Veintitrés: Venom🍷
Mina llegaba un poco más tarde de lo usual a Freedom. Su plática con el tío Jae se había extendido más de lo que tenía planeado. Cuando salió del elevador se encontró con su colega Lisa saliendo de la oficina de su padre, algo que la hizo fruncir el ceño al instante.
—Lisa, ¿qué hacías dentro de la oficina de mi padre? —la pregunta logró exaltar a la contraria quien dió un saltó colocando una de sus manos sobre su pecho—. Nadie tiene permitido entrar ahí, no quiero que muevan nada, esa oficina es de mi padre y siempre lo será, aunque él ya no esté.
—Lo lamento Mina, yo estaba... —Lisa carraspeó su garganta nerviosa bajo la atenta mirada de Mina—. Buscándote. Fui a tu oficina y no te encontré, por eso pensé que tal vez podrías estar ahí. Sé que vas de vez en cuando a pasar tiempo cuando no quieres ver a nadie. Me imagino que ya debes saber...
—¿Qué es lo que tendría que saber?
—Adelantaron el juicio de Kang, estamos a cuatro días de la audiencia —respondió Lisa viendo como Mina apretaba la mandíbula—. No hay mucho que podamos hacer en realidad, estuve estudiando el caso pero no hay nada. Solo queda esperar a ver lo que presenta la defensa de Kang en el juicio y ver si de alguna manera podemos apelar en caso de que no te guste el veredicto final.
—Quizás eso sea lo mejor —musitó Mina arrastrando sus pies hasta su oficina. Su colega la siguió por detrás—. Antes quería aplazar el juicio, pero ya no lo soporto más. Este asunto me está matando Lalisa, mi cabeza está hecha un lío, solo quiero que todo esto termine pronto y que pague quien tenga que pagar, lo único que no voy a tolerar es que el homicidio de mi padre se quede sin castigo, eso no.
Vio a Lisa mirarla con asombro sin mencionar una sola palabra, parecía encontrarse más pensativa de lo normal.
—Ya veo... —murmuró finalmente solo asintiendo con la cabeza.
—¿Qué tienes? —preguntó Mina observando a la tailandesa juguetear con sus dedos—. Estás extraña.
—Nada, solo estaba preocupada por tu reacción al enterarte de lo del juicio, además me sorprende que no te enojes por eso, ya que ese siempre ha sido un tema muy delicado para ti.
—No me mientas, algo más está pasando, dímelo, de todos modos me enteraré —expresó Mina dejándose caer sobre la silla de su escritorio con pesadez—. Estoy tan estresada por todo.
—En realidad si tengo algo que decirte, pero quiero que lo tomes con calma.
—¿Todavía hay más? —cuestionó con Mina frotando su sien con exasperación.
—¿Confías en mí? —preguntó la rubia tomando a su colega por sorpresa. Lisa no acostumbraba hacer ese tipo de preguntas pero precisamente hoy se encontraba callada, nerviosa y hasta incluso más seria de lo normal—. Por favor responde...
—Por supuesto, más allá de ser mi compañera de trabajo eres mi amiga —contestó Mina rápidamente—. ¿Qué es lo que sucede? Me estás asustando.
—No entré a la oficina de tu padre por casualidad —confesó Lisa apartando la mirada hacia un costado—. Pero te contaré la razón...
~FLASHBACK~
Lisa se encontraba en la cocina de Jennie hirviendo agua para poner a cocinar unos fideos. Era de noche y en la tarde acordaron pasar un rato agradable juntas en el apartamento de la chica de ojos felinos. Lisa quería recompensar todo el mal rato de la noche anterior en el restaurante de sus padres.
—¿Quieres que te prepare un café, linda? —preguntó Lisa asomando su cabeza sobre la barra. Jennie se encontraba sentada sobre uno de los sofás leyendo algo detenidamente en su teléfono. Al escuchar su voz se puso de pie y se dirigió hasta ella a paso lento.
—Me impresionas, no pensé que supieras cocinar tan bien —dijo Jennie aspirando el olor luego de que la tailandesa vertiera los fideos sobre el agua hirviendo—. Huele delicioso.
—¿De verdad vas a molestarme con eso? Jamás debí contarte que no sabía cocinar —hizo un puchero con los labios que rápidamente desapareció cuando Jennie se acercó a besarle la mejilla con dulzura—. ¿Qué debo hacer para obtener más de esos?
—Lisa... —la chica de ojos felinos le sonrió y luego la tomó de la mano con delicadeza para llevarla con ella hasta llegar a su amplio sofá donde juntas tomaron asiento—. Quiero que hablemos de algo importante...
—¿Por qué te pones tan seria? —preguntó la tailandesa recomponiendo su postura—. Cuando te pones así me asustas, ¿es algo malo? —la contraria negó—. ¿Entonces de que se trata Jen?
—Necesito que me ayudes con algo. No tienes que sentirte obligada a hacerlo si no quieres pero quiero recalcar que es muy importante.
—No entiendo...
—Tú trabajas en Freedom, podrías entrar a la antigua oficina de Akira Myoui y buscar una botella de licor de nombre Amaretto Disaronno —le pidió Jennie. Lisa instintivamente frunció el ceño alejándose de ella—. No pienses mal...
—Tú... ¿me estás... utilizando? —murmuró Lisa con voz apenas audible—. ¿Por eso me invitaste a venir a tu casa? Solo quieres sacarme información. Yo creí que..
—Oh Dios, no, no es así —Jennie tomó a Lisa de la mano antes de que ella se alejara aún más—. No miento cuando digo que me gustas y quiero intentarlo. Esto es otro asunto muy diferente, tan solo déjame darte el contexto.
—Pues explícame Jennie, porque no lo entiendo. Por mi cabeza solo pienso que intentas sacarme información para tu propio beneficio.
—El señor Myoui fue envenenado con licor adulterado, solo quiero saber si la botella sigue en su oficina, podría ser de mucha ayuda para el caso —le dijo Jennie haciendo un mohín. No estaba segura si era lo correcto decirle eso, pero no tenía otra opción, Lisa era la única que podía ayudarla, la única a la que podía recurrir para intentar encontrar respuestas—. Si el licor se encuentra ahí, se pude analizar, hacer pruebas de ADN, cosas que nos puedan ayudar a dar con el responsable.
—Jennie, ¿te das cuenta de lo que me estás pidiendo? Soy la abogada de la contraparte, no puedo hacer eso, además Mina...—
—Ya lo sé cariño, pero no te estoy pidiendo nada del otro mundo, solo quiero que corrobores si tengo alguna esperanza de encontrar algo que me pueda ayudar con esto. No lo hagas por mí, hazlo por Mina, tu jefa necesita saber quien fue el verdadero responsable de la muerte de su padre. Kang no lo es.
—¿Cómo sabes que Kang es inocente? No puedo hacerlo Jennie, eso sería como traicionar a Freedom, a Mina, ella es mi amiga, no me sentiría bien, ¿tú serías capaz de hacerle lo mismo a Son Chaeyoung?
—Son cosas diferentes, pero si de eso dependiera la vida de un inocente, sí, sin duda lo haría —contestó Jennie con seguridad—. Solo piénsalo, no tienes que aceptar, no voy a obligarte, pero esta mucho en juego, más de lo que crees.
—Lo pensaré, mas no te prometo nada —dijo suspirando. Jennie le acarició la mano con su pulgar regalándole una genuina sonrisa. Tampoco quería que su plática se convirtiera en una discusión—. No me mires así.
—¿Así cómo? No estoy haciendo nada malo —contestó de manera inocente.
Las ganas de comerle la boca se volvieron tan intensas que Lisa tuvo que saltar de golpe de su lugar huyendo hacia la cocina. Quería ir lento con ella, pero teniéndola tan cerca le sería algo casi imposible.
—¡La sopa se quema!
~FIN DEL FLASHBACK~
—Entonces... ¿ibas a traicionarme? —preguntó Mina con el semblante serio. Su vista estaba fija sobre el retrato que tenía sobre su escritorio, una foto de ella con su padre en su día de graduación—. Le ibas a dar información a Jennie Kim. Te dije que no tenías que relacionarte con ella, te lo advertí.
—No te traicioné, no le he dicho nada a Jennie.
—¿Entonces explícame por qué entraste al despacho de mi padre? Sabes que yo no permito eso.
—Me quedé pensando en lo que dijo Jennie y en qué tal vez podría tener razón —murmuró Lisa con la mirada baja—. Sé que no debí entrar ahí sin tu autorización, pero lo hice porque yo también quiero llegar al fondo de todo esto. Si lo que me dijo Jennie es cierto, entonces todo tendría sentido, además mi deber como abogada también es investigar cualquier cabo suelto.
—¿Y bien? —preguntó Mina. Lisa solo la vió sin comprender—. ¿Encontraste lo que buscabas?
—No... no hay nada, no hay rastro de esas botellas de vino —respondió Lisa débilmente sin atreverse a levantar la cara—. Pero el día en que sucedió todo, sí había. Lo recuerdo porque entré ahí al ver todo el alboroto. Había personas entrando y saliendo, haciendo llamadas, intentando darle primeros auxilios a tu padre. Su pequeño mini bar estaba casi lleno y ahora que volví a verlo... faltan muchas botellas, a menos que tú te hayas llevado algunas a casa.
—No he tocado nada después de eso —contestó Mina poniéndose de pie—. La policía tampoco se llevó nada, solo sacaron huellas dactilares y fotografías.
—Eso lo sé, porque revisé las fotografías que tenemos del caso y no pude aguantarme la curiosidad de entrar a dar un vistazo, por eso lo hice.
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Mina con una mano presionando sobre su pecho. Comenzó a sentir un dolor punzante, todos los recuerdos la golpearon de repente—. ¿Kim tiene razón? A mi padre lo envenenaron con sus propias botellas de vino...
—Lo que causó estruendo en mí fue que después de eso tú no permitiste que nadie más entrara a la oficina de tu padre, incluyendo a tus propios hermanos. Pero alguien se llevó las botellas faltantes, ¿quién más lo haría si Kang en ese momento fue apresado? Él no tiene a nadie y si lo hubiera tenido, entonces habría contratado a un abogado, pero no, él estaba completamente solo sin familia. Un abogado de oficio fue quien llevó su caso.
—Lisa... vamos a salir —ordenó la contraria con la respiración irregular.
—¿A dónde?
—A Tigers Law, necesito hablar con Son Chaeyoung ahora mismo —respondió a la par que marcaba un número de teléfono—. Llevaremos las cintas de grabación que tengo de las cámaras de seguridad.
Si bien, no tenían cámaras instaladas dentro de las oficinas, pero sí en todos los pasillos y eso era un gran punto a su favor.
[🥝]
Dahyun estaba emocionada porque era su primera vez visitando un reclusorio. Era tal cual se lo imaginó. Bastante sombrío, con las paredes color grisáceo y muchos presos con uniforme naranja de los pies a la cabeza. Observó cómo varios hablaban con sus familiares con nostalgia, quizás arrepentidos por sus malas acciones o hasta incluso inocentes que fueron culpados injustamente.
—Ahí viene Kang —avisó Chaeyoung señalando al susodicho con la mirada. Daniel venía acompañado de un guardia de seguridad que lo dejó frente a las abogadas para luego retirarse—. ¡Hola!
—Hola Chaeyoung... —saludó el joven sin ánimos haciendo una corta reverencia antes de sentarse frente a ellas—. No esperaba tu visita, hace poco nos vimos.
—Ella es Kim Dahyun —Chaeyoung presentó a la chica de piel pálida quien rápidamente extendió su mano y Kang con un poco de inseguridad la tomó—. Sí se trata de quien estás pensando. Dahyun es la hija de Jae Kim.
—¿Por qué... la trajiste? No comprendo.
—Kim trabaja para mí ahora, ella está en Tigers Law, no pertenece ni tiene nada que ver con Freedom —explicó Chaeyoung con voz genuina—. Confío en ella, por favor hazlo también. Ella nos va a ayudar en el caso.
—No creo que sea lo correcto...
—Dime aquello que me contaste la última vez Daniel, nosotras vamos a ayudarte —mencionó Chaeyoung animándolo a hablar—. Vamos...
—No lo sé... no siento que deba hablarlo con ella aquí presente.
—Esta bien si no quiere hablarlo, yo comprendo que es un asunto delicado —intervino Dahyun intentando levantarse de su silla para salir y darles privacidad, tampoco quería ser una entrometida, además no culpaba a Kang por no tenerle confianza, si ella estuviera en su lugar, tampoco la tendría.
—No te vayas, quédate aquí —ordenó Chaeyoung mirando a Kang de reojo—. Daniel, estás consciente de que ella es la única que puede ayudarte, ¿no es así?
Dahyun no comprendía la razón por la que la consideraban tan importante para el caso, posiblemente por tratarse de su familia pero al final de cuentas no era tan allegada a ellos. Temía no poder ser útil.
El castaño luego de un par de segundos asintió disimuladamente desviando la mirada hacia cualquier otro lugar. Soltó un pesado suspiro antes de carraspear su garganta y mirar a Dahyun fijamente, algo que por supuesto la hizo sentir nerviosa. Podía sentir la tensión en el ambiente.
—Soy inocente, yo no maté a tu tío, yo era su más fiel admirador. Él fue mi ejemplo a seguir, su muerte me dejó un vacío terrible, él era lo más cercano que yo tenía a un padre —murmuró Daniel con cierta melancolía—. Hace poco le conté a Chaeyoung algo que nunca dije porque no sentía que fuese algo importante, pero después de meditarlo dentro de estas cuatro paredes... me di cuenta de que puede ser algo muy importante.
—Prosigue.
—Dos días antes de que sucediera todo yo fui internado de emergencia al hospital, me hicieron un lavado gástrico a causa de una intoxicación —explicó Daniel haciendo memoria de sus recuerdos—. También me hicieron estudios de sangre, realmente me vi muy mal y los resultados arrojaron que yo me intoxiqué con una sustancia llamada cianuro.
—¿Eso quiere decir que también intentaron matarte? —preguntó Dahyun con los ojos bien abiertos.
—Yo pensé lo mismo, pero nunca encontré una explicación lógica hasta mucho tiempo después. Yo no suelo consumir alcohol, pero esa tarde el señor Akira brindó conmigo por un caso que logramos resolver juntos. Fue bastante tedioso, por eso cuando ganamos... él quiso celebrar, también me transfirió un bono a mi cuenta, dijo que era en gratitud a todo mi esfuerzo —sus ojos se llenaron de lagrimas inevitablemente—. Ese mismo día ingresé al hospital de emergencia por la noche, me hicieron el lavado de estómago y al día siguiente me entregaron los resultados, para ser exactos, el mismo día en que el señor Akira murió, pero debido a todo simplemente lo borré de mi memoria. Mi vida se fue el diablo y no tuve tiempo para asimilar nada de lo que había pasado.
—Amaretto Disaronno, ¿te suena? —preguntó Chaeyoung enfocando su vista en Dahyun quien asintió con un nudo en su garganta—. El licor que contiene almendras negras y de las que el Dr. Jungkook nos informó que contraen cianuro. Akira lo bebía en grandes cantidades, pero su estómago era bastante fuerte.
—El mío fue muy débil —añadió Daniel—. Esa botella de alcohol contenía el veneno, no hay otra explicación. Sé que esto puede resultar muy difícil de asimilar pero... Chaeyoung me hizo ver que si no hablo me quedaré aquí encerrado injustamente y no lo merezco. El asesino está dentro de Freedom, no soy yo, nunca lo fui, yo no soy el verdadero enemigo.
—Yo creo... creo saber de alguien —murmuró Dahyun intentando mantener la calma. La ansiedad hizo que se le formara un nudo en el estómago ocasionándole una fuerte presión en el pecho.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Chaeyoung con preocupación.
—Si lo que dicen es cierto... mi familia está en peligro.
—¿Qué te hace pensar que tu familia no es quien está detrás de todo ésto? —cuestionó Daniel con el semblante serio conectando miradas con ella.
[💛]
Nayeon miraba el paisaje por la ventanilla. Jeongyeon se había ofrecido a llevarla a Freedom, después de que le contara que llevó su auto a reparaciones, no la dejó tomar un taxi de regreso, se sentía en deuda por todas sus atenciones. Ahora estaban en silencio, pero no era un silencio incómodo, ambas disfrutaban de compartir el mismo espacio sin necesidad de comunicarse con palabras.
Jeongyeon no podía evitar mirar a Nayeon de reojo cada vez que tenía oportunidad, observar su perfil era lo más maravilloso del mundo. Antes se habían confesado gustarse, pero Jeongyeon no tenía claro si Nayeon hablaba en serio o solo bromeaba.
¿Nayeon le gustaba de manera romántica o de manera amistosa? Su corazón se estremeció de solo pensarlo. No estaba mal sentir atracción por una mujer, ella nunca fue una persona de prejuicios, pero estaba conmocionada de pasar ella misma por eso.
No supo en que momento comenzó a detallar a Nayeon con detenimiento. Estatura media, cabello oscuro y largo, piel blanca, ojos color miel, tan brillantes como el mismo universo, labios de un tenue color rosa y su sonrisa... su hermosa sonrisa era tan preciosa como mirar un atardecer.
—Eres muy linda —soltó sin pensar. Nayeon giró su cabeza rápidamente para encararla y Jeongyeon sintió quedarse sin aliento—. Digo... ¡La vista es linda! —se corrigió enseguida acelerando la velocidad del vehículo.
—Gracias, tú también eres linda —contestó Nayeon dirigiendo su vista al frente. Sus mejillas estaban levemente rojas por la reciente declaración. No era la primera vez que Jeongyeon le hacía algún cumplido, pero lo peor de todo es que ahora se estaba acostumbrando.
—¿Qué opinas de... hmm las personas que gustan de su mismo sexo? —preguntó Jeongyeon sin saber de dónde había sacado tanta valentía.
—Opino que son personas que aman a otras personas —respondió con simpleza—. No discrimino a las personas por sus preferencias.
—Eres tan dulce... —murmuró Jeongyeon con los ojos brillantes—. Bajo esa finta de mujer empoderada que siempre das a conocer a todos... eres una chica muy tierna y sentimental.
—Un abogado no debe mostrar debilidad, lo sabes.
—Nayeon... quisiera conocerte —dijo aparcando el vehículo a un costado de la calle, por fin habían llegado a su destino—. No me gustan las mujeres, nunca sentí atracción por ellas, pero luego te conocí y todo ha sido demasiado raro, acabo de descubrir que me atraes... ¿cómo se le llama? —Jeong carraspeó su garganta con nerviosismo bajo la atenta mirada de Nayeon—. Me g-gustas.
—Tú también me gustas, eres una gran persona —le dijo atreviéndose a acariciar su hombro con suavidad.
—¡Pero no de esa manera! —expresó Jeongyeon con frustración frotándose la cara—. Como mujer, como pareja, tú sabes...
—¿Como novias? —preguntó Nayeon con vacilación. Eso fue algo que la tomó por sorpresa—. ¿De esas que van a citas, se toman de la mano y se besan... en los labios?
—Mmm... —Jeongyeon asintió algo dudosa—. Bueno... solo si tu quieres, si no quieres entonces no, aunque me gustaría pero... ¡¿Qué diablos estoy diciendo?! Olvida todo lo que dije, Dios mío, que vergüenza, no me hagas caso, el golpe en la nariz ha afectado mi...—
—Esta bien, sí quiero —habló Nayeon de repente.
—¿C-cómo dices?
—Pues... me estás pidiendo que sea tu novia, ¿o no? —cuestionó Nayeon mirando a la contraria fijamente.
—Bueno yo... —Jeongyeon se puso tan roja como un tomate, tanto que tuvo que cubrir sus mejillas con las palmas de sus manos—. Sí, ¿a ti te gustaría ser mi... n-novia?
Nayeon abrió los ojos en grande poniéndose tensa un par de segundos. Las imágenes de Jeongyeon y ella peleando en el club y siendo llevadas a la cárcel, cuando la separó de Jimin en la fiesta de Dahyun y donde terminó vomitando ebria en el baño, las dos juntas platicando en la cafetería de su trabajo, ella golpeando su nariz de un puñetazo y después sintiéndose celosa por el coqueteo del doctor, ¿de verdad le gustaba Jeongyeon? Su corazón latía con fuerza cada vez que le hacía algún cumplido, la tensión entre ellas se sentía a kilómetros y eso solo podía significar una sola cosa.
Me gusta Yoo Jeongyeon.
—Sí, acepto ser tu novia —respondió Nayeon llevando su mirada al frente. Por alguna razón se sentía nerviosa, la timidez se había apoderado de todo su cuerpo—. Creo que debo irme a trabajar.
—Oh, claro... —habló Jeongyeon saliendo de su trance. Rápidamente bajó del coche y corrió hasta el otro extremo para abrirle la puerta a su nueva novia. Que lindo sonaba eso, extrañamente lindo.
—Gracias... —Nayeon bajó del vehículo. Jeongyeon solo permaneció estática en el mismo lugar.
¿Qué debería hacer ahora? ¿cómo tenía que despedirse? ¿debería simplemente agitar su mano y regalarle una sonrisa? Eran tantas preguntas sin respuesta. Antes de que pudiera hacer algo al respecto Jeongyeon le plantó un corto beso sobre su mejilla haciéndola suspirar al instante.
—Te veré luego Nay —dijo rascándose la cabeza con nerviosismo—. Te escribiré un mensaje después.
—Claro.. —Nayeon asintió repetidas veces, ¿por qué estaba actuando como una tonta? Parecía peor que una adolescente—. No hagas esfuerzos, ¿esta bien? Cuida esa nariz.
—Lo haré —Jeongyeon sonrió en grande y luego se hizo a un lado para cederle el paso—. Nos vemos luego.
Nayeon agitó su mano a modo de despedida a la vez que emprendía su paso hasta Freedom. Aunque no quería separarse de su ahora novia, le había surgido un pendiente de trabajo que tenía que arreglar a la brevedad posible. Justo después de bajar del elevador se topó con Jisoo, razón por la que tuvo que borrar la tonta sonrisa de su rostro.
—Llegas tarde, el señor Woo te espera en tu oficina —avisó Jisoo entregándole una bandeja con dos tazas de café—. Lleva esto y de nada.
—Muchas gracias, te debo una —dijo Nayeon soltando un gran suspiro—. Un momento... ya no te pregunté que pasó con Mina.
—Mi hermana es una tonta, no quiero hablar de ella. No arreglamos nada en realidad —contestó Jisoo con expresión molesta—. Ahora ve con el señor Woo, no lo hagas esperar más.
—Está bien, pero después de eso me cuentas.
Nayeon se fue a paso rápido hacia su oficina con la bandeja en manos. Jisoo se quedó ahí de pie, de pronto sintió como su celular vibraba dentro de su bolsillo.
Avocachaeng. O debería decir Rosé.
—¿Por qué demonios me llama? —cuestionó Jisoo bloqueando la pantalla de su teléfono para que dejara de sonar, pero fue en vano porque el tono de llamada volvió a sonar otra vez—. ¿Qué quieres? —contestó al teléfono.
—Vaya, pensé que no responderías —habló Rosé.
—No pensaba hacerlo, pero me molestó mucho el ruido, ¿ahora dime qué quieres? —dijo con molestia.
—Baja, estoy en la cafetería de Freedom —contestó Rosé soltando una risita divertida—. Aquí hacen unas donas deliciosas.
—¿Qué? ¿por qué viniste a mi despacho? —cuestionó exaltada—. ¿Y por qué estás comiendo donas de mi trabajo?
—Kim envidiosa. Baja y te lo diré —respondió Rosé antes de colgar la llamada.
¿Cuál debería ser la siguiente parejita en hacerse noviecitas? 🤔
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