de sus padres la hacía estremecer—. Dame tiempo y te daré una respuesta.

—Esta bien —asintió Suho como si no tuviera importancia—. Pero no será mucho, no creas que yo no recibo la misma presión de parte de mis padres.

[🧀]

Tal y como lo había prometido, Dahyun volvió al restaurante a la hora de salida de la japonesa. Tuvo que lidiar en busca de un taxi, sin duda se compraría un coche al obtener su primer cheque de Tigers Law. Era algo muy necesario, mucho más ahora que tenía que trasladarse continuamente de un lugar a otro.

Momo salió del restaurante en compañía de dos chicas que eran sus compañeras de trabajo. Parecían tener una amena plática entre ellas. Dahyun se encontraba al otro extremo de la carretera a la espera de la japonesa. Cuando por fin la vio comenzó a agitar sus manos con el fin de llamar su atención.

La chica Bae fue la primera en darse cuenta de eso. Momo estaba con la mirada baja hasta que sintió un codazo de parte de su compañera.

—¿Qué pasa?

—Alguien te espera —respondió Bae moviendo sus cejas de manera traviesa—. La chica tofu.

—¿Quién es la chica tofu? —preguntó Jiwoo está vez queriendo formar parte de su conversación. La japonesa se encogió de hombros sin comprender.

—La chica que hizo que Momo se quemara la mano con caldo hirviendo. Le puse tofu de apodo, ¿viste lo pálida que es? —murmuró Bae sin apartarle la mirada de encima—. Es la novia de Hirai, aunque ella no nos quiera decir.

—¡¿Eh?! —la japonesa casi se traganta con su propia saliva al escuchar tal cosa—. No... no es así.

—Es muy linda Momo, tienes buenos gustos —opinó Jiwoo está vez observando cómo Dahyun cruzaba la calle para dirigirse hasta ellas—. Aquí viene tu chica.

—No es... ella no es mi..—

—¡Hola! —saludó Dahyun con una amplia sonrisa en los labios—. Llegué justo a tiempo, compré pomada y ungüento —se acercó a Momo para tomar su mano herida que ahora estaba cubierta por una venda—. ¿Cómo sigue?

—Mejor... —murmuró la japonesa con las mejillas enrojecidas.

Bae y Jiwoo miraban enternecidas la escena. Dahyun acariciaba la mano de Momo con tanta dulzura que por un momento sintieron envidia.

—Dejemos a las tortolitas solas —comentó Jiwoo tomando a Bae del brazo para llevársela—. Hasta mañana Hirai, hasta luego chica tofu.

—¿Chica tofu? —preguntó Dahyun ligeramente confundida. 

—Lo siento —Momo hizo una rápida reverencia ante ella—. Mi compañera Bae dice que tu piel es muy blanca, parecida al tofu, me disculpo por eso.

—¿Eso es bueno o malo? ¿el tono de mi piel es feo?

—¿Qué? No, claro que no. Tu piel es muy bonita y suave —contestó Momo inmediatamente pero sintiéndose avergonzada al instante—. Bae... ella es así con todos, lo siento.

—No te disculpes, tofu es lindo —dijo Dahyun con sinceridad—. Llámame así, me gusta.

Momo no respondió, su cuerpo estaba concentrado en sentir las pequeñas caricias que Dahyun ejercía sobre su mano adolorida. Su tacto la estremecía, no estaba acostumbrada a que nadie más a parte de su hermana la tocara, todo era algo nuevo para ella, desde conseguir a Yeonjun cómo nuevo amigo y ahora salir con Dahyun.

—¿Qué te gustaría hacer? Ví que hay un parque muy cerca de aquí, podemos caminar y comer un helado o tal vez prefieras comer algo en especial —comentó Dahyun muy animada sin soltar la mano de la japonesa— Dime qué te gustaría comer y te llevaré, no importa el lugar. A menos que prefieras ir a tomar un trago, ya sabes...

—No tomo alcohol —murmuró Momo tímidamente—. No soy muy buena tomando, pero si tú quieres entonces podemos...

—No, para ser honesta tampoco soy buena tomadora —contestó Dahyun soltando una pequeña risita—. Me gustaría ir por un helado y después podemos ir por snacks, ¿te agrada?

—No tienes que hacer esto, me da mucha pena, de verdad lo de la mano fue un accidente y fue por mi culpa.

—Pero quiero hacerlo... —Dahyun fijó su mirada sobre Momo. Sus manos aún permanecían entrelazadas, ninguna de las dos las había apartado—. Quiero que seamos amigas, ¿te gustaría? Quizás no soy una persona que llame la atención de la gente a simple vista, soy aburrida, quizás tampoco disfrute mucho de salir con mis amigos a beber litros de alcohol, a lo mejor soy más reservada pero veo que tú también lo eres, por eso pienso que podríamos llevarnos muy bien.

—Yo casi no tengo amigos —comentó Momo sintiendo un nudo en su garganta—. Yo soy la aburrida aquí, incluso soy un poco torpe ¿por qué quieres ser mi amiga?

—No quieres, es eso..  —Dahyun rompió su contacto con ella desviando la mirada rápidamente—. Entiendo, no te preocupes.

—No te enojes... por favor —Momo se armó de valor para volver a tomar la mano de Dahyun—. Es que todo es nuevo para mí, de repente todos quieren ser mis amigos y yo... no estoy acostumbrada.

—¿Por qué no puedes ser mi amiga pero si puedes serlo de Yeonjun? ¿o es que a caso él te gusta? —cuestionó Dahyun con el ceño fruncido. La japonesa por su parte la miró asombrada—. Yeonjun te gusta, claro... debí imaginarlo.

—No... Yeonjun no me gusta, él... él es mi amigo, solo somos amigos —intentó explicar sintiendo como Dahyun apartaba su mano de ella nuevamente. No entendía la razón de su molestia hasta después de unos segundos que se puso a pensar—. Tú... ¿estás... celosa?

—¿Cómo? —Dahyun tosió exageradamente cubriendo su boca con las manos.

—Sí, estás celosa.

—Eso no tiene sentido, prácticamente nos acabamos de conocer Momo, tú y yo no podemos...—

—Estás celosa porque piensas que voy a quitarte a tu mejor amigo —interrumpió la japonesa—. Pero no lo haré, Yeonjun es tu mejor amigo y yo no voy a apartarlo de ti, lo prometo.

—Oh... —Dahyun asintió con la cabeza sintiéndose aturdida por sus propios pensamientos—. Cierto, por eso estaba celosa, eso creo... 

—¿Aún sigue en pie la propuesta de ser amigas? —preguntó Momo y Dahyun volvió a asentir lentamente—. Entonces si quiero ser tu amiga, me agradas mucho.

—Bien... —Dahyun está vez optó por guardar sus manos dentro de sus bolsillos. Se sintió extraña y comenzó a cuestionarse si de verdad hacía todo eso por celos a Yeonjun. Su mejor amigo tenía cientos de amigas y nunca se había sentido molesta por eso—. De ahora en adelante somos amigas.

—Sí, amigas —afirmó Momo mostrando una amplia sonrisa.



¿Capítulo muy largo? 🥹 Me disculpo por eso, a veces me paso UnU'
Gracias por leer, besos & abrazos xoxo. ❤️

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